Guía para el diseño… 07 Construcción, operación y mantenimiento. Parte 3
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- El 28 mayo, 2007
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..:: Una solución para la disposición final de
residuos sólidos municipales en pequeñas poblaciones ::..
OPS/CEPIS/PUB/02.93
Original: español
Jorge Jaramillo
Universidad de Antioquia, Colombia
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Centro Panamericano de Ingeniería Sanitaria y Ciencias del Ambiente
División de Salud y Ambiente
Organización Panamericana de la Salud
Oficina Sanitaria Panamericana, Oficina Regional de la
Organización Mundial de la Salud
2002
7.2.2 Personal (mano de obra)
El trabajo en el relleno sanitario puede ser hecho por obreros del municipio o por una pequeña firma de construcción (cooperativa de trabajadores) contratada para tal fin; el número de trabajadores necesarios depende de la cantidad de RSM que se debe enterrar, de las condiciones del clima y del método de operación del relleno. Es necesario contar con un responsable o supervisor que posea los conocimientos necesarios para la operación y el control del relleno.
Es importante capacitar a todos los trabajadores del servicio de aseo en las prácticas de construcción, operación y mantenimiento del relleno sanitario, así como en todo el proceso de manejo de RSM, destacando la importancia de cada actividad y el papel que deben desempeñar para lograr un buen trabajo.
7.2.3 Supervisión
Uno de los elementos más importantes en el relleno sanitario es el jefe o supervisor, quien debe organizar, dirigir y controlar las operaciones; de ahí que deba contar con el pleno respaldo de la administración municipal.
Si el relleno sanitario manual no tiene una buena administración y supervisión, suficientes recursos económicos y un adecuado mantenimiento técnico, se convertirá en un botadero de basura a cielo abierto.
Todo administrador o supervisor debe recordar que un trabajador |
7.2.4 Herramientas de trabajo
El equipo para operar un relleno sanitario manual se reduce a una serie de herramientas o utensilios de albañilería, tales como: carretillas de llanta neumática, palas, picos, azadones, barras, tijeras, pisones de madera, horquillas o rastrillos, zapas y un rodillo compactador (figuras 7.36 a 7.39).
La cantidad de estas herramientas está en función del número de trabajadores, y el de estos, a su vez, depende de la cantidad de RSM que se debe enterrar en el relleno.
Figura 7.36
Herramientas de trabajo para el relleno sanitario manual
Figura 7.37
Carretilla de llanta neumática de 120 litros
Figura 7.38
Barril de 55 galones acondicionado como rodillo compactador
Figura 7.39
Movimiento de tierra y conformación de la celda diaria
Para el acarreo del material de cobertura o basura sobre las celdas ya construidas, se recomienda que en la superficie del relleno se coloquen tablones en forma lineal a fin de facilitar el desplazamiento de las carretillas, sobre todo en la época de lluvias, con lo que mejorarán los rendimientos de operación.
7.2.5 Implementos de protección personal
Debido al tipo de actividades que se llevan a cabo en el relleno sanitario y al contacto directo con los RSM, los trabajadores se pueden ver expuestos a accidentes y a enfermedades infecto-contagiosas.
Por lo tanto, es importante proteger la seguridad y la salud de los trabajadores dotándolos como mínimo de guantes, botas, gorras o sombreros, mascarillas contra el polvo y, por lo menos, de dos uniformes al año. También hay que tener en cuenta las costumbres del lugar y las condiciones del clima (figura 7.40).
7.2.6 Operación en época de lluvias
En los periodos de lluvias se presentan los mayores problemas de operación en un relleno sanitario, a saber:
Figura 7.40
Implementos de protección de los trabajadores
- Difícil paso de los vehículos recolectores por encima de las celdas ya conformadas y posibles atascamientos debidos a la baja densidad alcanzada con la compactación manual.
- Dificultad para extraer y transportar el material de cobertura y arduo trabajo de conformación de las celdas. Estos factores conducen a un menor rendimiento por parte de los operarios.
- Solo es posible descargar la basura y el material de cobertura sobre la terraza, con lo que quedan retrasadas la conformación y compactación de las celdas. Si no se toman a tiempo medidas adecuadas, la basura dispersa y la presencia de aves carroñeras deteriorarán la apariencia del relleno.
- Mayor producción de lixiviado debido a la lluvia que cae directamente sobre lasáreas rellenadas.
De ahí que sea necesario tomar las siguientes previsiones:
- Cubrir total o parcialmente la superficie del relleno sanitario con un techo de palma, plástico u otro material de la zona, tal como se explicó anteriormente.
- Reservar algunas áreas en los lugares menos afectados por las lluvias, con accesos conservados para poder operar en las peores condiciones.
- Construir una vía o camino artificial empleando troncos de madera o pequeños residuos de la construcción (escombros).
- Programar el movimiento de tierra para los periodos secos, tanto para la extracción del material de cobertura como para la apertura de trincheras, dejando para la época de lluvias solo el enterramiento de la basura.
- A manera de rutina, se debe cubrir las celdas con material plástico a fin de impedir que el agua de las lluvias se infiltre a través de la basura.
- Mantener áreas de trabajo estrechas, apoyando las celdas sobre el talud del terreno y superponiendo tres o más celdas cerca de la vía interna para que el avance sea más vertical que horizontal (figura 7.41).
- Durante uno o varios días a la semana, reforzar la mano de obra con una cuadrilla extra de dos o tres trabajadores, a fin de mantener el relleno en buenas condiciones mientras subsistan los factores adversos.
Figura 7.41
Reserva de áreas y construcción en altura de las celdas para la operación en periodos de lluvias
Construcción del camino artificial:
Armar un “empalado o entarimado” con troncos de madera de 3 metros de largo, unidos con un alambrón de 1/8 de pulgada de diámetro. Este camino se construye en módulos de 3 metros de longitud por 3 metros de ancho, siempre según las necesidades y el avance del relleno. Una vez armado este camino de acceso, hay que cubrirlo con cascajo para evitar que los vehículos patinen sobre él. Se recomienda que sean armados in situ, para lo cual el terreno deberá estar bien compactado y contar con un buen drenaje provisional (figuras 7.42 y 7.43).
Conviene aprovechar los escombros, producto de la demolición de viejas construcciones, ya que con ellos se pueden conformar y mantener algunas vías provisionales en el relleno, en especial sobre las plataformas de residuos.
Figura 7.42
Detalles para armar el módulo del “entarimado”
Figura 7.43
Camino artificial para el ingreso de los residuos al frente de trabajo
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