Las catástrofes y las comunicaciones- Parte V
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- El 14 marzo, 2005
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Ricardo S. Garabello
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VIII. ASIGNACION DE FRECUENCIAS
La autoridad federal en materia de protección civil deber gestionar, ante el organismo nacional que regule el uso del espectro radioeléctrico, la asignación de canales exclusivos en los segmentos de HF y VHF que permitan la unificación de las frecuencias para su utilización por parte de los organismos de la protección civil y en VHF para los cuerpos de bomberos voluntarios a nivel local, municipal, zonal o regional de todo el país y de acuerdo al siguiente esquema:
• Asignar los canales necesarios en el segmento de HF, para su utilización como enlace nacional y regional respectivamente (Ver anexo “C”), entre la autoridad federal en materia de Protección Civil y los Organismos Provinciales de Protección Civil, permitiendo a su vez el enlace interregional (Recientemente, la C.N.T. asignó varios canales de HF a la DNDC).
• Asignar dos canales exclusivos en el segmento de VHF, para ser utilizados, para la Coordinación de los Organismos Nacionales que deban participar en apoyo de la protección civil. Uno se utilizar en FM como canal de enlace y órdenes y el otro para mantener un sistema de comunicación digital y banco de datos (Estos dos canales ya se encuentran disponibles).
• Asignar un canal único y exclusivo en el segmento de VHF, para ser utilizado por las autobombas y móviles de los cuerpos de bomberos, en todo el país (Ver anexo “D”).
• Organizar en forma efectiva, los sistemas de comunicaciones afectados a la protección civil local integrándose al sistema regional (Ver anexo “C”).
• Organizar un Centro Unico de Comunicaciones “CUC” a nivel local o regional de acuerdo a las características de cada centro urbano (Ver anexo “A”).
• Coordinar con las entidades que nuclean a los radioaficionados, para la capacitación de los mismos en relación con situaciones de emergencia. Autorizar a los Radioclubes a operar en las frecuencias de coordinación de la protección civil (Ver capítulo “X”).
• Realizar gestiones para que en un plazo razonable se provea, a los organismos de la Protección Civil y a los cuerpos de Bomberos Voluntarios de todo el país, de los equipos de radiocomunicación adecuados a cada zona en particular y según lo mencionado en los puntos; 1, 2 y 3.
NOTA: Para los puntos 1, 2 y 3 la frecuencia asignada debe ser única y exclusiva para todo el país.
IX. ACTIVIDAD DE LOS RADIOAFICIONADOS
La radioafición es tan antigua como la radio; en 1912 ya había cientos de radioaficionados diseminados por todo el mundo, en 1914 inicia sus actividades la American Relay League (A.R.R.L.), el 21 de octubre de 1921 se funda el Radio Club Argentino (R.C.A.) y en 1925 se crea en París la Amateur Radio Unión (I.A.R.U.) siendo el Radio Club Argentino, socio fundador.
En los años siguientes se crearían Radioclubes en varias provincias argentinas, llegando en la actualidad a una cifra superior a los 150 Radioclubes que cubren todo el territorio del país.
La actividad de los radioaficionados ha sido considerada como Servicio de Radioaficionados por la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT), y en nuestro país declarada Actividad de Inter‚s Nacional por distintas leyes. En 1990 ingresó al Congreso Nacional, un proyecto de ley, que incluye en el artículo que se refiere a los radioaficionados, la creación del Servicio Nacional de Radioaficionados (SENARA).
La persona dedicada a la radioexperimentación, tiene verdadera vocación por la “radio” y su consecuencia la comunicación. Por este motivo debe conocer toda clase de equipos de radiocomunicación además de estar familiarizado con las frecuencias, condiciones de propagación y modos de operación, según el tipo y destino da la comunicación.
La actividad del radioaficionado como tal, es algo m s que un hobby o un pasatiempo sin relevancia, de ella participan personas de diferente nivel laboral, económico y social, lo que no impide un tratamiento de relación y amistad entre personas de diferentes razas y culturas desde los puntos más distantes del planeta. Los múltiples métodos de comunicación existentes en permanente evolución y experimentación, debido a los constantes adelantos de la tecnología, aumentan el interés de participación en esta actividad de una gran cantidad de personas que en su mayoría no son técnicos ni especialistas en electrónica pero tienen verdadera vocación por las comunicaciones radioeléctricas.
Por estas causas, deber actualizarse permanentemente, conocer toda clase de equipos de radiocomunicación, los nuevos adelantos técnicos incorporados y modos de operación. A medida que aumenta su participación en la actividad, incorpora nuevos conocimientos técnicos y operativos para llegar a planificar el montaje de su propia estación de radio, su eventual construcción y reparación, efectuar el cálculo y diseño de las correspondientes antenas y efectuar su ajuste e instalación.
