Reconversión de residuos de “panza” bovina en humus con fines productivos en el Matadero de El Bolsón
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- El 5 mayo, 2011
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Resumen
En el Matadero de El Bolsón, se faenan semanalmente 50 a 70 bovinos, generando aproximadamente 4 m3 / mes de “panza” que son reconvertidos en abono (humus) mediante compostaje y vermicomposta para su aplicación en la producción de fruta fina de la Comarca Andina del Paralelo 42. Los resultados obtenidos con lombricultivos de laboratorio y en condiciones de temperie (sin cobertizos) con esta materia orgánica biodegradable (MO) son: 1) Las pruebas en bandejas (P5L) con “panza” pura evidencian que este material fresco, aún al cabo de 60 días, no permite el desarrollo de las lombrices, mientras que, con mas de 3 meses de añejado (sin volteo), posibilita un apropiado crecimiento del lombricultivo. El agregado de hasta un tercio de aserrín de pino Oregon no incide sustancialmente sobre los parámetros reprobiológicos; 2) La fecundidad de las lombrices con esta ración oscila entre 3,65 y 3,98 lombrices/cocón, siendo la cantidad de cocones producidos/semana/adulto de 2,51 a 2,58, con un potencial reproductor de 489 a 519 lombrices/lombriz adulta/año. El reclutamiento potencial que proporciona este alimento supera al basado en estiércol de conejo, egestas equinas y aún el propio estiércol bovino; 3) Con una población exigua de lombrices de 41.650 animales, con siembras de baja densidad (3.332 lombrices/L), se consigue al cabo de 9 meses multiplicarla 47 veces, arribando a 156.236 lombrices/L, con las que se aborda la totalidad de la generación de residuos del predio (70 m3 que proporcionarán unos 38 m3 de vermihumus); 4) La evolución del potencial reproductor (R”) indica que la extracción de las lombrices o la subdivisión del lombricultivo debe realizarse antes de que el R” alcance un valor asintótico cercano a 140 lombrices / lombriz adulta; 5) El comportamiento grupal de las lombrices, cuando se producen inseminaciones de sustratos con baja densidad, hace que ellas autolimiten su expansión en el nuevo medio a densidades no inferiores a 8.000 lombrices/Lecho, lo cual favorece el encuentro entre los sexos en la franja de permanencia o de ocupación efectiva y a lo largo de 60 días; 6) La conducción de los lombricultivos basó en una estrategia mixta (mantenimiento de las lombrices en pila invernal alta, con adiciones aperiódicas de composta); 7) La altura de la pila para el invierno, de 60 cm, permite que la población de lombrices no experimente mortalidad por frío, aunque la temperatura del lombricultivo en inviernos crudos se mantiene entre 2 y 40 C, lo que deriva en la ausencia de cópulas. Por ello es preferible acrecentar la altura de la MO que sirve de medio / alimento a las lombrices a 1,0 m; 8) El humus obtenido es de muy buena calidad, pero si los inviernos son muy fríos conviene extender la maduración, con lo cuál la duración del proceso todo abarca 12 a 13 meses.
Palabras clave: Reconversión contenido digestivo bovino; Conducción lombricultivos, Reprobiología lombrices rojas.
Introducción
En la Comarca Andina del Paralelo 42, la producción orgánica de fruta fina y lúpulo se enfrenta de continuo a la falta de abono orgánico del área, debiendo recurrir al suministro del mismo, proveniente de otras províncias, encareciéndose este insumo indispensable. Motivación con la que se desarrolló la propuesta desde la Agencia de Extensión Rural del INTA Bolsón (EEA INTA Bariloche), para la reconversión de residuos sólidos (rúmen o panza) del matadero de El Bolsón. Cumpliendo con el propósito de solucionar una problemática ambiental (olores, lixiviados), logística (transporte, disposición final) y costos, reduciendo el volumen del residuo y agregarle valor al reconvertirlo en un abono de alta calidad apto para la reinserción en el circuito de la producción orgánica de la Comarca que, hoy posee un distintivo de calidad de origen.
