Requerimientos ambientales mínimos para la localización de rellenos sanitarios
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- El 13 diciembre, 2013
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Objetivo: Introducir a los participantes en los criterios mínimos que debe reunir un sitio para el emplazamiento de un relleno sanitario, a los fines de minimizar los impactos ambientales y sociales derivados.
1. Relleno sanitario
Aún en condiciones de funcionamiento óptimo de un Plan de Gestión Integral de los RSU, hay una cantidad de residuos que no pueden ser recuperados, rehusados o reciclados, por lo que es necesaria su disposición final de manera controlada o su eliminación. En el contexto internacional, una de las opciones recomendadas para la disposición final es el confinamiento en relleno sanitario.
Como regla general, en gran parte de la República Argentina, la disposición final de RSU se realiza en basurales o vertederos a cielo abierto, provocando una diversidad de impactos ambientales que derivan en efectos negativos para la población y sus actividades. Está práctica -que responde en parte a la forma usual de disponer los RSU, no sólo en Argentina, sino en el mundopaulatinamente está siendo revertida y la opción que prevalece es la de disposición en relleno sanitario.
Es importante comprender la diferencia entre un basural a cielo abierto y un relleno sanitario. El primero suele ser un predio destinado a disponer los RSU sin ningún tipo de infraestructura o la mínima indispensable para que los camiones que transportan los residuos puedan ingresar. Es usual que en un basural sea un lugar propicio para que se desarrollen vectores y plagas, se realicen actividades informales de recuperación, se contamine el suelo, el agua superficial, los acuíferos y la atmósfera y se dispongan residuos de todo tipo, incluso los considerados peligrosos. Por otro lado, un relleno sanitario es una obra de ingeniería que implica una planificación y un diseño considerando una variedad de factores tanto ambientales como sociales, previamente a su construcción, puesta en operación y posterior clausura. La finalidad del relleno sanitario es confinar los residuos en un área de terreno preparada previamente para evitar o minimizar los impactos ambientales.
La normativa nacional a través de la Ley Nº 25.916 establece los presupuestos mínimos en términos de las consideraciones que deben tenerse para la instalación, operación, clausura y monitoreo de un relleno sanitario (RS). Entre sus artículos son de destacar los siguientes:
ARTICULO 18. – Las autoridades competentes establecerán los requisitos necesarios para la habilitación de los centros de disposición final, en función de las características de los residuos domiciliarios a disponer, de las tecnologías a utilizar, y de las características ambientales locales.
Sin perjuicio de ello, la habilitación de estos centros requerirá de la aprobación de una Evaluación de Impacto Ambiental, que contemple la ejecución de un Plan de Monitoreo de las principales variables ambientales durante las fases de operación, clausura y postclausura.
ARTICULO 19. – Para la operación y clausura de las plantas de tratamiento y de las estaciones de transferencia, y para la operación, clausura y postclausura de los centros de disposición final, las autoridades competentes deberán autorizar métodos y tecnologías que prevengan y minimicen los posibles impactos negativos sobre el ambiente y la calidad de vida de la población.
ARTICULO 20. – Los centros de disposición final deberán ubicarse en sitios suficientemente alejados de áreas urbanas, de manera tal de no afectar la calidad de vida de la población; y su emplazamiento deberá determinarse considerando la planificación territorial, el uso del suelo y la expansión urbana durante un lapso que incluya el período de postclausura. Asimismo, no podrán establecerse dentro de áreas protegidas o sitios que contengan elementos significativos del patrimonio natural y cultural.
ARTICULO 21. – Los centros de disposición final deberán ubicarse en sitios que no sean inundables. De no ser ello posible, deberán diseñarse de modo tal de evitar su inundación.
Estas consideraciones dan las pautas generales y es menester de las provincias y los municipios establecer los mecanismos y normas para su cumplimiento, indicando las especificidades necesarias para la adecuación de las obras al ámbito local. No obstante esto, se puede hacer una caracterización general de los tipos más comunes de rellenos sanitarios y de la infraestructura asociada a ellos, cuestión que se desarrolla en el apartado siguiente.
