Capítulo III – Servicios de Limpieza. Parte 1
- Creado por admin
- El 24 agosto, 2010
- 0
Edición adaptada por:
En base a la edición original realizada por:
COMPROMISO EMPRESARIAL PARA EL RECICLAJE
Con la colaboración de la edición traducida por:
CAPÍTULO III
SERVICIOS DE LIMPIEZA
Introducción
Los servicios de limpieza urbana y municipal comprenden los servicios de recolección, (según se indica en el Cuadro 1), y de tratamiento de los residuos sólidos y su disposición final (Capítulos IV).
En general, los servicios de limpieza absorben entre el 7 y 15% de los recursos de un presupuesto municipal, y de ellos cerca de un 50% se destina a la recolección y al transporte de los residuos sólidos. (Fig. 1)
Una buena gestión de esos servicios, que están entre los más visibles, conlleva una buena aceptación de la administración municipal por parte de la ciudadanía. Además, su optimización significa un ahorro significativo de los recursos públicos.
|
1 – Acondicionamiento de los residuos
Los residuos sólidos son tratados y dispuestos en sitios alejados de su punto de generación.
El envío de los residuos sólidos a esas áreas implica una fase interna y una fase externa. La primera, bajo la responsabilidad del generador (residencia, establecimiento comercial, etc.) comprende la recolección interna, el acondicionamiento y el depósito. La fase externa abarca los llamados servicios de limpieza. Esta última fase es responsabilidad de las administraciones municipales.
En la etapa que precede a la recolección externa, los residuos deben ser colocados en sitios y recipientes adecuados, para evitar (Figura 2):
- accidentes (residuos contaminantes);
- proliferación de insectos (moscas, ratas y cucarachas) y animales indeseables y peligrosos;
- impacto negativo sobre la vista y el olfato;
- heterogeneidad (en el caso de que haya recolección selectiva).
Aunque el acondicionamiento sea responsabilidad del generador, la administración municipal debe ejercer las funciones de regulación, y fiscalización, inclusive en el caso de los establecimientos de salud, con miras en asegurar condiciones sanitarias y operacionales adecuadas.
|
La forma como se almacenan los residuos sólidos está determinada por:
- la cantidad (según se indica en el Cuadro 2);
- la composición;
- el transporte (tipo de recolección, frecuencia).
En términos generales, los recipientes deben ser estancos, resistentes y compatibles con el equipo de transporte.
La elección del recipiente puede hacerse según el tipo de residuos, como se describe a continuación.
Acondicionamiento para volúmenes pequeños
- Cestos recolectores en la acera
Son recipientes colocados en sitios públicos, tales como calles, plazas, parques y playas, para recibir los residuos sólidos de los transeúntes y usuarios. En las calles de gran afluencia, los cestos deben colocarse a 50 m unos de otros, como máximo. Pueden ser metálicos o de material plástico, y deben estar hechos en forma tal, que se le facilite al barrendero la tarea de vaciarlos (Figura 3).
Las campañas de educación de la ciudadanía en cuanto a limpieza pública serán más eficaces si hay equipos y condiciones adecuadas que faciliten la recolección de residuos, lo cual también reduce los gastos del barrido. - Recipientes basculantes
Son recipientes que poseen un sistema de pivote para quitar los residuos, haciéndose menor esfuerzo. En caso de estar destinados a recibir materia orgánica, los recipientes deberán también poseer un sistema de captación de líquidos y salida de gases (Figura 4).
Son usados en Europa y los Estados Unidos. - Recipientes basculantes en carritos
Especialmente destinados al barrido de calles y áreas públicas, son recipientes asociados a carritos, generalmente de dos ruedas; pueden disponer de dos sectores: uno para llevar los residuos sólidos, y otro para las pertenencias del barrendero. - Tambores
Tambores de 200 litros o menores, se pueden también usar como recipientes para los residuos sólidos. Sin embargo, deben estar provistos de asas para el manejo y tapas, a fin de evitar los malos olores y que entren animales. El tambor debe retener líquidos y ser de un material resistente a la corrosión, como acero pintado o plástico. - Bolsas plásticas
Para el generador, el empleo de bolsas plásticas posee la ventaja de que evita el robo
del recipiente rígido. Para el servicio de recolección, las bolsas plásticas presentan las
siguientes ventajas sobre los recipientes rígidos:
– requieren menor esfuerzo de los recolectores;
– reducen el tiempo de recolección;
– impiden la absorción de agua de lluvia;
– disminuyen la contaminación sonora.