En el matadero de El Bolsón se faenan semanalmente 50 a 70 bovinos con un peso medio de 300 kg c/u, generando 2 toneladas por més (4 m3) de un residuo sólido, integrado principalmente por el contenido ruminal y otros restos parcialmente digeridos del tubo digestivo todo. El residuo, por experiencias previas, se sabe, es pasible de su reconversión en abono, asociando procesos de compostaje y vermicompostaje (Schuldt, Guarrera y Freyre, 1997).
Con el fin de optimizar el proceso, se procedió a evaluar la conveniencia de enmendar esta materia orgánica con algún estructurante o no, lo cual se fundamenta en que parte de los animales destinados al matadero provienen de un engorde a corral, cuya ración propende a bajar la relación carbono/nitrógeno por debajo del optimo para el desarrollo del compostaje (25/1 a 40/1), relación en la que normalmente se halla la “panza” bovina. Por tal motivo se implementaron pruebas en bandejas con tres raciones distintas, teniendo como principal componente la “panza” bovina. Estas pruebas (Schuldt, Christiansen, Scatturice y Mayo, 2005) permiten determinar la proporción más adecuada de estructurante, establecer los tiempos mínimos de compostaje de la materia orgánica enmendada y relevar los principales parámetros repro-biológicos de las lombrices en los medios en cuestión.
Simultáneamente, interesó desarrollar un esquema de manejo intrapredial de la totalidad de la corriente de materia orgánica, resultante de la faena bovina, a los fines de su reconversión productiva. La generación mensual del residuo a biodegradar es de 2 toneladas al mes (24 toneladas al año) equivalente a 48m3 de panza/año, requiere la puesta en marcha de 20 lechos de lombricultivo para transformar el residuo en cuestión en abono, con una población de 2.000.000 a 2.500.000 de lombrices. Paralelamente, se hace necesario atender una generación acumulada del órden de 40 m3, para cuyo procesamiento, son necesarios 40 lechos que para su puesta en funcionamiento, requieren una siembra mínima de 65.000 a 100.000 lombrices, con lo que la demanda de lombrices asciende a un mínimo de 2.100.000 (Schuldt, 2008).
Existiendo limitaciones para acceder a esa cantidad, parte de la estrategia fue desarrollar las lombrices necesarias, partiendo de un lote de 41.650 lombrices, provenientes de un lombricario a escala doméstica.
El objetivo del trabajo fue delinear la conducción de los lombricultivos para atender la generación del residuo y su transformación, partiendo de un lote reducido de lombrices y en el marco de las condiciones de temperie reinantes en la Comarca y a los fines de posibilitar una extrapolación a otras corrientes de residuos sólidos orgánicos biodegradables.
Materiales y Métodos
I. Pruebas en bandeja (P5L).
1) Aspectos generales
Se utilizaron Eisenia fetida adultas (grandes, con tallas de 5 a 7 cm) procedentes de un lombricultivo experimental de El Bolsón (Prov. Río Negro), aclimatadas 7 días en un laboratorio de la Agencia de Extensión Rural del INTA El Bolsón (EEA INTA Bariloche, Prov. Río Negro). La temperatura fluctuó entre 15 y 22 0 C. Las experiencias se iniciaron el 11.01.2010 y finalizaron el 03.03.2010, tras 53 días de permanencia en las mismas. No se realimentó. En atención a los volúmenes del medio / alimento se entiende que la ingesta fue ad libitum (Figura 1).
Figura 1. Pruebas en bandeja con 5 lombrices (P5L) con su respectiva trampa de agua (bandeja mayor conteniendo la bandeja menor con el alimento a testear). |
Se siguió el protocolo de procedimientos propuesto en Schuldt, Christiansen, Mayo y otros (2009), estableciéndose que la capacidad de porte del medio no fue sobrepasada a lo largo de la experiencia.
2) Dietas ensayadas
Como medio de cultivo y alimento para las lombrices se utilizaron:
Dieta 1. Contenido ruminal (panza) fresco.
