Los Residuos Electrónicos: Un desafío para la Sociedad del Conocimiento en América Latina y el Caribe – Parte 5
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- El 3 enero, 2014
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Alejandro Prince |
Residuos electrónicos en LAC: tamaño del problema y oportunidades para una gestión más eficiente
Introducción
El presente texto tiene como objetivo cuantificar el tamaño de la basura informática en la región de América Latina y el
Caribe (LAC) utilizando el PC como indicador, describir los circuitos de los equipos en desuso y además, elaborar propuestas para mejorar la disposición o la recuperación de estos equipos en desuso, sus partes, componentes y materiales, así como de sus residuos contaminantes.
Este informe ha sido preparado bajo la metodología de metaresearch a partir de:
a. desk research sobre varias fuentes, fundamentalmente sobre información de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT), Internet World Stats y Computer Industry Almanac,
b. los hallazgos de dos estudios realizados por Prince & Cooke (P & C) para la Plataforma RELAC Sur/IDRC:
El primer estudio analizó el mercado de PC en LAC, siguiendo los circuitos de reciclado y disposición final de los equipos en desuso (realizado en 2006). El segundo estudio fue realizado sobre una muestra de 380 hogares de la Argentina durante septiembre de 2008 a fin de indagar el destino de los PC y otros equipos informáticos en desuso.
Al igual que en el estudio de 2006, se han relevado y actualizado datos de seis países de la región: Argentina, Brasil, Chile, Colombia, México y Venezuela, proyectando los datos de los demás países latinoamericanos. Tomando en cuenta su Producto Bruto Interno (PBI), su población, y su base instala da de PC, estos seis países representan alrededor de un 80% de la región LAC.
Con pocas excepciones la penetración per cápita de PC por país guarda una fuerte correlación con el PBI per cápita, la
proporción de población con educación formal superior y calificada laboralmente, entre otras variables.
Como PC se consideraron tanto los equipos de escritorio como los portátiles. Un primer dato a ser tenido en cuenta en cualquier política o programa de reciclado o recuperación de PC en la región es la importancia de los equipos ensamblados localmente, con o sin marca. Son armados por pequeñas y medianas empresas (PyMEs) locales, que en algunos casos tienen un cierto grado de informalidad en la adquisición de las partes o en la comercialización. Mientras en Argentina el porcentaje de equipos armados localmente es de 75% o más, en Brasil, bajo licencias de importantes marcas o con marca local se produce más del 95% de los equipos vendidos anualmente en el país. En Chile, Colombia y la República Boliviariana de Venezuela se arma localmente un 60% de los equipos comercializados año a año, mientras en México se ensambla localmente sólo un 50% de los equipos.
Claramente, la computadora ha sido el producto más representativo y capilar entre las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), tanto en empresas, como en hogares o áreas de gobierno, hasta la aparición de la telefonía celular y sus terminales. De todos modos, por su peso y volumen, y por ser el eje de otros productos vinculados a las nuevas tecnologías (accesorios, dispositivos externos y partes, monitores, teclados, etc.) sigue siendo un buen indicador de la ‘basura informática’.
La aceleración muy marcada en los últimos años del proceso de adopción y uso de estas tecnologías por parte de la población latinoamericana – si bien no alcanza las cifras de penetración de los países desarrollados, sumada a la baja conciencia ambiental y la poca efectividad o inexistencia de normas o programas efectivos – incrementa fuertemente los riesgos ambientales potenciales de este tipo de residuos. Un análisis y diagnóstico cualitativo y cuantitativo del problema es necesario a fin de diseñar políticas, programas, acciones públicas o privadas para su solución proactiva y efectiva.