Normalmente, en el barrido se usan bolsas plásticas para almacenar los residuos sólidos.
Comúnmente el sector de proveeduría o de compras de la intendencia encuentra dificultades en la especificación y la provisión regular de materiales adecuados. Se sugiere la adopción de contratos de suministro de bolsas plásticas para los residuos sólidos, con una cláusula sobre el control de calidad. Las pruebas de muestreo se deben hacer en laboratorios especializados, para que se garantice la calidad del producto.
El material debe ser resistente a la perforación, y no debe ser transparente. En Brasil existen normas técnicas del Instituto de Investigaciones Tecnológicas (IPT) y de la Asociación Brasilera de Normas Técnicas (ABNT) que describen las metodologías de ensayos para evaluación de esos requisitos (IPT-NEA 26, 36, 57, 58, 59 o NBR-9190, 9191). (Anexo B).
Tanto para residuos livianos (residuos sueltos, domiciliares y de oficina), como para residuos pesados (residuos del barrido de calles, y de restaurantes) la bolsas pueden ser fabricadas con material reciclado o virgen, siempre que cumplan las especificaciones establecidas.
Las bolsas para los residuos sólidos pueden ser de cualquier color (en general el color amarillo o blanco es reservado para residuos de servicios de salud), siempre que no permitan la visibilidad de su contenido. Requisitos normalizados para su adquisición son:
– dimensiones planas (ancho, largo y alto);
– capacidad volumétrica;
– resistencia a la caída;
– resistencia al levantamiento.
Acondicionamiento de volúmenes grandes
En el almacenamiento de volúmenes grandes de residuos provenientes de: comerciales e industriales, puntos de entrega voluntaria de materiales reciclables, residuos sólidos domiciliarios en diversos países y algunas veces en zonas de viviendas precarias, se utilizan recipientes especiales denominados contenedores, que se pueden dividir en:
- Contenedores recolectores basculantes estacionarios.
Son recipientes que pueden ser levantados por el vehículo recolector, lateralmente o por detrás, para vaciar los residuos sólidos que contengan. En general, poseen una capacidad de 0,7 a 2,0 m³ (Figura 5). - Contenedores intercambiables.
Son recipientes que, cuando llenos, son removidos y sustituidos por recipientes vacíos.
Los vehículos que los recogen están dotados de un equipo de levantamiento (Figura 6).
Estos recipientes tienen una capacidad de 2,5 a 30 m³ y se mencionan entre los tipos de contenedores del Cuadro 3. En Uruguay son lo que popularmente se llaman “volquetas”.
La colocación de recolectores de grandes volúmenes en zonas marginales u otras áreas de difícil acceso para el vehículo recolector, puede volverse un problema debido al vertido de escombros, animales muertos y otros residuos incompatibles con el sistema de recolección. La quema de los residuos sólidos contenida en ellos y la transformación del sitio en un pequeño basurero a causa de los residuos depositados a su alrededor, son problemas que se observan con frecuencia.
|
Se puede optar, entonces, por una recolección hecha a pie, de puerta en puerta, utilizando, por ejemplo, tambores transformados en “parihuelas”. Eso puede lograrse insertando dos palos paralelos, que permiten que el pipote sea transportado por dos personas. En forma alternativa, el transporte puede realizarse por medio de una carreta con tracción animal o un tractor, o inclusive con cualquier otro medio que permita la remoción de los residuos sólidos.
|
Residuos de los servicios de salud y hospitalarios
La responsabilidad por su recolección y transporte es del generador. Sin embargo en la práctica la intendencia finalmente hace u orienta y fiscaliza dicha recolección.