Infraestructura vinculada a un relleno sanitario y su operatoria
Como se mencionó, un relleno sanitario es una obra de ingeniería que implica una infraestructura para el control del impacto ambiental de la disposición de los RSU.
Una de las características fundamentales de un RS es el control de la percolación de lixiviados a las aguas subterráneas y el control de las inundaciones. Atendiendo a esto, su arquitectura contempla una adecuación de la escorrentía superficial natural y el aislamiento del suelo. Lo primero se logra a través de la construcción de terraplenes perimetrales y lo segundo a través de membranas de aislamiento y sistemas de drenaje de lixiviados (ver figura 1).
Otra característica central es el control de las emanaciones gaseosas producto de la descomposición de los RSU, principalmente metano (CH4) y dióxido de carbono (CO2). Esto se realiza a través de cañerías de venteo a la atmósfera o a través de sistemas de captación de gases. En este último caso es factible el aprovechamiento de metano para la obtención de energía o su quemado para la reducción de gases de efecto invernadero (en ambos casos es factible aplicar a proyectos de Mecanismo de Desarrollo Limpio para la obtención de Bonos de Carbono).
Figura 1. Esquema de un relleno sanitario.
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La operatoria típica en un RS consiste en la disposición de los residuos en celdas divididas por bermas que se utilizan para mantener la estabilidad de la pendiente del vertedero, permiten la instalación de canales de drenaje del agua superficial y la instalación de cañerías para la captación de gases. La disposición en celdas facilita los trabajos de compactación y la clausura paulatina del frente de descarga, minimizando la superficie expuesta a la atmósfera. Asimismo, dependiendo de cual sea la altura final del relleno, es usual que se construyan distintos niveles de celdas en altura, para lo cual se coloca una capa de 15 a 30 cm de suelo natural entre niveles como material de cubrición diaria.
Cuando la suma de celdas por niveles alcanza la altura máxima prevista para el relleno, se da lugar a un sector que es clausurado parcialmente a partir de la construcción de la cobertura superior. Esta cobertura tiene múltiples finalidades: evitar la percolación de agua superficial hacia el relleno para evitar la producción excesiva de lixiviados, evitar la voladura de residuos, instalar un sistema de venteo o colección de gases y permitir un desarrollo paisajístico o parquización.
La suma de sectores dará lugar al módulo, que conforma un recinto estanco circunscrito por terraplenes que impiden la migración de lixiviados y por una cobertura final que previene la infiltración de agua de lluvia y de inundaciones que contribuyan a la formación de lixiviados.
En la figura 2 se presenta un esquema donde se pueden observar las distintas etapas de la operación de un RS. El esquema a) muestra la etapa de implantación de la membrana aislante que generalmente se asienta sobre una capa de arcilla compactada, la membrana cubre también los terraplenes laterales y se instalan los mecanismos para colección de lixiviados. El esquema b) muestra un RS en plena operación con un nivel de celdas completo y otro en concreción, entre niveles puede observarse la capa de suelo de cubrición intermedia. El esquema c) presenta un corte de un relleno colmatado o en su defecto un módulo colmatado en el que se ha instalado la cobertura final.
Figura 2. Esquema de un RS en etapas: a) etapa inicial de implantación
del recubrimiento, b) disposición de residuos en celdas por niveles, c) sección de un módulo Clausurado |
Residuos peligrosos y rellenos de seguridad
Es importante distinguir entre un relleno sanitario y un relleno de seguridad o celda de seguridad. Este último es también una obra de ingeniería, aunque destinada a la disposición final y confinamiento de los residuos considerados peligrosos por su impacto al ambiente y los seres humanos.