Cuantificación de los equipos PC en uso y en desuso en la región LAC
Según la información relevada y consolidada, los seis países seleccionados representan a fines del año 2008 un 83,3% del parque regional de PC. Las cifras del siguiente cuadro están expresadas en millones de unidades, y consideran al total de equipos PC de escritorio y portátiles en uso en los respectivos países en diciembre de 2008 y en diciembre de 2005, fecha del análisis anterior de P & C para Plataforma RELAC. De esta comparación surge que en sólo tres años el parque en uso en los seis países seleccionados de la región LAC se incrementó un 38,6% en promedio. En Argentina, el aumento ascendió a 56,0%. Para la región LAC en su conjunto el incremento estimado de la base instalada y en servicio de PC fue de 39,6%, mientras que la cantidad de PC por 100 habitantes es, a esa fecha, de 18,35 equipos, prácticamente igual al promedio mundial. El total regional de PC en uso representa a su vez, un 7,8% del total mundial.
Figura 1: Cantidades de equipos PC en seis países de la región LAC (P & C 2006, 2008, UIT 2009) |
Los valores estimados del parque de PC en uso son una cifra muy menor a las ventas acumuladas de estos equipos en la región hasta la fecha considerada. La diferencia entre ambas cantidades nos da el acumulado de equipos que han quedado en desuso por cualquier motivo a esa fecha.
Las ventas crecientes de estos equipos, la tasa de este crecimiento en la región y la antigüedad del parque en uso nos llevan a proyectar, a grosso modo, que en los próximos cinco a seis años puede producirse un volumen de PC en desuso similar al acumulado histórico reflejado en el cuadro anterior.
De hecho, nuestra estimación es que anualmente y en la región quedan en desuso una cantidad de PC del orden del 8 al 10% del parque en servicio, es decir que durante el año 2009 y según este cálculo, se habrían sumado 8,7 millones
más equipos PC al acumulado de residuos informáticos. Sólo en Argentina, según P & C y otras fuentes, se generaron durante el año 2009 entre 700 y 800 mil PC en desuso, 80% de ellos del formato PC de escritorio. Estimando que la ventas de nuevos equipos fue en el mismo año de 2 a 2,4 millones de equipos, resulta que un 34% de las ventas van a reposición de equipos que quedaron fuera de uso. Estimamos que esa proporción es similar en la región, probablemente mayor en Brasil, Chile y México, y menor en el resto de los países.
Para estimar las cantidades de residuos electrónicos, al volumen de equipos PC en desuso deben adicionarse varios otros productos relacionados. Por ejemplo debe tenerse en cuenta que aproximadamente un 60% o más de los PC tiene asociada una impresora de alguna de las tecnologías disponibles (láser, de chorro, de punto, etc.) así como otros periféricos (teclado, ratón, etc.), y que estos productos tienen un ciclo de vida muy menor a los siete años (aproximados y en promedio) de un PC en la región. Ya sea por renovación o por rotura, y siendo productos de menor costo, tiene una tasa el doble de alta que el de un PC. Si bien su peso y volumen son generalmente menores, es claro que causan un problema de la misma o mayor magnitud que el de los PC2. En los últimos años fue muy marcado por ejemplo el recambio de los viejos monitores de PC de escritorio hacia los modelos planos o chatos.
Si bien es muy fuerte la tendencia hacia la adquisición de PC portátiles (ya representan un 40-50% de las ventas anuales de PC en países como Brasil, Chile y México), debe tomarse en cuenta que una gran parte de estos equipos se adiciona al uso, por parte de quienes los adquieren, y no reemplazan a las PC de escritorio.
En el caso de las impresoras, es importante destacar asimismo que en este tipo de equipamiento, la mera reparación es antieconómica y que la posibilidad de recuperación de equipos o de partes es ínfima, así que casi inmediatamente conforman residuos, plásticos y metales, reciclables en gran parte. Los elementos más contaminantes son los insumos: tinta, cartuchos así como los componentes electrónicos. En los próximos tres años puede estimarse que la región producirá 17 millones de unidades (25,5 mil toneladas estimando 1,5kg por unidad promedio) de impresoras en desuso.
