Los Residuos Electrónicos: Un desafío para la Sociedad del Conocimiento en América Latina y el Caribe – Parte 8
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- El 28 marzo, 2014
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Gustavo Fernández Protomastro |
Generación de residuos electrónicos
El material es procesado en forma manual para el desmontaje, desensamblado y la valorización de los componentes de los RAEE. Se podría hablar de demanufactura y reacondicionamiento de los RAEE, previos a la valorización y disposición final.
Después de su desmontaje, los componentes son separados para su valorización según las siguientes categorías: (1) plásticos, (2) metales ferrosos o no ferrosos puros, o aleaciones provenientes de las carcasas o estructuras de los equipos, (3) circuitos impresos o integrados. Una vez valorizado, clasificado y acopiado para su venta posterior, cada grupo de sustancias tiene un nuevo destino comercial. Tanto los plásticos como los metales de las carcasas, básicamente latón, hierro, acero o aluminio, son comercializados en el país a extrusadoras de plásticos o fundiciones de metal. En tanto, los circuitos impresos o integrados, conectores, capacitores, etc. son exportados a grandes refinadoras.
El acopio del material recuperado y seleccionado para su posterior reciclado o uso como insumos de nuevos procesos industriales se hará en recipientes plásticos o metálicos, bolsones o cajas que se mantendrán en palletes y en forma segura para evitar incendios o emisión de sustancias contaminantes.
Se procede a la carga de la mercadería a un contenedor.
La valorización, el procesamiento, el reciclado y la comercialización de los distintos materiales recuperados del e-scrap, que incluye distintos tipos de plásticos (como HIPS, ABS, acrílico y PP), vidrios, metales ferrosos (hierro y acero) y metales no ferrosos (como cobre, aluminio, níquel, estaño, etc.), generan un doble impacto positivo en la economía y el medio ambiente de Argentina:
- Sustitución de importaciones de materias primas, logrando incluso un menor costo a igual calidad;
- Minimización de las cantidades de desechos vertidos en rellenos sanitarios.
Dado que no todos los rezagos electrónicos pueden ser procesados y reciclados en Argentina, una parte de los mismos
se exportan cumpliendo los requisitos de la Convención de Basilea sobre el movimiento transfronterizo de desechos especiales.
En tal sentido, serán notificados los gobiernos de Argentina y del país destino del contenedor con material de e-scrap, a fin de cumplir los pasos detallados por dicha Convención Internacional.
En base al preacuerdo de comercialización y tratamiento de los materiales valorizados, las empresas refinadoras reciben
los contenedores con entre 10 y 20 toneladas de circuitos impresos, IC chips, memorias o demás materiales ricos en metales base o metales preciosos para su refinado. En tal caso, el proceso consiste en:
- Tratamiento de ácido sulfúrico para atacar las resinas epoxi, demás plásticos y etiquetas de las plaquetas.
- Tratamiento en horno de arco plasma a más de 3.000 °C con captura de gases y destrucción de moléculas contaminantes.
- Refinado electrolítico de metales con obtención de cobre de alto grado, estaño, níquel, oro, plata, paladio, etc.
El procesamiento en las plantas refinadoras demora entre 30 y 50 días, antes de que el material procesado esté listo para comercializarse en lingotes de metal puro.
Secuencia de la gestión de los RAEE
Tratamiento de RAEE: plaquetas, tubos de rayos catódicos, transformadores, toner y baterías
Desmontando los RAEE se generan los siguientes residuos especiales:
- Plaquetas de motherboard, placas de video, placas de audio, memorias, microprocesadores, etc.7
- Tubos de rayos catódicos
- Cartuchos y tóners8
- Pilas, baterías y demás fuentes
Por lo siguiente se describe la gestión de los rezagos o descartes de monitores, TV y/o tubos de rayos catódicos (TRC) en la planta de tratamiento, destinados a disposición final en cumplimiento con normas ambientales y de responsabilidad post-consumo9. Un monitor típico de 12kg tiene entre 0,8 y 1,2kg de óxidos de plomo (PbO), distribuidos según los porcentajes indicados en el siguiente gráfico.
