El plan de manejo de RSU en San Juan
- Creado por admin
- El 31 agosto, 2012
- 0
La provincia cuyana puso en marcha el Programa Estratégico de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos para lograr un tratamiento efectivo y sustentable de la basura generada por sus habitantes. Además, inauguró el primero de los nueve centros de tratamiento, recuperación y disposición final: el Parque de Tecnologías Ambientales de Rivadavia.
|
Los Residuos Sólidos Urbanos (RSU) -definidos como el resultado material secundario de cualquier actividad productiva y/o de consumo- están vinculados con una realidad cotidiana constante, ya que se generan casi con cualquier acción y se concentran en las ciudades.
De cierta forma, constituyen un fenómeno que crece a la par tanto del progreso de la producción como del consumo de los productos, en compañía de los inminentes avances tecnológicos, la mejora en la calidad de vida de la población y de la influencia de tendencias materialistas.
El problema, por lo tanto, se produce cuando no se los trata ni maneja de la mejor manera. Si no se logra un control a través de prácticas ambientales, la generación de basura; es decir, una masa de residuos mezclados y de difícil recuperación que contamina el entorno, será cada vez mayor. Asimismo, la contaminación urbana es más que un problema ambiental, ya que también afecta de igual manera a las personas y al plano económico, social y sanitario.
Por estos motivos, San Juan asumió hace tiempo el compromiso de aplicar medidas correspondientes a atender los males causados por el deficiente manejo de los RSU. La aplicación progresiva de un sistema de acciones y obras interconectadas permitirá -y está permitiendo- a la provincia procesar sus propios desechos con la tarea de generar nuevas materias primas
aptas para el reciclaje, el proceso efectivo que ayuda a ahorrar recursos, a reducir la contaminación ambiental y disminuir costos económicos, además de promover el progreso social.
El objetivo se centra en lograr un manejo sistemático, eficiente y sustentable de todos los residuos generados en la provincia.
En resumen, el sistema que llevará a cabo la gestión integral, denominado ‘Programa Estratégico de Gestión Integral de RSU’ (PEGIRSU), contemplará, entre otras cosas, la instalación de un centro de tratamiento, recuperación y disposición final de residuos en nueve regiones bajo la unión del accionar gubernamental, municipal y poblacional para el buen manejo de los residuos sanjuaninos. Y, en esa línea, ya terminaron el primero para los ocho departamentos más poblados de la provincia: el Parque de Tecnologías Ambientales (PTA) de Rivadavia.
Números alarmantes
El promedio de generación de residuos en la Argentina podría considerarse elevado si se lo compara con la media en América Latina, a pesar de que estén involucrados los factores de RSU particulares de la población de ese país. A nivel local, la cifra es de 0,9 kilogramos per cápita, mientras que en esa parte del continente americano es de 0,59; o sea, casi la mitad.
No obstante, en San Juan la preocupación es aún mayor, ya que el promedio de supera con creces al índice de la Argentina: en total, 1,5 kilogramos diarios de RSU en toda la provincia, una generación anual de 260.000 toneladas (Tn) y una diaria que alcanza las 714 Tn. Según las estadísticas, se comprobó que los departamentos céntricos, como la Capital y Rivadavia, son los que generan mayor cantidad.
Sin embargo, bajo el lema “Estamos trabajando”, la provincia cuyana se propuso garantizar el bienestar de los recursos naturales e instalar el modelo del desarrollo sustentable para revertir la situación adversa mediante la aplicación de las medidas necesarias.
Diferenciación de RSU
En primer término, para llevar a cabo la gestión en toda la provincia es necesaria la correcta clasificación de los residuos; es
decir, recursos potenciales mal valorados. La diferenciación es clave para su valoración y, por lo tanto, es importante saber que hay distintas clases de RSU, ya sea por su origen o composición.
El primero de ellos obedece al ámbito de actividad que el mismo residuo generó y hay seis categorías en total. Los ‘domésticos’ son los generados a diario en los hogares e incluyen a restos de comidas, residuos de jardín, papel, cartón, plásticos y vidrios, entre otros. Por su parte, los ‘comerciales e institucionales’ tienen las mismas características que la tipología anterior, pero se producen en las oficinas privadas y públicas o en los locales y depósitos de comercio.
Además, se encuentran los denominados ‘de limpieza’, que son aquellos recolectados durante el cuidado de espacios públicos y privados -inclusive los llamados ‘verdes’-. Los cortes de poda, restos de jardinería, residuos en cunetas y zanjas y generales de parques, plazas y zonas de recreo son algunos ejemplos.
La cuarta clasificación por origen es ‘de construcción y demolición’, tales como escombros, ripio, ladrillos, madera, acero y hormigón. Se encuentran, generalmente, en construcciones o refacciones de obras.
