Modernización de regadíos con aguas subterráneas en ámbitos semiáridos
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- El 22 abril, 2008
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RESUMEN
En España se riegan casi 3,5 millones de hectáreas que consumen más del 80% de los recursos disponibles de agua. Más de un millón de hectáreas corresponden a regadíos basados en la captación y uso de acuíferos profundos, por lo que las medidas de mejora y modernización de regadíos, que tengan como finalidad el ahorro y la eficiencia en el uso del agua, contribuirán en lograr una mayor disponibilidad del recurso y en mejorar la calidad de vida de los agricultores de regadío.
En este estudio se presentan algunas de las experiencias de modernización de regadíos basados en aguas de un acuífero sobreexplotado (Ascoy-Sopalmo) en la Región de Murcia. De este acuífero se extraen más de 54 Hm3/año para el riego de 10.000 hectáreas en los términos municipales de Cieza, Jumilla, Abarán, Blanca, Ulea, Molina de Segura, Archena, Abanilla, Fortuna, etc.
Palabras clave: Aguas subterráneas, modernización de regadíos, acuífero Ascoy – Sopalmo, Región de Murcia.
Más de un millón de hectáreas se riegan con aguas subterráneas en España, y en buena parte de ellas los recursos proceden de acuíferos sobreexplotados. Los planes de mejora y modernización de estos regadíos tienen como finalidad lograr una mayor eficacia en el uso del agua y una mejora en la calidad de vida del agricultor regante.
En este sentido, se explica la evolución de los regadíos con aguas del acuífero Ascoy-Sopalmo, en la margen izquierda de la Vega Alta del Segura, y se analizan algunos de los planes de modernización que han emprendido comunidades de regantes que usan estas aguas y que afectan a más de 10.000 hectáreas y a unos 3.000 regantes de los términos municipales de Cieza, Jumilla, Abarán, Blanca, Fortuna, Molina de Segura, etc.
Los problemas de sobreexplotación y las medidas de las políticas agraria y ambiental de la Comunidad Europea han orientado a las Administraciones y Comunidades de regantes, en un esfuerzo conjunto (convenios), a adoptar técnicas innovadoras de riego que aumenten la productividad del metro cúbico de agua empleado y mejoren la gestión de estos espacios regados.
Foto nº 1. Captación de aguas subterráneas mediante pozos a gran profundidad (más de 250 m). Paraje “El Aljunzarejo”, Jumilla (Región de Murcia) |
1. LOCALIZACIÓN Y CONDICIONES AMBIENTALES DEL ACUÍFERO ASCOY-SOPALMO
El acuífero se encuentra en el cuadrante nororiental de la Región de Murcia y tiene una extensión de unos 300 km2 entre los términos municipales de Jumilla (153 km2), Cieza (127 km2) y Abarán (20 km2). Forma parte del conjunto montañoso que separa el Altiplano de Jumilla-Yecla de las depresiones de las Vegas Alta y Media del Segura, dominado por una divisoria de aguas de dirección Este-Oeste, donde se encuentran las sierras de Ascoy, Sopalmo y Benís, y rodeado por un sistema de glacis ubicado entre las cotas 500 y 200 metros.
Los materiales que predominan son de origen sedimentario y se formaron mayoritariamente en ambientes marinos entre el Triásico y la actualidad. Destacan tres dominios: Prebético, Subbético y depósitos postorogénicos recientes. Sobresale el dominio Prebético en el área central y septentrional, caracterizándose por presentar una secuencia continua desde el Cretácico Inferior hasta el Mioceno Medio, con materiales margosos sobre todo y carbonatados en el sector meridional (calizas, dolomías, calizas nodulosas y calizas margosas).
El cuanto al régimen climático, las precipitaciones oscilan entre los 280 y 335 mm/año, superándose estas cifras en las cimas montañosas, donde la precipitación media anual se aproxima a los 450 mm. El régimen de las precipitaciones es mediterráneo, con pluviosidad máxima en los equinoccios y mínima durante el estío, siendo los meses de Octubre y Abril los que concentran la mayor parte de las lluvias.
Las temperaturas anuales medias varían desde los 16,1ºC hasta los 17,9ºC, estando relacionadas con la altitud. El mes más caluroso es Julio con unos 24-27ºC de temperatura media, y el más frío Enero con unos 8-10ºC. Las heladas son habituales a partir de la cota 400 m entre Diciembre y Febrero.
