Generación distribuida y redes inteligentes
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- El 4 julio, 2014
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1. Introducción
En la entrega previa (Ingeniería Eléctrica N° 271) se ha presentado un resumen de los principales conceptos sobre generación distribuida y redes eléctricas inteligentes.
Se describieron las causas que llevan a este cambio de paradigma energético y algunas cuestiones del marco regulatorio.
En todo este proceso se mencionó a las fuentes de generación distribuida en forma abstracta, sin entrar en detalles funcionales u operativos. Sin embargo, para poder profundizar en el entendimiento de la GD, y analizar los convertidores de potencia necesarios para adaptar tensiones y frecuencias del recurso renovable, es necesario conocer un poco más el tipo de fuentes de energía implicadas. En las siguientes líneas se presenta un breve repaso de las clases de generadores asociadas a algunas de las fuentes de energía más importantes.
2. Tipos de generadores que pueden ser parte de una GD
El concepto de generación distribuida promueve que cualquier tipo de generador puede ser parte de la red eléctrica. Una clasificación pertinente podría ser el nivel de potencia de los generadores a ingresar en la red. Sin embargo, existe una cierta disparidad de criterios a nivel mundial a la hora de establecer el límite de potencia para la GD. El Departamento de Energía (DOE) de Estados Unidos establece unos límites que van desde 1 kW hasta decenas de MW. En España, el Régimen Especial contempla un límite máximo de potencia de 50 MW. EscoVale Consultancy, consultora del Reino Unido, amplía el rango de potencias hasta 100 MW, limitando a 10 MW la potencia máxima para instalaciones
basadas en fuentes de energía renovable.
Otra clasificación importante a tener en cuenta es cómo se obtiene la energía eléctrica, que dependiendo del tipo de recurso, puede ser utilizando motores eléctricos, máquinas de combustión interna o turbinas de gas. En el caso de la energía eólica, la energía cinética del viento hace girar el eje del generador, por lo que es directa la utilización de motores eléctricos.
Sin embargo, cuando el recurso renovable se encuentra en un proceso químico o bioquímico o en algún tipo de gas o fluido, como el metano en una planta para el tratamiento de biomasa húmeda, las turbinas de gas son las máquinas más apropiadas. Asimismo, algunas de estas tecnologías se utilizan para la obtención simultánea de electricidad y calor -en forma de agua caliente, vapor, aire caliente- (cogeneración) o calor, frío y electricidad (trigeneración).
Las tecnologías más utilizadas para cogeneración son los motores alternativos, las turbinas de gas, las microturbinas y las pilas de combustible. También se utilizan turbinas de vapor, aunque en menor medida.
Teniendo en cuenta estas consideraciones, daremos aquí una breve descripción de los tipos de generadores que pueden ser conectados a una red de GD, que partan exclusivamente de un recurso renovable y estén en el rango desde la microgeneración hasta una potencia máxima de 50 MW.
2.1 Turbina de gas: La turbina de gas es una máquina térmica que desarrolla trabajo al expandir un gas. El aire comprimido se mezcla con combustible y se quema bajo condiciones de presión constante. Básicamente se compone de un compresor, la cámara de combustión, y la turbina de gas propiamente dicha. Se pueden utilizar en varias configuraciones: ciclo simple (que es una turbina produciendo solo electricidad), cogeneración (en la que se añade a la turbina de ciclo simple un recuperador de calor que permite obtener vapor o agua caliente del calor de los gases de escape) y ciclo combinado turbina de gasturbina de vapor (añadiendo una turbina de vapor que aprovecha el calor recuperado para obtener más energía eléctrica). El tamaño de las turbinas varía entre 0,25 − 500 MW, con algunas aplicaciones comerciales entre 1 y 2 MW, y su eficiencia ronda el 40%, en ciclo simple; entre el 40 − 60%, en ciclo combinado; y entre el 70 − 90%, en cogeneración. La configuración de ciclo simple es la más común en instalaciones de menos de 40 MW. Por otro lado, la cogeneración es una aplicación muy apropiada para consumidores con demandas eléctricas por encima de los 5 MW y se utiliza frecuentemente en redes de distribución de calor o sistemas de calefacción colectiva (district heating). A modo de ejemplo, en el año 2004 más del 17% de las plantas de cogeneración en España empleaban turbinas de gas. En nuestra región existen algunas instalaciones de este tipo, como la del Ingenio y Refinería San Martín de Tabacal, que en 2009 generó un total de 24 MW de energía eléctrica como parte del proceso de producción.
