Lixiviados procedentes de los RSU
- Creado por admin
- El 1 enero, 2000
- 0
Uno de los aspectos más engorrosos en la gestión integral de un vertedero de residuos sólidos urbanos o una instalación de tratamiento de los mismos es el lixiviado. Este líquido procede principalmente de la degradación de la materia orgánica contenida en los residuos, a lo que se suman otros líquidos presentes en los residuos, envases con líquidos, etc., agua de lluvia, etc.
Su aspecto es negro, de olor fuerte y penetrante, fluido y, en zonas de acumulación y/o estancamiento, presenta una capa superficial de varios centímetros de espuma.
La composición media de estos líquidos varía considerablemente según áreas geográficas, edad del vertedero y tipo de residuo depositado en el mismo, pero todos coinciden en una alta carga orgánica, DQO y DBO5; su principal factor contaminante. Los parámetros básicos de caracterización de un lixiviado serán, además de los dos citados, la concentración de sólidos disueltos y en suspensión, dureza, concentración en fosfatos y nitratos, etc.
Hasta la fecha, la gestión de los lixiviados procedentes de un vertedero controlado de RSU, contemplaba el recuperar todo el liquido producido y depositarlo en alguna balsa impermeable destinada al efecto para, posteriormente aplicar un método de tratamiento. Ni que decir tiene que hace unos años, cuando proliferaban los vertederos incontrolados o semicontrolados, los lixiviados acababan en cualquier cauce de río. En el futuro, la gestión de vertederos va a sufrir un vuelco importante.
La Directiva 1999/31/CE, relativa al vertido de residuos establece regulaciones relativas a los residuos y al diseño, operación y clausura de vertederos, de obligado cumplimiento para España y, trasladado a nuestra legislación a través del Real Decreto por el que se regula la eliminación de residuos mediante vertido controlado, actualmente en fase de elaboración y con ultima modificación de borrador el 23/05/2001.
Recogida de residuos urbanos
|
Con la aplicación de esta nueva ley se pretende que la eliminación de residuos en vertederos sea la última opción, tras el reciclado y la valorización energética. Tal y como señala el borrador, “solo se depositarán en vertedero residuos que hayan sido objeto de algún tratamiento previo”.
Con estas premisas básicas, la generación de lixiviados se reducirá enormemente. Además se pretende que los líquidos obtenidos sean sometidos a un mayor control y tratamiento.
El volumen de lixiviados que se producen en un vertedero es muy variable según las condiciones medioambientales del entorno, tipo de residuo, etc. Dos de los aspectos que inciden más en la generación de lixiviados son la humedad de los residuos y la pluviosidad de la zona en donde se encuentra el vertedero. No olvidemos que agua de lluvia mezclada con lixiviados es considerada lixiviado.
Actualmente, en muchos vertederos los lixiviados no son controlados de un modo exhaustivo. A pesar de contar con balsas, canalizaciones y otros medios de control, una fracción se filtra en el terreno, contaminado el suelo. Como las velocidades de migración suelen ser muy lentas, es después de algunos años cuando surge algún tipo de impacto ambiental a causa de la contaminación. Ante esta situación, no cabe la menor duda de que en algún momento ésta contaminación pueda afectar a los acuíferos.
Otra posibilidad de contaminación es la de las aguas superficiales; arroyos, ríos y otros cauces superficiales debido a fugas, desbordamientos, etc. de los sistemas previstos para su almacenamiento.
Está claro que la solución medioambientalmente correcta es el tratamiento de los lixiviados antes de su eliminación. Estos métodos son en realidad muy parecidos o casi los mismos que los aplicados a la depuración de las aguas residuales, con la salvedad de que los lixiviados tienen unas características adicionales que pueden alterar el tratamiento, principalmente la altísima carga orgánica que contienen.
Existen varios métodos para el tratamiento de estos líquidos, se puede realizar bien in-situ, o off-site. La elección del método dependerá de lo que sea más fiable y adecuado dependiendo tanto de aspectos económicos como técnicos.
Hoy en día el tratamiento reconocido y más empleado es in-situ. Con él se obtienen, mediante la aplicación de varios tratamientos disponibles en el mercado, resultados bastante adecuados en el tratamiento de las aguas. Además, en los últimos años su elección está creciendo, sobre todo, debido a la subida de precios que las otras opciones están experimentando.
Los tratamientos off-site son básicamente el tratamiento en depuradoras de aguas residuales urbanas o industriales. Estas soluciones son aptas cuando no se cuenta con otra posibilidad y dichas instalaciones son capaces de admitir cargas orgánicas muy elevadas, aunque en poco caudal. La solución radica en la posibilidad de reducir esta concentración mediante dilución hasta un 10% como mínimo.
