Reducción y Opciones de mitigación de emisiones de Metano Ganado Bovino Parte 3
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- El 5 abril, 2013
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Ministerio de Desarrollo Social y
Medio Ambiente
Secretaría de Desarrollo Sustentable y
Política Ambiental
REDUCCIÓN Y OPCIONES DE
MITIGACIÓN DE EMISIONES
DE METANO
GANADO BOVINO
1- Región Pampeana
Caracterización general
La Región Pampeana ocupa el sector central y oriental del país. Comprende las provincias de Buenos Aires, La Pampa, San Luis, Córdoba y Santa Fe y posee una superficie: 535.000 Km2.
Representa el 32,5 % del total de la población del país. Su posición geográfica favorece las comunicaciones tanto con el interior del país como con el resto del mundo ya sea por vía terrestre, fluvial o marítima. Posee el 55% del total de vías férreas del país y el 80 % de los establecimientos industriales.
La pampa húmeda es una llanura de gran amplitud, en donde predomina el relieve plano, el clima es templado húmedo aunque no es totalmente homogéneo. De norte sur las temperaturas medias oscilan entre los 25 y 22º C en enero y los 10 a 7º C en julio en tanto que las precipitaciones varían desde un máximo de 1000 mm en el noreste a un mínimo de 500 mm al sudoeste. Estas diferencia de clima y relieve permiten identificar varias unidades ambientales, con características físicas y aptitudes productivas propias.
La Pampa ondulada ocupa una angosta franja a lo largo de la margen derecha del río Paraná y de La Plata. Su denominación se debe a las suaves ondulaciones del terreno, las cuales forman diversos tipos de relieves ( barrancas, terrazas fluviales y bajos).
La Pampa deprimida coincide con la cuenca del río Salado de la Provincia de Buenos Aries y corresponde al máximo hundimiento del basamento. Carece casi totalmente de pendiente y, como consecuencia de los 700 – 900 mm anuales, las aguas se estancan formando lagunas y bañados. La permanente inundación de la mayor parte de la superficie crea condiciones adversas para la agricultura, pero aptas para la ganadería. La alternancia de sequías estivales con inundaciones en las épocas frías constituye una limitante para el desarrollo.
La Pampa elevada se extiende al oeste de la planicie deprimida. Se caracteriza por un aumento de la altitud, la ausencia de cursos de agua superficiales y la presencia de lagunas salitrosas, salinas y formaciones medanosas. También en el sudoeste de la Provincia de La Pampa aparecen valles amplios y chatos originados por una red hidrográfica inexistente en la actualidad por cambios climáticos.
En casi toda su extensión la Región Pampeana posee condiciones climáticas, edáficas y topográficas que favorecen la agricultura. En estas condiciones, especialmente la nivelación general, ha sido un factor general apropiado para la formación de suelo fértil. Una excepción son ciertas zonas deprimidas como la cuenca del salado, con distritos de lagunas y suelos anegadizos demasiados húmedos en invierno, ineptos para el cultivo.
La vegetación natural es el pastizal, también denominada estepa herbácea desprovista de árboles. La uniformidad de las condiciones geográficas ha permitido la rápida difusión de los cultivos. En esta área existe un predominio de la agricultura en gran escala siendo la principal área agrícola del país. La superficie cultivada es de 23.000.000 ha (84% del total del país) principalmente con cereales (trigo y maíz) y oleaginosas (soja y girasol). En estos momentos la intensificación de los cultivos sin rotación ni prácticas conservacionistas debido a la expansión de la soja y la reducción del área maicera a provocado la erosión de los suelos conduciendo al llamado proceso de agroculturización.
Ganadería
La Región Pampeana es la principal región ganadera del país. Aquí se concentra el 80% de los vacunos. Las zonas ecológicas de más alta capacidad ganadera se encuentran en esta región. Las características salientes que se mencionaron anteriormente en cuanto a la benignidad del clima, hacen que el ganado pueda criarse y engordase extensivamente a campo. Las pasturas, si bien decaen durante el invierno, no desaparecen totalmente. Por esta razón es cada más frecuente la siembra de especies forrajeras. Existen dos tipos de zonas especializadas: las de cría y las de invernada. Las primeras coinciden con áreas de menor calidad de las pasturas, por falta de humedad o ser inundables,como la depresión del salado. En éstas predominan las vacas de cría. Allí nacen la mayor parte de los terneros que, entre los 8 y 9 meses de edad, son trasladados a las zonas de invernadas, ubicadas en terrenos altos, no salitrosos, con pasturas de cultivo y buena provisión de agua. Aquí se mantienen los terneros hasta que alcanzan los 450 kg. y son enviados al frigorífico.