Dieta 2. Contenido ruminal añejado (3 meses), y
Dieta 3. Una enmienda con el contenido ruminal añejado (66%) y aserrín de Pino Oregon (33%).
Nota: Valores relativos referidos al volumen que ocupan en la mezcla.
Cada una de las dietas (MO) fue dispuesta en bandejas plásticas (Pet) de 16x14x4 cm, enrasando el alimento de prueba con el borde del recipiente. Cada bandeja fue introducida en otra mayor de 26×18,5×5,5 cm con agua, oficiando de trampa para mantener el control sobre los individuos contenidos en ellas (cuando se dan circunstancias adversas para las lombrices en el medio en que se encuentran, se producen fugas relacionadas con la búsqueda de sustratos mas adecuados). La valla liquida de 2 a 3 cm de altura retiene a los animales fugados que, por regla general, sobreviven mas de 12 horas en el agua (incluso mas de 24 horas con temperaturas inferiores a 180 C).
Se implementaron 3 réplicas por MO o combinación, con sus respectivas trampas.
El aserrín de Pino Oregon provenía de maderas estacionadas y no tratadas (sin pentaclorofenol). El agua utilizada era potable, proveniente de la red domiciliaria, y filtrada con carbón activado para eliminar el cloro previo suministro a los animales.
3) Desarrollo del test y valoración
El alimento que se incorporó a las bandejas se hallaba en condiciones de humectación apropiadas para las lombrices (85-95%) y con una antelación de al menos 48 horas respecto del ensayo.
Emplazadas las bandejas se procedió a poner 5 lombrices (P5L) adultas en contacto con el medio que se prueba (en la superficie), observándose su ingreso (el desplazamiento superficial sin ingreso al sustrato transcurridos 5 minutos es un comportamiento que indica falta de aceptación del medio / alimento).
A lo largo toda la experiencia, 5 días por semana, se revisó la trampa de agua de cada bandeja. El día 53 se procedió al análisis del contenido de cada bandeja, consignando para Eisenia fetida: el número de cocones (vacíos y con contenido), cantidad de juveniles, subadultos y adultos, procediéndose al cálculo de la fecundidad y el potencial reproductor (R”).
La fecundidad (el numero de embriones o juveniles por puesta) surgió de contrastar el número de cocones eclosionados (vacíos) con la cantidad de juveniles y/o subadultos de la bandeja, con lo cual se evitó la disección de cocones prestos a eclosionar.
La tasa de eclosión relativa resulta del cociente entre los cocones vacíos (eclosionados) y la totalidad de los cocones producidos por bandeja multiplicados por 100.
4) Cálculo del Potencial Reproductor (R”)
Una expresión simple que ha dado resultado en invertebrados es la que derivamos de Wildish (1979, 1980), donde R” = x(bnp) [x: 100 lombrices de la población en una situación dada; (b): número medio de embriones-lombrices / cocón; (n): número medio de puestas / año; y (p): las proporciones de adultos]. Los datos utilizados de fecundidad, frecuencia de puesta semanal resultan de las P5L implementadas.
II. Condiciones de Temperie
Los lombricultivos analizados se hallaban emplazados en el predio del Matadero de El Bolsón (Prov. Río Negro), en condiciones de temperie. Se trata de lombricultivos mixtos de Eisenia fetida y Eisenia andrei. Las lombrices provenían de un lombricultivo experimental de El Bolsón (Prov. Río Negro).
1) Información sobre dietas
El sustrato utilizado para el lombricultivo fue “panza” bovina añeja, conformando 2 sectores de cultivo de 12,5 lechos (24,25 m2) c/u y con una altura de 0,5 a 0,7m. El material orgánico (MO) se acondicionó (29.11.2009), controlándose el riego y la temperatura durante 3 semanas, siendo luego inseminado (22.12.2009) a razón de 3.332 lombrices / Lecho (fig. 2). El pH de la mezcla de MO al inicio del vermicompostaje fue de 7,5 a 8,0 (Tabla 3).