2.2 Motor alternativo: Los motores alternativos de combustión interna son máquinas térmicas en donde los gases resultantes de un proceso de combustión empujan un émbolo o pistón que se desplaza en el interior de un cilindro haciendo girar un cigüeñal y obteniendo un movimiento de rotación.
Se emplean principalmente en plantas de cogeneración en sectores tan diversos como el agroalimentario, construcción, papel o textil.
Poseen una mayor flexibilidad ante variaciones de carga que las turbinas de gas y son capaces, en función de su diseño, de utilizar diversos combustibles como energía primaria, como el biodiésel o el alcohol. Estos motores se pueden
clasificar en función de diferentes aspectos. En función del encendido, se distinguen el motor Otto, o de encendido provocado, en el que la combustión se inicia mediante una chispa y el motor diésel, o de encendido por compresión, de rendimiento superior por aprovechar mejor el combustible.
En función del ciclo, los motores pueden funcionar en cuatro tiempos (cuatro carreras del émbolo y dos vueltas del cigüeñal) o dos tiempos (dos carreras del émbolo y una vuelta del cigüeñal). Los motores diésel son ya más eficientes que los motores de gasolina (45% frente a 30), y es posible todavía mayores eficiencias (de 55 a 63 %) a través de la inyección directa del combustible y el uso de aditivos.
En la práctica, la cogeneración basados en motores alternativos que emplean biodiésel u otros combustibles de fuentes renovables está bien difundida para rangos menores a los 2 MW.
2.3 Minihidráulica: El fundamento básico de este tipo de generación consiste en el aprovechamiento de la energía potencial del agua, almacenada en un embalse o procedente de un río, para producir energía eléctrica. La energía potencial del agua se transforma en energía cinética en su recorrido por las tuberías y posteriormente en energía mecánica, al impulsar el rotor de los generadores eléctricos. Finalmente, la rotación del eje del generador se convierte en energía eléctrica. Dentro de este tipo de generación, únicamente se consideran como GD las llamadas centrales minihidráulicas, es decir, aquéllas cuya potencia máxima instalada no supera los 10 MW. La potencia de la instalación se define como el producto del caudal por el salto. Las centrales minihidráulicas para generación eléctrica pueden ser de dos tipos:
— Central de agua fluyente o en derivación: son aquellas en las que parte del agua del río se desvía de su cauce por medio de un azud y de uno o varios canales, siendo devuelta al río aguas abajo. En este tipo de centrales, el caudal del agua varía durante el año, en función del régimen hidrológico del curso de agua.
— Central de embalse o de regulación: en este caso, se construye una presa en el cauce del río formándose un embalse en el que se almacena agua. Puede estar situada a pie de presa o más alejada para mejorar el salto (mixta).
Los elementos básicos de una central minihidráulica no difieren de los empleados en una central hidráulica de gran potencia. El elemento diferenciador de una central hidráulica lo constituye la turbina, que puede ser de acción (Pelton), en las que la energía de presión del agua se transforma íntegramente en energía cinética en la parte fija (inyector), o de reacción (Francis, Kaplan), en las que la transformación en energía cinética se produce tanto en la parte fija (caracol, distribuidor) como en la móvil (rodete).
2.4 Eólica: Los sistemas de generación de energía de tipo eólico se han convertido en un icono dentro del ámbito de la generación distribuida y las fuentes renovables. En estos sistemas de generación la fuente primaria de energía es el viento, aire en movimiento originado por la diferencia de presión provocada por el calentamiento desigual de la superficie terrestre. Al incidir sobre las palas del generador eólico, la energía cinética del viento hace girar el eje del mismo. Finalmente, una caja de engranajes eleva la baja velocidad del eje y un generador eléctrico transforma esta energía mecánica en energía eléctrica. El uso de sistemas de generación tipo eólicos se ha extendido notoriamente en el curso de las últimas dos décadas, tanto en su distribución geográfica como en el rango de potencias de generación disponibles.
Hoy en día los sistemas de generación eólica se pueden dividir en tres grupos:
— Generación centralizada: por tratarse de grandes parques eólicos y/o por estar situados lejos del punto de consumo.
— Generación distribuida: Cuando se trata de pequeños grupos de molinos que sirven para abastecer localidades o regiones en particular.