Así mismo, una característica importante de esta región es la posibilidad de alternar agricultura con ganadería, aumentando la capacidad ganadera de los campos y lograr pastoreos en invierno mediante el cultivo de verdeos de inviernos o bien por medio de una rotación bien concebida con el cultivo de alfalfa.
Por otra parte la región tiene una gran importancia por la proximidad a los grandes centros de consumos y a los grandes puertos de exportación.
Un elemento a tener en cuenta en la ganadería pampeana y que define en gran medida la oferta actual y futura de carne, es la existencia del ganado bovino. Se ha producido una fuerte caída del stock ganadero llegando en los últimos años a valores cercanos a 50 millones de cabezas. Esto es debido al proceso de agroculturización en las (últimas campañas agrícolas – 97/98) que implicó el desplazamiento de la ganadería en sistemas de explotación mixtos. Muchas empresas se han desplazado hacia la agricultura mediante el proceso que comienza con comprometer el stock ganadero (para generar liquidez) y para liberar superficie y fertilidad de las praderas. Por otra parte el consumo por habitante por año viene cayendo a valores que están por debajo de 60 kg./hab./año.
En éste marco el mayor sostén del precio está asociado al consumo interno y no a la exportación.
La relación de precios entra la agricultura y la ganadería, la oferta tecnológica, la aparición de los consorcios de siembra y la difusión de siembra directa han sido las razones más importante del desplazamiento de la ganadería en la región pampeana. Esto es de suma importancia debido a que el 62 % del stock ganadero se encuentra en esta región y el 80% de la faena se realiza allí mismo.
Actualmente los valores de stock son del 11 %, mientras que la superficie sembrada con granos aumento un 24% en la zona mixta pampeana, disminuyendo la superficie ganadera útil un 30 %.
Actividad Cria
Las zonas de cría son aquellas que por el suelo , o por su clima , no permiten contar con pastos de calidad y cantidad suficiente todo el año. Los campos de cría en la provincia de Buenos Aires ocupan dos grandes depresiones: la del río Salado y la de Laprida. La primera, es la más importante y cuenta con una superficie de 6.700.000 ha., de las cuales aproximadamente 5.000.000 ha corresponden a campos naturales. La depresión del Salado se caracteriza por ser una llanura muy plana, de escasa pendiente, con desagüe dificultoso o impedido, con suelos muy heterogéneos que presentan como limitaciones más importantes, la baja infiltración, el exceso de la alcalinidad, inundaciones periódicas, presencia de tosca, salinidad, presencia de una capa u horizonte arcilloso de muy baja permeabilidad que limita la penetración radical, napa freática elevada, fluctuante cerca de la superficie y escasa pendiente. La precipitación media anual oscila entre 800 y 900 mm al noreste y aproximadamente 700 mm en la zona sudeste. En general los establecimientos son casi exclusivamente ganaderos. La base de la alimentación la constituyen pastizales naturales y en menor escala pasturas, mezclas de gramíneas y leguminosas. En los pastizales las especies predominantes son del género Stipa, Bromus, Paspalum, Sporobolus, Lolium, Setaria, Boathrichloa entre la gramíneas y Trifolium, Lotus, Melilotus y Medicago entre lasleguminosas. En la Pampa deprimida existe una pequeña proporción de tierra arable que no supera el 15 % donde pueden implantarse pasturas del género Festuca, Dactilys, Lolium, Trifolium. En suelos bajos de menor fertilidad y de mayor salinidad o alcalinidad las especies empleadas son Agropyrum y Festuca asociadas con Trifolium, Lotus o Melilotus principalmente.
La carga animal en la zona de cría oscila entre 0,5- 0,7 cabezas/hectárea, es decir que se necesitan 1,33 y 2 ha para mantener una vaca. Este valor corresponde a las pastizales naturales, los que son pastoreados en forma continua o semicontínua y tiene una producción de hasta 7 toneladas de Materia Seca/ha/año si son manejados correctamente, pero en promedio no superan las 2 toneladas. Las variaciones máximas y mínimas están determinadas en gran parte, para un mismo tipo de campo, por las condiciones climáticas, o por el manejo previo a que está sometido el pastizal. Por otra parte en las pasturas cultivadas, la receptividad media anual varia entre 1 y 2, 5 cabezas/ hectárea. Cuando los precios fertilizantes-carne es favorable, se fertilizan las pasturas con fósforo, dando diferencias de hasta 500% cuando se compara la producción de las pasturas fertilizadas con respectoa a los pastizales naturales.
