Panorama de futuro para la Minería del Litio en Argentina y Sudamérica (Opinión personal libre)
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- El 8 febrero, 2011
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Un tema de permanente actualidad es la cuestión del “Efecto invernadero” y una de las soluciones propuestas para reducir las emanaciones gaseosas que, se supone lo está provocando, es el reemplazo paulatino de los vehículos con motores de combustión interna a base de derivados del petróleo, por automotores eléctricos o híbridos. Ese proyecto sólo es viable empleando baterías mas eficientes y livianas, a base de Litio. ¿Por ahora?.
En principio, este avance técnico debería ser una buena noticia para los grupos ecologistas. Sin embargo y muy lejos de ello, en los últimos tiempos se observa en Internet y en los medios gráficos un aumento explosivo de comentarios emotivo-sensacionalistas, en contra de la minería del Litio donde, como siempre, hay mas especulación político-ideológica que conocimiento del tema.
Aquí se intenta dar un pantallazo general sobre estos recursos minerales, para limitar la proliferación de leyendas o mitos infundados a que es tan afecta la imaginación popular.
Al menos el suscripto tiene varios años (acumulados) de experiencia en la cuestión del Litio. Veamos si sirven para algo
1- ¿Para qué sirve?
El Litio es un metal alcalino, tal como el Sodio, el Potasio o el Rubidio por ejemplo y tiene múltiples aplicaciones, desde las grasas lubricantes a la farmacopea, desde la metalurgia del aluminio a la refrigeración, desde la cerámica hasta la energía, utilidad ésta última que, hoy por hoy, parece augurar un buen futuro a dicho metal.
No se trata de un elemento capaz de generar energía, sino solamente de “almacenarla” (sólo es un “vector eficiente” según me dice el CPN Ortiz). Permite aprovechar formas de energía que normalmente se dispersan, tales como las de frenado en los automóviles (del mismo modo que lo hacen los trenes subterráneos al acercarse a una estación, donde la energía de frenado es devuelta a la red) o los excedentes de carga generados por motores de combustión interna en las aceleraciones y/o múltiples oportunidades menores desperdi-ciadas, que la inteligencia del hombre ha tratado, trata y tratará de aprovechar de alguna manera.
Dicho de otro modo, un elemento como el uranio puede generar energía, pero no almacenarla, mientras que el litio es exactamente lo contrario: puede almacenarla, pero no sirve para generación.
Su mayor utilidad previsible es mejorar la eficiencia en el aprovechamiento de la energía eléctrica, especialmente en la rama “ambientalmente amigable”de la industria automotriz (Vehículos eléctricos o híbridos). Permitirá ahorrar petróleo y emanaciones gaseosas, disminuyendo el promocionado “Efecto Invernadero” y con esto adquiere una inesperada importancia desde el punto de vista Ecológico.
De cualquier manera, para que el sistema funcione, dichos autos eléctricos o híbridos, deben ser “enchufados” a la red energética al terminar el día, para una recarga total de las baterías. Obviamente, la energía eléctrica para esta recarga debe ser generada en otro lado, por usinas de cualquier tipo: Térmicas, Nucleares, Hidroeléctricas, Eólicas, etc.
2- Fuentes del Litio:
¿De donde se lo obtiene?. Los yacimientos de litio pueden dividirse en dos grandes tipos :
- De roca dura (aquellos que necesitan explosivos en canteras a cielo abierto)
- Los de “Litio soluble” en general salmueras naturales.
En un cálculo de 2008 por demás conservador, el Servicio Geológico de los EEUU estimaba un total de alrededor de 30 millones de toneladas de Litio recuperable en todo el planeta (todos los tipos de yacimientos), cifra que en sólo dos años ya fue ampliamente superada. Es mas: se corre el riesgo de producir sobreoferta al mercado.
En un somero resumen de las fuentes de aprovisionamiento reconocidas hasta 2008, tenemos la Figura 1.
