Uso y Desuso de los Equipos de Protección Personal en Trabajadores de Construcción
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- El 25 agosto, 2011
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RESUMEN
El presente estudio pretende determinar, a través de métodos descriptivos, las causas por las cuales los trabajadores de construcción no utilizan los equipos de protección personal en el trabajo. Se aplicó una encuesta semi-estructurada a 258 trabajadores de construcción. Todos varones de entre 18 a 66 años de edad. Se encontró que las causas más comunes recaen sobre la incomodidad que les genera su uso, así como la dificultad en realizar su trabajo. Estos resultados revelan la importancia de la ergonomía en el diseño de Equipos de Protección Personales (EPPs), así como la necesidad de promover hábitos de uso en los trabajadores.
(Arias W, 2011. Uso y Desuso de los Equipos de Protección Personal en Trabajadores de Construcción. Cienc Trab. Abr-Jun; 13 [40]: 119- 124).
Palabras claves: EQUIPOS DE SEGURIDAD, TRABAJADORES, CONSTRUCCIÓN, INGENIERÍA HUMANA.
INTRODUCCIÓN
La seguridad industrial es una herramienta importante para las empresas porque permite contribuir —a través de un conjunto de programas, normas, leyes, políticas y principios— a prevenir, detectar, controlar y disminuir aquellas situaciones de riesgos a las cuales están expuestos los trabajadores, y que pueden ocasionar un accidente, incidiendo en su salud y por ende en su rendimiento laboral1.
En América Latina todavía no se da la importancia debida a las normas de seguridad y salud ocupacional. Según Jácome2, los países andinos tienen los índices más elevados de inseguridad en diversos aspectos. Según la OIT, en América Latina se producen 36 accidentes de trabajo por minuto3.
En el Perú, son tres los sectores que han recibido especial atención en materia de seguridad (a través de normas y reglamentación jurídica, inspecciones, equipos de protección personal, etc.): la industria, la construcción y la minería. Sin embargo, el sector construcción, a pesar de las leyes y las prerrogativas existentes, registra altos índices de mortalidad y morbilidad ocupacional. Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) los trabajadores del sector construcción tienen una probabilidad tres veces mayor de morir y dos veces más de resultar lesionados que en otros sectores. De hecho, el 20% de las muertes por accidentes lo sufren los trabajadores del sector construcción4.
En México, por ejemplo, al igual que en el Perú, el sector construcción es el más riesgoso después del industrial. En ese país, según estadísticas del 2005, los accidentes en la construcción se debieron en un 53% por exposición a fuerzas mecánicas, el 2% por caídas y el 13% por sobreesfuerzos. Además, los tipos de lesiones más frecuentes se deben a traumatismos (30%), heridas (24%), fracturas (21%) y luxaciones y esguinces (15%)5.
Dados los riesgos laborales del sector construcción, es fundamental precisar las causas de los accidentes que se registran entre los trabajadores de construcción. Entre las causas más frecuentes que se han reportado analizamos las siguientes: La rotación de los trabajadores, pues los obreros de construcción cambian de tareas constantemente.
Por ejemplo, un mismo trabajador pasa de cumplir tareas de “llenado” a tareas de movilización del material o pasa a realizar actividades de “levantamiento” de muros, etc. Al respecto, Otero3 explica que cuando una actividad es rutinaria en el trabajo, se reducen los riesgos, pero eso no pasa en la construcción porque, como se dijo líneas atrás, los obreros rotan de labores dentro de un mismo trabajo (rotación interna)6.
Pero la rotación se da además en un sentido inter-organizacional (rotación externa)7, ya que muchos de los trabajadores rotan de una empresa a otra y de una obra a otra. Ello debido a la alta incidencia de “terciarización” que existe en el sector construcción. De hecho, los obreros de construcción rotan de trabajo en promedio 3 veces por año. Así, la construcción es casi el único sector en el que la actividad laboral cambia constantemente. Esto ocurre porque los trabajadores de este sector se dedican a realizar otras actividades además de la construcción. Téngase presente que dos tercios de los operarios del sector son eventuales. Este hecho hace que las normas de seguridad no sean interiorizadas por los trabajadores; o bien, que las normas de seguridad pierdan constancia, porque en la práctica no se les da la misma relevancia en una empresa u obra como en otra.
