El manejo de la información en la industria de la celulosa y la preservación del ambiente
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- El 5 febrero, 2008
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Introducción
El presente trabajo aspira a la toma de conciencia sobre la enorme importancia de la comunicación y manejo de la información acerca de las sensibles cuestiones que involucran a la actividad industrial y la preservación del ambiente, tan groseramente manoseadas por quienes detentan intereses económicos y políticos, y también por la lamentable incapacidad que muestra algún sector del mundo científico para transmitir sus conclusiones y también por la vacua voluntad de oírlos cuando se expresan.
El contenido está nutrido de enfoques adaptados de entrevistas a ciertos especialistas en sus respectivas esferas, en particular la industria de la celulosa y del papel, su eventual impacto ambiental, la urgencia de un marco normativo transfronterizo, mecanismos de control que involucren una efectiva participación estatal y ciudadana. No obstante la diversidad de criterios, los entrevistados se encuentran en una zona secante que se sintetiza en la noción de desarrollo sustentable.
La información seria es esencial para la industria forestal 1
La fabricación de pulpa y papel es una de las más importantes actividades industriales en el mundo. La demanda mundial de papel, cartulina y cartón exhibe un crecimiento sostenido, debido fundamentalmente a las mayores exigencias en la calidad de vida. Este dato evidencia una aparente paradoja ya que las industrias de celulosa son objeto de duros cuestionamientos por el supuesto impacto ambiental nocivo que provocan y el uso del papel considerado como factor que mide la calidad de vida de un país.
La instalación de las plantas de Botnia y Ence en Fray Bentos (Uruguay) ha detonado un conflicto transfronterizo con el vecino país, azuzado por una indiscriminada manipulación de la información. El ingeniero Luis Mestres, Director de Recursos Forestales del Gobierno de la provincia de Corrientes está convencido de que “lo mejor es brindar información sana a través de gente con vastos conocimientos sobre el tema, en un ámbito interdisciplinario que permita analizarlo desde distintas perspectivas”.
Se han realizado varias jornadas informativas en tal sentido, impulsadas por el Estado provincial, a fines de abril de 2006 se desarrolló un seminario de capacitación para legisladores provinciales y nacionales de Corrientes, se repitió el programa el 31 de agosto en Santo Tomé, donde asistieron cerca de 500 personas,y el 1 de septiembre del mismo año en Virasoro, con más de 150 personas. En la oportunidad se escucharon distintas opiniones acerca de las técnicas de producción de celulosa, a través de Cristina Área, ingeniera y doctora en Química, especialista en la producción de celulosa y papel; el licenciado Antonio Braylovsky, prestigioso ambientalista y profesor universitario, que enfocó su disertación básicamente desde el punto de vista de las precauciones que se deben tomar ante los riesgos propios de industrias de tal magnitud; el licenciado Gustavo Braier, economista que disertó sobre la importancia de este tipo de industrias por la función que cumplen dentro del proceso productivo, desde el vivero hasta el último producto con valor agregado que se puede obtener del árbol; el rol que cumple en este engranaje la industria de pulpado como receptora de “residuos forestales” que son subproductos de la madera. También participó el Director Político de Greenpeace Argentina, Juan Carlos Villalonga, que mostró cómo se está viendo a Sudamérica, especialmente la región del sur de Brasil, la Mesopotamia Argentina, Paraguay, Uruguay, el MERCOSUR en suma. Considera que es una zona ideal para el crecimiento de árboles, lo que resulta muy atractivo para este tipo de industrias. Greenpeace pone el acento en el cuidado y prevención, sugiere topes de producción y hace hincapié en la ubicación de las plantas, pero no manifiesta un no rotundo y cerrado a estas industrias.
La industria de la celulosa es un importante nodo dentro del proceso de aprovechamiento integral de la madera, en una sucesión de eslabones que va de la semilla al mueble, pero que se extiende en red desenvolviendo la actividad de cluster forestal. Para Mestres, “este mal llamado residuo forestal es materia prima para una planta de celulosa, actualmente se está quemando una cantidad descomunal de este subproducto de la madera, derivado de los aserraderos y restos de la poda y del raleo de bosques. Se puede hacer mejor uso de nuestros recursos renovables, potenciar nuestra capacidad de producción porque las bondades de nuestros suelos son reconocidos internacionalmente. Comparando con Chile tenemos una velocidad de crecimiento superior en un 3 a 1 y con Finlandia, Canadá o Suecia, de hasta 9 a 1. Sumado a ello, la realidad de que estos países ya casi no tienen disponibilidad de tierras ni bosques y como el transporte de materia prima de Sudamérica les resulta muy caro, deciden instalar sus propias plantas en esta región. En los últimos 5 años -según Villalonga- se han concretado importantes inversiones fundamentalmente en Brasil, ahora en Uruguay, y Chile está próximo a inaugurar una planta del mismo tamaño de Botnia, del grupo CMPC”.
