Características, posibilidades y limitaciones de la energía eólica
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- El 18 junio, 2008
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En forma lo más sintética posible se compararán las supuestas “bondades absolutas” de la generación eólica”, con datos científicos que ponen las cosas en su justa perspectiva; con lo cual se llega a advertir que la realidad difiere mucho del “mundo idílico” de las “soluciones integrales, limpias e inmaculadas” que presentan los que pasan a ser voceros del subdesarrollo permanente, que es el objetivo real que se esconde detrás de las corrosivas prédicas del elusivo “desarrollo ambientalmente autosustentable”, el cual en realidad es la oposición sistemática al desarrollo socio económico, que persiguen los que comulgan con la nefasta filosofía del “crecimiento cero”.
a) Bondades supuestas atribuidas a la generación eólica. Son verdades a medias o falsedades totales, según el caso.
“Solución total” o casi total a las demandas actuales y futuras de electricidad del mundo.
Energía “limpia”.
Europa y EEUU “muestran el camino” y las aplican en forma creciente, lo cual se presenta como el “efecto demostración” (si los más adelantados lo hacen, ese “es” el futuro).
“No afecta” al medio ambiente.
Reemplazan “ventajosamente” a las hidroeléctricas y nucleares.
Pueden instalarse “casi en cualquier parte”.
“Sirven” para sistemas interconectados, citándose los ejemplos de Dinamarca, España, Alemania, EEUU y otros países desarrollados.
Implícitamente se deja entrever que “todos los vientos son aprovechables”.
Como se utiliza un recurso natural gratis (el viento) la generación termina siendo “muy económica”.
En la Patagonia se instalarían en el corto plazo 3.000 MW eólicos (pocos años atrás se afirmó muy a la ligera que se instalarían 9.000 MW eólicos para exportar a Brasil, lo cual es un auténtico disparate técnico).
Porcentualmente es uno de los tipos de generación que más crece en el mundo.
Como las “bondades” y “ventajas” expuestas suelen depender de la “inspiración” del ecologista o del canal seudo cultural que expone, en mucho dependen de la “creatividad” del expositor. Por supuesto que esa “creatividad” no tiene rigor científico alguno.
b) Contrastación con informes científicos y técnicos de fuentes de reconocida capacidad, objetividad y solidez científica.
Existen tres tipos de instalaciones eólicas:
A) Aisladas (no interconectadas). Funcionan conectadas a un acumulador (batería), lo que elimina los saltos de tensión y otros inconvenientes propios de las alteraciones de los vientos, que ocasionan problemas en los sistemas eléctricos.
B) De generación distribuida, de bajas potencias y por lo general al fin de una red lineal. Sus potencias son bajas, y sirven básicamente para elevar la tensión, aportando escasa o nula potencia neta. La red actúa como estabilizador de las fluctuaciones de los molinos.
C) Los parques eólicos, que pueden alcanzar medianas o grandes potencias y están interconectados. Sus aportes de energía neta son muy reducidos en comparación con usinas convencionales (esto significa que un buen factor de carga para las eólicas no supera el 24 % al 30 %) O sea que funcionan a lo sumo el 30 % del tiempo total. Necesitan funcionar en paralelo con una central convencional, que permanece rotante como “reserva caliente” (gira en vacío, consumiendo combustible, lista para aportar potencia ante las variaciones de los vientos que se producen frecuentemente). El aporte de potencia de las eólicas es un tema discutible. Para diversos analistas, la potencia no es firme, por lo que no debe ser considerada para el predespacho y despacho de carga (cuando se planifican y ordenan las entradas de los equipos, de acuerdo a los requerimientos de la demanda). Para otros autores, en los grandes parques eólicos, una reducida proporción de su potencia nominal total (del orden del 15 al 20 %) puede ser considerada potencia firme.