Las condiciones del campo pueden mejorar en cuanto a suelo, pero la falta de lluvias adecuadas, o su mala distribución, los coloca en condiciones de inseguridad o mucho riesgo para la agricultura.
En la Región Pampeana se debe considerar a la explotación de cría a una sistema complejo de producción cuyo objetivo es tratar de obtener un ternero por vaca por año. A partir de ello la eficiencia reproductiva es la variable de mayor incidencia en el resultado físico y económico de la cría vacuna en estos sistemas de producción. Solucionados las aspectos de índole sanitaria , la alimentación es el factor de mayor influencia sobre la performance reproductiva de la mayoría de los rodeos de cría. La cantidad y calidad de forraje disponible, su distribución a lo largo del año y particularmente su variabilidad condicionan la oferta forrajera. La carga animal y los requerimientos individuales de la vaca a lo largo del año son factores independientes y que compiten entre sí dada una oferta fija. En la medida que ambos factores aumentan en los sistemas de producción, se incrementan los riesgos del sistema. La intensificación para producir más terneros debería basarse en la mejora de la eficiencia individual y la manipulación de los requerimientos de
lactación.
El destete es una de los puntos a considerar cuando hablamos de intensificación. El destete tradicional en las zonas de cría se produce entre los 8 y 10 meses de vida del ternero. Es este caso la vaca tiene poco descanso antes de la nueva parición. Está muy difundido ya que es la que más beneficia el peso del ternero( 180 – 220 kg.). El destete anticipado se realiza a los 5 a 7 meses de edad del ternero con el comienzo del otoño climático .Este tipo de destete tiene dos ventajas con respecto al anterior. A la madre, le permite un período más largo entre el destete y parto logrando una mejor recuperación al interrumpir la producción de leche, bajando de esta manera los requerimientos nutricionales. Por el lado del ternero, le permite cambiar la dieta en un momento donde hay disponibilidad de forraje. Si este último destete la achicamos de 6 a 2 meses, se produce un alto impacto sobre el sistema cría, especialmente en aquellos campos donde la oferta de forraje es limitada. El “destete precoz” permite una mejor condición corporal promedio de las vacas del rodeo e incrementos de la carga en vacas. En el se remueve la inhibición que ejerce la lactación sobre la actividad ovárica, lográndose un efecto directo sobre la fertilidad de la vaca o vaquillona.
En este último caso se puede dar servicio sin terneros al pie. Adicionalmente, el impacto del destete sobre la fertilidad del rodeo de cría es mucho mayor en los establecimientos donde las deficiencias de forrajes, por manejo inadecuado o falta de planificación han deteriorado la condición corporal y productividad del rodeo. Este forraje disponible permitirá incrementar la carga, dependiendo fuertemente de la oferta de forraje y el ecosistema en cuestión. En ambientes donde la oferta en cantidad es limitada y los sistemas de cría que soportan altas cargas, la mejora de la productividad del sistema se verificará principalmente en al incremento de la fertilidad del rodeo ( % de preñez) por efecto sobre la condición corporal de la vaca. La liberación de raciones por la disminución de los requerimientos de las vacas madres es mayor en la medida en que se acorta el período de lactación. Pasar de un destete de 6 meses a uno de 4 significaría un 10 % menos de demanda anual de raciones por parte de la vaca y realizar un destete a los dos meses representaría un ahorro del 25 %, con respecto al destete de 6 meses. A igual demanda global, un planteo con destete convencional capaz de soportar a 500 vacas madres, podría ser equivalente a una de 590 vacas si se incorporara el destete precoz. En términos generales, con iguales índices de destete, podría incrementar la carga en al menos un 20 % o en un 10 % sise realiza un destete a los 2 y 4 meses de edad.
En cuanto a los terneros existen diferencias importantes en el crecimiento de los terneros destetados anticipadamente con sus pares mantenidos con sus madres hasta una fecha de destete de 6 meses.
Existen trabajos que han demostraron que terneros destetado a los 41 y 56 días llegaron con 197 y 157 kg de peso vivo a los 205 días de vida con una eficiencia de conversión de 4,5 a 1 y un aumento diario de 800 gr. para el destete precoz a corral y de 580 gr para el grupo mantenido al pie de la madre.
