Argentina: ¿Un país con minería o un país minero?. Un baño de realismo.
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- El 25 enero, 2013
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A pesar del nombre de nuestro pais cuya puerta de entrada desde el Atlantico era el “Rio de la Plata” (verdad poco creible para los argentinos del NOA, porque hasta la guerra de la Independencia ese papel lo cumplió mas bien la Quebrada de Humahuaca) , el hecho de que en el actual territorio argentino nunca hubo mineria importante desde el descubrimiento de America hasta hace poco mas de una decada, debería sugerirnos al menos que tales nombres solo reflejaban la imaginación febril de los primeros conquistadores.
En efecto, durante el tiempo colonial, nunca se descubrieron en nuestro territorio yacimientos tan grandes y ricos como Potosi (hoy Bolivia), Cerro de Pasco (Peru) o Fresnillo (Mexico). Sin embargo, por algún motivo difícil de explicar, el consenso popular imagina exactamente lo contrario.
Hay miles de yacimientos en el mundo, pero no hay dos que sean “exactamente iguales”. Como sucede con las personas, puede haber entre ellas “semejanzas fisicas familiares” notables pero tambien diferencias igualmente significativas. Parecidos si, identicos no. Durante mucho tiempo se intento clasificar los diversos yacimientos en base a criterios geologicos y/o geoquimicos, y hace unos 20 años se habia llegado a un sistema bastante complejo, con mas de 150 “tipos y subtipos” diferentes (Clasificacion de Cox y Singer -1987- ”Mineral deposit Models” U.S.G.S.). Estos intentos bien intencionados, terminaron agravando la confusion por pretender englobar todos los tipos de yacimientos conocidos, cualquiera fuese su importancia economica. Hacia falta un replanteo basado en la economia y de alli nació el concepto de “Clases mundiales “ de yacimientos (en gringo: “World class”).
Hoy se considera de “Clase mundial” a aquella familia o tipo de yacimientos que comparten varias caracteristicas geologicas diagnosticas bien conocidas, pero de la cual depende al menos 1/3 del consumo mundial para determinado mineral o metal. (algunos académicos proponen “la mitad”, pero eso parece un poco exagerado). Ejemplo: los mayores yacimientos de Hierro son de la clase “Exhalitas” como Volta Redonda o Serra dos Carajas (ambos en Brasil). Los de cobre son los de tipo “Porfido” como Chuquicamata (Chile) o Cananea (Mejico). Para oro el tipo “Wittvatersrand” (Sudafrica) o los “Carlin”(EEUU) y ahora los “diseminados Epitermales” como Yanacocha (Perú) o Pascua-Lama (Chile y en menor proporcion Argentina). Para los de Plomo y Zinc, los “Sedex” como Sullivan (EEUU). o Mount Isa (Australia) y asi sucesivamente.
Cada “clase mundial” tiene varios ejemplos como ”cabeza de serie” (en general los 5 mas grandes y célebres) que constituyen la “Elite” o “Aristocracia” en una especie de “cuadro de honor” de los mayores recursos minerales del mundo.
Sin embargo, con una sola excepción: Potasio Rio Colorado, en los limites de Mendoza y Neuquen – ningun cuadro de honor luce ejemplos argentinos. Los lectores comprenderán que eso significa algo y que ninguna ideología, ni sentimentalismo pesa mas que la química analítica o la realidad economica. Argentina tiene varios yacimientos nada despreciables, pero de ninguna manera se puede afirmar que son los “mas grandes del mundo” o “los mas ricos” o que el mundo no podria vivir sin nosotros. Ejemplo 1: Nuestra principal mina de cobre – Alumbrera – es un buen yacimiento, pero a lo sumo una medianía a escala continental, no ya mundial, tanto por tamaño como por ley util contenida. Tanto en Chile, como Mexico o Peru existen varios yacimientos de magnitud similar a Alumbrera, pero no nos engañemos: la mayoria de los yacimientos Chilenos, Mejicanos o Peruanos mas célebres, son como minimo entre 2 a 6 veces mas grandes que los nuestros. Lo mismo sucede con los contenidos utiles: casi todos tuvieron en sus primeras decadas leyes de metal que duplicaban a las mejores conocidas en Argentina, aunque en profundidad, por una declinación natural bien conocida, los contenidos de unos y otros se van aproximando.