Circuitos de los equipos en desuso
Los principales circuitos identificados en el análisis de P & C del 2006 (y sus actualizaciones), del recorrido de los PC en
desuso y sus residuos son los siguientes:
- Almacenamiento transitorio: poco frecuente en grandes y medianas empresas, pero muy relevante en los hogares. Un 29,5% de los hogares argentinos con PC en uso manifestó tener otro equipo en desuso, mientras definen su destino. Un 56% declaró conservar su viejo monitor. Entre las causas de estas conducta se destacan el desconocimiento de qué hacer con los desechos (30,8%), la posibilidad de repararlo o modernizarlo (35,4%) y la intención de venderlo o monetizarlo de algún modo (13,9%). En la mayor parte de las empresas no existe una política ni un responsable interno de la disposición de los equipos electrónicos en desuso.
Campañas de información pública en medios masivos o a través de medios digitales podrían ser útiles de ofrecer lugares o modos de disposición, a reducir este circuito y lograr que esa importante cantidad de equipos entre al proceso de recuperación o reciclado más adecuado y eficiente. - Reuso y recuperación comercial: los servicios técnicos y armadores de PC recuperan entre 35% y 40% de los equipos recibidos (por empresas y hogares respectivamente), que en algunos casos a su vez comercializan.
Es necesario aclarar que el ciclo de vida de estos equipos reacondicionados es tres veces más corto que el de los equipos nuevos, estirando su ciclo dos o tres años más aproximadamente. Según los estudios de P & C este canal de distribución, venta, mantenimiento y reparación de equipos maneja la mayor parte de los equipos en desuso y de sus partes y componentes. Por ello, cualquier programa efectivo debería tenerlo en el centro de la acción. - Recuperación social (realizado por organizaciones comunitarias o gobiernos): diversos estudios y el análisis realizado por P & C (2006) demuestran que la recuperación social, desde el punto de vista cuantitativo, es mínimo en la región, con la excepción del caso de Computadoras para Educar de Colombia (ICA 2003, Mejía, Mejía 2003). Su impacto en el proceso completo de reciclado y disposición de equipos informáticos es muy bajo y poco sustentable. Las donaciones por parte de grandes empresas son bajas, y los equipos provenientes de hogares y PyMEs tienen muchos años de uso y son de configuraciones casi obsoletas. El valor de estos programas está en la difusión y capacitación en estas tecnologías que realizan entre grupos vulnerables de la población.
- Reciclado de PC con tratamiento de residuos: determinadas empresas (como Silkers SA en Argentina, Recycla en Chile) aprovechan los materiales y reciclan los residuos o los aíslan para que no contaminen. Algunos proveedores, como la empresa IBM Argentina, entregan sus equipos en desuso a la United Parcel Services, quien a su vez los deriva a la Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE), que dispone de los desechos sólidos en la Ciudad de Buenos Aires y su Área Metropolitana. Estos equipos son destruidos, pues la empresa desea evitar su reutilización.
Sólo algunas grandes empresas (particularmente algunas empresas multinacionales vinculadas al Sector TIC) tienen una política y un procedimiento implementado para los equipos en desuso. De esta manera la mayor parte de la basura electrónica de grandes empresas podría canalizarse adecuadamente siguiendo un procedimiento fácil. - Materiales arrojados a basureros sin tratamiento alguno: este destino es muy bajo, tanto en hogares (según los resultados de la encuesta sólo 4,5% de los hogares argentinos declara dejar sus equipos en la calle o basura) como en empresas.
De la descripción de estos circuitos puede deducirse que los programas de recuperación social, así como las políticas y leyes específicas con respecto al medio ambiente, tal como están planteadas actualmente, no impactan ni cualitativa ni
cuantitativamente en la solución del problema de los residuos de los aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE).
Por el contrario, el mercado semi-formal de la recuperación comercial y reciclado funciona mucho mejor, cuantitativamente hablando, en el reuso de equipos (partes y componentes) y en el reciclado de materiales de alto volumen y bajo precio.