2) El muestreo
En el muestreo se consideraron hasta 5 estamentos poblacionales: 0) Cocones vacíos; 1) cocones con contenido; 2) ejemplares juveniles, translúcidos, inferiores a 1,5 cm de longitud; 3) animales subadultos, pigmentados, carentes de clitelo, menores de 3 cm; y 4) lombrices adultas. Se muestreó con un extractor cúbico de substrato (unidad de muestreo-u.m.: 421,87 cm3; base: 7,5 cm; tamaño de muestra: 2 u.m..(muestreo sobre nivel de actividad de las lombrices)(Schuldt, Rumi, Guarrera y de Beláustegui, 1998). Los resultados se expresan en lombrices / Lecho, siendo un lecho (L) una superficie de 1×2 metros (2m2).
El sector de cultivo (S1) inseminado el 22.12.2009 fue muestreado el 15.08.2010 y el 14.09.2010 (fig.4).
c) Densidad nominal (dn) y efectiva (de)
La densidad nominal (dn) se calculó asignándole al cocón un valor de 1, un criterio tradicional en lombricultura (Ferruzzi, 1987) y que se aplicó en el presente trabajo, mientras que en el calculo del potencial reproductor (R”) el contenido efectivo del cocón se estimó en 3,65 a partir de los resultados de las P5L, valor con el que se puede calcular la densidad efectiva (de).
d) El potencial reproductor
El potencial reproductor R”= x(bnp) (Schuldt, Rumi, de Beláustegui y otro, 1999) resulta de considerar los términos de R” referidos a 100 lombrices de la población (x), número medio de embriones-lombrices/cocón (b), el número medio de puestas/año (n), y las proporciones de reproductores activos, mas aquellos animales próximos a alcanzar la madurez (adultos y subadultos) (p).
En el presente trabajo se calculó “n” considerando una puesta semanal y a lo largo de 52 semanas, confiriéndole carácter “anual” al R”. El procedimiento se justifica ya que los resultados de las P5L tienden a reflejar una frecuencia de puesta que tiende al máximo pero que decae gradualmente después de los 90 días post eclosión. La fecundidad resultó de las P5L (3,65 lombrices/cocón).
Resultados
I. Pruebas en bandejas (test P5L)
La Dieta 1 (rúmen fresco, ph 8,5) a diferencia de las restantes (Tabla 1), no tuvo aceptación inmediata, generando fugas continuas a las trampas de agua.
Aun 60 días después, estos ejemplares, que sin experimentar mortalidad, no evidencian crecimiento. Se observa un predominio de ejemplares con pérdida del clitelo. La ausencia de puestas en las bandejas con esta ración se halla en franco contraste con lo observado para las raciones restantes (Tabla 1). En condiciones de temperie, este material suele albergar una cantidad importante de Enquitreidas provenientes del medio natural circundante.
Tabla 1. Eisenia fetida. Contraste entre Dietas 2 (rúmen puro anejado) y Dietas 3 (rúmen añejado c/ aserrín). Parámetros Reprobiológicos (D.S: Desviación estandar). |
Los parámetros reprobiológicos hallados para las Dietas 2 y 3 se resumen en la Tabla 1. Se observa la prevalencia de diferencias no significativas para todos ellos en ambas raciones, esbozándose un leve incremento de la fecundidad para la dieta con el componente aserrín de Pino Oregón, que se traduce asimismo en un mayor potencial reproductor y por ende incrementa el reclutamiento (Tabla 3).
II. Desarrollo de los lombricultivos en el predio.
La generación de MO (“panza”) del matadero es de aproximadamente 2 t/mensuales (4 m3/mes), al que se agrega la generación previa (sin disposición final hasta la implementación del proceso de compostaje y vermicompostaje). Las limitaciones en cuanto a disponibilidad de lombrices para procesar la totalidad de la MO del predio, hizo que se insertara a los anélidos en un Sector de 12,25 Lechos (24,5 m2) donde la población podría multiplicarse hasta arribar al tamaño adecuado para atender el procesamiento de la MO mencionada, a la que habría que agregar la generación de febrero a noviembre 2010 que, estaría sin posibilidades de ser atendida con lombrices y que para entonces se estimó en 18 t, elevándose la MO a tratar aproximadamente a los 65-70 m3. Volumen que implica disponer para fines de noviembre 2010 de al menos 2.100.000 lombrices.
