Lo que la naturaleza no da
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- El 17 junio, 2010
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EL agua que brinda la naturaleza y el agua que consumimos son productos muy distintos, y la deiferencia entre ellas es el producto de la transformación que realiza el proceso de potabilización. Este proceso hace posible que, a pesar de las diferentes fuentes utilizadas, todos los hogares conectados a red ública disongan de agua con calidad y características similares.
En Argentina, los operadores de servicios de agua potable utilizan diversas fuentes, tanto subterráneas como superficiales. La fuente principal de abastecimiento para los servicios urbanos es el agua proveniente de ríos, lagos o embalses, que constituye el 78% del total de agua utilizada, y cubren las necesidades de la mayoría de las grandes ciudades y algunas medianas (1).
Los millones de personas que, en cualquier lugar de la Argentina, abren cotidianamente la canilla de su casa, obtienen agua con similares características físicas, químicas y biológicas. No importa si viven en la llanura o en la montaña, en zona seca o húmeda, o si viven en pequeños pueblos o grandes ciudades. Este privilegio, sin embargo, no es para todos, pero sí para ese 80% de los habitantes que vive en hogares con conexión a una red pública de agua potable (2).
La mayor parte del agua que consumimos proviene de fuentes locales que brindan agua con características muy diferentes entre un lugar y otro (3). Por lo tanto, la similitud del agua potable que proveen los servicios públicos no está dada por la semejanza entre las fuentes sino porque cada operador debe transformar el agua de que dispone hasta adecuarla a los parámetros que fijan las normas en la materia, que en nuestro país es el Código Alimentario Argentino (CAA) en su capítulo XII.
El CAA, a su vez, recoge las recomendaciones de organismos internacionales –especialmente la Organización Mundial de la Salud– por lo que podemos afirmar que en cualquier lugar del mundo donde haya un operador que cumpla con dichas normas, el agua potable tendrá aproximadamente las mismas características.
El agua potable es el producto que más consumimos y, paradójicamente, es aquel sobre el cual más ignoramos sobre su proceso de producción. La confusión entre agua natural y agua potable sigue siendo muy frecuente, aún después de un siglo y medio de historia de potabilización del agua en nuestro país. Son dos productos tan diferentes entre sí que uno es la
causa de múltiples enfermedades y el otro la mejor herramienta sanitaria conocida.
Proceso de Potabilización | ||||||
->Toma de agua | -> Floculación | ->Decantación | -> Filtrado | -> Alcalinización | -> Desinfección | -> Depósito |
Los principales desafíos en la captación de agua corresponden a una adecuada localización para poder enfrentar la variación estacional y características de la fuente y la carga de material sedimentable y en suspensión que transporta, además de la distancia y diferencia de altura entre la fuente y la planta de potabilización, lo que se traduce en un costo de energía para bombeo. | Gran parte de las partículas presentes en el agua son muy pequeñas y livianas, por lo que no decantan fácilmente. Para facilitar el proceso de decantación se agrega un coagulante (en general, sales de aluminio) para aglutinar las partículas sólidas en suspensión que forman, de esta manera, flóculos. | Los flóculos, al ser más pesados que el agua, posibilitan la decantación. De esta manera se elimina la mayor parte de los sólidos en suspensión. Este proceso da como resultado, por un lado agua clarificada y por otro barros sedimentados que, por lo general, son devueltosa la fuente o dispuestos en espacios adecuados. | Los filtros de arena eliminan completamente las últimas partículas en suspensión que, por su tamaño y peso, no fueron removidas en la etapa de decantación. | Dado que las sales de aluminio bajan el pH del agua, acidificándola, es necesario agregar elementos químicos que permiten corregir el pH llevándolo a un valor ligeramente por encima de 7. En general se utiliza cal hidratada, aunque también pueden utilizarse otras sustancias como carbonato de sodio. | La última y más importante etapa desde el punto de vista de la sanidad es la desinfección, que se realiza con cloro, un poderoso bactericida que nos asegura que el agua estará libre de microorganismos que pueden afectar la salud. además, el cloro tiene alta persistencia (o efecto residual en el tiempo), por lo que se mantiene a través del transporte del agua por la red hasta el punto de consumo. | Una vez obtenida el agua potable, en general se la almacena en tanques elevados desde donde es distribuida a los hogares. En algunos casos, el agua producida se bombea directamente a la red, sin que medien sistemas de depósito en altura. |
Captación
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Tratamiento
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Distribución
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En términos generales, son las aguas de superficie las que requieren de una verdadera transformación en su calidad, ya que las aguas subterráneas de fuentes adecuadas son aptas para consumo humano y sólo requieren de la desinfección para su ingreso a una red pública. En este artículo hablaremos exclusivamente de aguas de superficie.