Compárese el bajo rendimiento energético o disponibilidad real de las eólicas –del orden del 24 % al 30 %-, con los rendimientos de las térmicas convencionales (superiores al 80 %, de las nucleares (entre 80 y 85 %), y las hidroeléctricas de grandes ríos (entre 65 % al 70 %). Esto indica el porcentaje de horas anuales en que puede funcionar la central a plena potencia, descontados mantenimientos, horas de viento muy débil o muy fuerte, o fluctuaciones en la hidraulicidad en los embalses.
Funcionamiento en distintos tipos de redes de Transmisión de Electricidad.
En Europa, EEUU, Brasil (entre otros) los Sistemas de Transmisión son densos mallados, con varios puntos de contactos alternativos para cada centro de consumo, y con usinas de grandes potencias diseminadas en sus territorios.
En esos casos, las usinas no eólicas cercanas operan como “reserva rotante” o “reserva caliente” (motores en marcha girando “en vacío” sin generar, listos para reemplazar fallos de las eólicas) para neutralizar los problemas de tensión y otros (técnicamente flickers –variaciones súbitas de tensión-, armónicas, impedancias, magnetizaciones fluctuantes) que ocasionan las fluctuaciones constantes de las eólicas. Pido perdón a los lectores no especialistas por incluir esos conceptos técnicos específicos.
Esos problemas se traducen en sobrecalentamientos en el punto de interconexión a la red y en los trafos, parpadeos de la luz, fuertes variaciones de la tensión, fuertes incrementos en las pérdidas de energía, etc., que suceden en redes débiles sin el soporte de una central convencional cercana.
En Argentina el Sistema de Interconexión es básicamente lineal, y la distribución de las usinas es relativamente irregular. El Sistema de Transmisión Patagónico es débil, con relativamente poca potencia instalada convencional y largas redes. Una hipotética instalación de 3.000 MW eólicos, al ser desproporcionadamente grande respecto a las usinas convencionales existentes y a grandes distancias, requeriría instalar una o más usinas termoeléctricas de gran potencia, para operar como respaldo y “reserva caliente”, lista para cubrir los baches de las eólicas. Con ello las economías y ahorros ambientales teóricos –de por si muy discutibles- se derrumban dando valores nada competitivos.
Es absurdo comparar con Argentina el caso de Dinamarca, pequeñisimo país de 45.000 Km2 (50 % más que Misiones), de contornos concentrados, con grandes usinas a carbón funcionando, y con el respaldo de toda la red eléctrica europea con grandes usinas a cortas distancias en Holanda, Bélgica, Francia y Alemania; las que operan como respaldo de las numerosas eólicas.
Nosotros tenemos un país de casi 3.000.000 de Km2, ancho y muy largo en sentido norte –sur. Las zonas de fuerte eolicidad están muy alejadas de la central de carga, ubicada en General Rodríguez, Buenos Aires, con distancias que llegan o superan los 2.000 kilómetros, con las consecuentes pérdidas muy importantes por transmisión, además de la debilidad del subsistema patagónico.
Por otra parte, si bien se avanzó en la previsibilidad de los vientos, el factor aleatorio sigue estando presente, y las ráfagas arrachadas, muy perjudiciales, son de difícil predicción y desastrosas consecuencias técnicas.
No debe omitirse que los vientos muy suaves (de menos de14,4 Km/hora); y muy fuertes (de más de 72 KM/hora no permiten la generación eólica.
Respecto al supuesto nulo impacto ambiental, caben realizar varias observaciones muy importantes.
Al ubicarse generalmente en los corredores de vientos, utilizados ancestralmente por los pájaros, las palas se convierten en guillotinas de aves.
Está muy discutido el impacto visual, así como cierto nivel de sonoridad que afectaría a quienes viven en las cercanías.
Las partes mecánicas están por lo general ubicadas en el centro de las palas, a decenas de metros de altura. Los trabajos de reparaciones son de alto riesgo. Por otra parte, esas partes mecánicas consumen lubricantes y repuestos, los que corren el riesgo de ser volcados a la tierra con la consecuente contaminación, sobre todo cuando se trata de grandes parques con molinos muy distanciados entre si. Recorrerlos para controlarlos y repararlos, implica gastos económicos y ambientales considerables.