1. Participación de los radioaficionados. De ocurrir una catástrofe de cualquier índole, todas las medidas de prevención y los más completos planes de protección, seguramente fracasarán si las comunicaciones para la coordinación entre los distintos puestos de socorro y control no responden adecuadamente. En situaciones de Emergencia se puede solucionar la carencia o reemplazo de enlaces telefónicos y radioeléctricos colapsados, restableciendo las comunicaciones entre los distintos puestos de socorro y los centros de control, con la colaboración de los radioaficionados y sus equipos de radio, fijos, móviles o portátiles (Ver anexo “E”).
La actividad de los radioaficionados proporciona operadores capacitados para efectuar comunicaciones de emergencia, ya que disponen de sus propios equipos, con capacidad para operar en distintas bandas, y una cobertura que va desde unos pocos kilómetros, hasta las más distantes regiones. Están en condiciones de instalar sus estaciones radioeléctricas y las antenas correspondientes en las condiciones mas adversas. Son innumerables los casos en que los radioaficionados llegaron a constituir el único medio de comunicación entre una localidad aislada por un desastre y el resto del mundo.
Lo enunciado en los párrafos anteriores, no dejaría de ser solo una buena intención, de no existir la coordinación previa entre los organismos locales a cargo de la protección civil, las autoridades a cargo de los diversos servicios u organismos que deban intervenir en las diferentes etapas y casos de emergencia y los radioaficionados. Se debe tener en cuenta que cada servicio que participa en un desastre, depende generalmente de distintas jurisdicciones (nacional, provincial o municipal) y seguramente que ningún director o administrador permitir que un “intruso” (el radioaficionado), por mas capacitado y equipado que se encuentre, se inmiscuya en el servicio a su cargo. Por estos motivos se deben impartir directivas especificas, dictar cursos y realizar ejercicios conjuntos periódicamente.
En los países de mayor experiencia mundial, en la organización de servicios de auxilio para casos de catástrofes, se considera de gran relevancia la participación de los radioaficionados integrando redes o cooperando con los distintos servicios afectados a las operaciones de socorro. La realidad ha demostrado en innumerables ocasiones que el aporte de los radioaficionados ha permitido establecer comunicaciones donde se carecía de ellas o donde los sistemas normales habían quedado inutilizados.
La participación de los radioaficionados en tareas de comunicaciones de emergencia, debe organizarse a partir de los Radioclubes que los nuclean en cada localidad o región, para lo cual, estos deber n mantener una permanente vinculación y coordinación con las autoridades municipales, a cargo de la protección civil local y dependencias de otros organismos nacionales o provinciales, existentes en la zona.
Es sabido que los radioaficionados no pueden operar como tales, fuera de las porciones de bandas asignadas a este servicio. No obstante en situaciones de emergencia podría ser necesario establecer enlaces alternativos en las frecuencias del municipio o las disponibles en su zona de influencia, con los radioaficionados que están en condiciones de hacerlo.
Los radioaficionados, al operar fuera de las bandas asignadas para su actividad, dejan de ser radioaficionados para convertirse en operadores del municipio o del organismo al que presten asistencia.
Los radioaficionados que voluntariamente deseen colaborar, deber n ponerse en contacto con el Radio Club al que se encuentren asociados o al mas cercano al domicilio donde tenga instalada su estación de radio.
En nuestro país existe alguna legislación en el ámbito nacional y provincial dedicada a la protección civil (originada en las obsoletas regulaciones de la Defensa Antiaérea Pasiva), en la que se contempla la participación de los radioaficionados en apoyo de los organismos de la Protección Civil, pero no se prevé la forma de integración y coordinación.
Para remediar esta falencia, en la futura legislación sé deber contemplar la cobertura legal del radioaficionado que fuese convocado o de aquel que colabore en forma voluntaria, delimitar las responsabilidades por acciones u omisiones, prever la cobertura médico-social y la reposición de material (equipos de radio y sus accesorios), destruido, inutilizado, etc.
En 1990 fu‚ presentado por el autor de “LC y LC”, un proyecto de creación del “SERVICIO NACIONAL DE RADIOAFICIONADOS” (SENARA), el que fue incluido en el proyecto de Ley de Telecomunicaciones, elevado por la Comisión de Comunicaciones de la H. Cámara de Diputados (Lamentablemente dicho proyecto nunca fue aprobado).
X. ACTIVIDAD Y RESPONSABILIDAD DE LOS RADIOCLUBES (Ver ANEXO “F”)
Cuando reales situaciones de desastre o emergencia lo justifiquen y las autoridades nacionales lo consideren necesario, el organismo competente, podrá autorizar circuitos de coordinación o redes, en las bandas asignadas al Servicio de Radioaficionados, esta situación estar limitada al tiempo que dure la emergencia.
Ningún municipio u organismo nacional o provincial, puede por su cuenta utilizar las bandas asignadas al Servicio de Radioaficionados, ni frecuencias de otros servicios de comunicaciones, sin la correspondiente autorización de la C.N.T.