Lamentablemente, este mercado semi-formal también deja a la deriva el tratamiento y/o aislamiento de los residuos contaminantes.
Sería deseable que los residuos contaminantes, asociados a los elementos de bajo volumen y alto precio, logren alcanzar su escala económica, relacionada con la obtención del volumen suficiente (una alta cantidad de placas). En este sentido, si se organizaran por ejemplo muchas cooperativas de cartoneros o chatarreros, algunos de éstos podrían acumular las placas del conjunto en cantidad suficiente para que los recicladores los retiren y posteriormente reusen los materiales y aíslen los que no pueden recuperar.
Los materiales valiosos presentes en los equipos informáticos desechados son como el oro que contiene el mar: es valioso en sí mismo, pero recuperarlo no resulta rentable: el costo del proceso de recuperación excedería con creces el material rescatado.
Propuestas y oportunidades para la mejor gestión de la recuperación y reciclado de PC en LAC
El eje central de estas propuestas es fundamentalmente no esperar que el éxito dependa del voluntarismo de organizaciones o de individuos, ni de nuevas y mejores legislaciones, sino de comprender mejor y aprovechar la lógica económica de cada circuito o segmento productor de estos residuos: el reacondicionamiento de computadoras usadas y la recuperación de sus materiales deben ser planificados y organizados sistemática y metódicamente por los actores sociales comprometidos con el tema. Si esta planificación es transdisciplinaria y multisectorial, no voluntarista sino racional, será posible extraer el mejor provecho y aporte de cada sector implicado y empezar a solucionar este tema.
La recuperación actual de computadoras usadas y de residuos electrónicos en general es imperfecta e incompleta, una actividad espontánea, informal en la mayor parte, que está generada por la necesidad económica de los actores. Los procesos incluyen el aprovechamiento de los equipos usados, la recolección, separación y venta de las partes y materiales.
Es necesario entonces hacer un más detallado diagnóstico cualitativo y cuantitativo del problema, de su impacto y de las posibles soluciones. Para ello, es fundamental realizar un análisis de la lógica económica de cada etapa (desde la producción de computadoras hasta el manejo de contaminantes).
Es fundamental implementar programas y acciones creativas, eficaces, interdisciplinarias, intersectoriales, sustentables, retroalimentadas y auto-organizativas. En estos programas y proyectos deben participar Estados, organizaciones de la sociedad civil, universidades así como empresas privadas.
Resulta también crecientemente necesario realizar análisis comparados de prácticas, medidas, estrategias y proyectos e implementar la cooperación internacional o regional.
Veamos ahora una lista de propuestas:
- Legislar proactivamente: por la propedéutica, pero sobre todo mediante leyes posibles y eficaces y en base a un diagnóstico adecuado que evite los voluntarismos e identifique la lógica económica de cada circuito y de cada actor.
- Asignar responsabilidades a proveedores, intermediarios y usuarios para promover la logística inversa (recolección y concentración).
- Implementar certificaciones de reducción de uso y de tratamiento posterior de los contaminantes.
- Realizar campañas de concienciación de los diversos actores sociales (sector público, sector privado, organizaciones non-gubernamentales (ONG), individuos), implementadas tanto por el Estado como por las empresas.
- Promover la creación de empresas y organizaciones de recolección, almacenamiento transitorio seguro, reciclado y tratamiento final de contaminantes, atendiendo a la recuperación de uso, de partes y componentes, de materiales, energético y a la neutralización, aislamiento seguro o tratamiento eficiente de los contaminantes.