Como se observará, esos recursos totales estimados hace poco más de 2 años, alcanzarían para unos 1200 años al ritmo de consumo de 2009 o “solamente” para 400 años al ritmo de consumo estimado para 2015.
El tiempo dirá si la expansión del consumo resultó ser tan notable como se espera hoy, pero algo es seguro: no es un recurso tan “escaso” como se suele creer.
La mas codiciada de todas las fuentes es la del “Litio soluble” (o litio de “salmueras”, sean éstas de Salares-Salinas o Petroleras), que representan no menos de 2/3 del total.
Con excepción de China y en parte EEUU, parece haberle tocado en suerte a Sudamérica y en especial a Bolivia, Chile y Argentina, acaparar la mayor parte del Litio soluble en el mundo, a tal punto que algunos eufóricos se refieren a la región como la “Arabia Saudita del Litio”.
Sin embargo la lista permanece abierta y, sin duda alguna, surgirán nuevos competidores. Candidatos mas probables: México y Afganistán (?).
Africa o Australia por ahora, no parecen contar con recursos de este tipo. Se hace notar que Australia es el segundo productor mundial, pero se trata de Litio procedente de yacimientos en roca dura, con explotación a “Cielo abierto”, tratamiento térmico y ataque químico con ácido sulfúrico.
A fines de 2010 el panorama provisorio, que sin duda sigue siendo muy conservador, sería el siguiente (Figura 2), aunque dado el ritmo de la exploración, seguramente quedará desactualizado en pocos años o tal vez meses.
Como se observará, Argentina está disputando el tercer lugar mundial con China (país productor, pero gran consumidor) aunque todavía la calidad de las categorías de reservas benefician a los asiáticos.
3- ¿Cómo son estos yacimientos?.
El litio soluble se presenta especialmente en cuencas sin salida (endorreicas) que en Sudamérica son llamadas “Salares”o, en menor medida “Salinas”, aunque ambos nombres no son exactamente sinónimos. Las principales corresponden a la región de la Puna de las Provincias de Jujuy, Salta y Catamarca.
Son depresiones llanas cubiertas por una costra dura y rugosa de diversos tipos de sales, aunque siempre con predominio de Cloruro de sodio (la sal común). El espesor total de sal acumulada suele ser de unos 400m, aunque existen casos excepcionales de hasta 1000m (determinada por Geofísica).
La cuenca recibe aportes de aguas salobres, superficiales o subterráneas, generalmente desde una dirección preferencial y se depositan o concentran en ella por evaporación solar. Esas aguas traen disueltas diversos tipos de sales, con variado índice de solubilidad y/o estabilidad química. En consecuencia tienden a depositarse en sectores especiales dentro de la cuenca : algunas de ellas cerca de la “entrada” de las aguas (“Costras proximales”), otras hacia el centro de la cuenca (“Costras distales”). De allí que la composición química de la costra salina sea heterogénea y tienda a mostrar una zonación bastante clásica, idealizada según el esquema de la Figura 3. Pese a todo, la mas extensa y abundante es la sal común (Cloruro de sodio) que normalmente ocupa entre la mitad y 2/3 de la extensión de la cuenca.
Las aguas superficiales además de sales en solución pueden arrastrar arena y/o arcillas (casos de crecientes en arroyos tributarios del salar, por ocasionales lluvias), que también se acumulan en la cuenca junto con las sales. Así pueden darse todos los casos, algunos formados casi exclusivamente por capas salinas (“Salares Clásicos”) con escasos niveles de arcilla o arena, hasta aquellos con arcilla o arena dominante (“Salares terrosos”) con algunos niveles de sal. En general, los primeros son mas atractivos para los mineros, mientras que los “terrosos” gozan de cierta mala fama, porque tradicionalmente se los ha considerado “pobres”, aunque parece haber excepciones muy interesantes.