El municipio puede solicitar la cooperación de los Radioclubes de su zona de influencia, los que podrán establecer enlaces alternativos en las frecuencias del municipio o las disponibles en su zona de influencia, con los radioaficionados que est‚n en condiciones de hacerlo.
Para poder proporcionar una eficiente y oportuna colaboración, es conveniente que en todos los Radioclubes funcione una Comisión de Comunicaciones de emergencia y designen un Coordinador Local de Comunicaciones de emergencia.
La Comisión de Comunicaciones de emergencia, tendrá como misión:
• Asesorar a las autoridades locales en asuntos de su incumbencia.
• Llevar un fichero actualizado, de las estaciones de radioaficionados en su jurisdicción (socios o no).
• Efectuar un censo voluntario de radioaficionados en condiciones de colaborar, domiciliados en la zona.
• Definir los lugares donde deber n ser asignados los operadores en caso de necesidad.
• Poner en funcionamiento una estación de PACKET-RADIO y un acceso a Internet, a fin de habilitar un banco de datos (de recursos disponibles), con apoyo y a disposición de las autoridades.
• Organizar cursos y conferencias relacionadas con las comunicaciones de emergencia, destinadas a los funcionarios, operadores de otros servicios y radioaficionados.
El Coordinador Local de Comunicaciones de emergencia, tendrá como misión:
1) Participar en las reuniones, convocadas por las autoridades de Protección Civil.
2) Asesorar a las autoridades y organismos locales sobre actividad que desarrolla el Radio Club.
3) Mantener un contacto permanente con los demás Coordinadores Locales de la región.
4) Estar actualizado en cuanto a legislación y reglamentaciones, relacionadas con su misión.
La tarea del radioclub ser completa a partir de estar en condiciones de impartir cursos para el ingreso a la actividad y los de capacitación para el ascenso de categoría. Los programas a aplicar, deber n ser los elaborados por el Consejo Asesor Honorario del Servicio de Radio Aficionados y aprobados por la autoridad administrativa correspondiente.
Desde cada Radio Club, se debe orientar y coordinar la cooperación de los radioaficionados, pues son estas entidades las que estar n en mejores condiciones para evaluar la capacidad operativa y efectuar los inventarios de medios disponibles (equipos) y potencial humano (conocimientos técnicos y operativos), para ello deber n efectuar un registro previo de las condiciones operativas, incluyendo los siguientes datos:
• Radioaficionados con domicilio en la localidad.
• Actividad u ocupación principal.
• Equipos disponibles, especificar bandas, modo de operación y tipo de alimentación.
• ¿Su actividad le permitiría colaborar durante una emergencia?.
• ¿Operaría desde su domicilio?.
• ¿Trasladaría sus equipos?.
• ¿A qué‚ distancia estaría dispuesto a trasladarse?.
• Necesidad de transporte.
• Todo otro dato de Interés.
Ver modelo de formulario de registro voluntario (Anexo “G”).
XV. BIBLIOGRAFIA
“Proyecto de integración de los sistemas de comunicaciones oficiales y organismos afines, con la Organización de la Defensa Civil de la Ciudad de Buenos Aires”. R. S. Garabello (Argentina);
“Integración de los sistemas de Comunicaciones para la Defensa Civil”. R. S. Garabello (Argentina);
“Radioaficionados y su participación en la Defensa Civil”. R. S. Garabello (Argentina);
Incluidos en la publicación de Ponencias y Comunicaciones por “DEFENCIL ’86”, Primer Congreso Internacional sobre técnicas y medios aplicables a la Defensa Civil. Buenos Aires, 1986.
“Organización de las Comunicaciones en Función de la Defensa Civil”. R. S. Garabello (Argentina). Publicado por Revista “MUNDO POLICIAL” N° 60 (1989).
“Organización de las Comunicaciones en Función de la Defensa Civil”. R. S. Garabello (Argentina). Incluido en la publicación de Ponencias y Comunicaciones del Encuentro Internacional “Catástrofes y Sociedad”, Organizado por la fundación MAPFRE. Madrid, 1989.
“Sistemas modernos de comunicaciones para uso móvil”. R. S. Garabello (Argentina). Publicado por Revista “MUNDO POLICIAL” N° 64 (1990)
“Radioaficionados y su participación en la Defensa Civil”. R. S. Garabello (Argentina). Publicado por Revista “MUNDO POLICIAL” N° 68 (1991).
“Desastres: Preparativos y Mitigación en las Américas”. Boletines del Programa de Preparativos para Situaciones de Emergencia y Coordinación del Socorro en Casos de desastre, editado por la Organización Panamericana de la Salud. Oficina regional de la Organización Mundial de la Salud.
“Material del Participante”, preparado para los cursos Administración para Desastres I, por la Oficina Regional para América Latina y el Caribe de OFDA-USAID (Oficina de asistencia para Catástrofes del Gobierno de los Estados Unidos, Agencia para el Desarrollo Internacional).
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