De acuerdo al Artículo 2 de la Ley Nacional Nº 24.051, “será considerado peligroso, a los efectos de esta ley, todo residuo que pueda causar daño, directa o indirectamente, a seres vivos o contaminar el suelo, el agua, la atmósfera o el ambiente en general. En particular, serán considerados peligrosos los residuos indicados en el Anexo I o que posean alguna de las características enumeradas en el Anexo II de esta ley. Las disposiciones de la presente serán también de aplicación a aquellos residuos peligrosos que pudieren constituirse en insumos para otros procesos industriales. Quedan excluidos de los alcances de esta ley los residuos domiciliarios, los radiactivos y los derivados de las operaciones normales de los buques, los que se regirán por leyes especiales y convenios internacionales vigentes en la materia”. A continuación se presentan los anexos mencionados en la ley.
CATEGORIAS SOMETIDAS A CONTROL (ANEXO I)
LISTA DE CARACTERÍSTICAS PELIGROSAS (ANEXO II)
De esta forma, los residuos que clasifiquen como peligrosos no pueden ser dispuestos en relleno sanitario, a menos de que sean sometidos a tratamientos que eliminen su condición de peligrosidad.
2. Localización de un relleno sanitario
Una de las principales dificultades en la gestión de RSU suele ser la implantación de nuevos rellenos sanitarios por los conflictos que pueden generarse para su localización. La bibliografía resalta algunas de las variables típicas a tener en cuenta (Tchobanoglous et al 1994):
- Distancia de transporte: es una de las variables importantes a considerar ya que el costo asociado al transporte suele ser un condicionante importante. En gran medida, de esto dependerá si se instalan o no estaciones de transferencia.
- Restricciones en la localización: hace referencia a las restricciones asociadas a: la proximidad a centros urbanos o aeropuertos, zonas húmedas, zonas de impacto sísmico o de suelos inestables, entre otras. La legislación nacional establece los presupuestos mínimos al respecto, pero la legislación provincial y/o municipal es la que da mayores precisiones al respecto (ver Anexo I).
- Disponibilidad de terreno: se relaciona con la escala del predio de manera de que se considere una proyección de los residuos que se dispondrán a futuro y que se cuente con suficiente terreno para las obras de mitigación de impacto como el cerco perimetral, sistema de drenajes de aguas superficiales y de lixiviados, planta de tratamiento de lixiviados, estación de pesaje, etc.
- Acceso al lugar: la disponibilidad de vías de acceso (rutas, caminos, vías de ferrocarril) es otro factor a tener en cuenta, especialmente si la distancia de los terrenos disponibles no son cercanos a la zona de recogida.
- Condiciones climatológicas: son de importancia por las complicaciones que pueden surgir para la accesibilidad al predio (fuertes vientos, anegamiento, congelamiento del terreno, nieve excesiva) o su operatoria. Consideraciones como el impacto de fuertes vientos que puedan provocar voladuras de material o la prevención de inundaciones son determinantes de la infraestructura.
- Condiciones geológicas e hidrológicas: las consideraciones en tanto a la estructura geológica y edafológica del terreno, las condiciones de inundabilidad considerando incluso aquellas inundaciones de recurrencia de largo plazo (50 0 100 años), la profundidad de los acuíferos (ver Anexo II).
- Uso potencial del lugar tras la clausura: relacionado con el uso que posteriormente se prevé darle a las tierras, pasado el período postclausura. Es importante la consideración a priori porque condicionará la infraestructura.
Experiencias locales demuestran que a estas condiciones se tienen que sumar aquellas dificultades que surjan de la conflictividad social. En otras palabras, el rechazo de la población local a la instalación de un RS. Este es uno de los problemas más acuciantes que enfrenta, por ejemplo, la Región Metropolitana de Buenos Aires. Por esto, es fundamental evaluar la percepción comunitaria de este tipo de proyectos y prever que una estrategia de educación, concientización y participación de la población que reside en las inmediaciones del lugar objetivo.