Los elementos de mayor interés económico son el Litio y el Potasio (este último muy importante como fertilizante), a veces también Boratos (usado especialmente como fundente para vidrios Pirex) y algunos otros compuestos (sobre todo para industria papelera).
Si bien existen numerosas explotaciones tradicionales a cielo abierto de los diversos tipos de sales (“minería de sólidos”), para el caso del Litio y Potasio el objetivo principal es la extracción de las salmueras residuales del salar: en otras palabras es una “minería de líquidos” y su procesamiento consiste en imitar y/o acelerar el proceso natural hasta alcanzar una escala comercial adecuada.
La salinidad total de la salmuera a la temperatura ambiente (15 a 20 ºC) es 7 a 10 veces mayor que la del agua de mar.
Generalmente, las salmueras mas ricas en Litio y Potasio tienden a coincidir con la zona de sal común (color azul en la figura 3) , aunque se conocen algunas excepciones. La costra dura superficial (Azul oscuro) es totalmente seca (¡ hay que quebrarla a mazazos !), pero empieza a mostrar humedad entre los 0.60 y 2 metros de profundidad. A partir de allí, se transforma en una masa de sal porosa-esponjosa, bastante blanda, embebida en salmuera, (azul claro en el dibujo) que raramente supera los 50 o 60 m de espesor y que es la de mayor importancia económica. En profundidad, esta unidad de sal porosa se vuelve mas compacta, impermeable y pobre en salmuera, hasta transformarse en una masa sólida de sal cristalizada que forma el “lecho útil” del salar (Azul claro con rayado negro fino en el dibujo). En consecuencia, lo económicamente mas interesante del salar es casi siempre la salmuera subsuperficial, contenida desde la superficie hasta los 50 o 60 m de profundidad, porque a partir de allí la permeabilidad prácticamente se reduce a cero y sólo se encuentra sal seca maciza.
Este concepto no es absoluto: se conocen algunos ejemplos de salmueras mineralizadas profundas a 100 o 200 m de profundidad.
La porosidad (proporción de “poros vacíos” sobre el volumen total) de la costra esponjosa es muy alta : en el orden de 50 a 60%. Sin embargo, la mayoría de dichos poros semejan “burbujas“cerradas y sólo una fracción menor de ellos están “interconectados”. La salmuera está contenida en ambos tipos de poros. Ese porcentaje de poros interconectados es la llamada “Permeabilidad” (generalmente del 10 %, pero puede variar entre 8 y 20 %). Esta es una cuestión crucial para la recuperación de la salmuera mineralizada, porque sólo los “interconectados” (Permeabilidad efectiva) son los que pueden cederla para ser bombeada a la superficie e iniciar el proceso de recuperación.
La salmuera encerrada (ocluída) en los “poros cerrados”, sólo muy lentamente logra alimentar a los “poros interconectados”, de modo que buena parte del recurso no puede ser aprovechado, al menos con las técnicas actuales, o sólo llega a serlo en plazos muy largos (¿décadas?). En este sentido se asemejan a los yacimientos de petróleo, donde casi 2/3 del mismo no puede ser recuperado y permanecerá inmovilizado bajo tierra.
Se considera “salmuera de alta ley” a aquella que contiene mas de 600 gr Litio /m3 y/o mas de 5000 gr Potasio/m3. En general, los salares argentinos no pasan de 800 gr Litio /m3, al menos los conocidos hasta ahora. El contenido de Potasio es muy variable, pero tiende a ser entre 5 y 10 veces mas abundante que el Litio.
Con esos valores y a pesar de las pérdidas, la salmuera contendrá entre 10 y 12 U$S /m3 recuperables, lo cual ya resulta comercialmente viable, al menos en principio.
4- ¿Qué inconvenientes técnicos pueden presentarse para recuperar el Litio?.
En ningún yacimiento es posible recuperar la totalidad del mineral útil contenido.