Es justo en este punto donde se generan los mayores cuestionamientos y dudas, porque se supone que estos países instalarían en esta región sus plantas contaminantes, no obstante estar a la vanguardia del cuidado ambiental. Mestres sostiene que “a esas empresas no les conviene utilizar tecnología contaminante porque el producto que obtienen tiene que tener un certificado de que está hecho con la mejor tecnología disponible y esto es una barrera comercial para los que no hagan las cosas bien. El sector forestal es uno de los que más fuertemente está trabajando en el tema de la certificación, ya hay empresas con certificación de producción primaria y por ende industrial. Asimismo las disposiciones de la Unión Europea y de Estado Unidos, exigen la aplicación de la mejor tecnología disponible en cualquier parte del mundo”.
Otra cuestión que se discute es sobre el volumen real de mano de obra que generan estas industrias, ya que las expectativas son muy altas. “Industrias de esta especie generan trabajo directo e indirecto. La construcción civil abarca un período que va hasta los 2 o 3 años, donde se emplean hasta 8.000 operarios, pero al entrar en funcionamiento sólo se desempeñan los trabajadores de la industria propiamente dicha, alrededor de 350 personas. Pero lo que hay que tener en cuenta es que todo el movimiento de abastecimiento que genera esta actividad industrial es importantísimo. En el proyecto original de la empresa Bosques del Plata para Corrientes -una industria de 500.000 toneladas-, hicimos algunos cálculos de movimiento de camiones para abastecer la fábrica y sacar la producción, y llegamos a la conclusión de que se moverían hasta 300 camiones por día. Hay que tener en cuenta el efecto expansivo de la industria en proveedores de insumos, herramientas, repuestos, servicios mecánicos, de mantenimiento, seguridad, instituciones financieras, electricistas, seguros, productos alimenticios y sanitarios. También hay que considerar a los que trabajan en el corte y extracción de la madera y los que hacen el manejo de los bosques. El movimiento indirecto de mano de obra es enorme. Además es receptora de todos los subproductos de los aserraderos, que lo venderán en vez de quemarlo, esto permite el aprovechamiento integral del árbol”.
Un interrogante no menor es si estas industrias no tendrán problemas de energía por su altísimo nivel de demanda, cuestión que –según Mestres- ya está estudiada y convenientemente evaluada, “es cierto que son altamente demandantes de energía eléctrica, pero estas industrias son autogeneradoras de energía, de una magnitud tal que no llegan a consumir todo lo que producen y venden el excedente al mercado de electricidad. No sólo no van a traer un problema energético sino que hasta pueden aportar una solución en lazona donde se instalen. Lo importante es informar bien y en la medida en que los funcionarios, técnicos y la comunidad estén informados será posible tomar decisiones más acertadas”.
Si el debate se hubiera instalado hace un par de años otra sería la situación 2
Pese a la lluvia, no se puede decir mal tiempo porque el campo hace rato que clama por la bendición del agua, se realizó del 20 al 23 de septiembre de 2007, la IV Feria Forestal Argentina en la ciudad de Posadas que -según datos oficiales- contó con 320 expositores y realizó por vez primera una ronda internacional de negocios de la madera y el mueble. Paralelamente se desarrollaron seminarios y conferencias en el Centro de Convenciones sobre temas de sumo interés para el sector y para quienes se preocupan por la producción amigable con el ambiente ya que se abordaron aspectos vinculados a la industria de la pulpa de celulosa.
La simultaneidad de las disertaciones de Juan Carlos Villalonga -desde su perfil social y ambientalista-, y de Gustavo Braier desde el mirador de la actividad productiva, fue un acierto. Respondieron juntos a las preguntas del público. Juntos también sobrellevaron la complicada situación generada por la irrupción de manifestantes de Gualeguaychú que mostraron pocas pulgas para el diálogo y se montaron en fuertes críticas al intendente de Río Negro (Uruguay) Omar Lafluf, a la vez que rechazaban, sin escuchar, todo intento de respuesta de los conferencistas.
La actividad productiva del sector forestal se sintetiza en el aprovechamiento integral de la madera, es decir del tronco de madera sólida de calidad destinada a muebles, la parte superior más fina del árbol, también lo derivado de la poda y raleo de bosques y el material residual de los aserraderos.Braier explicó que su presentación está referida especialmente al pino, que hay una parte del árbol que se destina para usos maderables y otra para usos triturables, hay también derivados de la industria de la madera sólida que son residuos triturables.“Con éstos residuos, sean del árbol o del aserradero, algo hay que hacer y una cosa que se puede hacer es pulpa de celulosa, también se pueden producir tableros y otra posibilidad es la generación de bioenergía”.