Ejemplo 2: Todo el mundo habla de los “fabulosos recursos argentinos de Litio”, pero si bien en Argentina se descubrieron varios yacimientos medianos importantes, ninguno de ellos, ni tampoco en conjunto, se acercan siquiera a los gigantes como Atacama (Chile) o Uyuni (Bolivia), ni por reservas ni por contenidos. Ejemplo: Chile podria abastecer de Litio al mundo por lo menos 150 años y Bolivia, si soluciona sus problemas tecnicos (¡ lo conseguirán!), durante un siglo, mientras que Australia, con otro tipo de depositos mas costosos, podria hacerlo por 400 años. Aun asi, los nuestros son competitivos, gracias a su bajo tenor de impurezas, especialmente de magnesio, pero si decidieramos NO PRODUCIRLO el mundo no se traumatizara porque hay muchas alternativas. De hecho, durante 2012 Australia paso a ser el mayor productor de Litio del mundo (y eso a partir de Pegmatitas: con costos de producción mucho mayores) desplazando a Chile al segundo puesto. La Argentina continua en tercer lugar. Es un duro golpe para la “OPEP del LITIO” y sus fantasias de monoplio o regulación del mercado mundial. En conclusión, es absurdo fantasear con delirios de grandeza ; a semejanza del caso del petroleo, Argentina puede transformarse en un pais con mineria importante, pero de alli a ser “la Potencia minera del planeta” hay un trecho demasiado largo. No es un mal comienzo: se puede ser optimista, pero no hay lugar para voluntarismos sin sustento.
Un poco de Historia
;Ya desde la organización nacional resultaba evidente que Argentina era mas bien “el pais de las vacas que el pais de los minerales”.
Habia pequeñisimas explotaciones mineras artesanales, pero no se conocían depositos importantes de Hierro o Carbon por ejemplo, considerados indispensables para un proceso de industrialización semejante al de Europa. Ejemplo: durante la presidencia de Sarmiento se instituyo un premio de 10000 pesos fuertes para quien descubriera yacimientos de carbon mineral en territorio argentino, premio que quedo desierto hasta nuestros dias.
La cuestion era preocupante, porque si bien habia numerosos indicios de diversos minerales, los grandes yacimientos no aparecian. Se descubrieron depositos de carbon como Rio Turbio, o de Hierro como Zapla y Sierra Grande (ya en el siglo XX), pero en general aunque bastante importantes en tonelaje, no eran de muy buena calidad. El Estado Nacional y en cierta medida los Provinciales, decidieron tomar cartas en el tema, por considerarlo cuestión estrategica y desde fines del siglo XIX hasta mediados del siglo XX se investigó y/o evaluaron las posibilidades mineras argentinas. Durante esos casi 60 años se hizo un muy razonable inventario de las manifestaciones e indicios conocidos (casi todos descubiertos por nuestros paisanos pirquineros criollos) que, después de la segunda Guerra mundial, empezaron a incluir al uranio.
Los resultados de esta etapa se resumieron hacia 1950 en un clásico aun vigente: “Recursos Minerales de la República Argentina” Tomo I , del Ingeniero Victorio Angelelli, dedicado exclusivamente a minerales metalíferos. En esa obra resultaba obvio que, salvo excepciones como Mina Aguilar (unico yacimiento argentino de Plomo, Plata y zinc con importancia mundial, sin ser de los principales), no existían o no se conocían recursos mineros de calidad o envergadura suficiente para abastecer a la floreciente industria nacional: abundaban manifestaciones pequeñas , algunas interesantes, pero en general de infimo valor.
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Ejemplo personal:
- En 1963, en mis epocas de estudiante en Cordoba, la catedra de Yacimientos minerales, encargo como tarea una serie de monografias, que en mi caso y el de otros dos compañeros, se referia al tema cobre. Iniciada la tarea, nos sorprendio descubrir que las reservas confirmadas totales citadas en el clasico de Angelelli, alcanzaban para abastecer la industria argentina durante poco mas de un año y medio. Acostumbrados a atribuir potencialidad infinita a nuestro pais, el resultado fue por demas chocante y situación similar se presento en temas asignados a otros grupos de tarea.
- Hoy en cambio, gracias a la accion privada en exploracion durante los ultimos 20 años, esas mismas existencias entre probables y probadas, mas lo ya explotado (Caso Alumbrera) representan el equivalente del consumo argentino de mas de 150 años (100 veces mas ). En otras palabras: trabajar tiene sus ventajas y la iniciativa privada es indispensable.