A esta causa se suma la falta de formación de los obreros4 ya que muchos de ellos son incluso analfabetos o cuentan con niveles mínimos de escolaridad. Su falta de formación, entonces, les resta prudencia y profesionalismo en la ejecución de las tareas que realizan y se relaciona con la falta de uso del Equipo de Protección Personal (EPP).
Se ha señalado también que el trabajo de construcción se realiza a la intemperie, y que, por tanto las condiciones climatológicas afectan directamente su desempeño y su salud8.
La altura es otro factor de mortalidad de los obreros, puesto que hoy en día priman las edificaciones de gran altura. En España, entre los años 1990 y 2000 se produjeron 175.268 accidentes por caída en el sector construcción4.
La escasa tecnología es otro factor que incide directa e indirectamente en la morbilidad de los obreros, pues mientras en otros países, como Estados Unidos, los trabajadores de construcción no levantan pesos, porque la norma indica que éstos deben ser transportados por máquinas9, en Latinoamérica es una labor muy común y hasta inevitable entre los trabajadores.
En ese sentido, la manipulación manual de cargas y la adopción de posturas forzadas producen alteraciones posturales que afectan la mecánica corporal. La OIT afirma que del 20 al 25% de accidentes se deben a esta práctica. En un estudio observacional transversal realizado en 105 estibadores de Huancayo (Provincia de Perú) se encontró que estos trabajadores, cuya labor asemeja a los obreros en cuanto al transporte de materiales de construcción (ladrillos, cemento, etc.), cargaban al hombro en promedio 67 costales de papa de 150 kg cada uno, cuando la norma indica que el peso máximo debe ser de 55 kg.
En suma llegaban a transportar 10 toneladas por persona en una mañana (de 6 a 12 am). Al realizarles un examen médico ocupacional se detectó lumbalgia en el 55% de los casos, 11,4% tenían cervicalgia, 6% gonalgia y 4% dorsalgia10.
Otro factor sería la falta de planificación de la obra, desde la elaboración del plan de seguridad hasta la ejecución de procesos y la terminación de la obra. Así, por ejemplo, en un estudio de 5.000 accidentes ocurridos en construcciones del Reino Unido, se determinó que las principales causas de los percances fueron atribuibles a problemas relacionados a la planeación de procesos (29%), con la ejecución de los procesos (88%), el control en la construcción (17%) y con las condiciones de trabajo (6%)11. Consecuentemente, la organización de una obra requiere siempre de una planificación precisa, es decir, que se debe realizar un diagnóstico situacional. En ese sentido, el proyecto de seguridad establece, define, cuantifica y valora las medidas preventivas que han de llevarse a cabo para prevenir actos inseguros que frecuentemente dan como resultado accidentes3. De ahí que sea muy importante en la planificación de las obras y labores de construcción.
Por otro lado, pero directamente relacionada con la planificación, la supervisión de la obra ha sido señalada como otra fuente de accidentes en el sector construcción. Desde que Jacob Feld observó en 1964 que las causas de los colapsos estructurales provienen de las fallas en la supervisión, su importancia ha adquirido una notable trascendencia. En ese sentido, la supervisión de la obra está orientada a cumplir tres tipos de acciones: preventivas, de verificación y correctivas.
La supervisión empero, pasa por el tema de la cualificación del supervisor. Solís5 indica que el perfil del supervisor debe caracterizarse por tener competencias técnicas, habilidades interpersonales y tanto valores como actitudes positivas. El uso de la bitácora de la obra es una herramienta fundamental para la prevención a través del registro de incidentes y accidentes12.
En resumen, la construcción, vista desde un enfoque procesual, favorece la diagnosis de las condiciones de seguridad permitiendo la planificación y ejecución de las tareas propias del sector. En el estudio de Solís et al.11, por ejemplo, se identificaron 65 procesos propios de la construcción y se realizaron 408 observaciones. Se establecieron 1.682 subprocesos en los que se usó alguna herramienta —el 29% de las veces las herramientas estaban en malas condiciones y en 4% se usaron inadecuadamente—. También se localizó 2.507 ocasiones en que se debió usar un implemento de seguridad, determinándose que en el 70% de las ocasiones no usaron el equipo necesario y en el 50% el equipo estaba dañado. Además, en el 21% de las observaciones, los trabajadores no usaron andamios y en el 67% el andamio estaba en mal estado.