Las distintas clasificaciones climáticas establecen el régimen temopluviométrico de esta área como mediterráneo de estepa, árido y/o subdesértico, algo continentalizado.
En cuanto a la hidrología, en este espacio geográfico se localizan sólo barrancos y ramblas de poco recorrido longitudinal. Estos cauces tienen un régimen de escorrentía torrencial, presentando flujo de agua solamente tras los grandes temporales o lluvias de gran intensidad. Las salidas naturales del acuífero estaban representadas por las fuentes de Zaraiche, Mayor y del Ojo, todas ellas en el límite suroccidental del sistema, próximas al núcleo de población de Cieza.
El acuífero Ascoy-Sopalmo se desarrolla ampliamente al Noroeste de la Sierra de la Pila, y presenta una declaración provisional de sobreexplotación debido al diferencial entre extracciones por sondeos (54 Hm3/año) y recursos (de 3 a 7 Hm3/año), que está generando un descenso continuado de niveles a ritmo de 7-8 m/año. Estas demandas son generadas mayoritariamente por agricultores o por algún pequeño poblado o polígono industrial como el caso de Ascoy.
2. EL RECURSO A LAS AGUAS SUBTERRÁNEAS EN MEDIOS SEMIÁRIDOS: LAS DEMANDAS DE ESTAS AGUAS
En el valle del Segura, en su tramo alto (Vega Alta), a partir de la segunda mitad del siglo XX, las mejoras en los sistemas de captación de aguas profundas, las perspectivas de apertura al exterior de las producciones hortofrutícolas de España en 1959 y, sobre todo, el Acuerdo con la C.E.E. en 1970, hacen que aumenten las demandas de frutas y hortalizas para las empresas de manipulación y transformación de estos productos. Se crean multitud de Grupos y Sociedades que abren pozos en el acuífero Ascoy-Sopalmo para transformar en riego los piedemontes de las sierras del Puerto, Ascoy, Benís, Larga, Carrasquilla, La Pila, etc. Fundamentalmente glacis que unen estos relieves con los talwegs de ramblas como las del Judío, Moro y Tinajón que drenan estas depresiones.
Es un territorio donde el contraste secano-regadío es muy acusado y siempre claramente favorable al regadío, de ahí el interés por la puesta en riego. Es en la década de los sesenta cuando se recurre a gran escala a las aguas subterráneas para poder regar aquellas tierras de secano que tras la regulación del Segura (Decreto de 25 de abril de 1953) quedaron sin posibilidad de recibir aguas del río. Hay un aumento del número de sondeos, se abren pozos para captación de acuíferos y se amplían los nuevos regadíos con aguas de origen subterráneo, especialmente en el acuífero Ascoy- Sopalmo, en parajes como la Carrichosa, Ascoy, la Serrana y los Albares en Cieza, los del Aljunzarejo y Hornillo en Jumilla, y los del Boquerón y Casablanca en Abarán.
Las empresas encargadas de captar estas aguas presentan una tipología diversa: particulares, empresarios individuales o familiares que ven en la captación y venta de esta agua, junto con la transformación de las tierras de secano en regadíos, una forma de obtener grandes beneficios en un escaso lapso de tiempo. Algunas de estas empresas venden o caen en manos de grupos bancarios, como sucederá con Ascoy, perteneciente a la familia Bernal, que pasará a BANKUNION a mediados de los años setenta del siglo anterior (GIL MESEGUER y GÓMEZ ESPÍN, 1985, pág. 30). Y por otro lado, asociaciones de propietarios locales de tierras que se agrupan (Grupos Sindicales de Colonización), pasando posteriormente a formar parte de Sociedades Agrarias de Transformación, para adquirir aguas subterráneas y regar tierras propias y otras que adquieren en esos piedemontes, como sucede con el G.S.C. nº 11.235, hoy S.A.T. “El Boquerón”, o con el G.S.C. nº 2.404, actualmente S.A.T. “Casablanca”.