- Promover la organización y capacitación de CentrosSociales de Recolección y Procesamiento Primario (separación, triturado): estos centros pueden estar localizados en supermercados, hipermercados, estaciones
de servicios u otros sitios accesibles para la población, provistos de contenedores especiales para los RAEE en general. El impacto social directo e inmediato de tales centros es mucho mayor que el de la recuperación social. - Implementar un Comité de Autorregulación: las cámaras que agrupan a importadores, armadores y distribuidores de PC podrían evaluar la posibilidad de organizar Comités o Juntas Autorreguladoras con todos o
algunos de sus miembros para la mejora del problema. Trabajando de modo voluntario y proactivo, no sólo mostrarían un mayor compromiso comunitario, sino que también podrían coadyuvar a evitar o morigerar la sanción de normas o leyes que pudieran restringir su normal accionar comercial. Este accionar podría concentrarse en realizar campañas públicas de difusión (en diarios, medios audiovisuales, en exposiciones y congresos o puntos de venta) explicando a los usuarios que las PC en desuso bien pueden servir como insumo
para la recuperación social, pero sobre todo alertando que la incorrecta disposición de las partes o equipos conlleva un daño ecológico cierto y mensurable. Esas campañas podrían referir al público a un sitio o con tact center con mayor información y alternativas sobre qué y dónde disponer de los productos. Asimismo los comités podrían asesorar a sus miembros locales sobre programas y acciones y promover la creación de planes
para cada empresa o grupos de las mismas para la logística inversa de viejos equipos3. Por otra parte cada empresa podría implementar ciertos controles o promociones con y sobre sus canales de distribución más masivos. Este accionar tendría asimismo un gran valor didáctico. Combinado con un decidido esfuerzo
por parte de las empresas proveedoras junto a los mayores usuarios (grandes empresas y Estado), se puede estimar desde un punto de vista cuantitativo que, a mediano plazo, la casi totalidad (un 90%) de PC del segmento Grandes Usuarios fuera manejado correctamente.
Este segmento representa un tercio o más de los equipos en uso.
• Etiqueta de alerta: establecer una norma obligando a que cada caja de equipo informático nuevo presente de modo visible una etiqueta informando al usuario sobre el potencial contaminante de la mala disposición de los equipos. En la misma etiqueta el consumidor encuentra información sobre el correcto manejo de su bien cuando quede fuera de uso, incluidos datos de contacto de centros dónde se disponen los productos de manera adecuada.
• Spot e-market4 de RAEE: por razones de alcanzar el suficiente volumen de materiales como para que su retiro y procesamiento sean rentables para los recicladores, la propuesta es organizar un e-market (Bolsa o Cámara compensadora) de PC. En este spot market se podría negociar entre los productores de residuos, chatarreros, desarmadores o cualquier actor social que se beneficie con estos materiales. Por medio de un sitio web se implementaría la oferta y la demanda de este mercado en línea. Sería un mercado de bienes – de materiales y insumos básicos – tratados de manera similar a cualquier otro commodities spot market. Esto aportaría transparencia y orden de precios en los grandes operadores.
El spot e-market debería estar vinculado a otros similares en diversos países5. Este mercado electrónico de residuos y subproductos sería un lugar de encuentro entre la oferta y la demanda, integrándose de la manera más pura en la economía del conocimiento. Tanto los generadores como los compradores y tratadores de RAEE se inscribirían en este spot e-market, cumpliendo con normas legales e impositivas. Además, el sistema archivaría electrónicamente estadísticas sobre las transacciones realizadas a través de éste, generando informes en línea sobre proveedores, volúmenes, transportistas, etc., y facilitando a su vez las futuras transacciones. - ‘Formalización’ y jerarquización gradual del mercado informal de equipos reacondicionados o de segunda mano: esto puede lograrse mediante la exigencia de alguna normalización o certificación de calidad, voluntaria por parte de los reacondicionadores. Muchos de ellos son los mismos ‘armadores’ locales y desarrollan su actividad comercial con cierto grado de informalidad.