La planificación de las labores de la construcción no solo incide positivamente en la seguridad sino también en la producción.
Gilbreth, motivado por sus experiencias como albañil, realizó con su esposa estudios ergonómicos basados en las observaciones de tiempos y movimientos de obreros de construcción y logró que los albañiles colocasen 350 ladrillos por hora en lugar de 12, con sólo aplicar los principios de los movimientos circulares a las labores de edificación13. Aunque hay opiniones contradictorias al respecto, pues Arcudia et al.8 indican que la producción en la construcción no mejora bajo el modelo de trabajo tayloriano, en el que se basó Gilbreth. También mencionan que son tres los factores que determinan la productividad: los insumos, los procesos y el contexto. Por ejemplo, encontró que las causas de las incidencias más recurrentes eran el almacenaje de materiales, la disponibilidad de los materiales y las herramientas, el congestionamiento e interferencias entre los trabajadores, las interferencias en la secuencia del trabajo, la supervisión y las condiciones físicas del área de trabajo8. También señalan, citando a Thomas, Riley y Sanvido14, que las operaciones menos productivas son aquellas en las que los materiales tienen que ser almacenados. Sin embargo, Asfahl9 coloca como una actividad prioritaria para la producción, la seguridad y la salud ocupacional, el correcto almacenaje de los insumos y herramientas de trabajo.
Finalmente, otro factor que afecta la incidencia de accidentes en la construcción es el exceso de confianza.
De hecho, según Lorente et al.15, el 42,2% de los accidentes se produce por un exceso de confianza, que además se relaciona con la ocurrencia de actos inseguros. Cabe recordar que, según Heinrich, el 88% de los accidentes son ocasionados por actos inseguros16.
A su vez, los actos inseguros obedecen a factores muy diversos, como el grado de instrucción, la personalidad del trabajador y su bienestar psicológico. En ese sentido, existen relaciones entre el estado psicosocial y la probabilidad de tener accidentes. Se ha visto, por ejemplo, que la incidencia de estrés laboral precede a la ocurrencia de los accidentes17,18. La cultura y el clima hacia la seguridad son también determinantes importantes de accidentes. Así, entre los factores laborales que afectan el bienestar psicosocial se tienen: el estatus del trabajador, la autonomía en el trabajo, la participación en la toma de decisiones, el horario de trabajo, la inestabilidad en el empleo, la monotonía y los factores ambientales. Lorente et al.15 estudiaron a 15 trabajadores de diversos niveles jerárquicos mediante el focus group y encontraron relaciones entre el bajo bienestar psicosocial y los accidentes de trabajo. Reportaron además que algunas causas de accidentes son el exceso de confianza, la rutina y la sobrecarga laboral; mientras que los factores que amortiguan los efectos del estrés son las relaciones interpersonales y la autonomía. Así también, en nuestros estudios19 (en prensa) hemos podido constatar los mismos efectos de las dimensiones del clima organizacional, espíritu de equipo, responsabilidad y claridad, que son equiparables con las relaciones interpersonales y la autonomía en el trabajo.
Todos estos factores interactúan, de una u otra forma, con el uso o desuso de equipos de protección personal, que bien puede ser otro riesgo para la accidentabilidad en la construcción9. Sin embargo, la falta de formación de los trabajadores, el exceso de confianza, la falta de supervisión, la carencia de equipos y tecnología, la limitada planificación de planes y proyectos de seguridad y salud ocupacional, la incomodidad y las condiciones medioambientales (incluyendo el ambiente de trabajo, el clima natural y organizacional en el trabajo, la iluminación, el acopio de materiales, etc.) son los principales motivos por los cuales los obreros no utilizan los equipos de protección personal que, para el caso del sector, incluyen como elementos mínimos los cascos, guantes, botas, protectores para los oídos, ojos y rostro, arneses (cuando fuere necesario) y chaleco de seguridad9.