Con respecto a la industria de la celulosa y papel parece que la noción de mejor tecnología disponible no está muy clara en la opinión pública. “Las mejores tecnologías disponibles son derivaciones de estudios muy profundos de muchos institutos, universidades e industrias, que investigan qué se puede hacer hoy ecológica y económicamente rentable, porque se piensa en una fábrica de ciclo cerrado pero que hoy es todavía un desafío técnico muy difícil de concretar. Mas el desarrollo de la técnica ha sido sorprendente año tras año así que hay que ser optimista con lo que se puede lograr, la mejor tecnología disponible hoy se puede utilizar industrialmente. No sólo eso, sino que es una exigencia de institutos internacionales y de muchos mercados, que se produzca de esa manera, caso contrario o no tienen una certificación o sus productos no se compran en el mercado, y si se compran tienen un castigo en los precios”.
Ninguna actividad humana está libre de accidentes y por eso cuanto mayor es el riesgo más medidas de seguridad se deben adoptar, para Braier “el control es algo imprescindible, cualquier industria puede ‘ahorrar’ dinero cuando no está controlada y se puede presumir que quizás haga alguna cosa no recomendable, quizás no, pero quizás sí. Después están las dificultades de comunicación, por ahora los gobernantes no conocen en detalle las situaciones de las industrias y se ve que tampoco tienen vocación de aprenderlas para cuando llegue el momento de hablar del tema.
El profesor Antonio Brailovsky preguntó en cierta ocasión qué pasaría si ocurre algún accidente, un ingeniero le respondió que ‘no puede haber accidentes, porque hay normas para que no ocurran accidentes’. “Entonces se genera, como en la película ‘Babel’, toda una dificultad en la comunicación entre distintas formas de decir las cosas, y para aceptar qué asume uno como sobreentendido cuando utiliza una palabra, que seguro es diferente al sobreentendido del otro. Hablé una vez con un científico de Finlandia y le pregunté si con la aplicación del método de blanqueo Libre de Cloro Elemental (ECF) no se generan dioxinas,y me dijo que no. Entonces le digo ¿y cómo no?, y me contestó ‘porque mi equipo mide hasta cierto nivel, por debajo no sé qué pasa’. Pero entonces cuando usted dice que no porque son niveles inocuos, la gente piensa que sí generan, entonces hay una diferencia de diálogo entre lo que es el vocabulario científico y el lenguaje popular que es necesario resaltar, y esto es muy difícil de resaltar.
Con relación al tiempo desperdiciado sin el menor intento de instalar un debate digno, integral, que abarque los aspectos económicos, científicos, jurídicos, políticos, sociales y ambientales, el economista reflexionó, “si el debate se hubiera planteado hace un par de años estaríamos mucho mejor, hoy la voluntad de diálogo de la gente de Gualeguaychú es nula. Yo tengo mucha vocación de hablar con ellos, darles información y evacuarles dudas, pero veo que hoy su talante para escuchar es muy limitado. No los culpo, porque si yo escucho que el Presidente, el Gobernador, el Intendente, el ingeniero Químico que tengo en mi región y los periodistas, me dicen que las plantas de celulosa me van a destruir, y después viene otro que trabaja en el sector y me dice que no me va a ocurrir nada ni a mí ni mis descendientes, obviamente que voy a creer a quienes supuestamente respeto. Cómo voy a lograr que me escuchen a mí con el cartel que me colgaron encima, gastando miles de horas que no sé si las tengo, y horas que no sé qué productividad tienen porque no sé qué están dispuestos a escuchar. Es difícil”.
La industria de celulosa necesita un marco normativo específico en la Argentina 3
Para poner orden en el caos de las polémicas es conveniente empezar por conocer aquello sobre lo cual se discute. A la pregunta básica ¿en qué consiste el ambientalismo? Juan Carlos Villalonga responde que “el ambientalismo, así como lo conocemos hoy, es un movimiento social que nació a fines de los 60, tiene una historia de décadas de crecimiento y maduración, y el impacto social y cultural que tiene es innegable en todo nivel. Aunque haya gente que piensa que el ambientalismo viene a traer malas noticias, es muy necesario en un mundo en el que la situación ambiental y de desarrollo se está complicando seriamente. Entonces, el ambientalismo es como esa voz de la conciencia que nos llama la atención sobre temas que nos sacarían de la comodidad en que vivimos. Al ambientalismo lo reivindico como uno de los grandes movimientos de fines del siglo pasado y espero que pueda tener su gran impacto político en el presente siglo”.