La calidad del agua con que cuenta cada operador de servicios para iniciar un proceso de potabilización depende de varios factores: las particularidades del suelo de la cuenca; el tipo y cantidad de sedimentos que transporta el río; la temperatura del agua, que hará más viable o no la proliferación de ciertos organismos; las características del río y su dinámica; el perfil productivo aguas arriba, ya sea agrícola o industrial; la existencia o no de represas; las variaciones estacionales del caudal; entre muchos otros componentes, determinan una calidad particular del agua cruda y, por lo tanto, una problemática específica que cada operador deberá enfrentar.
Además, estas características no son permanentes, sino que tienen variaciones estacionales y, en plazos más largos, dependen de los cambios en los usos del suelo aguas arriba de las tomas de agua, de los hábitos de consumo y de vertido de la población o de los ciclos climáticos, entre otros.
Hydria convocó a distintos operadores de servicios sanitarios del país que brindan agua a partir de fuentes de superficie. Si bien ninguna situación es idéntica a otra, los cuatro casos presentados constituyen modelos de situaciones específicas.
El Proceso de Potabilización
El objetivo operativo de un proceso de potabilización es producir agua potable en cantidad y calidad adecuadas para el consumo humano, independientemente de las características de la fuente disponible (4). Pero además, es importante destacar otras funciones de la potabilización de carácter sanitario, funcional y cultural.
En primer lugar se trata de producir un agua que cumpla con las condiciones de barrera sanitaria, esto es que no sólo garantice que no será vehículo de enfermedades, sino que su uso para ingesta e higiene –ya sea personal, del hogar o de alimentos – ayude a prevenirlas. La desinfección por cloración cumple con este requisito al garantizar la destrucción de virus y bacterias existentes en el agua natural y proporcionar un poder residual de desinfección (ver Hydria Nº 14, pag. 18 ).
En segundo lugar, la eliminación de partículas que contiene el agua cruda tiene también un efecto sanitario, evitando que ellas ingresen al organismo, y también funcional, ya que minimiza el paso o acumulación de estos elementos en los dispositivos asociados a la red (tanques de reserva, canillas, lavarropas, etc.), facilitando su funcionamiento.
Por último cumple un objetivo cultural, porque aun cuando ciertos eventos de turbidez, olor o sabor sean inocuos a la salud humana, la población percibe la calidad del agua justamente a través de esas características.
Como se muestra en el gráfico de la página 6, el tránsito del agua desde su estado natural hasta el punto de consumo puede dividirse en 3 etapas:
- Captación
- Potablización
- Distribución
A su vez, en el proceso de potabilización pueden distinguirse otras 5 etapas que apuntan a realizar de manera efectiva y eficiente la eliminación de partículas, de virus y de bacterias y la corrección del sabor que surge como consecuencia del uso de productos químicos durante el proceso.
Si bien los sistemas de potabilización son similares en todo el mundo en cuanto a las etapas mencionadas, las características del agua cruda según la fuente utilizada hacen que los procesos puedan ser diferentes, especialmente en lo referente a procesos químicos involucrados.
Así como la potabilización es un proceso que, básicamente, utiliza la fuerza de gravedad además de los productos químicos necesarios, la captación y la distribución son procesos con un alto consumo de energía, necesario para la elevación del agua hacia la planta de tratamiento en el primer caso (cuando ésta está por encima de la toma) y hacia los dispositivos de almacenaje, en el segundo.
Sitios de referencia
- Organización Mundial de la Salud (OMS). Calidad de agua potable
www.who.int/water_sanitation_health/dwq/es/
Artículos relacionados en revista hydria:
- Cómo actúa el cloro en el agua
www.hydriaweb.com.ar/kb/entry/51/
Glosario
agua cruda: se denomina así al agua captada de una fuente natural, en oposición al agua potable, que es el producto del proceso de potabilización.
Notas
[1] El porcentaje surge del Informe sobre la gestión del agua en argentina. JVP consultores, 2001.
[2] Si bien existen excepciones, por problemas puntuales de calidad de la fuente, la generalización es válida.
[3] aquellos lugares que carecen de una fuente adecuada o, directamente, que no disponen de una fuente cercana, son excepciones a esta regla, y son provistos a través de acueductos que, en muchos casos, tienen cientos de kilómetros de extensión. El oeste chaqueño y de Santa Fe, el sureste de córdoba y algunas ciudades patagónicas son algunas de las regiones que se abastecen de agua a través de acueductos.
[4] Siempre que permita un proceso de potabilización racional. En general la elección de una fuente está relacionada con los procesos necesarios para obtener el agua potable a partir de ella. Si se dispone de dos alternativas que garanticen cantidad suficiente siempre se elegirá la que representa menor complejidad en la potabilización
Fuente: Revista Hydria
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