En ese sentido, el presente trabajo tiene por finalidad el determinar, mediante una encuesta estructurada, cuáles son las causas más frecuentes que repercuten en el uso o desuso de los equipos de protección personal en trabajadores de construcción.
MATERIAL Y MÉTODOS
Muestra
Se trabajó con una muestra no probabilística de 258 trabajadores peruanos (hombres), que laboraban en calidad de contratados por una importante empresa del sector de la construcción, y que rotaban de obra en obra según los requerimientos que tenía la organización para con otras empresas contratistas, en la provincia de Arequipa. Los trabajadores han sido categorizados como albañiles y ayudantes. Básicamente cumplían tres funciones: levantamiento de muros, techado y encofrado de columnas.
Instrumentos
Se diseñó una breve encuesta estructurada y anónima con la que se recogieron los datos de los trabajadores (edad, grado de escolaridad, estado civil y años de trabajo en el sector), y que abarcaba un listado de EPPs para que estos marcasen aquellos que son usados y un listado de oraciones que expresan las causas por las cuales no utilizan los EPPs de manera rutinaria.
Procedimientos
Para encuestar a los trabajadores, se coordinó con los directivos de la empresa estudiada el lugar y la hora en que serían recolectados los datos. La mayoría de los trabajadores fueron encuestados en las instalaciones de la empresa, mientras que un menor número de obreros fueron encuestados en el mismo lugar de trabajo durante sus momentos de descanso. El tiempo promedio de aplicación de la encuesta fue de 3 minutos por trabajador y se contó con la colaboración de seis encuestadores que fueron previamente entrenados para realizar las encuestas. En todos los casos se explicó que las encuestas tenían por objeto recoger información con fines de investigación (protocolo de consentimiento informado). Los datos de la muestra fueron recolectados en siete etapas, en función de las obras que se ejecutaron en un periodo de año y medio, desde el 15 de julio del 2009 hasta el 17 de diciembre del 2010.
RESULTADOS
Los datos fueron procesados descriptivamente mediante el análisis de frecuencias y porcentajes (SPSS 19). Como primera parte se presentan los datos socio-demográficos de los trabajadores y, después, aquellos que abarcan información laboral.
Datos socio-demográficos
Con respecto a la edad, 52 obreros (20% de la muestra) tiene una edad entre 18 y 30 años, 93 trabajadores (36%) se ubican entre los 31 y los cuarenta años, 82 obreros (23%) entre 41 y 50 años y 31 trabajadores (12%) más de 50 años de edad (Gráfico 1).
En cuanto al grado de instrucción, 118 obreros (46%) tienen un nivel primario de escolaridad, 126 (49% de la muestra) han estudiado hasta el nivel secundario de educación, 11 (4%) tienen estudios superiores de nivel técnico y 3 de ellos (1%) han estudiado en la universidad, pero no han concluido sus estudios (Gráfico 2).
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También se ha registrado el equipo de protección personal que utilizan los trabajadores, siendo que 175 obreros (68%) utilizan guantes, 116 (45%) utilizan cascos, 31 (12%) usan arnés, 21 (8%) utilizan lentes, 199 (77%) usan botas, 8 (3%) usan tapones para los oídos, 206 (80%) visten chalecos de seguridad y 23 (9%) usan otro tipo de implementos de seguridad. Como se aprecia en la Gráfico 7, los equipos de protección personal que más utilizan los obreros de construcción son los chalecos, las botas, los guantes y los cascos; mientras que los EPP que son menos usados son los tapones para oídos, los lentes y los arneses de seguridad. En esta pregunta los encuestados podían marcar más de una alternativa de respuesta.
Con respecto al uso de EPP, se tomaron en cuenta seis motivos que influyen en la frecuencia de su desuso (se encuentra en mal estado, dificulta su trabajo, le es incómodo, no es necesario, la empresa no le entrega y no sabe cómo se usa). Los encuestados debieron marcar solo una alternativa de respuesta, de modo que 95 trabajadores (37%) indican que no usan EPP porque es incómodo, 24 (9%) responden que los EPP se encuentran en mal estado, 75 obreros (29%) refieren que los EPP dificultan su trabajo, 15 (6%) dicen que no es necesario usar EPP, según 21 trabajadores (8%) la empresa no les entrega los EPP y 28 trabajadores (11%) dicen que no saben cómo se usan los EPP (Gráfico 8).