“Un movimiento social que apunta al desarrollo sustentable, obviamente, en todas sus variantes, con sus diferencias de estilo, de origen, de metodologías, que lo enriquecen para que no pueda ser neutralizado; porque si fuera un movimiento uniforme o dirigido por un único líder correría mayores riesgos de ser corrompido, en cambio con la diversidad que tiene hay larga vida y buena salud para el ambientalismo en el mundo y también en la Argentina”.
La postura, entonces, es alejada de los extremos y Villalonga lo explica con el ejemplo de la energía nuclear. “En temas energéticos Greenpeace se opone rotundamente al uso de la energía nuclear porque estimamos que hay otras formas de producir electricidad más eficientes, seguras y económicas, y no tiene ningún sentido correr ese riesgo. Entonces, es una industria que utiliza una tecnología a la que claramente le estamos diciendo que no. Ahora, con respecto a la industria del papel podemos apreciar que la revista para la que escribís, el material que entregué al público, el manifiesto que me entregó la gente de Gualeguaychú donde plantea su protesta, tienen como soporte al papel. Entonces, la sociedad mundial acepta que el papel es un bien de uso que hace a la calidad de vida, pero tenemos que lograr que su producción sea cada vez más compatible con el ambiente. Nosotros estamos convencidos de que eso se puede lograr, de hecho la performance ambiental de la industria de la celulosa a lo largo del tiempo ha ido mejorando notablemente, pero no de manera casual sino como resultado de luchas, luchas y luchas. La relocalización de Ence es un logro ambiental porque las dos plantas no pueden estar juntas porque se concentraría mucha descarga en un mismo sitio del río y esto no sería bueno. Ejemplos como este demuestran que hay que luchar por la utilización de tecnologías limpias porque la industria no lo va hacer por sí misma.
El desarrollo limpio se refiere a toda la actividad productiva desde las plantaciones hasta el papel. “Lo que tiene la industria del papel es que el problema no está centrado en la planta, arranca en la producción de la materia prima -las plantaciones- que tienen de por sí un componente complejo. El bosque en sí y la irracionalidad del úselo y tírelo que tenemos que cambiar. La implantación de bosques ocupa espacios desplazando a otras actividades económicas, agropecuarias y hábitat naturales, vale decir que tiene un alto costo porque el papel de alta calidad que preferimos demanda muchos recursos. Son tres segmentos: la materia prima, la producción y el mercado del papel, que tienen que armonizarse y cambiar.
Nuestra Ley General del Ambiente establece presupuestos mínimos de protección ambiental, pero ¿es suficiente teniendo en cuenta que la actividad industrial de un Estado tiene efectos ambientales en el territorio de otro? No hay duda de que una nube tóxica no pasa por un control aduanero.“Así es. La industria de la celulosa necesita un marco normativo específico en la Argentina, esto lo demandamos desde el minuto cero de nuestra campaña. Tiene que haber un plexo de normas que establezcan metas de mejora tecnológica, plazos para que nuestra industria se vaya adecuando al desarrollo de la industria en Europa, y además tenemos que tomar decisiones políticas porque en la Argentina pasa esto: tenemos la posibilidad de vender soja, entonces comprometemos medio país para plantar soja; tenemos la oportunidad de vender madera y podemos llegar a hipotecar a la Mesopotamia para plantar bosques. Nunca aprovechamos la coyuntura de manera apropiada, esto es producir sin destruir. Tenemos una visión de corto plazo, vendamos todo ya, aunque se destruyan los bosques y la biodiversidad. El gobierno debe lograr la visión de largo plazo que cambie la situación porque acá hay que seguir viviendo”.
Pero esto es ya mismo porque difícilmente se puedan recuperar los bosques nativos devastados. “Ese es un proceso irreversible, lleva un tiempo geológico. Uso el ejemplo de las fronteras agropecuarias porque está la idea de que hay que aprovechar la coyuntura de que el mundo necesita soja, pero no podemos sembrar soja en todo el país. Tienen que haber criterios de ordenamiento que digan qué cosa vale en cada lugar, sino hoy es la soja, luego la celulosa, mañana será otra cosa por la que se va a seguir destruyendo el país. El MERCOSUR debe elaborar políticas en este sentido porque hoy la región está vista como productora de ciertos recursos, todo lo que digo es en término de región como en la UE. Suecia no tiene estándares para las plantas de celulosa distintos de los de Alemania,Finlandia o Noruega. Las pautas de mejor tecnología disponible (BATs) surgen en Europa y todos las cumplen, nadie va a un lugar pensando que le van a exigir menos. Tenemos que ir por ese camino y lamentablemente estamos muy atrasados y no hay mucho tiempo”.