- Control gubernamental sobre armadores locales, reacondicionadores y servicios técnicos de PC: exigir la correcta disposición de las partes y materiales en desuso (entrega a un reciclador certificado). Asimismo promover el uso de la etiqueta y la organización de planes de logística inversa. Estas medidas, junto a la jerarquización del mercado de equipos de segunda mano y reacondicionados, serán muy importantes en el manejo eficiente de gran parte de los equipos en desuso, considerando que los PC instalados en los segmentos PyMEs y Hogares no sólo representan la mayor parte del parque de PC en uso (50-70%), sino que también estos segmentos adquieren equipos sin marca, localmente ensamblados y reacondicionados.
- Planes de logística inversa en los principales importadores y armadores: Como ya se mencionó en la propuesta de Comités de Autorregulación, las principales empresas importadoras o armadoras locales podrían implementar, al modo de HP o Epson en los Estados Unidos y otros países, planes que ofrezcan a sus clientes un incentivo por retornar sus equipos en desuso.
Para los grandes usuarios posiblemente el mero hecho de que el proveedor disponga correctamente y a su costo del traslado, reciclado y de la disposición final de los equipos puede ser suficiente. En el caso de usuarios individuales o de pequeñas organizaciones o empresas, un incentivo económico, o descuento en la compra de un nuevo equipo o un cierto valor por la sola entrega del viejo puede motivar a que algunos usuarios utilicen el programa. Debe tenerse en cuenta que tomando como ejemplo exitoso a HP, en los Estados Unidos sólo recupera de este modo una cantidad de unidades equivalente al 10% de la cantidad que vende anualmente. La menor conciencia ecológica en nuestra región y el menor énfasis de los proveedores en implementar o mejorar este tipo de planes da como esperanza de mediano plazo porcentajes de recuperación mucho menores. Por otra parte, la mayor parte de nuestros mercados no está servido por estas marcas internacionales, sino por armadores locales o representantes e importadores, que asimismo tienen mucha menor propensión a implementar per se o incluso obligados este tipo de planes, que tienen alto costo y ninguna ventaja económica. Se entiende que las empresas disponen correctamente de las partes y materiales provenientes de RAEE. - Cooperativas de ‘cartoneros’ o chatarreros: Una propuesta posible a analizar es organizar a cartoneros o chatarreros, en los diversos países de LAC, en cooperativas u otro tipo de asociaciones, y formarlos para que puedan recolectar materiales informáticos en desuso, separar los materiales útiles y venderlos a las empresas exportadoras o reutilizadoras, en condiciones de seguridad sanitaria. Aún considerando que es mínima la cantidad de equipos informáticos que las PyMEs y hogares arrojan simplemente a la ‘basura’ (en general, la calle) sin diferenciación de otros residuos (RAEE, orgánicos y otros habituales), puede ser importante pensar la lógica económica de promover que algunos grupos de cartoneros, bajo la forma de Cooperativas o similar, espontáneamente o ayudados por ONG o el Gobierno organicen ciertas tareas, en algunas zonas urbanas densamente pobladas. Estas actividades se dan, en pequeña escala y en forma no organizada, en las ciudades latinoamericanas. De hecho, los precios más altos por kg de material entregado en mano corresponden al cobre, bronce, plomo, zinc, plaquetas seleccionadas, teléfonos celulares sin batería y plásticos. En consecuencia, puede organizarse a estas personas de modo que trabajen en forma más segura, no limitándose a la recolección de residuos electrónicos, sino también a su separación, obteniendo mayores ganancias y mayor status de su trabajo. Pero debe realizarse un estudio de localización previo, dado que el éxito y la sustentabilidad dependerán de los volúmenes recogidos y de la calidad del procesamiento primario realizado de los materiales más pesados, plástico, plomo, metales, etc.
El resto de placas y componentes electrónicos debería ser trasladado a un reciclador certificado. - Obligación de recolección diferenciada por parte de las empresas de recolección de residuos: actualmente en algunas ciudades de la región se están implementando programas de recolección diferenciada de residuos.