Los procesos de fabricación e instalación, y el posterior desguace al cabo de la vida útil, implican gastos energéticos que tienen sus costos económicos y ambientales.
No está demostrado que un gran parque eólico sea inocuo al medio ambiente, también respecto a su impacto sobre los vientos, pues los frena y genera múltiples mini turbulencias, por las diferencias de velocidad y presión del aire que choca contra el cuerpo de las palas, respecto al que se desliza por los bordes exteriores.
La vida útil de una central eólica es de 20 años, muy breve. Compárese con los 45 años de una central nuclear y la extensísima vida útil de una central hidroeléctrica promedio, que puede alcanzar varias centurias, con mínimas inversiones en sus componentes electromecánicos. Cabe recordar la afirmación del experimentado Ing. Juan S. Carmona, expresada en el Congreso del año 1999 en San Martín de Los Andes: “bien construidas, las presas hidroeléctricas son eternas; recuerden que las presas de captación de agua de los romanos, aún continúan prestando servicios”.
¡Y pensar que algunos dogmáticos ecologistas afirman que se pueden reemplazar las grandes presas hidroeléctricas y nucleares, con los molinos eólicos! ¡E incluso en el NEA, donde la ventosidad es escasa, con días de calma chicha; y muy aleatoria!
Expertos consultados
- Ing. Gerardo Rabinovich – Maestría.
- Ing. Savino Mastrángelo – Maestría
- Ing. Francisco Carlos Rey – CNEA
- Ing. Rodolfo Ojeda – INVAP
- Otros reconocidos profesionales.
BIBLIOGRAFÍA
- Boletín Nº 12 – Comisión Nacional de Energía Atómica – Nota Editorial – Páginas 1-2-3-4.
- Energía y Medio Ambiente Carlos Andrés Ortiz – Año 2003 – Impresión propia.
- Energía Eléctrica y Desarrollo Socioeconómico – Carlos Andrés Ortiz – Año 2003 – Editorial Universitaria de Misiones.
- Manual de Zonceras Energéticas Argentinas – Carlos Andrés Ortiz – 1º Edición – Año 2005 – Impresión propia.
- Geopolítica de la Energía – Carlos Andrés Ortiz – Año 2008 – Impresión propia.
- Regulación económica de la energía eólica en el RD 661/2007 – Iberdrola (de Internet).
- Ley alemana de Medio Ambiente. Cátedra de Instalaciones – UNLP (de Internet).
- La integración en Red de los Parque Eólicos: conexión, acceso y operación. Feria de Zaragoza (de Internet).
- BWE – German Wind Energy Association. El fomento de las energías renovables en Alemania (de Internet).
- Red eléctrica de España – Julio de 2007 – Versión 2.0.0 (De Internet).
- Curso de Posgrado sobre Identificación, Formulación y Evaluación de proyectos (Año 2005) – Generación de energía eléctrica de origen eólico en Pico Truncado-Santa Cruz. – Año 2005 (de Internet). (*)
- Sociedad Cooperativa Popular Limitada de Comodoro Rivadavia – Proyecto Parque de Energía Eólica Antonio Morán en la Región Patagónica – Año 2005. (*)
- Análisis conexión eléctrica parque eólico a red con baja potencia cortocircuito – Ing. H. R. di Prátula – UTN – Escuela de Oficiales de la Armada – Bahía Blanca. (*)
- Senior Blog – Marketing directo – Energía Eólica/Proyectos por U$S 450 M. (*)
- CAMMESA – Conceptos básicos sobre la inserción de la generación eólica en un Sistema Eléctrico de Potencia- (*)
Por: Carlos A. Ortiz
Ex Docente – Investigador – FCE – UNaM = Especialista en la Temática Energética
Cursante de la Maestría en Gestión de la Energía
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