A mayor escala industrial, mayor riesgo y más estricto debe ser el control estatal 4
Uno de los puntos de discusión en este conflicto entre Argentina y Uruguay por la instalación de las plantas de pulpado es el informe de impacto ambiental presentado por las empresas, que unos dicen que no es suficiente y otros dicen que sí. Es pertinente conocer en qué consiste un informe de impacto ambiental para entender el asunto. Antonio Brailovsky, prestigioso ambientalista y docente universitario explica que “un informe de impacto ambiental en realidad es una parte de lo que debería ser una evaluación de impacto ambiental, se trata de un procedimiento complejo en el cual la empresa hace una presentación con un estudio apropiado, la autoridad de aplicación lo gira luego a todas las autoridades, ministerios, secretarías y demás que puedan opinar sobre el tema, se junta esa información, se convoca a una audiencia pública y se escucha la opinión de los ciudadanos que quieran decir algo sobre ello. Este es un procedimiento de evaluación de impacto ambiental que rige en Corrientes por leyes provinciales, el tema es que en el caso de Botnia y Ence no se completó este procedimiento. La página web de Botnia dice que se emplearán las mejores tecnologías y se harán las cosas lo mejor posible, pero con un grado de vaguedad que la Cancillería Argentina consideró inaceptable. Una cosa es un planteo publicitario -que es razonable en una empresa- y otra un informe técnico”.
Acerca de los puntos a tener en cuenta para la instalación de una planta de este tipo, desde el punto de vista de ambiental, es decir sobre los cambios que se podrían producir en lo físico, ambiental, sanitario, poblacional y social, el profesor manifestó que “lo primero que hay que hacer es un estudio de líneas de base que verifique en qué estado está todo antes de que la empresa se instale. En qué estado está el río, en qué estado está el agua, el aire, la fauna y flora, y en qué estado está la salud de la población, y a partir de allí hacer un seguimiento continuo, porque uno de los problemas que podrían ocurrir en el caso de Botnia y Ence es que si no se hace un buen estudio sobre el río Uruguay antes de que comiencen a funcionar y se verifica contaminación, cómo se sabe qué parte es por las plantas y qué parte responde a otras causas”.
El profesor puso mucho fervor al referirse al control de estas empresas, que por más modernas que sean no pueden autocontrolarse. El control por parte del Estado entonces debe ser indelegable. “Yo creo que cuanto mayor sea la empresa mayor es el riesgo que se asume. Una gran instalación industrial es una actividad de riesgo, si es muy grande es de alto riesgo. Si alguien plantea que quiere instalaciones grandes tiene que plantear que quiere y puede ser capaz de controlarlas, porque sino es un boomerang, el riesgo de accidentes y desastres es cada vez mayor. Si se logra meter a una gran empresa dentro de parámetros adecuados, plantear un buen plan de contingencia, establecer todas las respuestas ante posibles problemas, eso es un beneficio. Pero si se dice que porque es una empresa de gran escala entonces que se controle sola, ahí se está corriendo riesgos y poniendo a la población en peligro.
Suponiendo que se hagan bien las cosas y se cumplan con las exigencias y medidas de prevención, ¿Es posible tener un desarrollo industrial capaz de morigerar el impacto ambiental y con tecnología amigable con el ambiente?
“Lo que no es posible es pensar en industrias con impacto cero. Ahora, hay que tener en claro que cuanto más bajo sea el impacto ambiental más alto será el costo para las empresas, de manera que va a haber un tironeo permanente entre la empresa -que tratará de ahorrar gastos ambientales- y el Estado que presionará para que gaste más en tecnología limpia. Esto es una constante y hace a la convivencia con las empresas en todo el mundo, de manera que no basta con que se mire la instalacióny que después se la deje funcionar sola, es durante toda la vida útil del emprendimiento esta tensión entre una empresa que -por la propia lógica de las empresas- va a querer ahorrar en prevención ambientaly un Estado que tiene que exigirle lo más posible”.
A partir de 2007 las fábricas deben usar la mejor tecnología disponible 5
Teniendo en cuenta los estudios de impacto ambiental que las empresas están obligadas a efectuar, las modernas tecnologías amigables con el ambiente que existen, el uso de las mejores técnicas disponibles adecuadas a las exigencias internacionales sobre cuidado del ambiente y aun suponiendo que todo esto funcione, queda sin embargo un viscoso temor de que se produzca algún accidente en una planta de semejante envergadura con consecuencias catastróficas. Cristina Área explica que “uno de los problemas más graves que se presenta en la actividad fabril de pulpa y papel es el de los vertidos accidentales y los de puesta en marcha, porque sabemos que una fábrica en régimen tiene su sistema de tratamiento de efluentes funcionando, pero al momento de ponerse en marcha la planta industrial no hay todavía un régimen calibrado que permita sostener -por ejemplo- el tratamiento secundario de efluentes, que es microbiológico, que debe alimentarse y mantenerse condiciones estables de funcionamiento. Esto es lo que sucedió en la planta de Valdivia (Chile), por lo que tanto problema se generó y se cuestionó debido a la mortandad de cisnes de cuello negro. Al respecto hay un informe elaborado por un organismo ambiental internacional que establece que la fábrica en régimen produce contaminación ambiental apreciable pero manteniéndose dentro de los marcos legales, pero que en el momento de la puesta en marcha sí se generó un pico de contaminación que no estaba previsto”.