La “panza” con más de 3 meses, a contar desde la generación, para emplazar el Sector 1 se acondicionó para compostar con una altura de 60 cm, insumiendo 12 m3 de MO. La temperatura alcanzo los 400 C (Figura 2).
Figura 2. Sector 1 conformado con “panza” añeja. |
Tras el descenso de la temperatura de la MO del Sector 1 a 260 C se efectúa la inseminación del sustrato con una población de 41.650 lombrices (3.332 lombrices/L), siguiendo el eje longitudinal del sector, cubriendo una franja de 0,75 m ancho. Al cabo de 50 días las lombrices se mantenían principalmente en torno a ese corredor comprendiendo una superficie de 10,5 m2 (5,25 Lechos). y recién al cabo de 70 días (marzo 2010) la población tendía a distribuirse uniformemente en todo el Sector 1.
Se realimentó a fines de marzo y a fines de mayo 2010 para contrarrestrar las bajas temperaturas del cultivo (Tabla 2), de modo que la altura del Sector 1 nunca descendió a menos de 50 cm.
En agosto 2010 el tamaño de la población alcanzó los 127.822 individuos/Lecho, aumentando a 156.267 lombrices/Lecho en septiembre 2010, lo que implica una incremento de 46,89 veces la población inicial. La estructura de la población se aprecia en la figura 2, siendo llamativa la ausencia de puestas (cocones) en agosto, relevándose estas recién en el muestreo de septiembre. La densidad poblacional consignada tiende a la capacidad de porte del sustrato / alimento (Schuldt, Rumi y Gutierrez-Gregoric, 2005), por lo que se implementaron medidas para extraer / reubicar parte de la población de lombrices (Figuras 5, 7).
Coincidente con el muestreo de septiembre, se dispuso una franja de cebado (panza y estiércol de corral) de un metro de ancho y con 10-15 cm de espesor a todo lo largo del Sector 1 para concentrar las lombrices. Al mismo tiempo se armo un Sector aledaño (Sector 2) con panza de más de 3 meses de añejamiento, en contacto con el Sector 1 y con similares dimensiones y altura de base, permitiendo un pasaje gradual de las lombrices al mismo (Figura 5).
Figura 5. Sectores 1 (derecha) y 2 (izquierda, vista parcial). Preparando la franja (cebado) para concentrar las lombrices del Sector 1 que no se fugan al Sector 2.
Figura 6. Cobertura con semisombra de los Sectores 1 (derecha) y 2 (izquierda).
Figura 7. Decapado superficial del Sector 1 para trasladar lombrices remanentes al Sector 2 aledaño.
De este modo, se cumple en noviembre 2010 con los objetivos del proyecto de extraer el humus del Sector 1 (tabla 3) y rearmarlo con lombrices remanentes y nueva panza añejada, favorecer la multiplicación en los Sectores 1 y 2 e inseminar el Sector 3 de 40 lechos, alcanzando y sosteniendo el vermicompostaje de toda la panza del predio.
Figura 8. Pareja de Bandurrias (Theristicus melanopis). Las lombrices integran su dieta.
Figura 9. Perforaciones en la red semisombra ocasionadas por el pico de las bandurrias (escala: cm –subdivididos en mm).
Figura 10. Sector 1 tras la extracción del vermicompost. La franja de “panza” de la derecha alberga la población de lombrices necesaria para colonizar la MO que será volcada a continuación en este sector.
Figura 11. Sector 3 con “panza” acumulada a lo largo del proceso y aún no inseminada (etapa de compostaje). Se aprecia la cobertura con aserrín de Pino Oregón.
El reordenamiento y volteo del Sector 3 genero olores que se consiguió minimizar cubriendo la superficie expuesta con una capa de aserrín de 3 a 5 cm de espesor (Figura 11).