— Microeólica: Cuando se trata de pequeños sistemas de uso particular que producen menos de 100 kW.
En lo que respecta a la distribución geográfica, la mayor potencia de generación instalada se encuentra en Europa (94 GWp), con Alemania y España a la cabeza (29 y 21 GWp respectivamente), seguido de cerca por Asia (83 GWp) y América del Norte (53 GWp). La región latinoamericana (3,2 GWp) aparece mucho más retrasada, apenas por encima de Oceanía y África, pero con una tendencia creciente [1]. Brasil y México lideran la región con 1429 MWp instalados (puesto 20 en el ranking mundial) y 929 MWp (puesto 23), respectivamente.
En lo que respecta a Argentina, hay un crecimiento importante en los ultimos cinco años, con importantes desarrollos en diferentes regiones. En la figura 1 se puede observar el parque eólico Rawson I, Chubut, Argentina, cuya primera etapa entró en operación el 11 de septiembre de 2011 con 27 generadores de 1 MWp para totalizar 50, el cual es el más grande de la región [2]. A principios de 2012 se incorporaron los 16 generadores del parque eólico Rawson II, con lo cual la potencia total alcanza los 80 MW.
Los grandes parques eólicos tienen la desventaja de ser capital intensivo y de lenta recuperación del capital invertido, por lo que en la región todavía no es un negocio sustentable económicamente.
En lo que respecta a la denominada microeólica, se trata de la generación a pequeña escala de energía eléctrica, para satisfacer las necesidades de particulares, pequeñas empresas, o comunidades.
La idea subyacente detrás de la microgeneración es el autoabastecimiento de energía a pequeña escala. Esto no significa aislarse de la red de distribución, sino que se trata de generar la energía que se necesita, y en función de la disponibilidad del recurso (viento, sol, etc.), entregar el excedente o tomar el faltante de la red pública.
La aplicación tradicional de la generación microeólica han sido los sistemas aislados, típicamente en unión con generación fotovoltaica para la formación de sistemas híbridos, en los que se emplean sistemas de acumulación de energía constituidos por baterías electroquímicas.
Figura 1: La primera parte del parque eólico Rawson está integrado por 27 molinos aerogeneradores V90-1.8/2.0 del fabricante Vestas, [3] de 80 metros de altura y palas de 40 metros de largo |
Sin embargo, en los ultimos años se vislumbra la inclusión de la microeólica en la GD como una gran posibilidad de mercado a nivel mundial, principalmente en el mundo desarrollado, donde la red convencional tiene una implantación mayoritaria. Este tipo de aplicaciones conectadas a red no suelen incorporar sistema de almacenamiento de energía eléctrica, pues la red debe ser capaz de asumir toda la energía generada por los aerogeneradores.
En países en vías de desarrollo, donde el porcentaje de población sin acceso a una red convencional fuerte es mucho mayor, ambos esquemas serán aplicables: la conexión a la red allí donde existe una red convencional, y los sistemas híbridos allí donde no existe dicho acceso. Un ejemplo en la región es el caso argentino, donde el 95% de la población total tiene energía eléctrica, pero en las zonas rurales el 30% de ese segmento poblacional no tiene acceso a dicho servicio. Esto es debido a diversos factores como la distancia, la accesibilidad geográfica, la dispersión humana que impactan directamente sobre el costo de establecer el tendido eléctrico sobre estos usuarios. En Argentina existen algunos proyectos en este sentido, como el Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales (PERMER) [4] cofinanciado por el Banco Mundial, y los gobiernos provinciales y nacional. Su objetivo principal es el abastecimiento de electricidad a un significativo número de personas que viven en hogares rurales, y a aproximadamente 6.000 servicios públicos de todo tipo (escuelas, salas de emergencia médica, destacamentos policiales, etc.) que se encuentran fuera del alcance de los centros de distribución de energía.
2.5 Solar fotovoltaica: La energía fotovoltaica aprovecha la radiación solar para producir energía eléctrica. Se basa en la absorción de la radiación solar por parte de un material semiconductor (células fotovoltaicas), que provocan un desplazamiento de cargas en su interior y generan una corriente continua.
Originalmente orientada al suministro eléctrico en zonas de difícil acceso para la red de distribución y con pequeños consumos, está evolucionando hacia instalaciones de generación de gran extensión.