La duda impacta con fuerza ante la eventualidad de un siniestro de esta dimensión ¿Estamos entonces ante un peligroso vacío legislativo frente a estos siniestros? Cristina Área aclara que “estamos hablando de fábricas que se instalaron con normativas existentes en 1999, pero2001 marca el antes y el después en lo que hace a la reglamentación ambiental internacional con las nuevas directivas de la Unión Europea. Dentro de estas directivas, y sobre todo en lo referente a los documentos de referencia de la industria de pulpa y papel, es obligatoria la existencia de tanques de almacenamiento de vertidos accidentales y para la puesta en marcha, vale decir que esas cosas que quizá no estuvieron previstas en instalaciones existentes, hoy son obligatorias paralas fábricas que se instalen. Botnia se puede tomar como ejemplo, yo he visto los planos que incluyen la instalación de esos tanques adicionales, que son justamente para vertidos accidentales o de puesta en marcha”.
Pero Botnia, por sus dimensiones y nivel de producción no es lo mismo que las que funcionan en la Argentina a pesar de que sabemos que éstas contaminan mucho. El tamaño de las plantas, el rango de producción y de utilización de recursos y de compuestos químicos que emplean, provocan la sensación de estar en la base de un volcán activo. Área insiste en que “una fábrica de 3.000 toneladas al día -como Botnia- con sistemas de tratamiento de efluentes y de mitigación adecuados, produce inferior contaminación que las que no tienen esos sistemas de tratamiento, aunque tengan escalas mucho más reducidas”.
El sistema Libre de Cloro Elemental (ECF), que es el que utilizará Botnia, es criticado por Greenpeace y muchos medios de información. A la pregunta ¿Qué dicen las normas internacionales al respecto? Área responde que “es justamente el sistema en que se basan las mejores tecnologías disponibles en Europa. Reconociendo el buen funcionamiento del blanqueo ECF y su compatibilidad ambiental, los Estados Unidos y la Unión Europea basaron las pautas y regulaciones en esta tecnología como componente base de las mejores tecnologías disponibles (BATs, en inglés). Estas regulaciones y pautas aseguran la conformidad con la convención internacional sobre los agentes contaminadores orgánicos persistentes (COPs) establecidos en el Tratado de Estocolmo. En este documento de prevención internacional de contaminación la Unión Europea establece que las fábricas nuevas se instalen con las tecnologías Libre de Cloro Elemental (ECF) o Libre de Cloro Total (TCF) y que a partir de 2007 todas las fábricas europeas tienen que reconvertirse para funcionar con alguno de estos dos sistemas, las que operen en Europa y en cualquier lugar del mundo, esto es, que las que se instalen en Uruguay, Chile o Brasil tendrán que ajustarse a estas disposiciones”.
Por qué el sistema Libre de Cloro Elemental y no el Libre de Cloro Total, ¿no ofrece más garantías el TCF?“La planta de blanqueo es la principal fuente de contaminantes de las fábricas de pulpa y papel kraft, los sistemas históricos han utilizado cloro o compuesto clorado que al reaccionar con la lignina residual de la pulpa se forman grandes cantidades de compuestos organoclorados, las dioxinas y furanos, que son tóxicos, genotóxicos y mutagénicos. A mediados de los 80 se comenzó a sustituir el cloro elemental como agente de blanqueo por el sistema Libre de Cloro Elemental (ECF), que utiliza dióxido de cloro que produce una reacción de oxidación rompiendo la estructura anillada de la lignina y produciendo productos orgánicos solubles en agua, no persistentes ni bioacumulativos. Queda un residuo mínimo de cloro pero que se ha demostrado que no es nocivo. El sistema Libre de Cloro Total (TCF) utiliza fundamentalmente oxígeno, peróxido de hidrógeno y ozono y no deja ningún tipo de residuo clorado. Comparando los dos sistemas, ECF Y TCF, no se han verificado niveles mensurables de dioxina en sus procesos de blanqueo respectivos. Ahora bien, las pulpas TCF son más débiles, menos blancas y más costosas de producir y requiere más materia prima, es decir más árboles; las pulpas ECF tienen la ventaja de ser menos fibra-intensivos, o sea que utiliza menos recursos y la economía favorece este tipo de producción.
