Lula fomenta las hidroeléctricas para el desarrollo
- Creado por admin
- El 29 octubre, 2010
- 0
Recientemente el presidente brasileño inauguró seis nuevas hidroeléctricas de mediana y baja potencia, en el Estado de Goiás. Se trata de un conjunto de obras que suma 645 MW, siendo la más grande de ellas de 210 MW. A título comparativo, la Hidroeléctrica Urugua-Í en Misiones tiene 116 MW.
Para evitar confusiones aclaremos que NO se trata de las micro centrales de menos de 100 KW que incoherentemente en Misiones algunos publicitan como “las grandes soluciones”. Brasil NO hace hidroeléctricas de menos de 1.000 KW (1 MW), pues no son viables económicamente y aportan muy poco, prácticamente casi nada.
Eso demuestra –una vez más- que Brasil sigue apostando a su desarrollo, siendo conciente de la imperiosa necesidad de contar con crecientes cantidades de energía eléctrica, y que dentro de las diversas fuentes de generación, la base de sus esfuerzos sigue centrada en la hidroelectricidad, recurso natural renovable, de muy bajo costo y de muy reducidos impactos ambientales.
No es casualidad que las tres nuevas grandes potencias emergentes –Brasil, China e India- tienen en construcción en conjunto más de 150 (ciento cincuenta) nuevas usinas hidroeléctricas, muchas de ellas de gran porte; y prácticamente todas ubicadas en regiones tropicales o subtropicales.
Con ello se demuestra la falsedad de muchas enrevesadas afirmaciones de las ONGs de corte fundamentalista, que a voz en cuello repiten que “no se hacen más hidroeléctricas en el mundo”, que supuestamente “es tecnología superada”, y que “no se hacen hidroeléctricas en regiones cálidas”, entre muchas otras expresiones claramente mentirosas o –según los casos- plagadas de inexactitudes.
Pero son destacables las concretas afirmaciones del carismático Lula, quien en el acto de inauguración afirmó con relación a esa media docena de nuevas hidroeléctricas:
- – Van a aportar mayor calidad de vida a la región.
- – La energía hidroeléctrica es mucho más que una energía renovable.
- – La hidroelectricidad trae el progreso y el desarrollo a la región.
En Argentina, en el muy largo y nefasto cuarto de siglo neoliberal (de 1976 a 2001), los poderosos intereses de las petroleras transnacionales y todo el amplia arco de negocios vinculados (venta de centrales termoeléctricas, venta constante de repuestos, provisión de lubricantes, fletes de combustibles, consultores y “especialistas” vinculados con y al servicio de esos mismos intereses) ejercieron formidables presiones para frenar “la competencia” que son –muy claramente- las usinas hidroeléctricas y nucleares.
De esa forma, condujeron a nuestro país a una nociva dependencia extrema respecto al uso de petróleo y gas natural, y consumando la política de las “privatizaciones salvajes” (orquestadas en todo ese medio cuarto de siglo, pero consumadas en los muy perversos años ’90), provocaron la severísima crisis energética de la cual trabajosamente estamos saliendo en los últimos años.
Aunque por supina ignorancia o por perversa complicidad, muchos periodistas y opinantes diversos no lo mencionen, las transnacionales del ecologismo ultramontano han sido copartícipes y cómplices necesarios de ese proceso de estrangulamiento de la economía argentina en base a provocar la crisis energética, y luego a dificultar por todos los medios, las acciones conducentes a hacernos salir de la crisis y permitir que continúe el fuerte desarrollo socio económico que caracteriza a la Economía Argentina de la actual década.
Por ello, no es casual que sistemáticamente bajo falsas argumentaciones tremendistas –del tenor del más vil terrorismo ecolátrico– se ataque a las usinas hidroeléctricas y nucleares, mientras esos mismos falsos “cuidadores del medio ambiente” guardan cómplices y densos silencios ante las sucesivas instalaciones de numerosas usinas termoeléctricas –devoradoras de petróleo y gas y por ello fuertes contaminadoras del medio ambiente-, usinas que ante la creciente demanda deben ser instaladas como “mal menor” (peores serían los cortes del suministro eléctrico); mientras tanto se cuenta con el precioso tiempo necesario para construir las tan necesarias nuevas usinas hidroeléctricas y nucleares.