El tratamiento de la salmuera consiste en reproducir-acelerar lo que hace la naturaleza por la evaporación solar. Durante el proceso van cristalizando numerosas sales indeseables (Sal común, Yeso, Carbonatos, etc) y a la vez aumenta la concentración del Litio y Potasio, simplemente porque disminuyen los acompañantes, hasta lograr una salmuera suficiente-mente enriquecida como para poder ingresar a la etapa final en planta industrial. Una vez separados el Litio y Potasio (u otros componentes útiles), la salmuera sobrante vuelve al salar. Obviamente, durante el proceso también se pierde buena parte de los contenidos útiles, cuestión que desvela a los ingenieros.
Como la composición media de las salmueras es diferente para cada cuenca salina, el proceso de recuperación necesita “diseñarse a medida”. Por cada m3 de la masa de sal poroso-esponjosa, se obtendrán entre 80 y 150 litros de salmuera útil conteniendo en solución de 50 a 90 gramos de Litio y entre 250 gr y poco mas de 1 Kilo de potasio recuperables. Dicho de otro modo, para obtener 1m3 de salmuera útil, se necesita drenar entre 9 y 15 m3 de sal esponjosa (depende de la permeabilidad).
Si se tiene en cuenta que cada Km 2 de salar, puede representar unos 50-60 millones de m 3 de sal húmeda poroso-esponjosa (1000 m x 1000m x 50m) se comprende que para lograr economía de escala se necesitará explotar una superficie de salar suficientemente grande: generalmente mas de 50 Km2 (5 Km x 10 Km).
Por otra parte, hay que recordar que se trata de salmueras muy complejas, donde predomina la sal común, pero acompañada por otros componentes que en su mayoría son impurezas perjudiciales. Dentro de ellas el Magnesio es la peor, pues dificulta y encarece el tratamiento final y suele ser una de las causas mas comunes de fracaso. Ejemplo: es el principal problema técnico de Salar de Uyuni (Bolivia).
Con las tecnologías actuales, la recuperación de sales útiles, sobre todo de Litio y Potasio tienden a ser bajas (poco mas de la mitad) ya que, como se indicó, cada sal tiende a interferir con las restantes. Es tarea de Ingenieros químicos estudiar el mejor procedimiento, lograr el máximo rendimiento posible, diseñar, construir, poner a punto y operar la planta adecuada.
Permanentemente se investigan nuevos métodos, de modo que estas recuperaciones, hoy por hoy bastante bajas, irán mejorando con el tiempo y la experiencia. Se recuerda que es un tipo de minería novedoso y aún en fase experimental (excluyendo los chinos, sólo hay tres yacimientos en producción en el mundo). Siempre según comentarios oficiosos: los métodos basados en Osmosis inversa, aunque muy costosos, parecen los mas promisorios.
Por eso conviene ser muy prudente con las noticias que promocionan el “Litio total contenido” en todo el salar (generalmente difundidas con intencionalidad política), pues gran parte (o la mayor parte) de ese contenido total, hoy por hoy, no es aprovechable De cualquier manera representan recursos futuros, cuando mejoren las tecnologías, pero para eso es necesaria acumular la experiencia que se está haciendo ahora.
Lo mas prudente es manejarse con el “Contenido recuperable en la actualidad” y éste es una fracción muy menor, que se puede estimar razonablemente en sólo 1/10 a 1/20 del contenido teórico total, pero aun así , como puede verse en los gráficos 1-2-3 esta fracción, representa recursos para muchos años.
Un ejemplo de actualidad es el del Salar de Uyuni en Bolivia, donde algunos medios aseguran que existen “mas de 100 millones de toneladas de Litio total contenido”, aunque poco se habla de cuánto es lo recuperable ( según la experiencia actual, sería algo así como 10 millones de toneladas del metal) pero, aun en ese caso, sigue siendo el depósito mas grande del mundo.
4- ¿De que magnitudes económicas estamos hablando?.
Generalmente el producto comercial es el carbonato de Litio (químicamente mas estable).