No se concibe el crecimiento económico sin el desarrollo humano y del ambiente 6
La expresión desarrollo sustentable sufre groseras manipulaciones por grupos de intereses en pugna, justamente porque quienes la utilizan no la comprenden en su real dimensión. Alba De Bianchetti, abogada, y docente adjunta de Derecho Agrario, Minero, de la Energía y Ambiental en la Facultad de Derecho de la UNNE, se refirió a la complejidad de su sentido y alcance.
“Tiene su origen, según varios autores, en la Conferencia de Estocolmo en 1972 y maduró en Río de Janeiro en 1992. Tuvo incidencia directa en la reforma de nuestra Constitución Nacional en 1994 con normas que determinan que las actividades productivas tienen que darse en el marco del desarrollo sostenible con una ética y responsabilidad intergeneracional, esto significa cuidar el ambiente hoy para las generaciones futuras”, explicó.
Los conceptos complejos tienen que ser examinados atendiendo a sus partes y en una visión de conjunto, “no se puede concebir el desarrollo sustentable sin desarrollo humano” enfatizó la profesora De Bianchetti. La noción de producción tiene un contenido económico que no puede ser pensado en forma separada del desarrollo del hombre y éste no se concibe sin el respeto a la naturaleza.
Los factores productivos: tierra, trabajo, capital y gestión empresarial, se integran en un todo interdependiente. El hombre trabaja la tierra, con bienes de capital transforma la materia prima en bienes de consumo mediante un proceso industrial, pero si no se cuidan los recursos naturales se desmorona el sistema. El desarrollo sustentable implica el crecimiento económico, calidad de vida, expectativa de vida, educación y el digno ingreso per cápita, no se trata solamente de la dicotomía producción versus medio ambiente, es un sistema de fuerzas que tiene que equilibrarse, si falta alguno de sus elementos esenciales el desarrollo es incompleto.
“La población mundial está creciendo -es un dato de la realidad- cada vez somos más y la presión sobre los recursos es cada vez mayor y cuando el hombre hace un uso irresponsable de estos recursos cae aceleradamente en un proceso que lo llevará a su privación. Esta presión que no da tiempo a la recomposición o regeneración de los recursos de la naturaleza, el agua, el aire, el bosque, la tierra, nos pone ante un horizonte sombrío de escasez de ahora a 50 años”, reflexionó De Bianchetti.
La gente quiere vivir más y ensanchar su expectativa de vida, la catedrática añadió que “el hombre exige cada vez más bienes de consumo que se obtienen de la naturaleza y la industria, pero al producirlos contamina más. Los efluentes industriales más los desechos de la agricultura provenientes de la fertilización y de la fumigación van al agua y no hay tiempo de que se depure a sí misma, tal como lo hizo siempre la naturaleza a través de los años. Hoy nos enfrentamos no sólo a la escasez sino también a los cambios climáticos ocasionados por las actividades del hombre, que son lícitas pero que exigen la internalización de costos ambientales, es decir que deben contemplar el cuidado del medio ambiente, y en ello estamos todos involucrados”.
De Bianchetti siguió penetrando en la complejidad conceptual del desarrollo sustentable y explicó que “lleva en sí un fuerte componente cultural que todavía está en déficit porque muchos productores no lo tienen aún internalizado en todo su alcance. La actividad productiva se dirige con anteojeras a obtener la relación costo beneficio que más le conviene en el corto plazo aunque destruya los recursos, sin comprender que en el largo plazo los costos no son significativos y dan más ganancias, de allí que los países que están a la vanguardia del desarrollo sostenible se ocupen de disminuir la utilización de materia prima, de reducir los desechos y reciclarlos, de utilizar la mejor tecnología disponible para contaminar cada vez menos y no transferir a la naturaleza y a los otros humanos los costos de sus actividades”.
El derecho al ambiente sano integra el grupo de los llamados “derechos difusos”, que pertenecen a todos en general y a nadie en exclusividad, por ello su cuidado compete a la generalidad. “A nosotros nos falta incorporar esta perspectiva de desarrollo y esto involucra al empresario y al ciudadano común, al consumidor, que debe estar siempre alerta para advertir las contaminaciones y utilizar las medidas jurídicas disponibles, como el amparo. ¿Quién se ocupa de controlar cómo se cultiva o cómo se fumiga?Es sorprendente el nivel de contaminación que hoy todavía no se percibe, pero que en 20 años lo vamos a sufrir. En otros lugares ya está sucediendo y deberíamos aprender de las experiencias ajenas, sobre todo porque en nuestra región aún tenemos cierta abundancia de recursos. Hay que aprender a producir conservando”, enfatizó. Existen herramientas legales, estándares que regulan las actividades industriales y la tecnología limpia está disponible. Para la profesora De Bianchetti el problema no es la ausencia de normas, “el tema pasa por el no cumplimiento y en este punto vuelvo a la cuestión cultural, las normas están y hay que cumplirlas, tanto los particulares como las autoridades, que además deben ejercer el control de las actividades industriales”.