De los datos recabados se puede establecer un perfil del trabajador de construcción. Se trata de un varón casado de entre 30 y 40 años, con estudios secundarios, que labora en las obras como ayudante realizando tareas de techado así como diversas actividades de asistencia y que lleva laborando de 11 a 20 años en el sector construcción. Asimismo, se pudo determinar en base a la encuesta, que los equipos de protección personal que más utilizan los obreros de construcción son los chalecos, las botas, los guantes y los cascos; mientras que los EPP que son menos usados son los tapones para oídos, los lentes y los arneses de seguridad. Además la causa más frecuente de desuso de equipos de protección personal es la falta de comodidad que les genera, lo cual dificulta su trabajo, siendo ésta la segunda causa más frecuente. Como causas menos frecuentes se tienen el exceso de confianza y el mal estado en que se encuentran los EPP.
DISCUSIÓN
El recurso más valioso en el campo de la construcción es, sin lugar a dudas, el humano. En ese sentido, en toda actividad laboral se debe promover una cultura de la seguridad para maximizar el potencial del capital humano y garantizar la calidad de la productividad. Por ello, uno de los fundamentos para desarrollar la seguridad es la identificación de los actos inseguros11, ya que mientras sólo el 10% de los accidentes se debe a condiciones peligrosas, el 88% de los accidentes tiene su origen en los actos inseguros de los trabajadores16.
Este riesgo es más patente en el sector construcción debido a que, según la OIT, los trabajadores de construcción tienen una probabilidad tres veces mayor de morir y dos veces más de resultar lesionados que en otros sectores. Así pues, como refiere Camino et al.4, el 20% de las muertes por accidentes los sufren los trabajadores de construcción.
En el Perú, donde sólo en los últimos años se ha puesto énfasis en la seguridad y la salud ocupacional a través de leyes que norman la salud y la seguridad en el trabajo (DS 009-2005-TR y DS Nº 007-2007-TR), cuesta lograr la interiorización de valores que respondan a una cultura de seguridad en correspondencia con la prevención de riesgos ocupacionales de parte de los trabajadores.
Los sectores de la industria, la minería y la construcción son los más vulnerables a los accidentes laborales, según lo registran las estadísticas y los reportes periodísticos que constantemente dan cuenta de accidentes debidos a derrumbes y caídas, muy particularmente, en el sector construcción. En estos casos, el uso de EPPs hubiera podido paliar la morbilidad y mortalidad asociada al sector; sin embargo, dado que buen número de obreros de construcción no utilizan los implementos necesarios para realizar sus labores con seguridad, las consecuencias suelen ser trágicas.
En consecuencia, en América Latina, el desuso de EPPs incrementa la vulnerabilidad del sector. Aunque esta vulnerabilidad de los trabajadores de construcción se debe a diversos factores, entre los más importantes se han reportado la alta variación de la demanda, el bajo nivel de desarrollo tecnológico, la deficiente cualificación del personal, la falta de cultura de seguridad, la deficiente planificación de actividades preventivas, la atomización del sector, la excesiva subcontratación y la deficiente organización del trabajo4.
En el Perú, la informalidad ocupa un lugar central como causa de la accidentabilidad laboral que, sumada a la terciarización, engendran las condiciones propicias para la ocurrencia de accidentes en la construcción. De hecho, se estima que existen 30.000 trabajadores sindicalizados de construcción civil en el Perú, pero un amplio número de trabajadores del sector construcción son informales. La informalidad se relaciona con la subcontratación, que a su vez obedece a la falta de formación de los obreros, la deficiente planificación del trabajo y la ausencia de una cultura de seguridad.