Para calcularlo se multiplica por 5 el contenido en metal recuperable (con 1 Kg de Litio metal se puede fabricar aproximadamente 5,1 Kg Carbonato de Litio anhidro). La tonelada de carbonato de Litio refinado (99.9%) valía aproximadamente 5500 U$S a fines de 2009. Se debe ser cuidadoso para no interpretar los tonelajes de carbonato a producir o exportar como si fueran de “metal”, situación que se presta para las clásicas “confusiones numérico-efectistas” de los demagogos de turno, ante un público desorientado, un tema desconocido y el aluvión de cifras.
A diferencia de otros minerales, las plantas de refinación para este tipo de yacimientos vienen estandarizadas para obtener aproximadamente 2000, 3000 y 4000 Ton Litio / año, equivalentes respectivamente a 10000, 15000 y 20000 ton Carbonato Litio / año.
Suponiendo en hipótesis un salar mediano-chico (típico “Argentino”) con 200000 toneladas de Litio (metal) recuperable, se podrían producir anualmente unas 15000 de Carbonato(equivalentes a 3000 Ton metal), durante unos 60 años. Eso significa ingresos del orden de 80 millones U$S anuales, a los que se les deben sumar otros 25 a 30 millones U$S por Cloruro y/o Sulfato de Potasio (fertilizante) y tal vez algo mas por Boratos, para totalizar 100 a 110 millones U$S anuales de ingresos totales.
Un salar de esas características necesitaría una inversión total del orden de 180 a 200 millones U$S. (una empresa “comercialmente sana” debería ser capaz de facturar el equivalente de su propia inversión cada año y medio, mas o menos). Suponiendo que los intereses bancarios sobre la inversión a devolver sean del orden del 10% (lo normal para Argentina), bajo estas condiciones generales parece factible amortizar la inversión durante la primera década, por medio del régimen de “amortización acelerada”, cuestión crucial para todo proyecto minero en nuestro país. Este régimen consiste en sacrificar ganancias durante los primeros 10 años, para amortizar lo mas rápidamente que sea posible la inversión, del mismo modo que cuando se compra un auto a crédito y se trata de abonar cuotas extras para pagar menos intereses.
A partir de allí, desaparecido el costo financiero, se puede comenzar a incluir salmuera mas pobre (Ejemplo: de 500 gr Litio /m3), facturando menos pero prolongando la vida útil del yacimiento en 15 o 20 años adiccionales. Como siempre, el Estado (Nacional + Provincial) se llevará alrededor del 30% de la facturación en forma de impuestos, (“invirtiendo cero y arriesgando cero”, aunque siempre lamentándose !).
Los costos operativos representan otro tanto. En este tipo de yacimientos, con leyes bajas pero larga vida, la relación de porcentuales para la primera década de vida: Costo financiero /Costo operativo / impuestos / ganancias tiende a ser aproximadamente: 30 /30/ 30 / 10. En la segunda década la relación mejora bastante y se vuelve mas rentable, para luego ir declinando lentamente.
Por lo tanto no hay que “fabular” con cifras impactantes que, como siempre, buscarán crear confusión presentando:
- “Producciones y Exportaciones de Carbonato” como si fueran de “metal”.
- “Ingresos” como “ganancias” ( silenciando los costos de producción, los financieros y los impuestos).
Como se observará también, las cifras para este tipo de “minería de líquidos” nada tienen que ver con proyectos gigantes de “Roca dura”como Agua Rica (Catamarca) o Pascua –Lama (San Juan) o Río colorado (Mendoza), donde las inversiones y cifras involucradas suelen ser 10 veces mayores. En realidad la minería del Litio es apenas de mediana envergadura, comparada con las del Hierro, Cobre, Oro, Aluminio, Carbón, etc, etc.
