Informe de Disturbio Ambiental en Los Hornillos, Córdoba
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- El 16 noviembre, 2012
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Marco Teórico En el día 29 de Junio del corriente se realizó un relevamiento de la vegetación de una ladera ubicada en los límites de la jurisdicción comunal de la localidad de Los Hornillos, Córdoba. El motivo que generó dicha actividad fue la intervención antrópica con la finalidad de realizar un camino vehicular. Se utilizó una retroexcavadora de gran porte, metodología y maquinaria afín para remover la vegetación existente y modificar el suelo para el futuro tránsito.
La zona intervenida comprende terrenos ubicados entre 1100 y 1260 msnm (Fig. 1). Según la Resolución 14/06 de la localidad, se prohíbe toda actividad antrópica de esta índole por encima de los 1100 msnm. Además, según la actual ley Provincial 9814, artículo 5°, la zona afectada está incluida dentro de la categoría I (rojo: sectores de bosques nativos de muy alto valor de conservación que no deben transformarse).
Características de la Zona Afectada
Fitogeográficamente la zona afectada se ubica en el Dominio Chaqueño, dentro de la Provincia del Chaco, Distrito del Chaco Serrano (Cabrera 1971). En dicha zona, y a lo largo de un gradiente altitudinal, se diferencian tres ambientes. Éstos difieren en la estructura y composición de la vegetación (Luti, Solis et al. 1979). El ambiente del piso inferior (zona afectada) corresponde al Bosque Serrano (1100 -1300 msnm). Este bosque está dominado por Molle (Lithraea molleoides) y en menor proporción, Espinillo (Acacia caven), Tala (Celtis ehrenbergiana) y Tala Falso o Alfilerrillo (Bouganvillea stipitata). Entre las especies arbustivas, son dominantes el Romerillo (Heterothalamus alienus) y la Chilca (Flourensia sp.), esta última principalmente en las laderas con exposición al norte. Además, se puede encontrar una gran diversidad de helechos y plantas anuales.
Para diferenciar arbustos de árboles nativos, se acuerda con la definición y descripción de Demaio, P. (2009), donde estos últimos son los que en estado adulto poseen crecimiento secundario, formando leño superior a 7cm de diámetro de espesor a 1,3m del suelo (corte transversal en pie a media altura).
Topográficamente, la ladera afectada posee una pendiente de 15,6% en los primeros 130m y de 27,8% en los 325m superiores, siendo la pendiente media aproximada del 26%, esto es, una inclinación de 23º aproximadamente en el terreno (Fig. 2).
El suelo en el área es poco desarrollado y presenta una alta pedregosidad (fragmentos líticos constituidos por leucogranitos, gneises y esquistos principalmente; Fig. 3). Este tipo de suelos presentan una gran susceptibilidad a ser erosionados; esto, sumado a otras condiciones tales como la elevada pendiente del terreno y la eliminación de la cobertura vegetal producida por algún disturbio, hacen que la zona sea muy vulnerable ante la erosión hídrica fundamentalmente.
El gradiente altitudinal determina además un gradiente climático. El clima en la base de la montaña está caracterizado por una temperatura media anual de 16°C, con precipitaciones anuales de entre 600-700 mm (Capitanelli, Vázquez et al. 1979). En el piso de pastizales las precipitaciones ascienden hasta 840 mm, mientras que la temperatura media anual desciende hasta los 8°C, sin períodos libres de heladas (datos tomados en la estación La Ventana; Acosta, Díaz et al. 1992).
Metodología y Resultados
Los muestreos de vegetación se realizaron de la siguiente manera: se dispusieron 16 cuadratas de 10x10m (100m2); éstas se distribuyeron a la vera del camino producido por la retroexcavadora. En cada una de ellas se procedió contando el número de cada individuo de plantas leñosas y hierbas perennes, y se cuantificó la cobertura herbácea, arbustiva, arbórea y rocosa dentro de cada parcela. Como premisa, se consideró como supuesto que la comunidad vegetal que ocurría en la superficie dañada por las máquinas y el procedimiento realizado, resulta la misma que la adyacente a esa misma área. Por lo tanto, para calcular el número de individuos perdidos durante la actividad se realizó un promedio entre los valores de abundancia de cada especie cuantificados en cada parcela. Así, se obtuvo un valor promedio de número de individuos de cada especie en una superficie de 100m2.
A su vez, los datos fueron sometidos a un análisis de ordenamiento multivariado de componentes principales (PCA), mediante el paquete INFOSTAT (Di Rienzo, Balzarini et al. 2002). Los resultados de este análisis mostraron que las cuatro parcelas ubicadas en la parte superior del camino corresponden a una comunidad vegetal compuesta por abundancias y especies diferentes al que presentan las 12 parcelas restantes (Fig. 5).