Es también el momento de los llamados agronegocios, que surgen en los años sesenta y setenta, donde grupos familiares o sociedades anónimas y grupos bancarios ven en el agua y la tierra un negocio con la puesta en riego y venta de participaciones de los caudales alumbrados. Este es el caso, por ejemplo, de la Sociedad Agraria “Santa Marta” en Casablanca (Abarán) o la mencionada de Ascoy S.A. en Cieza. Se organizan como empresas industriales, ocupan grandes superficies, crean amplios marcos de plantación para permitir la mecanización de las labores, el riego es por inundación con surcos o caballones y practican una agricultura de carácter extensivo integrada en los procesos comerciales.
Para disponer del agua, en estas explotaciones se construyen canales que bordean los relieves dominando en cota a los perímetros regables, para que solo por gravedad llegue ésta a los distintos sectores de riego. Algunos de estos canales constituyen formidables infraestructuras, minitrasvases, caso de NEASA (Nuevas Explotaciones de Aguas S.A.). Canales que se suceden a distintas cotas de altura en estas pendientes, como en el sector SW de la sierra de La Pila, donde se sitúan el de los pozos Menorca-Ibiza, el de la S.A.T. nº 2404 y S.A.T. nº 11.235,… en parajes como Boquerón, Casablanca, Vergeles, Rellano, etc.
Fig. 3. Sierra de Ascoy y parte de la superficie de riego asociada al Acuífero Fig. 4. Sierra de Ascoy. Obsérvese el número de embalses para riego. |
Foto nº 2. El riego a presión, localizado, en su modalidad de goteo, es el más extendido en las nuevas plantaciones |
A mediados de los ochenta del siglo XX ya era manifiesta la explotación acusada del acuífero, con una sobreexplotación anual que superaba los 28 Hm3, con descenso de niveles de entre 4 y 6 metros/año, planteándose la declaración de acuífero sobreexplotado con perímetro de protección y, más tarde (2006), se ha programado hasta su gestión por una Junta Central de Usuarios.
En los últimos treinta años se están produciendo cambios significativos en los sistemas de riego, abandonando el riego a la oferta (especialmente modalidades de inundación) por riego a la demanda, más próximo a las necesidades de la planta, como el riego localizado en su modalidad de “goteo”.
El riego localizado constituye un sistema de aplicación de agua al suelo o sustrato a través de unos emisores situados en las tuberías de riego. Mediante estos dispositivos se pone el agua a disposición de la planta, a bajo caudal y de forma frecuente, originando en el suelo o sustrato una zona húmeda limitada conocida como bulbo, en la cual se mantiene la humedad constante. Además del elemento agua, se suministran los fertilizantes y ciertos productos disueltos todos ellos en el agua.
Esta es llevada de forma continua desde un embalse a cada planta por una red de tuberías, previo filtrado hasta el emisor o gotero, donde se produce una descarga gota a gota.
En los actuales sistemas de riego a la demanda es imprescindible la utilización de embalses reguladores, sobre todo en explotaciones donde utilicen el riego localizado, para asegurar la disponibilidad de agua en función de la demanda hídrica de cultivo.
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Actualmente, se prevé también la construcción de complejos residenciales del tipo resort ligados al turismo de golf próximos al acuífero Ascoy-Sopalmo —declarado sobreexplotado desde 1988—, y ante esta nueva situación se puede generar un aumento de la demanda de agua para abastecer a estas nuevas urbanizaciones.
3. PROBLEMAS QUE SE PRESENTAN Y SOLUCIONES CON LA MODERNIZACIÓN DE REGADÍOS
El principal problema que se presenta es la sobreexplotación del acuífero. A instancias del IGME, Ayuntamientos y Delegación de Industria de Murcia se propuso un perímetro de protección que fue aprobado mediante Orden Ministerial del 8 de Junio de 1979, y publicada en el BOE del 3 de septiembre del mismo año. Esta medida reguló los nuevos sondeos, pero no ha impedido un incremento en la intensidad del ritmo de explotación de los existentes. Entre las principales empresas que extraían y extraen agua destacaba RIESA, antigua NEASA, empresa encargada de la venta de agua mediante participación por acciones (cada acción equivale al derecho de un volumen de agua de 80 m3 cada 30 días, cantidad estimada para el riego de una tahúlla de frutales), que distribuía más de la mitad del volumen extraído del acuífero.