Sin embargo: no todo es “Gran minería” y es de interés nacional lograr la puesta en marcha de varios importantes proyectos mineros de mediana envergadura, llenando un vacío importante que existe en la actualidad, especialmente por su mayor capacidad proporcional de creación de mano de obra. En realidad una estructuración económica más sana para la República Argentina, necesitaría que por cada “Gran proyecto minero” existan al menos media docena de proyectos “Medianos”y en lo posible, un número aún incierto de “Pequeños” (no demasiado), aunque sea en rubros minerales diferentes. El caso de la minería del Litio, responde exactamente a esta visión y puede ocupar ese lugar vacante.
5- ¿ La Arabia Saudita del Litio ?
Esta expresión resulta un poco “exitista-sensacionalista”, pero es cierto que la concentración de Litio soluble en este sector de Sudamérica es notable. El negocio del Litio es un asunto de mucho interés económico, industrial y ecológico pero, sin minimizarlo, no son buenos los mitos o las exageraciones con cifras absurdas.
En la imagen satelital adjunta se han remarcado los principales salares en Bolivia-Chile-Argentina (color blanco-grisáceo), para dar una idea de sus extensiones relativas.
Hay cuatro salares gigantes , de los cuales sólo dos están mineralizados.
Hay no menos de 7 u 8 salares medianos, en su mayoría en territorio argentino, especialmente en Jujuy y Salta, en menor grado Catamarca, y en su mayoría (?) parecen estar mineralizados (¡ aún falta mucho por investigar !).
Hay muchos salares pequeños imposibles de resaltar en la imagen, de los cuales al menos una docena contienen valores positivos en Litio. Su gran problema probablemente resulte ser su pequeñez y por lo tanto la escasez de reservas. El futuro dirá que hacer con ellos. Curiosamente: parecen ser mas frecuentes en Chile o Bolivia que en la Argentina.
6- Conclusiones.
En principio se puede decir que:
- Salares Gigantes: salta a la vista que el mas extenso es, por lejos, el Salar de Uyuni en Bolivia, seguido por el de Atacama (Chile) y a continuación los de Arizaro (Argentina) y Coipasa (Bolivia). Cada uno de los cuatro tiene mucho mas de 1000 Km2. En realidad Uyuni (unos 10000 Km2) es casi tan extenso como todos los otros juntos.
- Hay varios salares “medianos”, especialmente en Argentina, con extensiones del orden de 200 a 400 Km2 cada uno, especialmente en Jujuy-Salta y en menor medida Catamarca. Recordemos que no toda la extensión del salar está mineralizada (con suerte ¼ a 1/5).
- Hay gran número de salares muy pequeños (menos de 100 Km2) en los tres países (¿más en Bolivia y Chile?) que, en muchos casos, no reunen la masa crítica mínima de reservas como para ser explotados: al menos no en la actualidad, a no ser que tengan leyes muy ricas.
- Los dos gigantes (Uyuni y Atacama) no sólo están “mineralizados”, sino que tienen salmueras con leyes notablemente altas, en el orden de los 1200 a 1800 gr Litio/m3, es decir cómodamente duplican y hasta triplican el límite inferior aquí considerado “de interés” ( 600 gr Litio /m3). El único gigante en producción y “decano” en Sudamérica es el Salar de Atacama, de modo que si bien Bolivia tiene las mayores reservas, Chile es, hoy por hoy, el mayor productor. Lamentablemente, tanto el “gigante” argentino (Arizaro), como el de Coipasa (Bolivia) tiene contenidos muy bajos como para ser aprovechados: entre 50 y 200 gr Litio /m3, con muy poco Potasio (subproducto que podría ayudar en la ecuación económica).