Otros factores a considerar y que adquieren mayor peso en el contexto global actual, son las condiciones ecológicas, cuestiones como los Servicios Ecológicos que prestan los ecosistemas que serían afectados, el Valor Conservativo de la Biodiversidad y los flujos de materia y energía que se verían interrumpidos, son algunas de las consideraciones que deben tenerse en cuenta en la evaluación y ponderación previa de los distintos sitios disponibles para la localización de predio.
Por todo lo anterior, es aconsejable una exploración de sitios alternativos en los que pueda hacerse un estudio preliminar y una ponderación a priori de las potencialidades y desventajas de la instalación del RS. Para esta selección De Luca (1999) menciona como criterios generales a tener en cuenta los siguientes:
- Minimizar los riesgos hacia la salud pública
- Maximizar la aceptabilidad de la comunidad
- Minimizar el impacto ambiental
- Minimizar costos
Asimismo, distintas agencias internacionales enumeran las condiciones a tener en cuenta al momento de la selección de sitios (ver tabla 1).
Tabla 1. Factores a tener en cuenta para la selección de un sitio
para la instalación de un RS |
Estrategias para la localización del sitio y la obtención del permiso1
En el apartado siguiente, se presentan una serie de recomendaciones desarrolladas por De Luca (1999) para la localización del sitio y la obtención de los permisos pertinentes para la instalación de un relleno sanitario.
La localización de un relleno sanitario tendrá éxito si cuenta con el apoyo de la comunidad. Este apoyo se manifiesta con la participación comunitaria y se retroalimenta con la búsqueda, registro y evaluación de datos técnicos y económicos.
- Participación comunitaria: dado que toda la comunidad genera residuos y que su mal manejo crea problemas ambientales, es vital el apoyo comunitario, involucrando a estos grupos en la selección del sitio de emplazamiento. Deben generarse grupos de trabajo a los cuales se les debe proporcionar la mayor cantidad de datos para fijar los criterios de selección del sitio.
- Bases de datos: La selección de un sitio de emplazamiento requiere la localización de un lugar y el desarrollo de una base de datos que justifique los mismos. Los pasos en el proceso de localización incluyen:
– Identificación de lugares factibles
– Desarrollo de criterios técnicos, científicos y económicos para la comparación de los diferentes lugares
– Evaluación y comparación de lugares factibles con el fin de seleccionar los mejores para un análisis detallado
– Investigación, evaluación y registro de los datos completos de los mejores lugares escogidos para recomendar el sitio de emplazamiento final.
Se deberían poner en contacto con:
- Dirección de Planeamiento Urbano de la municipalidad: planes globales de utilización de zonas, determinación del tipo de uso de suelo permitido, fotos aéreas de la zona, etc.
- Dirección de obras públicas municipales o estatales: planialtimetria de la zona, catastros, planos de servicios e informes, mapas de zonificación y de utilización del suelo, datos sobre vías de acceso (rutas, caminos alternativos)
- Dirección general de tránsito: datos de vías de acceso, especificaciones sobre rutas de tránsito pesado, etc.
- Organizaciones ambientales (municipales, provinciales, nacionales): datos sobre aguas subterráneas y superficiales, tipos de suelos, contaminación de agua o suelo, etc.
- Organizaciones académicas: estudios sobre contaminación de la zona en estudio para el emplazamiento del emprendimiento.
- Instituto de investigación sobre agua y suelo: mapas geológicos e hidrogeológicos, informes sobre sismos, informes sobre cotas de inundación, informes sobre erosión.
- Institutos Meteorológicos: datos sobre el clima de la zona: vientos predominantes, temperaturas máximas y mínimas, precipitaciones, etc.
Mientras se recopilan y evalúan los datos fundamentales sobre los lugares, el equipo de localización desarrollará y elegirá criterios para la evaluación del lugar.
