El departamento de prevención, ese gran relegado
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- El 9 marzo, 2021
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Quizá la primera pregunta que nos viene a la mente cuando hablamos del servicio de Higiene y Seguridad en el Trabajo es ¿qué hace? y ¿qué esperamos de él?. Una sensación bastante generalizada es que se dedican a promover e implantar normas de gestión en las empresas para evitar accidentes y enfermedades ocupacionales. Ciertamente no es del todo descabellado pensar de esta manera, puesto que, en la legislación así lo menciona. Pero ¿es adecuado hacerlo de esta forma? ¿no es cierto que puede llevar a una gran confusión? En pocas palabras ¿es lo mismo?
Lógicamente la respuesta es NO con mayúsculas. Los servicios de Higiene y Seguridad en el Trabajo ya sean internos o externos no son simples gestores de prevención o de sistemas y, es más, no deben serlo.
Primeramente, podríamos empezar por argumentar que la prevención del riesgo laboral vela por la seguridad y salud de las personas en el contexto de sus vidas laborales, en función de cómo son y cómo son sus puestos de trabajo, sus instalaciones, sus herramientas, sus relaciones con los demás, etc. Y todo ello es identificado, evaluado, valorado y controlado en todas y cada una de las actividades que realiza en la empresa. Y al ser una necesidad de cuidado de la salud de las personas, que opta por el bien común antes que por el individual, pero sin olvidar que está regulada legalmente tanto la actividad como las incumbencias profesionales de quienes la ejerzan.
Para hacer todo lo que se necesita hacer en la prevención del riesgo, los profesionales deben formarse adecuada y específicamente en función de las necesidades o de lo que quieran “cuidar”, y han de formarse continuamente adaptándose a la realidad de la empresa y de las personas que la conforman.
Prevencionistas se necesitan tanto en un taller de mecanizado como en la industria química, en el campo, en establecimientos administrativos, o en una universidad. Porque la prevención como concepto ha de situarse en todos y cada una de las actividades y estamentos de la organización, sea ésta cuál sea.
Hacemos prevención cuando repercutimos en la seguridad y salud de los trabajadores, lógicamente de manera positiva. Cuando evaluamos los riesgos, planificamos la acción preventiva, organizamos los recursos de la actividad preventiva, formamos en los diferentes ámbitos de prevención, nos auditamos y vigilamos la salud de los trabajadores.
¿Cómo debe ser un departamento de Higiene y Seguridad en el Trabajo?
La respuesta es variable en función de la modalidad organizativa que seamos en la empresa. Es decir, si formamos parte de un Departamento de Higiene y Seguridad propio, o si abordamos la prevención de forma externa como asesores, por supuesto que es lo mismo o, por lo menos, debería serlo. En caso de que tengamos seamos un servicio de prevención ajeno, debe existir una colaboración y coordinación ya que de lo contrario no es efectiva.
Dejándolo así ser podría pensar que, con tener un departamento de prevención o servicio de prevención, el tema de la seguridad y salud de los trabajadores está resuelto, pero no es así. Como mencionábamos anteriormente, necesitamos integrar la prevención en toda la organización, en todo proceso, en todo procedimiento, en toda actividad y estamento, en definitiva (de acuerdo con lo que dice la legislación la prevención se debe efectuar a toda la estructura organizativa).
Hemos respondido a qué es o debe ser un servicio de Higiene y Seguridad en el Trabajo, pero ¿qué no es o no debe ser?. No es un simple implantador de normas de gestión ni de sistemas de gestión según o no determinadas especificaciones técnicas. La prevención, como se ha demostrado va mucho más allá de la simple implementación de normas. El departamento de HST no busca exclusivamente registros de que algo se hace o no, no puede ser algo burocrático de búsqueda de evidencias. La burocracia, el papel, el registro pueden ser medios, herramientas, formas de conseguir, pero nunca el fin en sí mismo porque la prevención tiene como base la mejora continua, por una parte, y porque tampoco podemos evitar hacer algo, tomar una acción porque no existe papel o registro que la avale.