Cerca del 30% en peso de los residuos generados en los establecimientos de salud son contaminados y deben tener un tratamiento especial en cuanto a su sistema de recolección y disposición final (Figura 7). Es necesario resaltar que los restantes 70% son potencialmente contaminantes debido a las deficiencias y dificultades de gran parte del sistema de salud.
|
Acondicionamiento
- Bolsas plásticas
El acondicionamiento de los residuos comunes se realiza en bolsas plásticas negras o contenedor con tapa compatible con los equipos utilizados por el servicio de recolección municipal31.
Para los residuos contaminados infecciosos se utilizan bolsas de polietileno virgen de espesor mínimo 80 micras, color amarillo con pictograma en color negro (Figura 8). Tamaño mínimo recomendado: 60 x 80 cm. Las bolsas deberán cerrar con un dispositivo que garantice su hermeticidad durante el traslado31. - Recipientes para residuos punzantes o cortantes
El envase debe ser un recipiente rígido con un adhesivo de color amarillo con pictograma de color negro31.
2- Recolección y transporte de los residuos sólidos
La recolección de los residuos sólidos y su transporte a las áreas de tratamiento o destino final, son actividades del servicio público municipal, muy a la vista de la población, que impiden el desarrollo de vectores transmisores de enfermedades los que encuentran alimento y protección en los residuos sólidos.
Los residuos sólidos necesitan ser transportados mecánicamente desde el punto de generación al destino final. Ese servicio se caracteriza por la intervención de los ciudadanos, los cuales deben acondicionar los residuos sólidos adecuadamente y sacarlos a la calle en los días, sitios y horarios preestablecidos.
Para que esta participación ocurra de forma satisfactoria, el poder público debe garantir:
|
La norma técnica brasilera ABNT NBR-12980 define los diferentes tipos de servicio de recolección de residuos:
- recolección domiciliaria (o convencional), que consiste en la recolección de los residuos sólidos de residencias, establecimientos comerciales e industriales, cuyo volumen no sobrepase el previsto en la correspondiente legislación municipal;
- recolección de mercados, playas, calles y demás sitios públicos;
- recolección de residuos de servicios de salud, en lo cual incluyen hospitales, ambulatorios, puestos de salud, laboratorios, farmacias, clínicas veterinarias, etc.
La recolección especial contempla los residuos no recogidos por la recolección regular, tales como escombros, animales muertos y poda de jardines y árboles. Puede ser regular o programada para donde y cuando hubiere residuos que deban ser removidos.
La recolección selectiva tiene por objeto recoger los residuos separados en su punto de origen. Esta modalidad de recolección está vinculada al Reciclaje, y se discutirá en detalle en el Capítulo V.
La recolección particular es obligatoriamente de responsabilidad del generador, según el tipo de residuo o si la cantidad es superior a lo permitido por el municipio. Industrias, supermercados, shopping centers, constructoras entre otros, deben ocuparse de la recolección de sus residuos en función del volumen generado. Hospitales, clínicas, centros de salud y farmacias, entre otros, deben tener recolección particular en función del tipo de residuo. El papel de fiscalización por parte de la intendencia es fundamental.
|
Para que el sistema de recolección y transporte funcione óptimamente es necesario un flujo permanente de informaciones que respalden su planificación y gestión.
3 – Equipos de recolección y transporte
En el transporte de los residuos sólidos pueden utilizarse diferentes tipos de vehículos, desde los de tracción animal hasta camiones dotados de carrocerías compactadoras.
Las comunidades pequeñas pueden utilizar carretas remolcadas por un tractor o una motocicleta (Figura 9). Estas también se pueden usar en sitios de difícil acceso o de gran circulación de personas, como centros comerciales y bulevares.
Existen básicamente dos tipos de carrocerías montadas sobre chasis de vehículos, que se describen por separado a continuación.
Carrocerías sin compactación
Son vehículos con carrocerías metálicas, construidas en forma rectangular y abiertas.
Esta condición de caja abierta no es buena para el transporte de residuos, pues en el viaje se puede perder carga. En otros países aunque sean sin compactación son cerrados.
Carrocerías con compactador
Vehículos con carrocería cerrada, con dispositivos mecánicos o hidráulicos que posibilitan la distribución y compactación de los residuos en el interior de la carrocería (Figura 11).