Se recomiendan las siguientes categorías amplias de criterios:
- Marco político
- Marco regulatorio: aspectos ambientales, aguas superficiales, aguas subterráneas, hábitat natural, utilización del terreno, calidad del aire, aspectos sociales/culturales, aspectos estéticos
- Tecnológicos
- Económicos
Los criterios se utilizarán para la eliminación inicial de algunos sitios y para la selección final del lugar. La asignación de valores numéricos para cada criterio, utilizando una escala de valoración del 1 al 10. La eliminación inicial de los sitios debe realizarse de la forma menos costosa, dejando los estudios más caros y la recopilación de datos para las actividades de selección final del lugar.
Estrategia para la obtención de permisos
Las instalaciones de residuos sólidos requieren permisos nacionales, provinciales y municipales. Los permisos requeridos para la instalación de sistemas de gestión de residuos difieren según las distintas provincias. La estrategia para la obtención de los permisos incluye:
- Organismos que expiden permisos: para cada tipo de instalación se debe determinar el tipo de habilitaciones necesarias. Es una cuestión crítica para el proyectista identificar los permisos requeridos para la instalación y la definición de la secuencia de expedición de permisos.
- Implicación del organismo que expide los permisos: el organismo deberá establecer una guía escrita para los procedimientos de tramitación de permisos. El solicitante además, deberá realizar contactos personales con el organismo, para determinar la forma de la presentación, secuencias de revisiones y programaciones.
- Respuesta a las condiciones de los permisos: la expedición del permiso es el producto final de un proceso de negociación entre el solicitante y el organismo, estas negociaciones se realizan antes de comenzar la
construcción y del comienzo de la operación.
Interpretación de los requisitos legales
Dado que la comunidad opositora puede hacer fracasar los intentos de radicación o localización de un proyecto, el solicitante debe conocer y seguir todos los requisitos legales. Un estudio de localización y una solicitud de permisos defendibles, que sean correctos legalmente, resultan en la selección de un lugar aceptable.
Las leyes frecuentemente utilizadas para obtener un estudio de localización o una solicitud de permiso son el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) y la calificación urbanística del terreno fijada por el Código de Planeamiento urbano o regional.
Procedimientos de Selección de sitios
Procedimientos Gráficos
Uno de los procedimientos utilizados para delimitar el alcance del estudio de localización es utilizar la técnica del sobrelapado de mapas preparados para la totalidad del área geográfica en la cual se propone localizar un relleno sanitario.
Cada mapa es sombreado teniendo en cuenta un criterio diferente. En la Tabla 2, se presentan los factores a ser considerados en un estudio de localización.
Luego estos mapas son superpuestos unos sobre otros de modo tal obtener un mapa compuesto con las áreas disponibles. Estas áreas muestran a través de las superposiciones cuales son las que tienen menor número de restricciones.
Procedimientos Numéricos
Los procedimientos numéricos utilizan ranking de ponderación para la selección de los distintos sitios. Estos rankings se llevan a cabo mediante la asignación de un peso a cada criterio y dando una ponderación basada en su significancia para cada criterio. La puntuación de cada sitio se obtiene mediante la siguiente fórmula:
C = Σ Wi x Si
Donde:
W es el peso de cada criterio
S es la ponderación realizada
i son los criterios
Los distintos tipos de criterios y su significancia con respecto a importancia ambiental se resumen en la Tabla 3.
Tabla 2. Factores a considerar en un estudio de localización
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Bibliografía
– De Luca, Marcela. 1999. Tecnología de la disposición final mediante el rmétodo de relleno sanitario. Estudios previos y selección de emplazamiento.
Documento de trabajo del CURSO de ESPECIALIZACIÓN en GESTIÓN de RELLENOS SANITARIOS. Asociación para el Estudio de los Residuos Sólidos (ARS).
– ENGIRSU 2005. Estrategia Nacional para la Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos. Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable, Ministerio de Salud y Ambiente, República Argentina.
– Tchobanoglous, G.; Theisen, H.; Vigil S. A. 1994. Gestión Integral de Residuos Sólidos. Editorial McGraw-Hill-Interamericana de España S.A.
Por: Carlos A. Ruggerio
Fuente: Secretaria de Ambiente y Desarrollo Sustentable
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