Existen grandes instalaciones fotovoltaicas que podrían considerarse generación centralizada; sin embargo, la mayoría tienen potencias bajas y pueden encontrarse conectadas a la red de baja tensión o aisladas de la red (conectadas directamente a las cargas) por lo que pueden considerarse incluidas en el concepto de la GD.
Durante el año 2005, España facturó más de 580 millones de euros, consolidándose como el segundo mercado europeo (después de Alemania) y el cuarto del mundo, con 4.188 MWp instalados (hasta septiembre de 2010) y más de 5.000 instalaciones.
Aún con estos crecimientos, la contribución actual de la energía eléctrica de carácter fotovoltaico para cubrir la necesidades energéticas españolas es muy pequeña, 1,9%. Sin embargo, el apoyo continuado mantendrá el crecimiento exponencial y conseguirá valores apreciables. En Argentina, el parque solar fotovoltaico más grande es el parque solar Cañada Honda, ubicado en el departamento de Sarmiento, provincia de San Juan. El parque tiene instalado hasta el momento un total de 98.000 paneles solares con una potencia instalada de 5 MWp y una potencia nominal proyectada de 20 MW para marzo de 2013.
Figura 2: El equipo entregado por el Proyecto de Energías Renovables en Mercados Rurales (PERMER) iniciado en 2006 consiste de dos paneles fotovoltaicos con una potencia total de 120 Wp, una batería, un tablero de control y cinco lámparas de 18 W |
La energía generada por este parque se inyecta al Sistema Argentino de Interconexión (SADI) a través de la Estación Transformadora Cañadita, propiedad de la empresa Energía San Juan.
2.6 Solar térmica: La energía solar térmica se basa en la conversión de la energía procedente de la radiación solar en calor transferido a un fluido (normalmente agua). En el caso de pequeñas instalaciones, no se produce electricidad de forma directa, sino que se aprovecha la energía en su forma térmica.
En función de la temperatura máxima que alcanza el fluido, se distinguen tres tipos de sistemas: de baja (captadores planos y captadores con tubo de vacío), media (espejo cilindro-parabólico) y alta temperatura (discos parabólicos y centrales de torre). Solo se puede considerar GD los sistemas de baja temperatura y los discos parabólicos, pues las potencias de generación, en los otros casos, son superiores a los 10 MW y no están situados cerca de los puntos de consumo. Para aplicaciones individuales o pequeños sistemas eléctricos aislados, los sistemas de disco parabólico son una opción viable, con eficiencias teóricas muy altas. Sin embargo, se encuentran actualmente en fase de experimentación, siendo los sistemas que más alejados están de la comercialización.
Figura 3: El Parque Solar Cañada Honda (San Juan) entró en funcionamiento el 19 de abril de 2012 y ya tiene más de 5 MW instalados |
2.7 Biomasa: La biomasa es toda materia orgánica cuyo origen está en un proceso biológico y a los procesos de reciente transformación de esta materia que se produzcan de forma natural o artificial (se excluye de este grupo a los combustibles fósiles, cuya formación tuvo lugar hace millones de años). Al estar constituida básicamente por carbono e hidrógeno, la energía química de la materia orgánica, producida en las plantas verdes a través de la fotosíntesis, puede ser transformada en energía eléctrica, térmica o combustible mediante diversos procesos. Según su origen, la biomasa se puede clasificar en dos grandes grupos: la biomasa vegetal y los cultivos energéticos.
La biomasa vegetal incluye los excedentes agrícolas, constituidos por los productos agrícolas que no emplea el hombre, y la biomasa residual, que incluye:
— Residuos forestales y agrícolas: se consideran residuos forestales la leña, la madera y los desechos madereros.
— Residuos ganaderos: en este grupo se encuentran el purín, el estiércol y los desechos de los mataderos.
— Residuos industriales: pueden provenir de industrias forestales, agrícolas (residuos de la industria del aceite de oliva, etc.) o del sector agroalimentario.
— Residuos urbanos: residuos sólidos urbanos (RSU) y aguas residuales urbanas (ARU).
Los cultivos energéticos son plantaciones realizadas con la exclusiva finalidad de ser utilizadas como fuente de energía (calor) o como materia prima para la obtención de combustibles (biocarburantes, también conocido como biodiésel). Estos cultivos se caracterizan por su alta producción por unidad de superficie y por los pocos requerimientos que exige su cultivo. Una vez obtenida la biomasa, es función del grado de humedad con el que se la ha obtenido, el tipo de tratamientos que se debe realizar de manera de obtener una energía. Existen por un lado, los procesos termoquímicos y, por otro, los químicos y bioquímicos.