Por otra parte es de suma importancia la época en que se efectua el entore, ya que este es el responsable de la época de parición, lactancia, destete, diagnostico de preñez, etc. El servicio se realiza en la época de mayor oferta forrajera y su duración es tres meses. De esta manera los animales aprovechan el forraje con mayor eficiencia en el período de sus mayores requerimientos nutritivos. Por otra parte con este tipo de entore se obtiene una parición estacionada y en corto tiempo, logrando lotes de terneros parejos, con requerimientos nutritivos y de manejo muy semejantes, que permiten el destete de todos ellos al mismo tiempo. De esta forma no hay diferencia entre “cabeza y cola de parición” y permite un buen manejo sanitario (por ejemplo brucelosis). La eficiencia reproductiva se eleva hasta reducir el período entre partos a un año. Otras herramientas de manejo también son empleadas cada vez con mayor frecuencia, este es el ejemplo del diagnostico de preñez por tacto rectal, la que permite estimar el mes y período de parición.
A continuación se presenta un cuadro comparativo entre dos sistemas de producción:
Comparación de indicadores de productividad en dos sistemas de cría
Como se observa la menor eficiencia biológica de la cría – con su correlato en las medidas de eficiencia económica- determinó que haya sido relativamente desplazada por actividades más rentables donde éstas encontraron aptitudes suficientes. Esto condujo en muchos casos, a un descenso debido a sus resultados inferiores. La actividad cría es relegada en la asignación de recursos, lo cual lógicamente da resultados inferiores. Este enfoque parcial que establece una competencia entre actividades en función de su eficiencias individuales, tienen su contrapartida en aquellos planteos en los que se prioriza la eficiencia global del sistema y en los que se tiene claro que la aplicación de tecnología en la cría, en la mayoría de los casos no significa realizar grandes inversiones monetarias sino, simplemente una inversión intelectual. En muchas zonas donde la cría es actualmente la única actividad posible, las medidas de mitigación de las emisiones de metano están enfocadas hacia el aumento de la productividad a través de las siguientes conceptos:
- Prácticas de manejo: y sanidad:
- Servicio estacionado
- Diagnóstico de preñez
- Fecha y duración del servicio
- Correcto plan sanitario y rodeo libre de enfermedades venéras.
- Manejo nutricional a lo largo del año
- Optimización de la carga animal en equilibrio con altas tasas de procreo
- Oferta de forraje apropiada a cada etapa del animal
- Manejo diferencial por categorías
- Revisación de toros
- Destete temprano o precoz
- Servicio a los 15 meses
- Inseminación Artificial
- Cruzamientos
- Capacitación del personal
Actividad Invernada
Recibe el nombre de invernada al proceso productivo que consiste en el engorde de animales.
Cualquier categoría animal es sujeta a inverne; vacas, toros de refugo, vaquillonas, pero básicamente terneros de destete y novillitos, siendo el destino final la faena de dichos animales. A diferencia de lo que sucede en la explotación de cría, donde se dan ciclos de altos y bajos requerimientos, en la invernada los aumentos de peso de los animales son constantes y elevados, de modo que todo el sistema de producción debe aportar la mayor cantidad de alimento con las mínimas variaciones para que el aumento de peso sea constante y llegar a peso de faena en el menor tiempo posible, de la forma más económica y con las menor emisiones de metano posibles. En la zona oeste de la Región Pampeana se concentra la actividad de recría y engorde, recibiendo una importante cantidad de terneros y novillitos producidos den el Noreste ergentino (NEA). Los animales de estas regiones son cruzas de británicos con razas índicas, aunque por la presión comercial sobre calidad y terneza que hoy exige los mercados, las razas británicas son las que constituyen en mayor proporción. La base esta actividad son las pasturas consociadas y los verdeos estacionales. En la principal zona de invernada, la alfalfa (Medicago Sativa) constituye la principal forrajera, en cultivos puros o consociados con gramíneas. Las especies más utilizadas son Dactilys glomerata, Festuca arundinacea, Lollium pernne y Bromus unioloides. En las zonas con problemas para el desarrollo de la alfalfa por la existencia de carbonato de calcio en el suelo, como es el
sudeste de la Región Pampeana la base de la dieta son pasturas mezclas con gramíneas con leguminosas como Trifolium repens y Trifolium pratense. Estas pasturas producen en promedio 10- 12 toneladas de materia seca al año, pero el 60% de dicha producción se logra en un período de cuatro meses durante la primavera-Verano. Los cultivos anuales pastoreados como verdeos estacionales son Avena (Avena sativa), raigras tama( Lollium multiflorum Lam) y en la pampa
arenosa centeno (Secale cereale).