En Argentina, mientras que a nivel nacional se dieron fuertes impulsos a los Planes Nuclear e Hidroeléctrico (revirtiendo la inercia casi total de casi dos décadas), los sectores del fundamentalismo ecológico siguen sembrando dudas y cizañas, tergiversando e instalando miedos irracionales en la población, que no advierte que con ese accionar del “no a todo” (a las hidroeléctricas, a las nucleares, a la minería, a las pasteras, a los tendidos de redes de alta tensión, etc.), en realidad están fomentando el subdesarrollo crónico; y con el la desocupación, la miseria estructural, la degradación social y el caos político – económico.
Y resulta diametralmente opuesta la posición progresista, abierta a la industrialización, favorable a la evolución tecnológica y con fuertes apuestas a la creación de más y mejores fuentes de trabajo, que evidentemente exhibe la dirigencia brasileña en sus diversos estamentos; comparada con las indefiniciones y dilaciones que está evidenciando Misiones para definir las construcciones de Garabí, Panambí y Corpus.
Parecería que no se tomó conciencia que estamos virtualmente sentados sobre una colosal “mina de oro blanco” (el potencial hidroeléctrico), que contra toda lógica ciertos sectores dirigenciales parecerían desdeñar, o al menos no considerar ni remotamente en sus enormes magnitudes.
Mientras se sigue perdiendo lastimosamente el tiempo, pretextando falsas argumentaciones ecologistas, se desperdicia una formidable oportunidad de basar una fuerte transformación cualitativa de la históricamente pobre y atrasada economía misionera; soslayándose el potencial de desarrollo que una descomunal oferta energética, unida a Políticas de Estado pro activas favorables a la industrialización y al desarrollo tecnológico sin duda pueden concretar.
En lugar de “competir por poner palos en la rueda” o fabricar dilaciones e indefiniciones; sería bueno que la dirigencia –en su amplio concepto- elabore planes concretos que se transformen en Ideas Fuerza que a su vez fructifiquen en Políticas de Estado que nos conviertan en un poderoso Polo de Desarrollo Industrial y Tecnológico, que esté en condiciones de dar trabajos dignos y muy bien pagos a los varios millones de habitantes que en pocas décadas deberá albergar esta pequeña pero potencialmente pujante provincia de Misiones.
Pongamos en su justo rol marginal a las “energías alternativas”, y seamos coherentemente favorables al desarrollo socio económico. ¡Que las exageraciones y tergiversaciones de los sectores del fundamentalismo ecolátrico no sean las excusas válidas para mantenernos sumidos en el subdesarrollo!
El petróleo es infinitamente más contaminante que la muy limpia hidroelectricidad; pero mientras algunos miran “casi con asco” a las tan necesarias grandes usinas hidroeléctricas, se anunció con bombos y platillos que YPF buscará petróleo en Misiones, lo cual sería de muy dudosa concreción dada la formación geológica del Macizo de Brasilia. ¿Se opondrán –por fundamentalismo ecolátrico- a que se extraiga petróleo, si –muy azarosamente- se descubriera algún yacimiento en esta Tierra Colorada? ¿Por qué esa ilógica dualidad de criterios “pro petróleo” y “anti hidroeléctrico”? ¿Tanto dicen admirar a Lula, pero actúan tan a contrapelo?
En otros artículos analizaremos los grandes lineamientos para que La Provincia (con toda su población) sea socia activa de un Gran Proyecto de Desarrollo Socio Económico, del cual el enorme potencial hidroeléctrico, materializado en grandes usinas, será la condición necesaria para el mismo.
Por: C.P.N. Carlos A. Ortiz
Ex Docente – Investigador = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – F.I. UNaM
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía = UNLa – CNEA
Docente de Economía – EN10
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – ICM
0 comentarios on Lula fomenta las hidroeléctricas para el desarrollo