Los salares medianos y pequeños que han sido confirmados como “portadores o con presencia de Litio” en los tres países, tienen normalmente salmueras con leyes entre 200 y 800gr Litio/m3 : algunos de ellos serán explotables seguramente, pero no todos por cierto. Argentina por ejemplo, está produciendo en Hombre muerto (Salar mediano) desde hace años con leyes entre 600 y 800 gr Litio/m3. Sin embargo, en ningún caso se confirmaron hasta ahora, leyes medias comparables con las de Atacama o Uyuni. - A no ser que se produzca alguna sorpresa en profundidad, no es de esperar que Arizaro se transforme en un recurso de magnitud estratégica comparable a sus “hermanos gigantes” de Bolivia y Chile. En cambio, contar con varios “medianos” puede ser un aceptable sustituto y hoy por hoy, se avizoran al menos 4 o 5 salares con muy razonables posibilidades económicas, que se sumarían al que ya está en producción. Pueden ser varios mas, especialmente en Catamarca.
- Una interesante ventaja de estos yacimientos, son sus bastante bajas necesidades de inversión (entre 150 y 250 millones U$S cada uno) mucho menores que las de yacimientos de gran envergadura como el caso Agua Rica (Catamarca), o Pascua-Lama (San Juan) o Río Colorado(Mendoza) que son 10 veces superiores.
- Otra ventaja no menor, son sus largas vidas útiles : generalmente más de 50 años, pues una vez amortizada la inversión durante la primera década de vida (empleando el régimen de amortización acelerada), permitirá aprovechar paulatinamente “salmueras pobres”, aumentando así las reservas aprovechables y por supuesto la vida útil. En algún caso argentino ya se confía en llegar al siglo y hasta superarlo. Solamente así se pueden esperar las 2 a 3 millones de toneladas recuperables de metal, que supone el USGS (2008). Fig. 1.
- La producción mundial actual (2010), de Litio (metal) de Salares (excluida China) es del orden de las 25-30000 (?)Ton / año , de las que casi el 90% es producido por Chile (Atacama: único gran yacimiento en producción, pues Uyuni por ahora, sólo es una promesa) y en el segundo puesto Argentina, con apenas 3000-4000 Ton/año. En la próxima década ya iniciada, con 5 yacimientos “medianos” en producción, Argentina podría estar cómodamente en el orden de las 20-25000 Ton/año (metal), es decir unas 100-120000 Ton anuales de Carbonato de Litio, equivalentes a 600 millones U$S, a lo cual se sumarían seguramente 100 millones U$S extras por Cloruro y/o Sulfato de Potasio (y/o tal vez Boratos). Para entonces Chile y Bolivia sumados seguramente estarán en el orden de las 70-80000 Ton de Litio “metal” anuales (¿unas 400000 Ton de Carbonato ?) o tal vez más, dependiendo de la demanda de ese momento.
Obviamente tanto en Bolivia como en Chile, la exploración para detectar nuevos yacimientos es muy intensa. En Argentina es importante, pero “encalmada” por razones “políticas”.
Como se observará, Argentina dejará su “medalla de plata” actual en manos de Bolivia, pero puede aspirar a un honroso tercer lugar junto con China, sin haber agotado sus posibilidades de nuevos descubrimientos. - El marco de la industria automotriz del Mercosur, puede ser un entorno mas que favorable para este tipo de minería en Argentina, teniendo en cuenta que Brasil no cuenta con recursos de litio soluble, al menos hasta ahora. No es de despreciar la posibilidad de industrialización intramercosur (Ejemplo: fabricación de las nuevas baterías si se decidiera iniciar la producción de vehículos híbridos o eléctricos). El mercado argentino es demasiado pequeño, de modo que sería vital la demanda de Brasil. Conviene aclarar que la fabricación de dichas baterías no es sencilla y sólo tres o cuatro empresas en el mundo tienen la tecnología necesaria.
- Como se observará se trata de un negocio muy importante, sobre todo pensando en su impacto laboral sobre la ínfima población que habita la Puna Argentina, pero las magnitud de las cifras que se manejan, sin despreciarlas, están muy lejos de ser comparables a las del petróleo de Arabia Saudita. El título será “poético y autocomplaciente”, pero parece poco realista.
Es mi opinión.
Por: Dr Peralta E. H. (Geólogo)
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