En las versiones más modernas de TRC, el contenido de PbO del panel de fondo de pantalla es sustituido por óxido de bario (BaO).
La planta de tratamiento coordina con el cliente el retiro de los RAEE, empleando para ello medios propios como personal, transporte y otros recursos, de acuerdo con resolución de la Secretaría de Ambiente de la Nación de considerar como residuos universales los AEE, entre ellos los monitores, televisores o TRC no destruidos o dañados. No se aceptarán monitores o TV tubos dañados o molidos.
Los materiales pueden ser fotografiados o registrados por códigos de barra para verificar la posterior trazabilidad de los mismos hasta su destrucción o disposición final. Los monitores son acopiados en cajas o recipientes que pueden ser precintados.
Una vez recepcionados en la planta de tratamiento, los monitores y TV son clasificados para su correcta gestión. En dicho proceso, se pueden rechazar materiales que serán devueltos al generador. En el siguiente desmontaje se separan y clasifican los componentes. De las carcasas se sacan mayoritariamente plásticos, acero y cables. Además, hay un componente importante de plaquetas, sobre todo en los monitores.
Los plásticos se clasifican para la venta. Pueden ser molidos o chispeados para su posterior acopio en bolsones. Las plaquetas son clasificadas por el contenido de componentes tales como circuitos integrados, capacitores, transistores y conectores.
Los circuitos impresos e integrados son luego exportados.
Una vez separados los componentes externos del TRC, se procede a la destrucción del tubo de rayos catódicos en una línea de trabajo específicamente diseñada a tal efecto.
Los TRC ingresan por una cinta transportadora hasta un recinto cerrado, donde el operario, protegido por un vidrio de acrílico rompe en TRC10.
En el siguiente paso se separan los distintos tipos de vidrio activados con plomo, el fondo de pantalla y el cuello o yugo de alto contenido de cobre. Los vidrios de bajo contenido de plomo se venden a productoras de vidrio no relacionadas con el consumo de alimentos o bebidas, mientras la fracción con alto plomo se envía a empresas de recuperación de plomo como Unionbat o se exporta a refinadoras de plomo.
Una vez separadas las carcasas y los elementos de cobre, se procede a la limpieza del panel con el coating de fósforo y
aluminio, bajo estrictas condiciones de protección del ambiente laboral, para minimizar el impacto de las partículas de aluminio y fósforo en el ambiente y entre los operadores.
Una batería típica de litio ión está compuesta por un conjunto de sustancias y aleaciones entre los que se destacan el hierro, cobre, níquel, aluminio y cobalto, con un pequeño porcentaje de óxido de litio. Además cuenta con un 15% aproximadamente de plásticos, carbonos, oxígeno e hidrógeno.
En tanto, la composición de una batería níquel metal / níquel hidruros, se destaca por el alto contenido de níquel y hierro, un poco de cobalto y aluminio y la presencia de metales raros o lantánidos:
La posición arancelaria definida por la aduana es 8506.90.00,con un arancel externo del 5% para la Aduana de la Argentina:
La planta de tratamiento cuenta con un sector, donde son desmontadas las baterías de celulares, computadoras y otros equipos, recolectadas por programas municipales, empresas o entes de gobierno. Se verifica el tipo de batería, su composición y estado. Representando un residuo peligroso, las baterías son luego procesadas para su exportación según normativas internacionales del transporte de dichos desechos.
Las baterías son acopiadas en forma individual en bolsas y acopiadas en recipientes de plástico duro que cuentan con tapa y seguro precintado. De esa manera se cargan en el contenedor.
Una vez alcanzadas unas 15 toneladas de baterías, la planta de tratamiento procede a la exportación, para lo cual se busca una empresa naviera que las pueda exportar a Suecia, seguros, contenedores y transportista. En un siguiente paso, se solicita autorización a la Dirección de Movimientos Transfronterizos de la SAyDS, notificando fecha de embarque, buque, naviera, el peso de las baterías a exportar, destino final y puertos intermedios, si los hubiera.
