Conducta y Seguridad Industrial
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- El 27 abril, 2006
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Todos sabemos lo vital de la seguridad industrial y muchos hemos estado en contacto con sobrevivientes de graves accidentes que nos han hecho reflexionar sobre la importancia del área en nuestro diario quehacer en los centros mineros y petroleros.
Existen muchas empresas ligadas al tema que brindan asesoría, nacional e internacional, a fin de afinar procesos, mejorar estándares y, finalmente, hacer más segura la actividad laboral. Pero también existen nuevas tendencias en las cuales el comportamiento ya no es evaluado como un reflejo automático consecuencia de un estimulo, ampliándose en la actualidad la evaluación a aspectos de la conducta que permiten entender la participación de las emociones, el lenguaje, la memoria, el pensamiento, el juicio y todas otras aquellas funciones cerebrales que nos hacen humanos ( Homo sapiens sapiens ).
Es desde esta perspectiva que se intenta enfocar en la actualidad el problema, manteniendo aún la atención en los procesos convencionales los cuales incluyen sistemas de reporte, capacitaciones, re-actualizaciones periódicas, investigaciones de incidentes y accidentes, entre muchas otras actividades propias del área. Las disciplinas estudiosas de la conducta humana han observado que a pesar de lo organizado de los programas de seguridad industrial en los cuales se demostraban adecuados contenidos, correctas metodologías, clara captación de los conceptos por los asistentes, buena motivación, y muchos otros indicadores que aparentemente demostraban el éxito de la función educativa; los accidentes e incidentes, no solo graves sino hasta los aparentemente más “tontos” ocurrían y que estos muchas veces no eran reportados por el personal, viéndose que acciones erradas individuales afectaban la seguridad de un equipo de trabajo, y que, probablemente, el problema se encontraría en los niveles organizacionales de la empresa y no sólo en componentes individuales.
A fin de lograr una adecuada interpretación de los hechos es que procedimos a revisar reportes de accidentes personales con tiempo perdido, con lesiones personales, así como reportes de incidentes considerados menores, evaluamos meticulosamente la conducta de los empleados de grandes compañías mineras durante sus actividades laborales en las diferentes áreas, así como durante los momentos de descanso, entrevistamos a personas involucradas en accidentes fatales así como a los Gerentes de Seguridad Industrial, a personal médico, paramédico, a rescatistas y a los investigadores del área, asistimos a 116 capacitaciones dirigidas a los empleados, 8 de las cuales eran de nivel avanzado brindadas por especialistas traídos de otros países y que eran parte de grandes empresas consultoras.
Luego de evaluada toda la información logramos obtener algunas ideas y sugerencias que ponemos a su consideración.
1.- La seguridad industrial está basada en la conducta del individuo, sobre todo por la presencia de actos inseguros como la causa directa de los accidentes de trabajo.
2.- Es recomendable considerar dentro de los programas de seguridad industrial el efectivo análisis y modificación de la conducta de los empleados.
3.- Deben conocerse los factores mentales, neuropsicológicos, socioambientales y fisiológicos involucrados en los actos inseguros.
4.- Debe buscarse, de forma inmediata luego de producido una conducta de riesgo, los refuerzos naturales que se presentan y que hacen que prevalezca esta conducta entre los empleados.
5.- Debe buscarse el refuerzo negativo que hace que la conducta insegura se extinga.
6.- Debe analizarse la conducta mediante un programa de seguridad fundamentada en los aspectos mentales que permitan lograr cambios en el comportamiento individual y grupal, los cuales cambiaran posteriormente y sin mayor esfuerzo las actitudes de los trabajadores, generando a mediano y largo plazo una cultura de seguridad.
7.- Se debe entender por actitudes a las creencias internas de las personas respecto a como evalúan un determinado tema o situación.
8.- De las actitudes seguras nace la cultura de seguridad.
9.- Si nos centramos en la conducta logramos modificar los comportamientos y por ende cambiamos las actitudes y creamos la cultura de seguridad.
10.- Un programa de seguridad industrial debe ser diseñado específicamente para cada organización puesto que cada empresa tiene sus propias dinámicas internas, las cuales deben ser consideradas a fin de:
- Estimular el sentimiento de “pertenencia” a un grupo.
- Estimular el sentimiento de trabajo en equipo (“team”).