En el presente estudio, de corte descriptivo, se planteó como objetivo el determinar las causas más frecuentes del desuso de EPPs a través de la aplicación de una encuesta breve. Se encontró que la incomodidad (37%) y la dificultad en la realización de sus labores (29%) que acarrean el uso de EPPs son las causas reportadas con mayor frecuencia. Ambas se encuentran vinculadas en la medida que la incomodidad que les genera a los trabajadores el uso de EPPs también hace que su labor sea más difícil, de modo que los obreros dejan de utilizar los EPPs. Pero, además, consideramos que a este binomio incomodidad-dificultad le subyace como causa común la falta de hábito, ya que es solo recientemente que la ley obliga a los trabajadores a usar EPP y a los empleadores a facilitarlo.
Los EPPs menos usados son los tampones, los lentes y el arnés. En ese sentido, cabe mencionar que la contratista no provee a los trabajadores de tampones ni lentes, pero con respecto al arnés, su uso es necesario cuando la altura es superior a 1,8 ms. Los trabajadores, empero, no suelen usarlo a pesar de que la empresa cuenta con arneses, sogas y andamios. Es probable que los trabajadores no los usen frecuentemente debido a que demanda cierto tiempo el colocárselos adecuadamente como implemento de seguridad.
Entre los EPPs más utilizados se tienen los chalecos, las botas y los guantes. De estos equipos, la empresa les proporciona a los trabajadores chalecos, guantes y cascos; aunque los dos últimos no se cuentan en cantidad suficiente para el promedio de trabajadores que se requieren en cada obra. En cuanto a los chalecos, todos los obreros cuentan con este implemento de seguridad.
Por otro lado, algunos estudios han reportado que las lesiones más comunes entre los obreros de construcción afectan los dedos en un 48 por ciento, los ojos en un 14%, las manos en un 12% y las caderas en un 3%18. De estas lesiones, las de los dedos y manos tienen que ver con el uso de guantes, que protegen a los trabajadores durante la manipulación y traslado de objetos y materiales de construcción. Para el caso de las lesiones en los ojos, en nuestro estudio, solo el 8% de los trabajadores utiliza lentes de protección, lo cual podría implicar afectación de la vista de los obreros de nuestra muestra, tal como lo reportan otros estudios.
Respecto del desuso de EPPs, cada uno de ellos refleja un motivo y a su vez una necesidad; por tal razón se hizo una serie de recomendaciones a los directivos de la empresa para propiciar el correcto uso de EPPs de los trabajadores. Entre estas sugerencias, tenemos: la compra de implementos de seguridad en cantidad suficiente para garantizar la protección de todos los trabajadores, la elaboración de un plan de seguridad previo a la ejecución de cada obra y la supervisión constante del cumplimiento de las normas de seguridad.
Por otro lado, dado que el grueso de trabajadores tiene entre 30 y 50 años de edad y solo cuenta con estudios secundarios, es necesario brindar capacitación constante a los obreros, ya que el 11% de los encuestados no saben cómo o para qué usar EPPs. Además, a partir del hecho de que el 46% de los obreros está casado, es posible –como suele ocurrir– que las vivencias y conflictos intrafamiliares que acontecen en el hogar interfieran en su desempeño en el trabajo.
En ese sentido, dado que ambos factores pueden afectar la salud y la seguridad ocupacional de los trabajadores albañiles y ayudantes, se recomendaron jornadas de capacitación antes, durante y después de la ejecución de las obras que abarquen el cumplimiento de las normas de seguridad, la prevención de accidentes ocupacionales y el uso de EPPs, así como el estrés laboral y las relaciones humanas en el trabajo y la familia.
En resumen, dado que las causas más frecuentes que motivan el desuso de los EPPs de los trabajadores de construcción son la falta de comodidad y la dificultad que les genera en la realización de sus labores, se puede concluir que la ergonomía es un factor esencial; aunque suponemos que a estas causas les subyace la falta de hábito más que deficiencias en el diseño de los EPPs, ya que estos son estándar para todos los trabajadores.
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Por: Walter Lizandro Arias Gallegos
Psicólogo por la Universidad Nacional de San Agustín de Arequipa, Egresado de maestría en Psicopedagogía cognitiva de la Universidad Nacional Pedro Ruíz Gallo, Diplomado en Gestión de Recursos Humanos, Gerencia y Supervisión en Seguridad Integral y Medio Ambiente y Gerencia de Sistemas Integrados. Docente Universidad Católica San Pablo y Editor de la Revista de Psicología de Arequipa
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