Política ambiental de las plantas de tratamiento
Plan de gestión ambiental
El Plan de Gestión Ambiental (PGA) para el desarrollo de las obras consiste en la estructuración de programas específicos de medidas de mitigación, monitoreo y control, necesarias para minimizar o evitar los impactos ambientales que se puedan derivar de la ejecución de la obra. Las medidas de un PGA deben basarse, preferentemente, en la prevención y no en la mitigación de los efectos indeseados de los procedimientos de recolección, acopio, transporte, demanufactura, valorización, clasificación, acondicionamiento para la exportación y venta de RAEE. Este criterio se apoya, por un lado,en la obligación de minimizar dichos efectos y por otro en que el costo de su tratamiento es generalmente mucho mayor que el de su prevención.
Los programas del PGA describen al conjunto de acciones de prevención, control, atenuación, restauración y compensación de impactos ambientales negativos que deben acompañar el desarrollo del proyecto para asegurar el uso sustentable de los recursos naturales involucrados y la protección del medio ambiente. Las medidas y acciones del PGA se integran en un conjunto de programas organizados en actividades singulares dentro de cada uno de ellos, pero a la vez planificados dentro de una red de actividades complementarias, relacionadas entre sí con el objeto de optimizar los objetivos de la gestión de RAEE, reduciendo sus costos, minimizando imprevistos, atenuando sus efectos negativos y evitando conflictos.
La correcta aplicación del PGA es prioritaria. Se deben extremar las medidas tendientes a minimizar las perturbaciones en la generación de residuos peligrosos, previos a su disposición final. El PGA incluye, entre otras, las siguientes medidas:
- Medidas correctivas, mitigadoras y/o de control, indicándose características y etapa de aplicación de las mismas sobre la base de la identificación de los impactos;
- Medidas optimizadoras o potenciadoras de los efectos beneficiosos del proyecto, a implantar en su etapa de construcción;
- Planes de monitoreo de las variables ambientales más significativas y susceptibles de un seguimiento común;
- Programas de capacitación de personal.
Todos los programas, procedimientos e instructivos elaborados en este proyecto serán documentados. Los resultados y las desviaciones evidenciadas sobre los mismos, así como la correspondiente implementación de acciones modificatorias serán registrados de manera de favorecer la trazabilidad como herramienta para la toma de decisiones. La evaluación ambiental realizada y las medidas de mitigación propuestas tienen como objeto propender a un planeamiento proactivo.
El PGA contiene las nociones generales de protección ambiental y social a ser implementadas durante el proyecto por parte de todos los participantes del mismo, cualquiera sea su función y tarea. Los programas básicos del PGA se refieren a las contingencias ambientales, la protección de vegetación y vida silvestre, de recursos naturales como agua y suelo y la gestión de Residuos.
Plan de contingencias
La finalidad de un plan de contingencias es establecer un programa de acciones ante contingencias durante todas las operaciones de gestión de RAEE. El propósito principal de este plan es el de salvaguardar la vida, el ambiente y las actividades socio económicas y culturales. Los objetivos fundamentales a cumplir son los siguientes:
- Proveer una guía de las principales acciones a tomar ante una contingencia.
- Minimizar los efectos de una contingencia una vez producida, desarrollando acciones de control, contención, recuperación y en caso necesario, restauración de los daños.
- Capacitar al personal de obra en materia de seguridad, prevención y cuidado del medio ambiente.
El programa de contingencias cubre a los obradores, oficinas de obra, emplazamientos donde se ejecutan las distintas obras, predios para instalaciones complementarias y todo aquel sector vinculado directamente al desarrollo inmobiliario en el que potencialmente se pudiera suscitar una situación de emergencia. Esto incluye tanto las actividades que desarrolla la planta del tratamiento como los subcontratistas.
A partir de situaciones hipotéticas, se establecen tres grados de contingencias atendiendo a la gravedad de las mismas y a la magnitud de los daños:
Contingencias Grado I: Se incluyen en este grado a todos los siniestros que tienen un leve impacto en el medio ambiente y que no afectan a persona alguna. Sólo están puntualmente involucradas las instalaciones, con daños de escasa consideración.