Los procesos termoquímicos se emplean en la conversión de la biomasa seca, que es aquella cuyo grado de humedad es inferior al 60%.
Dentro de la biomasa seca se incluyen la biomasa forestal y agrícola, así como los residuos de la industria agroalimentaria o del sector de la madera. El proceso termoquímico consiste en la descomposición térmica de la biomasa en diferentes condiciones de oxidación:
— Combustión directa: se realiza con exceso de oxígeno, obteniendo calor y vapor.
— Gasificación: se realiza con restricción en el suministro de oxígeno. Si la gasificación se realiza con aire, se obtiene gas pobre y si se realiza con oxígeno, se obtiene gas medio.
— Pirólisis: se realiza en ausencia total de oxígeno y se obtiene carbón vegetal, gas pobre, gas rico o líquidos piroleñosos.
Por otra parte, los procesos químicos y bioquímicos se emplean para el tratamiento de la biomasa húmeda, que es aquella con un grado de humedad mayor del 60 %. En este grupo se incluyen los vertidos biodegradables, las aguas residuales urbanas e industriales y los residuos ganaderos.
Estos procesos permiten obtener combustibles que se utilizarán para la producción de calor o electricidad.
Dependiendo del tipo de biomasa y de los productos que se quieran obtener, se empleará uno u otro método.
Mediante la digestion anaeróbica de los desechos orgánicos almacenados, se genera el llamado biogás de vertedero. Su recuperación energética, debido a su menor costo, es el procedimiento más generalizado en los países de la región.
La incineración de los residuos en hornos reduce el volumen de basura y permite obtener gran cantidad de calor que puede aprovecharse para calefacción urbana o para generar energía eléctrica.
El inconveniente está en los gases que se generan en la combustión (fundamentalmente dióxido de carbono, óxidos de nitrógeno y de azufre y cenizas volátiles) que deben controlarse mediante sistemas de lavado y filtrado para evitar la emisión de sustancias tóxicas a la atmósfera. Éste es el proceso más utilizado -después del vertido- en la Unión Europea. En la región hay excelentes ejemplo, en Argentina, la ciudad de Olavarría cuenta con un planta de biogás (figura 4), donde el principal uso es como energía térmica, en un horno proclítico para tratamiento de residuos patogénicos.
Otro ejemplo es la planta ubicada entre González Catán y Ensenada, que mediante el quemado de biogás se logra reducir el impacto que estos gases de efecto invernadero tienen en el ambiente (figura 5).
2.8 Microturbinas: Las microturbinas son turbinas de pequeño tamaño (25 − 500 kW) que permiten obtener calor y electricidad (cogeneración) para aplicaciones industriales y comerciales, con eficiencias térmicas en el rango de 50 a 60% y eléctricas entre el 15 y 30%. Se trata de una tecnología emergente, y las más desarrolladas son las microturbinas de potencia inferior a 200 kW, aunque se están haciendo grandes avances en las de mayor potencia.
Su funcionamiento es similar al de una turbina de gas convencional con la particularidad de que los elementos adicionales para la generación eléctrica se encuentran acoplados en la propia turbina. Las microturbinas de gas tienen una aplicación directa en la GD, bien como elementos independientes de generación, o bien como integrantes de instalaciones híbridas con pilas de combustibles, microcogeneración o, en el terreno del transporte, vehículos eléctricos híbridos. Un ejemplo de uso de microturbinas para el aprovechamiento del biogás puede encontrarse en la planta de biometanización y compostaje de Pinto, que gestiona la empresa pública Gedesma. Esta planta trata los residuos orgánicos de la Zona Sur de la Comunidad de Madrid y en ella, tras un proceso riguroso de separación de la materia orgánica del resto que le pueda acompañar, se somete a ésta a una degradación anaeróbica, como la que ocurre en el vertedero, en unas condiciones controladas de tal forma que el proceso natural se lleva a cabo de una forma acelerada. El biogás producido en el proceso de biometanización, junto con el extraído del vertedero adyacente, se utiliza en motores para generar energía eléctrica. Así en 2006 se han obtenido 86 GWh, de los cuales 6 corresponden al obtenido mediante el proceso de biometanización.