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En materia de minerales metalíferos hacia 1955-65, Argentina era un pais con poco Hierro y malo (baja ley y exceso de Fosforo), Manganeso escaso y pobre, casi nada de Cobre y Oro, el Molibdeno: una rareza de museo, algo de Estaño y Plata, Wolfram escaso, Uranio muchos indicios pero no mucho mas, un poquito mejor en Zinc y Plomo (por Mina Aguilar)… En síntesis ¡Un panorama bastante desalentador!. Para un geologo o ingeniero de minas egresado antes de 1960, habia muy pocas oportunidades laborales relacionadas con la actividad minera metalifera, excepto en alguna agencia del Estado, el Banco de Desarrollo, alguna ayudantia de prácticos en las universidades o con suerte, enseñar Geografia, Fisica o Quimica en algun colegio secundario (compitiendo con los profesores de carrera en esos rubros). No habia mas de 3 o 4 empresas mineras privadas. Todo era ensoñacion y esperanzas frustadas: “ a mi no se me dio, pero para Uds algun dia sera distinto” repetian los viejos que se retiraban a los jóvenes que se recibian. A lo sumo se sabia que en petroleo (YPF especialmente) tal vez YCF, o la CONEA, o alguna cementera, habia algo de trabajo para geologos. La meca soñada era Mina Aguilar (Jujuy)…. Pero no daba para todos !. El destino de la mayoria pasaba por resignarse al remoto escritorio en alguna oficina de la administración publica y, con suerte, una campaña por año.
Obviamente, la escasez o inexistencia de recursos minerales venia causando preocupación desde mucho antes, sobre todo durante los dos gobiernos peronistas y tambien durante y después del gobierno de Frondizi (1957-60). La respuesta fue la organización de los celebres e ignorados “Planes cordilleranos” entre 1958-73, cuando el Estado resolvio “emprender un esfuerzo definitivo”, empleando las mas modernas tecnicas de prospección de entonces para conocer, de una vez por todas, si en la Argentina se podia esperar algun futuro minero-industrial importante o habia que resignarse a un desarrollo solamente agroindustrial y/o petrolero. Esa politica fue seguida durante mas de 15 años, en gran medida con ayuda y financiacion de Naciones Unidas (Programa PNUD). Una historia similar y paralela ocurrio con el Uranio, exclusivamente a cargo de la CONEA porque los yacimientos uraniferos tienen caracteristicas geologicas propias, que requerían otro tipo de especializacion profesional.
Al mismo tiempo, otras instituciones (Ejemplo: YMAD) se aplicaron a esfuerzos similares. Incluso, en una actitud de logica casi insolita hasta entonces entre entes estatales, miles de muestras geoquimicas tomadas en demanda de metales base (Cobre, Plomo, Zinc y Molibdeno, sobre todo) fueron tambien analizadas por Uranio y Thorio en la Comision Nacional de Energia Atomica. Parece absurdo (lo era) pero lamentablemente, se habia desarrollado una especie de rivalidad o “celo tipo Boca-River” entre los diversos entes del estado nacional e incluso entre estos y los provinciales.
Tal como se esperaba, gracias a esa sumatoria de esfuerzos, el panorama comenzo a mejorar, apareciendo numerosos y variados prospectos promisorios en todo el pais , muchos de los cuales fueron explorados y hoy varios de ellos estan en produccion. (Casos de Alumbrera, Farallón Negro, Vanguardia o Sierra Pintada, entre otros)
Es bueno aclarar que la finalidad de dichos “Planes”, plenamente exitosos, jamás fue “poner yacimientos en producción”, sino estudiarlos, darles el valor agregado de conocimiento (funda-mentalmente exploracion en profundidad) y llamar a concurso de interesados privados que aportaran el capital necesario para terminar esa investigación y desarrollarlos.
Las instituciones que protagonizaron esta politica, fueron sobre todo la Direccion General de Fabricaciones Militares y la Subsecretaria de Mineria de la Nacion, contando muchas veces con apoyo y colaboración de las respectivas Direcciones provinciales de Minas y, en Uranio, por supuesto, la CONEA.
Lamentablemente, los avatares politicos (propios o internacionales), golpes de estado y guerrilla marxista, impidieron que se concretara el proceso de transferencia a la actividad privada, cosa que recien comenzo a suceder en la decada de 1990, donde el gobierno de entonces tomo, por fin, las medidas politico-legales necesarias, con resultados brillantes cualquiera sea la opinion que se tenga sobre el llamado “Menemato”.
Se deduce que la accion del Estado no es necesariamente perniciosa, depende de qué, cómo y cuándo se haga, ni tampoco es incompatible con la actividad privada que, en materia de producción resulta mas confiable que la estatal. Cada una tiene sus tacticas y sus meritos : lo importante es la Sinergia positiva de ambos campos. La oportunidad para la Argentina es brillante. Falta ver si existe la voluntad de aprovecharla.
Argentina ya no es sólo “el pais de los cereales y las vacas”.
Es mi opinión.
Por: Dr Peralta Eduardo Hugo – Geólogo
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