Se manejan estas contingencias con los recursos rutinarios ya existentes en el lugar, o con recursos posicionados en el lugar para tales casos.
Contingencias Grado II: Dentro de esta clase de siniestros se ubican aquellos que tienen un moderado impacto en el medio ambiente, afectan escasamente el patrimonio de terceros y/o de la sociedad. Las personas afectadas pueden resultar heridas de poca gravedad, como derrame dentro de la planta de tóner o baterías. Se manejan con recursos controlados directamente en la planta de tratamiento.
Contingencias Grado III: En este grado de contingencias se incluyen todos los siniestros catastróficos que producen situaciones de riesgo para las personas, heridos graves o muertes y que afectan el patrimonio de la planta, los recursos ambientales en general, bienes de terceros, etc. (como en el caso de incendios o explosiones en la planta). Se manejan usualmente con recursos que no están normalmente disponibles dentro de las operaciones, sea por su alto costo, poca probabilidad de uso o especialización profesional.
Las posibles contingencias no se pueden prever en todos sus detalles. Por lo tanto, se separarán las contingencias en genéricas de grado I a II, y contingencias específicas de grado III. Las contingencias de grado I se manejan exclusivamente a nivel local. No se define un escenario específico, y se anticipa que cada sector desarrolle sus propios procedimientos detallados para enfrentar estas contingencias. Los procedimientos terminan con el control de la situación. En caso de que estas contingencias alcancen grado II, se debe informar inmediatamente a la gerencia de la planta de tratamiento.
Las siguientes categorías de contingencias son típicamente asignadas al grado I o II:
- Derrames líquidos, cartuchos, tóners, vidrios activados o líquido de transformadores.
- Fuegos en fase inicial.
- Pérdida de estabilidad de estructuras.
- Incendio de acopio de baterías o embalajes acopiados.
- Emanaciones de tóxicos o lixiviado de los catalizadores industriales acopiados.
Considerando el tipo de instalaciones y la naturaleza de las actividades desarrolladas, estas contingencias pueden resultar en sucesos escalados, de grado III, como sigue:
- Incendio.
- Accidente grave, con intoxicación o contaminación de personal con RAEE o catalizadores acopiados.
- Accidente grave o fatal debido al tránsito en rutas, transporte de RAEE o catalizadores y sectores de uso público.
- Accidente grave debido a derrumbes de material acopiado, vuelco de contenedores con residuos peligrosos como catalizadores agotados o plaquetas.
Es conveniente definir papeles y responsabilidades genéricas en caso de contingencia, como sigue:
Iniciante: Cualquier persona de la empresa o ajena a ella que encuentra una situación de contingencia.
Personal de seguridad: Personas encargadas de la seguridad del predio. Las mismas poseen sistemas de comunicación y
un listado de los teléfonos de los entes competentes para actuar en el caso de una contingencia.
Autoridad Máxima del Lugar (AML): Es la persona de máxima autoridad presente en el lugar de la contingencia. Debe ser un miembro del personal de la planta de tratamiento.
La persona que actúa de AML debe estar identificada con anticipación.
Vocero del Lugar (VL): Es la persona designada para manejar los contactos con el público, la prensa, los medios, etc. durante una situación de contingencia.
Brigada de Ataque o Grupo de Respuesta: Es el grupo conformado en el lugar de una contingencia para retomar el control de la situación defensa civil, bomberos, municipio, policía, etc. Está integrado por personas designadas con anticipación, o llamadas por el AML para tal propósito. Esta brigada tiene que ser entrenada por el responsable de seguridad e higiene o por quien él designe, para actuar frente a las distintas situaciones de contingencia.
Seguidamente se desarrolla el rol de actuación propuesto, en el que se indican las distintas etapas de decisión de la planta de tratamiento a partir del momento de producida una contingencia.