En cuanto al humus producido (Tabla 3) es un producto excelente, con muy alto contenido de materia orgánica (MO), muy bajo tenor de sodio y baja conductividad eléctrica (Ce), buena provisión de nitrógeno, aunque algo bajos los valores de fósforo y potasio. La relación carbono / nitrógeno inferior a 20/1 indica madurez.
Discusión y conclusiones
En lo que respecta a la conveniencia de incorporar aserrín a la panza, su adición suele tener una incidencia positiva en muchos sustratos (Schuldt y Testa, 2010), sobre la base de las P5L, se concluye que, prácticamente no se observan beneficios remarcables sobre los parámetros repro-biológicos. No obstante, mejora la porosidad del sustrato y permite reducir la incidencia de olores, brindando además protección térmica. En forma de viruta y adicionada periódicamente, dificulta la predación sobre las lombrices, principalmente frente al pico de las Bandurrias, cuya presencia obliga además al uso de una buena mediasombra apoyada en la superficie de los sectores (Figura 8, 9).
Interesa contrastar los parámetros reprobiológicos de E. fétida y E. andrei para la panza bovina en relación con otros medios/alimento utilizados. Ambas Eisenia ssp. presentan una frecuencia de puesta variable de 1 a 4,9 cocones semanales, con una fecundidad que oscila de 0-9 embriones o lombricitas/puesta, siendo común hallar de 2 a 4 juveniles que eclosionan de c/cocón (Venter y Reinecke, 1988; Schuldt, Rumi y Gutierrez-Gregoric, 2005 y Domínguez, 2004). Tomando como referencia los resultados obtenidos con distintas raciones en pruebas de bandejas, nuestras experiencias con estiércoles de conejo, equino y bovino puros (Tabla 4) permiten apreciar en esa secuencia que la producción de cocones/semana/adulto que resulta de alimentar con “panza” constituye una ración interesante para las lombrices desde el punto de vista productivo, particularmente si focalizamos simultáneamente en la fecundidad que, para el rúmen, tiende a 3,6 juveniles/cocón, superando la ración basada en el estiércol de conejo y la formulada con egestas bovinas -3,4 juveniles/cocón.
El efecto combinado de la frecuencia de puesta y la fecundidad interesa para la toma de decisiones en cuanto al alimento mas adecuado en el marco de las estrategias de conducción adoptar / adoptada y se puede expresar en términos del reclutamiento potencial de juveniles que se agregan semanalmente a la población. Resulta evidente que el rúmen proporciona una dieta mas adecuada aún que el estiércol equino (a pesar de la elevada fecundidad -4,2 juveniles/cocón) ya que casi triplica la producción de reclutas (Tabla 4). La “panza” permite un reclutamiento mayor que el esperable del estiércol de la misma especie, lo cual podría relacionarse con el hecho de que el rúmen posee una mayor cantidad de microorganismos que el estiércol, donde la digestión ha diezmado las poblaciones de flagelados y otros protistas que integran la dieta de las lombrices.
Sobre la base de experiencias previas (Schuldt, Christiansen, Mayo y otro, 2011) se constata que el potencial reproductor (R”) es un estimador suficientemente sensible para detectar cambios físico-químicos y biológicos que afectan la biología reproductiva de las lombrices, recomendándose una aplicación criteriosa del concepto aunada al análisis de la estructura poblacional. Los valores de R” observados van de 500 a 14.000 (5 a 140 lombrices/lombriz adulta). El cálculo de R” orienta sobre el desarrollo del lombricultivo. Cuando la densidad poblacional es elevada, la frecuencia del acoplamiento decrece y se acentúa el riesgo de fugas no programadas. Si tomamos el nivel de referencia del R”, para la estructura de una población en equilibrio con su medio, en un valor de R” cercano a 140 lombrices / lombriz adulta (situación de las lombrices del semillero en su medio de origen previo a la siembra del sustrato con ellas), la dilución que resulta de la siembra en un nuevo medio (S1) incide positivamente sobre la frecuencia de los acoples. El muestreo de agosto plantea una situación donde el bajo valor de R” (9 lombrices / lombriz adulta) indica que la continuidad de los acoples esta asegurada, mientras que los guarismos de R” en septiembre (49 lombrices / lombriz adulta) constituyen en ese instante solo un 35% del R” máximo (que es cuando el reclutamiento es mínimo) (figura 4). Con la cantidad de juveniles presentes que, gradualmente ingresan al estamento de los animales subadultos, se espera que el R”, cuanto menos se duplique, tras lo cual la frecuencia de los acoples disminuirá, obligando a extraer lombrices del cultivo o aumentar la superficie cultivada (figura 3, 4).