El sistema de compactación puede ser continuo o intermitente.
El sistema de carga puede ser trasero o lateral. En tales vehículos, los sistemas de descarga se hacen sin ningún contacto manual con la carga.
Criterios para la selección de vehículos:
Según se dijo anteriormente, el vehículo recolector puede ser de tracción animal o mecánica, con carrocería convencional o con compactador.
La elección de una de esas modalidades está determinada por los siguientes factores:
- cantidad de residuos: para ciudades con baja concentración poblacional, los vehículos sin compactador pueden transportar, por viaje, hasta 15 m³, ó 3,7 t, considerándose el peso específico medio de los residuos sólidos sueltos, en 250 kg/m³;
- forma de acondicionamiento del residuo: en caso de que los residuos sólidos estén acondicionados en un contenedor, será necesario que este sea compatible con el sistema de basculamiento del vehículo;
- las condiciones de acceso al punto de recolección: vehículos como un tractor agrícola, una motocicleta o tracción animal, son algunas alternativas para el acceso a áreas restringidas a los vehículos usuales.
4 – Dimensionamiento de la recolección domiciliaria
El dimensionamiento y la programación de la recolección están relacionados con la previsión de los recursos necesarios (tipo de vehículo y equipos a utilizarse, flota necesaria, cantidad de personal) y con la decisión de cómo se prestará el servicio (frecuencias, horarios, itinerarios, puntos de destino).
Los municipios nacionales ya poseen algún sistema de recolección y transporte de los residuos sólidos domiciliarios.
La tarea de dimensionar y programar esos servicios puede ser necesaria cuando se planifican ampliaciones para áreas no atendidas, y cuando se presenta la necesidad de reformular los servicios ya existentes.
La evaluación del desempeño operacional de la recolección domiciliaria -discutida en el punto 7 de este Capítulo- puede plantear la necesidad de revisar los servicios existentes.
En general, cuando los servicios de recolección domiciliaria son contratados a empresas particulares, el poder público define las exigencias básicas, tales como: frecuencias y horarios de recolección, sitios de destino final, etc., y a la(s) empresa(s) contratada(s) le(s) tocará su dimensionamiento y programación.
Es importante que el poder público se involucre en el dimensionamiento y la programación de los servicios de recolección domiciliaria, aún cuando sean ejecutados por particulares. Con eso se asegura que se atiendan los niveles de prestación de servicios que se consideran adecuados y se garantiza la justa remuneración por los servicios prestados.
|
El dimensionamiento y la programación de los servicios de recolección domiciliaria abarcan las siguientes etapas:
Etapa 1 – Estimación de la cantidad de residuos que debe ser recolectada;
Etapa 2 – Determinación de las frecuencias de recolección;
Etapa 3 – Definición de los horarios de recolección domiciliaria;
Etapa 4 – Dimensionamiento de la flota que debe prestar el servicio;
Etapa 5 – Determinación de los itinerarios de recolección;
Cada una de estas etapas se discute a continuación.
Etapa 1 – Estimación de los residuos sólidos que deben ser recolectados
La mejor manera de estimar la cantidad de residuos que deben ser recolectados, es a través del monitoreo de la recolección existente. Se puede hacer de dos formas:
- monitoreo de la totalidad del servicio prestado actualmente;
- monitoreo selectivo por muestreo.
Es necesario resaltar que las dos alternativas presentan imprecisiones. La principal depende del hecho de que el volumen per capita de residuos generado puede variar de un día para otro.
Para determinar la cantidad de residuos producidos por habitante (per capita) por día, se divide la cantidad total recolectada entre el número total de habitantes atendidos por la recolección en ese día. |
En caso de que no sea posible realizar ninguno de los dos procedimientos de levantamiento de campo, se puede adoptar para un abordaje estimativo, un valor genérico de generación de residuos equivalente a 820 g/hab./día. Eso corresponde aproximadamente a la media de los municipios uruguayos. Ese valor considera los residuos sólidos domiciliarios y comerciales, excluyendo los grandes generadores, a los cuales la intendencia puede o no atender, dependiendo de la legislación local.