En términos generales la estrategia de la empresa para resolver los distintos tipos de siniestros que pueden ocurrir, debe desarrollarse en cuatro etapas:
- Avisar y movilizar los medios, servicios propios y de terceros,e informar a los responsables.
- Resolver el problema mediante la aplicación de métodos específicos de control.
- Reparar y reacondicionar las instalaciones y/o el lugar en que ocurrió el siniestro.
- Evaluar los daños y el impacto sobre el medio ambiente; desarrollar e instrumentar las medidas correctivas evitando la reiteración del siniestro.
Comienzo del plan de contingencia: La ocurrencia de un incidente puede ser avisado tanto por el personal de la planta, como por contratistas, subcontratistas u observadores circunstanciales.
El Plan de Contingencia se inicia siempre con el aviso de la ocurrencia de un incidente. El primer paso de dichos planes siempre es informar a la AML y el responsable de medio ambiente de la obra, quien es el responsable de establecer o confirmar la gravedad de la contingencia ocurrida, determinando el grado de riesgo I, II o III. El control de una contingencia exige que el personal en obra esté debidamente capacitado para actuar bajo una situación de emergencia. Este control implica la participación tanto del personal propio como contratistas especializados en la aplicación de los procedimientos vigentes.
Higiene y seguridad en el trabajo
Los procedimientos de higiene y seguridad laboral son de cumplimiento obligatorio, en todas las tareas de gestión de los RAEE, según las leyes ambientales nº 24557 (LRT) y nº 24449 (tránsito) y el manual de seguridad de la planta de tratamiento. A partir de los lineamientos básicos dados al personal, la responsabilidad de cumplirlos e implementarlos depende de cada uno, sin prejuicio de que los supervisores asuman el rol más importante. Una de sus funciones principales es instruir al personal, participar en las inspecciones de seguridad que la planta de tratamiento realice, ver si los elementos de protección del personal, equipos y herramientas se mantienen en condiciones seguras para su uso. Además debe insistir en el cumplimiento de prácticas seguras y promover la seguridad en todo momento.
La planta de tratamiento prepara y planifica su propio programa de seguridad implementando procedimientos relacionados con la seguridad en el lugar de trabajo. Este programa de seguridad en obra tiene que aprobarse por el inspector de obra de la planta. Entre otras cosas se considera:
- Control, mantenimiento y entrega de los elementos de protección personal.
- Procedimiento de primeros auxilios.
- Estadística e investigación de incidentes/accidentes conforme a la ley nº 19587 y a su decreto reglamentario 351/79.
- Inspecciones, reuniones periódicas de seguridad.
- Entrenamiento en respuesta a las emergencias.
- Capacitación del personal y subcontratistas sobre seguridad, salud y protección ambiental.
La planta de tratamiento tiene que comprometerse a mantener la mayor armonía con todo su personal a efectos de allanar los inconvenientes propios de los trabajos a realizar y poder actuar en forma conjunta y mancomunada ante unaemergencia. Previo a la iniciación de los trabajos la planta de tratamiento presenta un listado de su personal propio y contratado. En el mismo se detallará: Nombre y apellido, dirección, número de documento, seguro de riesgos del trabajo y oficio. La planta de tratamiento provee a su personal de equipos y elementos necesarios para los trabajos. La calidad y el diseño de los mismos cumplen con las normas vigentes.
Se dispone en lugares accesibles de los sectores de trabajo, para el tratamiento temporal inmediato en caso de accidentes o enfermedad repentina, de kits de primeros auxilios de acuerdo a lo dispuesto en la ley nº 19587. Los kits tienen que estar a cargo de personas asignadas convenientemente adiestradas para su correcta utilización. De acuerdo a las circunstancias, al tipo de trabajo a ejecutar y según las indicaciones de los asesores en higiene y seguridad en el trabajo, la planta de tratamiento provee a su personal con los elementos de protección personal que corresponda11. Se cuidan las manos, sin exponerlas a riesgos innecesarios y se usan guantes adecuados para cada tarea. Se utilizan en toda tarea donde haya riesgo de proyección de partículas o salpicaduras de productos.