El comportamiento grupal de las lombrices ha merecido atención, dado que algunas estrategias de conducción asientan en el mismo, como es el caso de la autosiembra que, consiste en dosificar el alimento de modo que, una vez agotado, las lombrices invaden nuevos sustratos dispuestos a tal fin (Schuldt, 1993). La colonización de otros sustratos se desencadena también antes de agotarse el alimento, cuando la carga de lombrices del medio rebasa el número que puede sostener. La emigración se inicia con los animales adultos y subadultos, es decir los de mayor talla (Schuldt, Rumi, Guarrera y otros 1999). Las lombrices colonizadoras se comportan de un modo semejante a las lombrices utilizadas para inseminar nuevos medios, cuando las siembras son de baja densidad, como hemos propiciado desde la década del 90, logrando reducir la cantidad de lombrices para tal fin de 60.000 – 15.000 lombrices / Lecho (Ferruzzi, 1987) a 10.000 – 1.400 lombrices / Lecho (Schuldt, 2008). Ello permite prolongar una elevada frecuencia de los acoples, que como se sabe, tienden a ser cada vez menos frecuentes a medida que el tamaño de la población de lombrices rebasa al 70 – 80% de la máxima carga del medio (Schuldt, Rumi, Gutierrez-Gregoric, 2005). ¿Cuáles son los límites para la reducción de la cantidad de animales en las siembras? Intuitivamente se piensa en la probabilidad de encuentro entre los consortes, aunque Meinicke (1988) opina que intervienen secreciones específicas favoreciendo el encuentro. Desde que implementamos las siembras de baja densidad, observamos que las lombrices no se distribuyen ocupando todo el nuevo medio disponible de inmediato, sino solo una franja. En el caso del Sector 1 la siembra abarcó el eje longitudinal del Sector cubriendo 75 cm de ancho. Al cabo de 50 días el grueso de los animales adultos y subadultos se mantenían aun a más de 1 metro de cada contención lateral, ocupando una franja de 1,5 m de ancho por 7 m de largo. Esa superficie de 5,25 Lechos se traduce en una densidad poblacional, al momento de la siembra, de unas 8.000 lombrices / Lecho (a pesar de que la siembra era de solo 3.332 lombrices / Lecho). Otro tanto ocurrió con la autosiembra inicial del Sector 2, que fue invadido por las lombrices aledañas (Sector 1). Esta franja de permanencia, sin duda favorece el encuentro de los reproductores y podría sustentarse en la necesidad del mantenimiento de los contactos mínimos entre individuos para poder accionar sincronizadamente en la invasión del medio. El trabajo de Zirbes y colaboradores (2010) prueba que los movimientos sincronizados de una población de lombrices radican en el contacto de los integrantes. Un tema que sin duda requiere aún investigación.
La conducción del lombricultivo tiende a una estrategia mixta, donde se combina la permanencia en pila invernal alta con alimentación sucesiva (Schuldt, 2006). Sobre la base de experiencias previas (Schuldt, Christiansen, Scatturice y otro, 2007) para Patagonia norte, debiera bastar una altura de pila de 60 cm. Pero si observamos la tabla 2, resulta que de mayo a septiembre el lombricultivo permanece con menos de 100 C, cayendo este a menos de 4 grados (julio) con una sucesión de heladas de 10 a 8 bajo cero. Ello explica la falta de puestas en el muestreo de agosto, confirmando que con temperaturas inferiores a 40 C no se producen cópulas (Domínguez, 2004). Por ello sería conveniente que, de mayo a agosto, la pila se mantuviera a 1 m de altura, aunque luego en primavera sea necesario bajarla a la mitad, ya que las lombrices no operan efectivamente mas allá de los 40 cm (Schuldt, Christiansen, Mayo y otros, 2009). De esta manera puede evitarse cosechar MO sin vermicompostar, como ocurrió en esta experiencia, donde a ras del suelo, en los lugares donde la pila sobrepasó los 50 cm, se constataron franjas de unos 5 cm sin procesar por las lombrices. Consecuencia de privilegiar la protección frente a bajas temperaturas.