Por otro lado, se estimó la superficie correspondiente al camino realizado. Se utilizó cinta métrica mediante la cual se midió el ancho cada 30 metros. El ancho a lo largo del camino no presentó demasiada variación (ancho: 20±5m). La longitud del camino resultó de aproximadamente 1000m. Correspondiendo los 50m del extremo superior, a la comunidad más diversa (Parcelas 1, 2, 3 y 4; ver arriba y en Fig. 5). En este sentido, la superficie aproximada para la totalidad del camino resultó en unos 20.000m2, y separando el área según las dos comunidades vegetales sugeridas mediante el análisis de ordenación, corresponderían a cada una 18.000m2 y 2.000m2 respectivamente.
Posteriormente, se estimó el número de individuos de cada especie de planta que habría en el área dañada. Es decir, para cada superficie (2.000m2 y 18.000m2), mediante relaciones de proporciones y sabiendo la abundancia de las especies vegetales por cada 100m2 (superficie de cada parcela de muestreo) se calculó la cantidad de plantas que fueron afectadas por la actividad de la operación y la retroexcavadora. Los resultados de esta estimación se presentan en el anexo en formato tabla.
Anexo
Tabla de datos de vegetación y resultados: Se muestra la abundancia promedio en 100m2 y la abundancia que se perdió en la superficie modificada para las dos zonas de vegetación.
Conclusiones y discusión:
Dados los resultados obtenidos y la biblografía indagada, se eliminaron debido a la remoción del suelo por la actividad antrópica en toda la superficie analizada: 1560 individuos de especies arbóreas, formadas por 25 Cuchareros (Porlieria microphylla), 10 Sombras de toro o Pejes (Jodina rhombifolia), 15 Talas (Celtis ehrenbergiana), 160 Manzanos de campo (Ruprechtia apetala), 45 Moradillos (Schinus fasciculata), 1035 Espinillos (Acacia caven) y 270 Molles de beber (Lithraea molleoides). Resulta importante destacar que a simple vista la zona parece ser un arbustal, sin embargo, encontramos una gran cantidad de renovales o individuos pequeños de especies de porte arbóreo. Esto indica que la zona inspeccionada posee una gran potencialidad de regeneración. Por otro lado, fueron 4110 individuos de especies arbustivas formadas por 45 Carquejas (Baccharis trímera y Baccharis sp.), 425 Romerillos de la especie (Heterothalamus alienus), 145 Romerillos (Baccharis sp.), 20 Piquillínes (Condalia montana y Condalia microphylla), 85 Duraznillos negro (Cestrum parqui), 3390 Chilcas (Flourensia sp.) y 135 individuos correspondientes a cactáceas y herbáceas, estas últimas forman una insignificante representación debido a que se identificaron solo las más representativas, puesto que en ellas la riqueza es amplia pero no la abundancia. Ejemplos de esto lo constituyen la Peperina (Minthostachys sp.) que actualmente sufre una gran disminución por la falta de manejo y normativas que tiene su extracción y/o las no evaluadas cuantitativamente, pero mencionadas, plantas anuales y helechos que conforman y enriquecen la biodiversidad de la región.
A modo de pequeña reseña y de acuerdo con la responsabilidad que recae sobre nosotros a cerca del buen uso que le damos a los recursos naturales, antes de empezar determinadas obras públicas o proyectos o actividades de cualquier índole que pueden producir impactos importantes en el ambiente, la legislación obliga a hacer una Evaluación del Impacto Ambiental (EIA) que producirán si se llevan a cabo. La finalidad de la EIA es identificar, predecir e interpretar los impactos que esa actividad producirá si es ejecutada.
Se recomienda realizar la correspondiente evaluación para una adecuada restauración de la comunidad afectada y poder efectuar un aprovechamiento del mismo sin comprometer el desarrollo ni la sustentabilidad del sistema, y mucho menos a residentes adyacentes a la zona intervenida.
Bibliografía
Acosta, A., S. Díaz, et al. (1992). “Patrones comunitarios a diferentes escalas espaciales en pastizales de las Sierras de Córdoba, Argentina.” Revista Chilena de Historia Natural 65: 195-207.
Cabrera, A. L. (1971). “Fitogeografía de la república Argentina.” Bol. Soc. Argent. Bot 14(1-2): 1-42.
Capitanelli, R., J. Vázquez, et al. (1979). “Clima.” Geografía física de la provincia de Córdoba: 45-138.
Di Rienzo, J., M. Balzarini, et al. (2002). “Software INFOSTAT Versión 1.1.” UNCórdoba, FCA.
Demaio, P (2009) “Árboles del Centro de la Argentina” UNC
Luti, R., M. Solis, et al. (1979). “Vegetación.” Geografía física de la provincia de Córdoba: 297-368.
Por: Téc. Gestión Ambiental Alejandro A. Schaaf
Prof. Lisandro Fernández
Geól. Samia S. Cortes
Biól. David L. Vergara Tabares
Enviado Por: Federico Kopta
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