No se permite en dichas áreas usar lentes de contacto. Manipular ácidos requiere de delantales y botas de PVC. Si se efectúan trabajos en altura (andamios, plataformas, techos, etc.), se utiliza cinturón de seguridad del tipo paracaidista y tomado de la estructura independiente de la que el operario se encuentre trabajando. Para los trabajos de corte con arco eléctrico debe utilizarse máscara para soldar. Estas tareas generan chispas, rotura de tubos de rayos catódicos, molienda de plásticos o plaquetas, temperatura y polvo, por lo que se tiene que usar ropa y elementos adecuados para desarrollar las tareas sin riesgo, por ejemplo pantallas metálicas o de acrílico protectoras y sistemas de aspiración de polvo de catalizadores, de polvo de tubos de rayos catódicos o de material de molienda.
Existen tres tipos de peligros en los que debe utilizarse protección respiratoria para prever un accidente: deficiencia de oxígeno, gases y vapores, partículas. Las protecciones respiratorias a emplearse son un equipo de respiración autónoma, una máscara con filtro para vapores, gases o polvos, una mascarilla descartable para polvo, tipo barbijo.
La planta de tratamiento aporta sus propios matafuegos, certificados y con indicaciones claras en cuanto al tipo de fuego para el cual es apto y con una capacidad mínima de 20 BC unidades de extinción cada uno. Asimismo todo el personal debe conocer en cada situación la ubicación de los extintores, así como otros elementos de lucha contra el fuego. Todo el personal tiene que ser instruido para que por ningún motivo obstruyan con elementos los accesos a los matafuegos u otros equipos de emergencia. No está permitida la realización de ningún tipo de tareas, por parte del personal de gestión ambiental y subcontratistas, sin los elementos de seguridad necesarios.
La planta de tratamiento tiene que disponer de asesores de seguridad habilitados por las autoridades competentes, para cumplir con la ley de higiene y seguridad en el trabajo. En base a la misma y de acuerdo al riesgo y objeto de la tarea, se determina la cantidad de horas mensuales de asistencia de estos in situ.
Herramientas
La planta de tratamiento debe mantener en buen estado mecánico sus herramientas y equipos, respetando las condiciones y requerimientos de seguridad a través de:
- Provisión de protecciones en máquinas con partes en movimiento expuestas.
- Dispositivo de seguridad en los equipos móviles, como ser indicadores de carga y del ángulo de la pluma.
- Aislamiento eléctrico o conexionado a tierra de las herramientas.
- Mecanismo salvavidas en herramientas eléctricas.
En caso de tener alguna duda sobre las condiciones de seguridad de cierta máquina o herramienta se consulta a los asesores de seguridad.
No se explotan o destruyen TRC fuera de áreas específicas de corte y limpieza. Los mismos son cortados y acopiados en forma de evitar cortes o contaminación. Los vidrios activados de LCD o notebooks tienen que acopiarse en recipientes cerrados para no perder cristal líquido.
Hacia un mercado latinoamericano de e-scrap
El gran problema que hoy enfrenta Latinoamérica es conformar una logística de muy bajo costo para la recolección de los RAEE. Para agilizar este procedimiento, se propone la creación de una bolsa virtual que logre vincular la oferta con la demanda de RAEE y de todos los servicios relacionados con la gestión de los mismos. El fin del Mercado de RAEE sería el intercambio y la comercialización de todos los RAEE provenientes de empresas privadas o públicas, entes del gobierno municipal o provincial y/o particulares.
La misión sería constituir y operar un mercado eficiente y transparente de residuos y subproductos a fin de promover el encuentro entre oferta y demanda, y su gestión sustentable.
Tendría por objetivos:
- Facilitar, promover e intensificar el reuso social, la remanufactura y la valorización y reciclado de los RAEE;
- Generar mayor transparencia en la relación entre la oferta y la demanda del mercado de RAEE, y proporcionar
a las empresas una herramienta para reducir gastos y mejorar la competitividad a la hora de la gestión de los RAEE; - Promover la incorporación de los residuos y subproductos en los RAEE
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