Esta instalación es la mayor generadora de energía eléctrica de este tipo de las existentes en España y ha sido cofinanciada con Fondos de Cohesión de la Unión Europea.
Figura 4. Planta de producción de biogás en Olavarría, provincia de Buenos Aires, donde la producción estimada es de 120 m3/h |
Figura 5: Planta de producción de biogás de Ensenada-González Catán, provincia de Buenos Aires. La producción actual es de 500 m3/h |
2.9 Celdas de combustible:
Las celdas o pilas de combustible son dispositivos electroquímicos que transforman la energía química de un combustible rico en hidrógeno, en electricidad, agua y calor. Esta transformación tiene lugar por medio de un proceso de electrólisis inversa, aportando oxígeno al cátodo e hidrógeno al ánodo en presencia de un electrolito.
Se trata de una tecnología en fase experimental, pero con un gran potencial de desarrollo. En general, este conjunto de tecnologías pueden ser clasificadas por el tipo de electrolito empleado y por la temperatura de trabajo.
Las celdas de combustible están formadas por stacks de conexión modular, por lo que la potencia de salida es adaptable en función del número de módulos y las conexiones empleadas.
Actualmente, los principales inconvenientes de las pilas son su elevado costo y la degradación del electrolito, que no permite alcanzar una vida util en el límite de la rentabilidad. Por otro lado, mantienen una eficiencia constante en un amplio rango de carga (desde el 30 hasta el 100%), poseen un bajo impacto ambiental ya que no hay combustión a alta temperatura, y su eficiencia máxima teórica puede llegar a alcanzar el 95%. En la base de datos del Fuel Cells 2000 [5] se recogen las instalaciones de pilas de combustible estacionarias existentes en todo el mundo. Para la región, solo Brasil ha implementado esta tecnología, donde aparecen listadas cinco instalaciones, de las cuales, cinco son de carbonatos fundidos (MCFC). Por otro lado, la tecnología MCFC es la más prometedora ya que posee la habilidad de consumir combustibles con base en carbón, incluyendo CO y biocombustibles. Esta celda opera a temperaturas del orden de los 650 °C y permite la reformación del combustible (extracción del hidrógeno contenido en hidrocarburos) dentro de la propia celda, además de que no necesita electrocatalizadores de metales nobles.
3. Comentarios finales
En este artículo se ha repasado en forma muy resumida las principales fuentes de generación de energía de tipo distribuida.
Existen otras más, que no serían analizadas aquí debido a su reducido uso a nivel mundial, o la falta de desarrollo de los mismos.
Cada una de las fuentes de energía tratadas presenta una variedad de problemáticas específicas, cosa que deberá tenerse en cuenta en cualquier proyecto de instalación. Así, por ejemplo, los sistemas de generación de tipo eólico deberían instalarse en regiones donde exista un régimen de vientos constante y suficiente, evitando aquellos lugares donde el viento es débil, o por el contrario, es muy fuerte e irregular, ya que en ambos casos se atenta contra el rendimiento del sistema.
Lo mismo puede decirse de las fuentes de energía de tipo solar, cuyo rendimiento va de la mano con la latitud y con la cobertura nubosa. Los sistemas de biomasa y demás basados en residuos urbanos solo serán redituables en ciudades donde la masa poblacional sea suficiente para generar la cantidad de residuos mínimo, y así sucesivamente.
En las próximas entregas se avanzará en la descripción de los esquemas de comunicación asociados a las redes inteligentes y en la conversión electrónica de potencia a fin de completar el cuadro de situación sobre generación distribuida y redes inteligentes.
1] Referencias
2] [1] World Wind Energy Association, “www. wwindea.org/webimages/WorldWindEnergyReport2011. pdf.”
3] [2] Emgasud, “http://www.emgasud.com.ar/energias-renovables.asp,” 2012.
4] [3] Vestas Wind Systems, “http://nozebra.ipapercms.dk/Vestas/Communication/Product brochure/2MWTurbineBrochure/2MWMrk7US/.”
5] [4] Proyecto de Energas Renovables en Mercados Rurales (PERMER), “http://energia.mecon.ar/permer/permer.html.”
6] [5] Worldwide Fuel Cell Installation Database, “http://www.fuelcells.org/db/,” worldwide Fuel Cell Installation Database.
Por: S. A. González, P. G. Donato
Fuente: Revista Ingeniería Eléctrica
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