Logrando resaltar que todo cambio individual en relación a la seguridad favorecerá a “nuestra” institución, a nosotros mismos y a nuestras familias.
11.- Es posible que dentro de las compañías existan obstáculos organizacionales, a identificar en cada caso, que puedan estar impidiendo una adecuada cultura de seguridad.
12.- La seguridad industrial de una empresa no puede estar basada en “el sentido común”.
13.- La evaluación de la cultura de seguridad podría considerar, a la luz de lo observado, los siguientes puntos:
- Estudiar los planes y programas que se desarrollan.
- Identificar las áreas y ocupaciones de riesgo.
- Identificar las necesidades de entrenamiento del personal.
- Fortalecer la responsabilidad y confiabilidad de los supervisores.
14.- Es indispensable el fortalecimiento de la cultura de seguridad entre los gerentes de otras áreas.
15.- Un Consejo o Comité de Seguridad efectivo podría tener las siguientes características, funciones y objetivos:
- Estar conformado por ejecutivos (gerentes y adjuntos), supervisores y un representante de cada tipo de ocupación en la compañía.
- Mantener la información tratada por el consejo o comité como confidencial, no tolerándose la fuga de información.
- Reunirse semanalmente por dos horas para escuchar como se desarrolla cada tipo de actividad laboral en la compañía y discutir todos los temas de seguridad involucrados, identificándose así los riesgos.
- Lograr una clara idea del sentimiento que tienen los trabajadores hacia la empresa e identificar las insatisfacciones laborales.
- Determinar el mejor medio para la difusión de los programas y planes a seguir entre los empleados (considerando incluso los mensajes subliminales, el método, la forma y los expositores).
- Los miembros deberían reportar semanalmente sus observaciones de campo durante las reuniones del comité a fin de direccionar los planes y programas o modificar los medios de difusión. Esto se lograría mediante la observación de la conducta de los empleados notificándose los cambios de tendencia.
- Proponer a las personas que serán merecedoras de incentivos por su respeto a las normas de seguridad.
- Proponer cuales serían los incentivos más adecuados y deseados por los empleados.
- Los miembros de este comité deberían recibir un bono por desempeñar satisfactoriamente estas funciones.
16.- La observación de conducta de los empleados no puede estar sólo basada en la apreciación de los supervisores, debe lograse que sean los propios trabajadores quienes desarrollen esta habilidad. Para tal fin debe capacitarse a los “observadores de conducta”.
Esto lo podría realizar la Gerencia de Seguridad Industrial, enseñándole a un pequeño grupo de seleccionados los conocimientos básicos sobre trabajo seguro de acuerdo a su área laboral, repitiendo esta capacitación una vez por semana durante un mes y luego una vez al mes durante 5 meses (a fin de fijar los conocimientos). Estos observadores de conducta tendrían la obligación de reportar semanalmente los actos inseguros identificados y transmitir los sentimientos de la fuerza laboral de la compañía al Comité o Consejo. La información consignaría el nombre y la función del ejecutor del acto inseguro, la fecha y hora, la descripción del acto en sí y sus recomendaciones para corregirlo. Toda esta información debe ser considerada confidencial, sus compañeros de trabajo no deberán saber que han sido reportados, pero se implementaría una inmediata intervención sobre todo el equipo de trabajo en el que se identificó el acto inseguro basado en charlas dirigidas a lo observado. Habiéndose determinado una tendencia y una estadística potencial de actos inseguros luego podría establecerse una “cuota” proyectada de reportes semanales como mínimo a fin de evitar omisiones.
17.- Es posible que a mediano plazo el 100% de los supervisores estén capacitados en la observación y reporte de conducta.
18.- Es posible que a largo plazo todos los empleados se conviertan en reportadores de conducta.
19.- No se debe descuidar el análisis de la política de Recursos Humanos a fin de identificar insatisfacciones en los empleados y otros sentimientos útiles para el diseño de una coherente cultura de seguridad.
20.- Es necesario contar con “Consultores de Trauma” en forma permanente en la empresa para la intervención inmediata en el personal afectado por los accidentes.
Como vemos, un enfoque conductual de la seguridad industrial no es complicado y se beneficia al trabajador, a su familia y a la empresa.
Por: Artidoro J. Cáceres Le Breton.
Psiquiatra especializado en Relaciones Humanas y Comunitarias,
Salud y Seguridad Industrial.
[email protected]
Lima – Perú.
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