Además de la sobreexplotación, se presentan otras dificultades en estas áreas de riego, como tener que regar durante las 24 horas del día, especialmente en verano, lo que supone un mayor gasto de energía eléctrica; caudal de riego variable a lo largo del año, en función de la aportación de los distintos sondeos; pérdidas en la red de transporte; y falta de presión en las distintas tomas; entre otros.
Para solucionar algunos de estos inconvenientes se solicitan y programan planes de modernización que, entre otras cuestiones, les permita aumentar la capacidad de embalse; mejorar la red de transporte para que a todas las tomas pueda llegar el agua con presión suficiente, consiguiendo así una buena distribución del agua al riego localizado; realizar en la red de distribución una serie de arquetas con agrupación de hidrantes, de los que partirán las tuberías particulares de cada regante a su parcela, instalando en ellas los filtros quitapiedras y los elementos de telecontrol; y realizar la automatización de todo el proceso; con el objetivo final de mejorar la gestión del agua y la calidad de vida del regante.
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Con los planes de modernización, en estas comunidades de regantes se ha aumentado considerablemente la capacidad de embalse general, especialmente viable en aquellas comunidades que dependen de una importante empresa cosecheroexportadora, conscientes de que el calendario de riegos obliga a disponer de agua en los meses de verano por la orientación productiva de estos parajes (Aljunzarejo, Hornillo), dedicados a frutales de hueso y uva de mesa. El resumen del calendario de riegos de la C.R. Casablanca (año 2005) expresa claramente esta situación. Enero marca el mínimo del calendario, pues es el paro impuesto por unas cosechas recogidas y el letargo invernal de los cultivos de frutales característicos de estos parajes. La subida paulatina de las temperaturas se acompaña del crecimiento y maduración de las cosechas, y un aumento de las necesidades hídricas que alcanza su máximo en julio, igual que las temperaturas. El descenso de la demanda hídrica a partir de este momento no es tan acusado porque hay una cosecha que se recoge hasta diciembre, la de uva de mesa.
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Este calendario de riegos responde a las características de accionistas o miembros de un grupo sindical de colonización, en la actualidad sociedad agraria de transformación 2404, con entre 390 y 385 regantes en el periodo 1981-2006.
4. LA GESTIÓN DEL ACUÍFERO. DE LA INDIVIDUALIDAD A LA JUNTA CENTRAL DE USUARIOS
Entre los que captan y extraen agua del acuífero Ascoy-Sopalmo y los que usan este recurso en más de 10.000 has de municipios murcianos e incluso de la vecina provincia de Alicante, existe una enorme variedad en la forma de organizarse.
Inicialmente todos tienen una concesión de aguas en virtud de uno o varios sondeos y la autorización por parte de la Comisaría de Aguas de la Confederación Hidrográfica del Segura.
Unos responden a un típico agronegocio, ventas de agua, mediante la formula de participaciones en el caudal alumbrado, e incluso separado de la tierra. Es el caso que hemos mencionado del inicio de una empresa murciana: BERNAL, en 1942, para las tierras que habían adquirido en el piedemonte de la Sierra de Ascoy, que posteriormente vende a BANKUNIÓN, así como NEASA y RIESA vende agua que distribuye por una red de canales en el piedemonte de la Sierra de La Pila hasta las tierras de Fortuna, Abanilla y de la vecina provincia de Alicante.
Por otro lado, esos agronegocios de los años sesenta, de tipo familiar, absorbidos por bancos debido a los préstamos para poner en riego grandes superficies de secano y eriales, como en las explotaciones de “Santa Marta” (Casablanca), “El Aljunzarejo” y “El Hornillo”, que a partir de los años ochenta del siglo pasado serán adquiridas por importantes exportadores hortofrutícolas o por gestores inmobiliarios de la construcción, y donde en los primeros años del siglo XXI son modelos de innovación en la producción de frutas y hortalizas, caso de la finca “El Aljunzarejo” donde “Frutas Esther” ha conseguido reunir más de 400 has con las últimas técnicas de aplicación de riego localizado y de producción integrada, con respuesta rápida a las demandas del mercado en variedades de uva de mesa y de frutas de hueso.