Si bien la base de la dieta la constituye el forraje proveniente de pasturas y verdeos, existen productores que suelen recurrir a la suplementación con concentrados, básicamente granos de maíz, sorgo y cebada o avena en menor escala. Cunado se suplementa , se realiza al final del ciclo para acelerar el engorde y asegurar la deposición de grasa de cobertura mínima que requiere el mercado.
Los niveles de suplementación son variables pero en promedio no superan el 30% del total de materia seca consumida.
En ciertos planteos intensivos iniciados en los últimos años, suele suministrarse silo de maíz en invierno con el objetivos de mantener altas cargas en dicha estación y poder mejorar la eficiencia de cosecha del crecimiento primavero- estival en las pasturas.
A pesar de ello el sistema de producción tradicional continúa siendo de pasto a carne con una eficiente utilización de los recursos forrajeros, lo que lleva a producir prácticamente carne libre de contaminación de productos químicos. Este sistema de producir carne vacuna con pasto como principal recuso forrajero responde a dos factores de mercado. En primer lugar, el pasto, es el forraje más barato que se dispone para la alimentación de los novillos, con una calidad suficiente para que la invernada sea eficiente. En segundo lugar, satisface las necesidades del gusto del consumidor.
Hace 10 años el objetivo era mejorar los índices de ganancia de peso de 300 a 500 gr/día y acortar la duración de la invernada. Este objetivo hoy se ha logrado con sistemas de producción altamente eficiente desde el punto de vista biológico como se ve en el cuadro de la página siguiente.
Tanto en el pasado como en el futuro, la producción se destina a un mercado interno exigente, o sea consumo que busca categorías jóvenes ( terneros, vaquillonas, novillitos y novillitos livianos) de muy buena terminación, que aseguren rendimiento y terneza. Precisamente este tipo de res se logra con planteos de invernadas sobre pasturas que tengan alta ganancias diarias de peso, bajos pesos de ingreso y salida y una consecuente alta eficiencia de stock. De esta manera se logra una buena terminación de los animales. La terminación dada especialmente por la distribución de pequeñas cantidades de grasa entre las fibras musculares o “veteado” de la carne y por una delgada capa de grasa que se acumula entre la carne y la piel que permite el manipuleo de las reses sin que sufran daño ni desmejore la calidad de la carne para consumo.
Al hablar de invernada podemos referirnos a distintos planteos que a continuación detallamos:
1- Invernada lenta o poco eficiente: Se demora mucho tiempo en terminar el novillo, bajo ritmo de engorde y ganancias de peso de 300 a 400 gr/día. Generalmente una inadecuada alimentación y un mal cuidado sanitario son las principales causas de una invernada lenta. Esto puede deberse a que el forraje ofrecido sea de mala calidad, con tipo de animal no adecuado, mal manejo, excesiva carga animal o un sistema de pastoreo inadecuado.
A- Invernadas de 18 meses con entrada en marzo ( raza británica): Este plateo presenta la mayor carga en otoño – invierno. Aquí los animales pasan dos inviernos en el establecimiento, que es la época de bajos aumentos de peso y sólo una primavera. Con aumentos de 550 gramos por día, la caga media es de 189 EV y se presenta en el período de marzo a agosto. A pesar de sus inconvenientes esta invernada se utiliza en planteos agrícolas ganaderos, con predominio de granos de cosecha fina y con verdeos de inviernos como recursos forrajeros.
B-Invernada de 18 meses con entrada en junio (raza británica): En esta invernada se dan dos períodos de altas ganancias diarias ( primavera ) y una de bajos aumentos. Al igual que en la invernada anterior, con 550 gr. por día de peso, la carga media entre marzo y agosto es de 128 EV.
Esta invernada se ajusta muy bien a planteos con gran proporción de pasturas.
C-Invernadas de 18 meses con entrada en octubre ( raza británica): Aquí se dan las menores cargas en otoño invierno (99 EV) y la mayor desventaja es el precio de los terneros en la fecha de entrada.