Los tratamientos in situ serán biológicos y/o físico químicos.
Los sistemas más simples están basados en la evaporación; natural o forzada.
Ambos son posibles de aplicar en zonas calurosas y con baja tasa de precipitación anual. La primera, simplemente por la actuación de la radiación solar sobre las balsas de almacenamiento, apoyado como mucho por sistemas de riego por aspersión o pulverización sobre los taludes y superficie del vertedero o sobre la misma balsa. La evaporación se produce durante la aspersión y, posteriormente, se recoge el líquido no evaporado ni filtrado hacia el vertedero.
En el segundo caso, la evaporación se consigue mediante la inyección del lixiviado pulverizado en el interior de túneles o naves cerradas bajo la acción de un caudal de aire, caliente, sí es posible. Si la temperatura es elevada, la capacidad de saturación de éste es elevada; la fase líquida pasará a fase gaseosa y la fase sólida decantará en el suelo de la nave. Este tipo de instalaciones está hoy en día en fase de arranque en las instalaciones de tratamiento de RSU de Miramundo Cádiz, y Montemarta-Cónica en Sevilla.
Los tratamientos biológicos son los mismos que se emplean en la depuración de aguas residuales; aerobios, anaerobios y lagunajes profundos
Instalación de tratamiento de lixiviados
|
Las técnicas de depuración aerobia consisten en la degradación de los compuestos orgánicos contenidos en el lixiviado por microorganismos en presencia de oxígeno y agitación, para evitar condiciones de anaerobiosis dentro de los tanques de depuración. Durante esta degradación se formarán sólidos decantables que se separan fácilmente de la fracción líquida. Al ser un sistema de tratamiento “vivo”, requiere de ciertas condiciones estables de funcionamiento, carga orgánica, concentración de nutrientes, pH, etc., pudiendo presentar problemas de baja sedimentación, espumas y otros si las condiciones no son óptimas.
La depuración anaerobia se basa en el mismo principio de depuración, pero esta vez mediante una población bacteriana en condiciones de ausencia de oxígeno. Los reactores más empleados son de película fija de flujo estacionario descendente, reactores UASB y filtros anaerobios. Estos sistemas deben soportar altas velocidades de carga con tiempos de retención bajo, sobrecargas y arranques rápidos tras periodos de parada, todo ello sin detener las condiciones depuradoras de la flora bacteriana.
Los sistemas de lagunaje profundo se basan en la depuración conseguida en balsas, lagunas, por la acción de la flora bacteriana contenida en la misma. Admite puntas de carga orgánica y la implantación de otros sistemas como el riego o pulverización. Las condiciones de depuración pueden ser anaerobias, sí es una laguna profunda, aerobia, con una relación superficie/volumen alta, o mixta. En zonas cálidas, el aporte de calor beneficia la actividad microbiana y, en las frías la reduce.
Los tratamientos físico-químicos son más caros de explotar que los anteriores, pero para resultados similares o mejores requieren de instalaciones más pequeñas y sencillas, con menor sensibilidad a las variaciones de las condiciones del medio. Las técnicas empleadas son por precipitación química, oxidación química, adsorción y osmosis inversa.
La precipitación consiste en agregar agentes coagulantes y floculantes como cal, alúmina, cloruros, etc., para potenciar la decantación de los sólidos en suspensión. Se consigue reducir la DQO en un 40% como máximo, los sólidos en suspensión y el color
Planta tratamiento lixiviados
|
La oxidación química consiste en añadir agentes oxidantes paradegradar los compuestos orgánicos presentes en el lixiviado. Pueden alcanzarse rendimientos de reducción de la DQO de hasta el 50%.
La adsorción a través de un filtro de carbón activo consiste en filtrar el líquido a través de un lecho de este material, donde se retienen las sustancias contaminantes. El grado de depuración es
muy bueno, hasta el 80%, pero es un sistema costoso.
Por último, la ósmosis consiste en filtrar el líquido a través de membranas bajo el efecto de diferencia de presiones. Este tratamiento se emplea como paso secundario de proceso combinado, normalmente biológico y físico-químico.
En resumen, el tratamiento de los lixiviados producidos en un vertedero debe considerarse como un aspecto más de la gestión del mismo, para lo cual, deben analizarse los aspectos medioambientales, productivos, etc. para conseguir el mejor tratamiento posible, siendo este en muchas ocasiones la combinación de dos o tres de los anteriormente citados.
Redacción Ambientum
0 comentarios on Lixiviados procedentes de los RSU