La catedrática agregó que “hay manuales de buenas prácticas de manejo forestal, de cultivo, de producción ganadera, pero no sé si es por desconocimiento o negligencia, pero no se cumplen. También están las normas de certificación ISO 9.000 de calidad y 14.000 de gestión ambiental, esto significa que toda la gestión productiva responde a un criterio ambiental sano y ofrece al consumidor productos de calidad. Esto le posibilita al empresario obtener mejores precios por sus productos. Pero no debemos caer en un criterio reduccionista porque en un país con 40% de pobreza, la gente de esta franja no busca calidad precisamente. Por ello insisto en la complejidad de la noción de desarrollo sustentable”.
La noción de mejor tecnología disponible se basa en la actividad de las industrias con mejor funcionamiento ambiental, esta tecnología es la que efectivamente se usa y se la toma como modelo a imitar. No se trata de una construcción teórica sino de arte práctico al servicio del desarrollo sostenible, entendido como un polígono de fuerzas que debe estar equilibrado. No todo debe verse del color verde de la ecología ni tampoco sufrir el ahogo de las chimeneas, estos extremos deben reconciliarse, De Bianchetti añadió “también debe haber empleo, mejor distribución de la riqueza, atención sanitaria y educación. No se les puede exigir a los cartoneros que están por debajo de la línea de pobreza o a los trabajadores informales de las fábricas y del campo que sean guardianes de la naturaleza como en los países del primer mundo. El Estado es el actor fundamental en la búsqueda y mantenimiento del equilibrio, es responsabilidad de los funcionarios crear las condiciones del desarrollo sostenible”.
Conclusiones
Nunca como ahora se hablo tanto de la fragilidad del medio ambiente, del cambio climático, de la contaminación, del riesgo de encontrarnos en un mundo que sufra la escasez de agua dulce,todo ello como consecuencia fundamentalmente de la actividad humana.
Pero hablar mucho del tema no significa plantearlo correctamente en su conjunto y en sus detalles. La actividad humana por su propia naturaleza es incierta, rebelde a los parámetros científicos y morales, difícil de comprender. Los intereses en pugna son muy fuertes y lamentablemente tienen poca perspectiva, se conforman con el vuelo corto de lo inmediato, desentendiéndose de las generaciones no futuras sino de sus hijos y nietos, que son actuales.
En este contexto, la información sana y la fluidez de la comunicación de los conocimientos científicos es esencial para iniciar emprendimientos tendientes al cambio, que debe comenzar por lo cultural. En este trabajo pongo a consideración los enfoques de especialistas en distintas disciplinas, con sus diferencias pero principalmente dirigiendo lamirada a las coincidencias. El área de contacto es el desarrollo sostenible, la producción conservadora de recursos, la industria amiga del entorno. Todos coinciden en que no hay más tiempo que perder.
- Entrevista con el ingeniero Forestal Luis Mestres, director de Recursos Forestales del ministerio de Producción de la provincia de Corrientes. Publicada en “Emprender en la región”, edición de octubre de 2006.
- Entrevista con Gustavo Braier, economista especializado en el sector forestal, publicada en “Emprender en la región”, edición de octubre de 2007.
- Entrevista con Juan Carlos Villalonga, Director Político de Greenpeace Argentina, Emprender en la región, octubre de 2007.
- Nota a Antonio Brailovsky, publicación en Emprender en la región, edición de octubre de 2006.
- Nota a Cristina Área, ingeniera, doctora en Química, investigadora independiente Conicet y la UNAM, Emprender en la región, octubre 2006.
- Entrevista con Alba de Bianchetti, profesora de Derecho Agrario, Minero, de la Energía y Ambiental en la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales y Políticas de la UNNE, Emprender en la región.
Por: Mario Burgos
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Cátedra de Derecho Agrario y Ambiental, Facultad de Abogacía de la UNNE
Enviado por: Dra. María Cristina Area
Directora Programa de Investigación de Celulosa y Papel (FCEQYN)
Maestrías en Madera, Celulosa y Papel (FCEQYN – FCF)
Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales – Universidad Nacional de Misiones
http://procyp.unam.edu.ar/
http://mamcyp.unam.edu.ar/
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