Proyecto de directrices técnicas para el manejo ambientalmente racional de desechos de acumuladores de ácido – plomo. Parte 4
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- El 22 abril, 2009
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6. ASPECTOS SANITARIOS
6.1. Consideraciones generales
El plomo está y siempre ha estado presente en estado natural y en gran abundancia, no sólo en el medio ambiente, sino también en el organismo humano. Su movilización natural se produce por la acción de factores meteorológicos sobre depósitos de minerales y por emisiones gaseosas, y se estima que, en conjunto, estos dos mecanismos liberan alrededor de 210.000 toneladas de plomo en el medio ambiente cada año, siendo ésta, hasta la aparición de las actividades humanas, la única fuente de plomo en el medio ambiente. La concentración media de plomo en la litosfera es de alrededor de 16 mg/kg, pero este valor cambia en función de la composición específica de los minerales locales.
Las actividades humanas liberan plomo de sus fuentes naturales en forma mucho más intensa que los fenómenos naturales: más de cuatro millones de toneladas por año. Sin embargo, apenas una pequeña fracción de ese volumen regresa al medio ambiente como fuente de contaminación, en tanto que la mayor parte de ella ingresa directamente en procesos industriales.
Como el cuerpo humano no distingue la procedencia del plomo –es decir que el plomo antropogénico y el plomo natural se absorben del mismo modo–, todas las actividades humanas que inadvertidamente liberan plomo en una forma u otra en el medio ambiente pueden considerarse como amplificadoras de la fuente natural, pero las principales fuentes no varían en sí mismas, y pueden representarse como en la Figura 8.
Realizadas estas observaciones, los procesos de reciclaje de acumuladores de ácido-plomo pueden considerarse como un elemento de expansión potencial y poderosa de las fuentes naturales de plomo si no se adoptan las medidas de control adecuadas, y su influencia puede hacerse sentir en la salud humana a través de las líneas gruesas de la Figura 8, que representan las principales vías de ingreso del plomo en el organismo humano.
6.2. Toxicocinética
6.2.1. Absorción, distribución y eliminación
Los seres humanos absorben plomo por inhalación e ingestión y a través de la piel, aunque estas dosúltimas vías corresponden a casos poco comunes de contaminación de plomo orgánico, por lo cual no las consideraremos aquí. El tipo de ruta de ingreso, la magnitud de la partícula y el tipo de compuesto de plomo (orgánico o inorgánico) determinan, en conjunto, la concentración y posible difusión del metal en todo el organismo. Al margen de estas consideraciones, la absorción de plomo depende de otras características individuales, como el estado fisiológico y la integridad de los tejidos, factores ambos vinculados con la edad y con otros factores, como el estado nutricional, metabólico y anatómico. En la Figura 9 aparece un esquema general de la toxicocinética del plomo.
La ruta de inhalación es la principal fuente de absorción del plomo en el entorno profesional, correspondiéndole el peligro ocupacional que se observa en las plantas de refinería de plomo cuando no se cumplen los protocolos de control. Aunque el mecanismo de absorción no se conoce en su totalidad, del 20% al 40% del plomo que ingresa en el tracto respiratorio permanece en el organismo, y la mayor parte del mismo es conducido, a través del movimiento ciliar, del tracto respiratorio al gastrointestinal. La cantidad que permanece en los pulmones es rápidamente absorbida por un proceso que es independiente de la especie química de plomo de que se trate. Se estima que una concentración de 1µg.m-³ de plomo en el aire produce una concentración de 1 µg.dl-¹ a 2 µg.dl-¹ en el torrente sanguíneo.
La absorción gastrointestinal, que es la principal ruta de ingreso no profesional, representa menos del 10% del total del plomo ingerido y no guarda relación con el compuesto de plomo de que se trate. En realidad, las formas inorgánicas, que se absorben menos que otros compuestos metálicos, son las de más amplia absorción en el caso de los compuestos de plomo.
No obstante, sea cual fuere la ruta de ingreso, los niños son mucho más sensibles que los adultos a los compuestos de plomo, y algunos datos muestran que en ellos la ingestión puede llegar al 50%, es decir cinco veces mayor que la absorción de los adultos.