Ciertamente la necesidad o más bien la obligación legal de contar con ello existe. La propia menciona la obligación del empresario de efectuar acciones de prevención de riesgos laborales. En ningún momento menciona que ha de ser conforme a un estándar o norma armonizada, aunque es cierto que muchas empresas se deciden por utilizar normas certificables (ej: IRAM, OHSAS, etc.).
La necesidad legal del sistema de gestión es otro elemento de la integración de la prevención en la organización. Dentro de un sistema de gestión los actores son muy variados y obliga, de alguna manera, a que toda o prácticamente toda la organización, participe de los diferentes elementos del sistema de gestión de referencia. Por tanto, si estamos hablando de un sistema de gestión de prevención, todos los actores intervinientes harán prevención, lo que significa que integraremos la prevención en la organización. Sin embargo, ¿por qué históricamente no es esa la percepción de los trabajadores? ¿Por qué se considera que es únicamente el departamento de HST quién ha de desarrollar, implantar y controlar el sistema de gestión? Porque históricamente se ha tratado a los sistemas de gestión como meros elementos burocráticos que no sirven más que parar dar trabajo.
Se ha considerado que sólo sirven para conseguir un título externo por el cual el cliente te reconoce y “te compra más”. Pero a diferencia de lo que ocurre con el sistema de gestión de calidad (conseguir un certificado para que te compren más), con el de prevención ni siquiera pasa eso, es decir, es un sistema de gestión de la seguridad y salud interna y es muy difícil (por no decir imposible dada nuestra cultura) que los clientes compren más porque los trabajadores de la empresa que fabrica o vende estén más seguros, y exista cultura de prevención. Sólo si el cliente interno lo reclama, y por qué no decirlo gracias a la existencia de una legislación, se implantan sistemas de gestión de prevención de riesgos laborales en las empresas.
Cuando nos referimos a que el sistema de gestión es una manera de integrar la prevención en la organización, hablamos de que integrado o no con otros sistemas de gestión, ésta debe integrarse en todos los procesos, procedimientos y actividades de la propia empresa, de manera que tanto compras como mantenimiento, expedición o fabricación tengan claro que dentro de sus actividades hay una parte de prevención del riesgo laboral. Y las personas que intervienen en dichos procesos sepan que una parte del desarrollo de estos es para evitar dañar la seguridad y salud de los trabajadores (propios y ajenos).
Para acabar con la argumentación nos falta responder a la pregunta qué se espera del departamento de Higiene y Seguridad en el Trabajo. Quizá una forma mejor de formular esta pregunta sería: si la Ley de prevención tiene casi 50 años, las empresas conocen de su existencia y todas las grandes, la mayoría de las medianas y muchas pequeñas intentan cumplirla ¿por qué sigue habiendo accidentes laborales? Los accidentes laborales no son fruto de la casualidad o de la mala suerte, sino consecuencia de malas actuaciones, falta de organización y rigor ante el riesgo en el puesto de trabajo.
Esta forma de actuar no es más que una gran falta de concienciación y actitud o cultura de prevención por parte de los trabajadores y empresarios de muchas empresas, pero quizá también una falta de ciertas aptitudes y actitudes de los que hacemos prevención.
No todo lo que brilla es oro: en América latina esta actividad sigue siendo un área de relleno (entiéndase que solo de cumplimiento legal), así muchos digan lo que digan algunas personas, las empresas aún no terminan de entender su valor, por suerte la pandemia a hecho cambiar a muchas organizaciones, claro que gracias a prevencionistas que han ido más allá de la prevención y han buscado y creado las circunstancias adecuadas para ello.
Referencias: Dec. 351/79, Ley 19587 – Dec. 170/96, Ley 24557 – Dec. 1338/96 – Res. 905/15
Ing. Eduardo Javier Granda
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