El Capítulo II de este Manual aborda esa cuestión y describe tanto los procedimientos para la caracterización físico-química y la composición de los residuos sólidos, como también para realizar el muestreo. El principal aspecto que afecta la recolección y el transporte es la densidad de los residuos sólidos, junto con las restricciones volumétricas de los vehículos y los contenedores. Se puede considerar una densidad de 250 a 300 kg/ m³, en caso de que sea preciso adoptar un valor estimado no realizando muestreo.
Monitoreo de todos los residuos sólidos recolectados
En este proceso se evalúa la totalidad de residuos recolectados diariamente, por medio del pesaje de todos los vehículos cargados en el punto de trasbordo o de destino final de los residuos sólidos. Ese pesaje posibilita la cantidad total de residuos recolectados en un solo día.
Cada uno de los vehículos debe haber sido previamente pesado vacío (sin carga), de modo que el valor obtenido sea descontado del peso del vehículo cargado. De este modo se obtiene la cantidad de residuos recolectados.
Aceptando que existen variaciones diarias del volumen de residuos y también entre las zonas atendidas, ese procedimiento debe ser repetido durante varios días, de modo que los datos obtenidos sean representativos de la realidad del municipio.
En caso de que la recolección no sea diaria (por ejemplo dos o tres veces por semana), la cantidad de residuos recolectados debe ser dividida por el número de días entre una y otra recolección (por ejemplo, dividir entre dos cuando la recolección es en días alternados) de forma de saber la cantidad de residuos generada por día.
Se debe recordar que inclusive cuando la recolección se realiza diariamente, los residuos sólidos recogidos los lunes corresponde a dos días, si no se presta el servicio los domingos.
Monitoreo parcial de los residuos sólidos recolectados
En esta alternativa no se monitorea la totalidad de residuos recolectados en el municipio.
Por tanto, se deben identificar rutas de recolección representativas de regiones homogéneas de generación de residuos, al igual que de la geografía y del tipo de uso, así como de la intensidad de la ocupación del terreno del municipio. En otras palabras, se deben identificar, por ejemplo, rutas en zonas residenciales de clase baja, media y alta, zonas de viviendas precarias y de difícil acceso, regiones centrales y periféricas, comerciales, etc.
A partir de las informaciones obtenidas en esas rutas, es posible extender el muestreo, considerando la ciudad dividida en regiones homogéneas.
Es preciso también determinar o estimar el número de habitantes, tanto de cada una de las áreas monitoreadas, como de las regiones homogéneas en que la ciudad ha sido dividida, con la finalidad de extender la recolección.
Los vehículos de las rutas seleccionadas deben pesarse, y luego seguir los procedimientos descritos arriba. Eso permite determinar los índices de generación de residuos domiciliarios per capita en cada tipo de región.
Valen también en este caso las consideraciones ya presentadas en cuanto a la frecuencia de recolección, y la investigación en fechas diferentes, de modo que se mejore la calidad de los resultados obtenidos.
Etapa 2 – Determinación de la frecuencia de recolección
La frecuencia de recolección de residuos domiciliarios define el tiempo transcurrido entre dos recolecciones sucesivas en un mismo sitio o en una misma zona. Por ejemplo, la frecuencia de recolección puede ser diaria, excepto los domingos y feriados; o en días alternos, con descanso los domingos.
En general, las restricciones económicas son el factor determinante de la frecuencia de recolección de residuos domiciliarios. Cuanto mayor sea la frecuencia, mayor será el costo total del servicio.
Existe también la preocupación de evitar la acumulación de residuos. Por tal motivo, también la cantidad de residuos generados puede influir en la determinación de la frecuencia de recolección.
En áreas generadoras de mucha residuos, como por ejemplo, zonas comerciales, aceras y áreas de peatones, o playas con mucha afluencia de personas, la recolección debe ser por lo menos diaria, si se quiere evitar la acumulación de residuos. Existen registros de localidades, donde los residuos sólidos son recogidos dos veces por día. En esos sitios, en general de intenso tránsito peatonal, la acumulación de residuos proveniente de los
0 comentarios on Capítulo III – Servicios de Limpieza. Parte 1