El plomo absorbido, por inhalación y por ingestión, es transportado al torrente sanguíneo, en que se establece un rápido equilibrio entre el plasma y los glóbulos rojos, en proporción de 1:16. A partir del torrente sanguíneo el plomo se distribuye por todos los órganos, especialmente los huesos, que pueden retener hasta el 90% del plomo presente en el organismo. Por lo tanto, mientras que la concentración de plomo en la sangre refleja la exposición reciente, la concentración de plomo en los huesos refleja la exposición acumulativa.
La eliminación del plomo ingerido se realiza principalmente a través de las heces, debido a que la absorción gastrointestinal es de pequeñas proporciones. Por otra parte, el plomo absorbido por el organismo e incorporado al torrente sanguíneo se elimina por la orina (75%), las secreciones gastrointestinales a través del hígado (16%) y el cabello, las uñas y el sudor (8%). Las mujeres que amamantan pueden también eliminar plomo a través de la leche en una concentración muy similar a la del plasma.
La vida media de los compuestos de plomo en el organismo humano es, como tendencia general, larga, pero varía según el tejido de que se trate. Además es casi imposible determinar el ritmo de eliminación, ya que los huesos pueden tener un gran volumen listo para movilizar en el torrente sanguíneo. No obstante, se conoce la vida media en el caso de la sangre (tres a cuatro semanas) y de los huesos (20 a 27 años).
6.2.2. Toxicidad y efectos sanitarios
El mecanismo tóxico del envenenamiento por plomo presenta tres modalidades: (a) competencia con otros metales metabólicos esenciales como el calcio y el zinc; (b) fuerte afinidad con grupos de sulfhidrilos (-SH) en las proteínas, lo que hace que varias proteínas pueden sufrir varias modificaciones químicas y volverse más o menos disfuncionales y afectar severamente varias sendas metabólicas, y (c) alteración del transporte de iones esenciales en todo el organismo.
Se ha descripto una amplia gama de efectos heterogéneos y síntomas generales y no específicos vinculados con la contaminación del plomo, que aparecen en el Anexo 2. Los sistemas del cuerpo humano más afectados por la exposición al plomo son los siguientes:
(a) Sistema hematopoyético: Uno de los efectos más tempranos e importantes de la contaminación por plomo en el organismo humano es la alteración de la síntesis del grupo hem, produciéndose anemia como consecuencia de la modificación de los glóbulos rojos.
(b) Sistema nervioso central (SNC): Los efectos del plomo en el SNC son mucho más importantes en los niños, y pueden producirse efectos neuropsicológicos aun para niveles considerados como subtóxicos, como 10 µg.dl-¹. Una exposición prolongada al plomo puede producir importantes efectos sobre el SNC, provocando lo que se conoce como encefalopatía saturnina, cuyos síntomas van desde sutiles cambios psicológicos y de comportamiento hasta graves alteraciones neurológicas. Además existe una diferencia de efectos según que la fuente de contaminación de plomo pase de plomo inorgánico a plomo orgánico.
(c) Sistema nervioso periférico (SNP): El plomo inorgánico produce efectos nocivos en el SNP; no sólo en la estructura, sino también en el comportamiento bioquímico de los nervios. El efecto más característico es la parálisis saturnina, cuya principal manifestación es la falta de fuerza en las manos.
Los siguientes sistemas también se ven afectados por la contaminación con plomo: sistema urinario, sistema gastrointestinal, sistema cardiovascular, sistema reproductivo, sistema endocrino y articulaciones.
6.3. Límites de exposición
6.3.1. Límites ocupacionales
El establecimiento de umbrales de plomo en el aire para los lugares de trabajo no garantiza que en concentraciones menores no se produzcan efectos desfavorables en las personas expuestas. Debe tenerse en cuenta, además:
(a) Que los actuales valores de los umbrales fueron determinados en países desarrollados, en que las condiciones de trabajo, así como las condiciones sanitarias y físicas de los trabajadores, difieren pronunciadamente de las que corresponden a los países en desarrollo.
(b) Que muy a menudo los trabajadores están expuestos a diversas sustancias que, en conjunto, pueden suscitar efectos sinérgicos o adictivos mutuos.
(c) Que se basaron en trabajadores adultos que realizaban jornadas de ocho horas diarias, cinco días por semana, en tanto que en los países en desarrollo no es infrecuente encontrar jornadas de trabajo mucho más prolongadas, así como trabajo de niños y adolescentes.
Por otra parte, también es importante considerar que la tendencia general de los límites de exposición, especialmente en el caso de las contaminaciones por plomo, se irá reduciendo, es decir haciéndose más restrictiva, a medida que se disponga de técnicas experimentales y clínicas más precisas, que permiten detectar importantes síntomas en concentraciones menores de plomo en la sangre.