En la Ciudad de Buenos Aires por ejemplo se obligó a las cinco empresas concesionarias del servicio a tener recolección diferenciada (vidrio, papel, plástico, metales y cartón) en circuitos que incluyeran a los edificios de más de 19 pisos y a las grandes empresas, organizaciones de gobierno y escuelas. Estos por su parte deben colaborar clasificando los residuos. Asimismo las cinco empresas deben crear centros de procesamiento manejados por cooperativas populares. A la fecha solo un centro funciona, pero procesa por día menos del 10% de lo programado. El principal problema es que los encargados de edificios y las organizaciones no separan, o separan incorrectamente los residuos. Por otra parte y en muchos casos organizaciones informales,
como los cartoneros o chatarreros, recogen lo más valioso antes que los camiones de los concesionarios.
Es un buen ejemplo de una ley no mala, sino ineficaz, porque no entiende ni la lógica económica ni las conductas de los sujetos de la ley. Además el bajo o nulo law enforcement hace que esta situación no solo no mejore sino empeore. La costumbre y la realidad superan ampliamente al esfuerzo y espíritu legislativo. De todos modos, podría ser posible intentar cambiar esta situación incluyendo los RAEE en general como otra categoría de basura a diferenciar. Es posible afirmar que ningún equipo PC en desuso pasa o pasará por este circuito, pero partes de ciertos RAEE sí. - Recuperación social: Podría estimularse que además de ONG o áreas de gobierno, las universidades, institutos
y escuelas con carreras técnicas dediquen parte de sus esfuerzos a programas de recuperación social, disponiendo de los residuos contaminantes de forma adecuada. - Sitio o contact center de información y orientación sobre RAEE: en estos centros públicos o privados cualquier persona u organización podrá encontrar información sobre la problemática de los PC en desuso, elementos contaminantes, listas de contacto de empresas de reciclado, etc. Asimismo las grandes organizaciones podrían colocar avisos de su disponibilidad de equipos en desuso a fin de que los recicladores o los recuperadores comerciales o sociales puedan contactarse y hacerse cargo del destino final o transitorio de los equipos.
- Disposiciones especiales en basureros y enterramientos: No se aprecia que la mayoría de los basureros públicos de la región tengan criterios de separación o disposiciones especiales para los RAEE. En algunos casos
se permite ‘extraoficialmente’ el ingreso de personas que revisan la basura en busca de objetos o materiales de valor. En los casos de basureros que permiten la recepción de RAEE en general, o residuos de productos TIC, el mismo basurero debería hacer el tratamiento correspondiente de los contaminantes, y no simplemente su acumulación y aislamiento. Para ello podría cobrar una tasa diferencial o establecer convenios con recicladores TIC con capacidad para el manejo de placas y de otros componentes peligrosos para el ambiente o la salud de las personas. Por su impacto medioambiental, no deberían aceptarse monitores (CRT), ni pantallas de LCD o plasma, ni baterías, para que estas partes o equipos pasen por un circuito limpio (recicladores registrados). - Promover emprendimientos comerciales de reciclado RAEE con certificación verde: Esta medida, bien implementada, puede ser una de las de mayor efecto a mediano y largo plazo, ya que la motivación económica puede hacer que éstos se especialicen e implementen diversos y eficientes métodos de recolección según las características y la lógica económica de cada segmento de usuarios o región. Todos deben poder demostrar que manejan y disponen correctamente de los materiales contaminantes de acuerdo a las normas de cada país y los estándares y técnicas internacionales.
- Servicios técnicos y armadores: todos deberían ser obligados por ley a realizar la correcta disposición de las partes no utilizadas y contaminantes. En una primera etapa puede alcanzar con que demuestren que son parte del circuito de recogida de algún reciclador certificado.
- Eliminación de RAEE por parte de usuarios particulares, por medio del etiquetado de productos alertando sobre su potencial contaminación y ofreciendo algún contacto para informarse sobre la correcta disposición, creando un compromiso del usuario final con la disposición de los residuos de este tipo, depositándolos en un ‘punto limpio’ para el reciclado de RAEE.
Complementar los procedimientos de recolección de computadores u
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