Junto a estas grandes fincas y modernas organizadas por un grupo cosecheroexportador, también existen las asociaciones de pequeños y medianos usuarios de esta agua, que se agrupan para captarlas y distribuirlas en grupos sindicales de colonización, posteriormente sociedades agrarias de transformación (S.A.T. nº 2.404 “Casablanca”), donde en colaboración con la Consejería de Agricultura y Agua de la Región de Murcia o con las sociedades de los ministerios como SEIASA del Sur y Este de España, en la forma de convenio, se han propuesto modernizar sus regadíos.
En estas comunidades con cerca de 400 miembros es difícil tomar estas decisiones, pero es vital que todos participen y que se impliquen para el buen desarrollo del Plan de Modernización (GÓMEZ ESPÍN, J.Mª., GIL MESEGUER, E. y GARCÍA-MÁRIN, R., 2006).
Entre los Ministerios de Agricultura y Medioambiente está previsto invertir en modernización de regadíos y en mejoras de la gestión de recursos hídricos más de 10.000 millones de euros, labor a la que hay que unir las Direcciones Generales de Aguas y de Regadíos de la Comunidades Autónomas, así como la de las propias comunidades de regantes. Un esfuerzo conjunto el de Administraciones y Regantes con el objetivo de lograr un mejor uso del agua y mayor calidad de vida para el regante.
Frente a las situaciones de sequía como las que atravesamos en los años 2004/2005 y 2005/2006 las comunidades de regantes del acuífero Ascoy-Sopalmo han respondido con la explotación individualizada de la captación, muy condicionada por la capacidad de almacenamiento de la comunidad y de las necesidades de sus regantes.
En definitiva, frente a otras comunidades que dependen de recursos trasvasados, caso de las C.R. de Yéchar en Mula, o de las rodadas de la Cuenca del Segura, como los regadíos tradicionales del fondo del valle de la Vega Alta; las que utilizan aguas subterráneas pueden afrontar mejor la sequía si aún quedan aguas en el acuífero.
Ahora bien la explotación en el tiempo exige no sólo perímetros de protección y Junta Central de Usuarios, sino un plan que facilite la recarga y recuperación del acuífero para hacer sostenible su explotación. Esta labor de planificación es la que falta en la mayor parte de los acuíferos: Planes de explotación sostenible. La realidad es que el mantenimiento de esta riqueza creada y el empleo que genera, campaña a campaña, hace que se continúe con los volúmenes de explotación, aunque es verdad que mejor aprovechados con la modernización.
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CONCLUSIONES
El recurso a las aguas de freáticos profundos (acuíferos) se produce en España en la segunda mitad del Siglo XX, especialmente para regadíos altamente especializados como los de la margen izquierda de la Vega Alta del Segura, con una gran tradición en empresas de distribución hortofrutícola, donde la modernización de espacios regados se ha extendido para responder a las políticas agrarias y ambiental de la Unión Europea y, especialmente, a los gustos y exigencias alimentarias de su población. También a la necesidad de mantener los caudales de estas explotaciones hídricas con el máximo ahorro y rentabilidad. Son caudales que responden a las necesidades inmediatas sin estar sometidos a políticas e intereses ajenos a la práctica agrícola y económica del agricultor o empresario.
Del análisis de los planes de modernización de algunas Comunidades de Regantes que usan las aguas del acuífero Ascoy-Sopalmo, hemos de indicar: un ahorro y eficacia en el uso del agua, una mayor productividad en el metro cúbico empleado, una disminución de los costes energéticos, mayor control de las extracciones y de la distribución del agua, mejor planificación del riego y mayor calidad de vida del agricultor regante.
Estos agricultores regantes que usan aguas subterráneas como las del acuífero Ascoy-Sopalmo, en la modernización de sus explotaciones e infraestructuras de riego de sus Comunidades, participan en un compromiso de amortizar estas inversiones en la línea de tarificación prevista en la Directiva Marco 60/2000/CE. Y el precio del agua responde a costes reales de captación y distribución hasta la parcela de cada regante.
Se hecha en falta en el precio final los costes de recuperación de los acuíferos y los planes de sostenibilidad en su explotación, que permiten ese millón de hectáreas regadas en España, algunas de ellas modelos de producción en regadío.
FUENTES Y BIBLIOGRAFÍA
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Por: José Mª Gómez Espín, Ramón García Marín, Encarnación Gil Meseguer
Dpto. Geografía (Universidad de Murcia)
[email protected]; [email protected]; [email protected]
Fuente: M+A. Revista Electrónic@ de Medioambiente
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