D- Invernadas de 17 meses con entrada en marzo ( Cebu): con aumentos de 670 gr por día
E- Invernadas de 20 meses con entrada en marzo (Cebu): con aumentos diarios de 550 gr por día
2-Invernada rápida o invernada corta: Proceso cuyo ritmo de engorde es alto y ganancias diarias de peso de 600 a 800 gr/día. Generalmente son terneros que se destetan y al año se venden para faena.
Invernada de 12 meses ( raza británica): Este planteo es propio de planteos de avanzada, que permiten a los novillos llegar en 12 meses a 415 kg., con aumentos de peso de 670 gr. por día. Aquí hay una mayor eficiencia en la producción de carne, incrementándola un 50% con respecto a los planteos anteriores. La desventaja es que puede coincidir con bajos precios de mercado.
**Nota: En todos los casos de razas británicas los animales entran con 175 kg. y los novillos se venden con 450 kg.. Los animales con 1/2 sangre Cebu entran con 200 kg. y son terminados con 550kg.
Por otra parte la duración de la invernada está en función directa del tipo de alimentación que recibe. Es así como se dividen en invernadas a pasto o pastoriles, invernadas a pasto + suplementación o sistemas intensivos denominados Feedlots.
Invernadas pastoriles
Para llegar a lograr una producción de carne alta, eficiente y rentable en estos sistemas es necesario compatibilizar una alta ganancia de peso con la mayor cantidad posible de esos animales eficientes por hectárea. El concepto fundamental de una cadena pastoril es el de ofrecer forraje en forma permanente a los animales en engorde. Para ello se debe maximizar la producción de pasto, maximizar la cosecha del forraje y obtener la máxima conversión alimenticia. En este último punto es donde se debe trabajar para reducir las emisiones de metano. El consumo está regulado por la cantidad de forraje disponible, la calidad del pasto, su porcentaje de materia seca y la capacidad del rumen animal. La calidad del pasto debe tener un 65 a 70% de digestibilidad y no más. Por encima de 70 % pierde importancia la calidad del forraje como limitante del consumo. Por último, en estos sistemas basados en la eficiencia biológica, es de suma importancia la eficiencia en transformar el insumo forraje en carne. Para ello se mencionan las distintas prácticas que podrían reducir las emisiones de metano.: mejorar la genética animal y vegetal, aumentar la eficiencia de cosecha, cuidar la sanidad, realizar una fertilización de pasturas y realizar intersiembras.
Ejemplos zonales
Las zonas de invernadas de la región pampeana se encuentran caracterizadas en función de los siguientes índices.
- Ganancia de peso promedio
- Producción de carne: Salidas del ejercicio(Kg) + consumo (Kg)- entradas del ejercicio(Kg) +/-
diferencia de inventario - Producción por cabeza promedio
- Duración de la invernada
- Producción por hectárea ganadera de invernada
- Eficiencia de stock (ES)
- Producción por cabeza promedio: 170 Kg / cab. /año. ( 142 – 180)
- Producción por hectárea ganadera de invernada: 400 – 430 Kg/ ha
Ganancia diaria: 600 – 800 gr día
Verano: 400gr/día
Otoño: 600 gr./día
Invierno 400 gr./día
Primavera: 1100 – 1500 gr./día
Pasto + Suplementación:
En estos planteos la invernada pastoril es complementada con suplementos para contrarestar déficit en la cantidad o en la calidad del forraje ofrecido. Es así como la suplementación surge como nexo para aumentar la eficiencia en el uso y manejo de todos los recursos.
La suplementación permite incrementar la carga animal, aumentar la ganancia de peso y prevenir enfermedades infecciosas. La suplementación actúa como amortiguador de las caídas de ganancia de peso conforme se produce un aumento de carga animal. Estos cambios en la producción animal se reflejan en la producción por hectárea. Cantidades crecientes de suplementación aumentan la producción por hectárea, pasando el punto de máxima producción por hectárea hacia las cargas más elevadas.
Pero básicamente la suplementación se usa como una factor de seguridad y como un factor de producción. En este último se utiliza como factor que contribuye a un mayor ajuste entre la demanda de los animales y la oferta forrajera y trabajar con una carga animal más ajustada, sin desperdiciar pasto en algunas estaciones y evitando faltantes en otras
Por otra parte la flexibilidad que ofrece este sistema se basa en la transferencia de forraje (henificación) como factor de seguridad.
La suplementación con granos se realiza de la siguiente manera según sus objetivos.
1, 5% del peso vivo del
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