Por lo tanto, los umbrales que aquí se presentan deben utilizarse exclusivamente como una guía para proteger a las personas directamente expuestas, y es preciso tener en cuenta que la utilización de una vigilancia biológica sistemática representará una indicación más precisa de los umbrales que deben utilizarse para determinado sector de población.
6.3.2. Límites ambientales
El establecimiento de límites ambientales es congruente con las concentraciones que se encuentran en todas partes del mundo en que no se detectaron efectos desfavorables para la salud de la población. Por otra parte, a diferencia de lo que sucede con los límites de exposición ocupacional, que fueron objeto de amplios estudios, los límites ambientales requieren estudios adicionales. Por lo tanto, pueden modificarse en el futuro como consecuencia de una mejor comprensión de la relación entre el plomo y el medio ambiente y de la ampliación del inventario de las fuentes de exposición al plomo.
6.4. Prevención y control
6.4.1. Medidas de prevención y control propuestas
Desde el punto de vista sanitario, las medidas de prevención propuestas son actividades que deben observarse en el entorno ocupacional para impedir que los trabajadores expuestos al plomo experimenten efectos desfavorables de contaminación por plomo. Las medidas más importantes propuestas son las siguientes:
- Considerar a todo material que contenga plomo como una posible fuente de contaminación ambiental y humana.
- Mantener un entorno de trabajo compatible con la reglamentación nacional de seguridad industrial.
- Prohibir que se coma y se fume dentro de las zonas de trabajo.
- Elaborar programas educativos e informativos.
- Exigir la utilización de equipo de protección individual en los lugares de trabajo; el equipo debe comprender, como mínimo: (a) ropas que brinden una protección eficaz; (b) limpieza diaria de la ropa usada; (c) máscaras de protección, que pueden variar en función de la concentración media de plomo en el aire.
- Control de las concentraciones de plomo en el entorno de trabajo.
- Obligatoriedad del control médico periódico de los trabajadores expuestos al plomo.
6.4.2. Control médico propuesto
Los más importantes elementos y antecedentes históricos que el médico debe examinar en relación con los trabajadores expuestos al plomo son los siguientes:
- Historia sanitaria general del paciente.
- Historia ocupacional, a fin de identificar otras exposiciones.
- Historia personal de enfermedades de la sangre y la nutrición.
- Historia neurológica.
- Informe del examen médico anterior a la admisión del empleado.
- Cuenta completa de los elementos de la sangre.
- Determinación de plomo en sangre, ALA-U y ZnPP;
- Examen de orina.
- Electrocardiograma, para evaluar las funciones cardíacas.
- Prestar especial atención a los trabajadores que fuman y beben o están expuestos a otros agentes peligrosos o tóxicos.
Debe subrayarse la necesidad de observar los procedimientos que anteceden –no sólo las medidas propuestas con fines de prevención y control, sino también el control médico propuesto– para obtener el cuadro más claro posible de la situación imperante en materia de contaminación. Debe recordarse que la exposición y la contaminación por plomo a veces son engañosas, por lo cual el diagnóstico será tanto más acertado cuanto mayor sea el volumen de datos disponibles.
Por lo tanto, con los datos arriba descriptos es posible establecer la incapacidad temporal del trabajador que presente signos de intoxicación, siempre que se disponga de un tratamiento conveniente.
6.4.3. Periodicidad del control
Para establecer la periodicidad de los diferentes niveles de sustancias en el organismo humano se deben tener en cuenta las características locales de por lo menos los siguientes aspectos:
- Condiciones generales de trabajo.
- Toxicidad de la sustancia considerada.
- Concentración de la sustancia en el medio ambiente.
- Intensidad de la exposición.
- Frecuencia de la exposición.
- Grado de protección personal (es decir utilización de equipo de protección personal).
- Tipo de indicador de contaminación, ya que hay varios disponibles y cada uno está destinado a detectar y brindar un diferente tipo de diagnóstico.
Cuanto peores sean las condiciones de trabajo mayor deberá ser la frecuencia de los controles. La experiencia demuestra que, aparte de los exámenes de admisión, los exámenes sanitarios anuales son la exigencia mínima. Cuando se detectan situaciones más graves, o críticas, la intensidad de los controles puede llegar a un examen de salud por mes.
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