Las bajas temperaturas inciden también negativamente sobre la madurez del vermihumus y que puede valorarse en función del descenso de la relación carbono / nitrógeno. Al cabo de un año (contado desde el inicio del compostaje) acusa valores inferiores a 20/1 (Tabla 3: 17,2/1) lo que permite afirmar que se halla maduro. No obstante, sobre la base de la experiencia, los vermihumus de este origen tienden a estabilizarse con valores más cercanos a 10/1, de allí la recomendación de extender la maduración por lo menos 30 días. La disponibilidad de carbono lábil en el humus, explicaría las dificultades experimentadas para extraer las lombrices del medio, renuentes abandonarlo.
Conclusiones
1) Las pruebas en bandejas (P5L) con “panza” pura evidencian que este material fresco aun al cabo de 60 días no permite un buen desarrollo de las lombrices, mientras que, con mas de 3 meses de añejado (sin volteo) posibilita un excelente desarrollo de los animales. El agregado de hasta un tercio de aserrín de pino Oregon no incide sustancialmente sobre los parámetros reprobiológicos.
2) La fecundidad de las lombrices con esta ración oscila entre 3,65 y 3,98 lombrices/cocón, siendo la cantidad de cocones producidos/semana/adulto de 2,51 a 2,58, con un potencial reproductor de 489 a 519 lombrices/lombriz adulta/año. El reclutamiento potencial que proporciona este alimento supera al basado en estiércol de conejo, egestas equinas y aún el propio estiércol bovino.
3) Con una población exigua de lombrices de 41.650 lombrices, con siembras de baja densidad (3.332 lombrices/L) se consigue al cabo de 9 meses multiplicarla 47 veces (156.236 lombrices/L) y abordar la totalidad de la generación de residuos del predio que, para noviembre 2010, asciende aproximadamente a 70 m3, los que proporcionarán unos 38 m3 de vermihumus.
4) La evolución del potencial reproductor (R”) indica que la extracción de las lombrices, o la subdivisión del lombricultivo, debe realizarse antes de que el R” alcance un valor asintótico cercano a 140 lombrices / lombriz adulta.
5) El comportamiento grupal de las lombrices, cuando se producen inseminaciones de sustratos con baja densidad, conduce a que ellas mismas limiten su expansión en el nuevo medio a densidades no inferiores a 8.000 lombrices/Lecho, lo cual favorece el encuentro entre los sexos en la franja de permanencia.
6) La conducción de los lombricultivos basó en una estrategia mixta (mantenimiento de las lombrices en pila invernal alta, con adiciones aperiódicas de composta).
7) La altura de la pila de 60 cm para el invierno permite que la población de lombrices no experimente mortalidad por frío, aunque la temperatura del lombricultivo en inviernos crudos se mantiene entre 2 y 40 C, lo que deriva en la ausencia de cópulas. Por ello es preferible acrecentar la altura de la MO que sirve de medio / alimento a las lombrices a 1,0 m
8) El humus obtenido es de muy buena calidad, aunque, si los inviernos son muy fríos, conviene extender el período de maduración, con lo cuál, la duración del proceso todo abarca 12 a 13 meses.
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Por: Miguel SCHULDT1, Andrés POZAS2 y Pablo SALUDES2
1- CONICET, AER INTA El Bolsón;
2- ANPN, Alumnos de la Tecnicatura Unversitaria en Gestión Ambiental (Fundación Coperar, UNPSJB).
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