A su vez, la siguiente categoría son los ‘industriales’, que son generados en fábricas y talleres -no incluye a los residuos peligrosos-.
La chatarra es el ejemplo más común en esta denominación.
Finalmente, los últimos residuos son los ‘agrícolas’ que, en general, son los llamados ‘verdes’. La basura proveniente de cosechas y de granjas, restos de árboles frutales y los generados por actividades ganaderas entran dentro del sexto grupo por origen. Los RSU también pueden ser clasificados por su composición.
Hay dos clases: los ‘orgánicos’, que derivan de la materia viva y son degradables por la acción de agentes biológicos. La otra, en tanto, son los ‘inorgánicos’, que -además de ser difíciles de degradar- son derivados de la materia inorgánica y de procesos industriales para la obtención de otros productos.
La gestión integral
La política de conjugar con eficiencia tres grupos del sistema -como lo son los generadores de residuos, los municipios y el Gobierno de San Juan- enmarcada en el PEGIRSU tiene, en total, seis fases de gestión que conforman un círculo constante, y cada una de ellas representa una etapa en la que cada actor en cuestión deberá ejercer el manejo adecuado de la basura.
La primera es la ‘generación’ que se origina a partir del consumo de productos que, consecuentemente, generan residuos en distintos puntos de origen. Es de vital importancia que los generados separen la basura orgánica e inorgánica, tanto que allí es el momento en el que se determina el éxito o no de la fase.
En ese orden, la ‘presentación’ -la segunda fase- se refiere a la forma en la que cada uno saca los residuos a la calle. Los RSU deberán ser presentados de manera adecuada y en concordancia con las condiciones establecidas en cada municipio, ya que la eficiencia de la separación quedará expuesta en esta etapa.
En tercer lugar se encuentra la ‘recolección’, que pertenece exclusivamente a los municipios y cuyos servicios recogen los residuos en los distintos puntos de generación. Consecuentemente, el transporte es la cuarta fase y tiene la tarea del traslado de los RSU hasta el centro de tratamiento, recuperación y disposición final.
Luego, es el turno del ‘tratamiento y recuperación’. La basura -una vez trasladada- es sometida a distintos procesos de clasificación y tratamiento. Por un lado, los inorgánicos son separados y compactados en distintas clases: por otro, los orgánicos son procesados y tratados para convertirlos en compost -similar al fertilizante-.
Por último, la fase final se denomina ‘disposición final y venta de materias primas’. En esta etapa, los residuos irrecuperables son dispuestos en el relleno sanitario, mientras que los fardos con inorgánicos se venden como materia prima para ser reciclados y, así, las industrias fabrican productos para que los consumidores-generadores compren. De esta forma, el círculo estratégico comienza nuevamente.
En otra dirección, cabe destacar que San Juan cuenta con el centro de tratamiento, recuperación y disposición final -lugar donde se realizan las fases 4, 5 y 6- más grande del país: el PTA de Rivadavia, destinado a la región 1 de las nueve en total.
Logros provinciales
Además de la instalación en el centro en La Bebida, Rivadavia -que procesa el 80% de todos los residuos generados en el territorio- y la implementación del PEGIRSU, la provincia cuyana ha realizado logros en el rubro del manejo responsable y sustentable de RSU. Tal es así que ya comenzaron con el proceso licitarlo para el PTA de Jáchal.
Asimismo, entre los ocho departamentos más poblados forman a la región con el mayor promedio de generación -610 Tn diarias- y se clausuró el mega-basurero en el Cerillo Barboza de Rawson y, además, se comenzaron a limpiar los terrenos lindantes al único complejo construido.
No conforme con esto, San Juan le dio importancia a las áreas naturales y es por ello que ejerce el control exclusivo de once de un total de 15 zonas protegidas y capacitaron a más de 25 agentes de conservación para custodiar las que correspondan a su jurisdicción. Sumado a esto, se proyectaron 20 leyes nuevas para mejorar la protección de las áreas.
Finalmente, entre las áreas de acción destacadas como la conservación de la flora y fauna, el control de actividades que respeten las normativas y el cuidado del arbolado público, se destaca el fortalecimiento de la educación medioambiental y la difusión de las buenas prácticas ambientales. Desde 2008 hasta la actualidad, se distribuyeron más de 450.000 publicaciones educativas sobre la temática, se repartieron más de 4.000 bolsos de compra reutilizables y, además, se encuentran en plena implementación del ‘Programa de Educación Ambiental Permanente’ en el ámbito formal, no formal e informal, en el que docentes especializados otorgan cursos de capacitación.
Por: Eugenia Pérez
Fuente: Futuro Sustentable
0 comentarios on El plan de manejo de RSU en San Juan