El arsénico en las aguas subterráneas y los desafíos para la gestión hídrica y sanitaria
- Creado por admin
- El 28 marzo, 2014
- 0
Desde principios del siglo pasado se conoce una patología cardiovascular-cutánea denominada en ese entonces enfermedad de Bell Ville, en alusión a esa ciudad cordobesa en la que se presentaba gran número de casos. En el 1913 se la relacionó con el consumo de agua subterránea con arsénico, conociéndosela luego como Hidro-Arsenicismo Crónico Regional (HACRE).
Posteriormente se pudo establecer que la zona de afectación era mucho mayor que el sudeste de Córdoba, abarcando un área de más de 430.000 km2 en varias provincias (ver Mapa del arsénico en Argentina).
No obstante los variados y valiosos estudios realizados hasta el presente, aún queda mucho por hacer para lograr una solución definitiva de este flagelo, requiriendo el firme compromiso de organismos de gestión hídrica, de salud y de instituciones científicas.
El arsénico (As) es un metaloide presente en la corteza terrestre y es uno de los elementos tóxicos más abundantes en la misma. Aunque es relativamente raro, se encuentra presente en muchos tipos de rocas y depósitos minerales, pudiendo además formar aleaciones con plata, oro y otros metales. En la naturaleza, el azufre es el elemento más comúnmente asociado con el arsénico.
Las fuentes y procesos geológicos responsables de la incorporación del arsénico al agua por procesos naturales fueron y son a gran escala: la deposición atmosférica de materiales piroclásticos emitidos por la actividad volcánica cordillerana y la meteorización de rocas y suelos, no considerando aquí los aportes de origen antrópico.
En aguas subterráneas se lo encuentra con altos valores en general en aguas blandas, ricas en bicarbonato de sodio (muy alcalinas), acompañado de otros elementos como flúor y vanadio, entre otros. En cambio, en aguas ricas en sales de calcio y magnesio, el arsénico no está presente o está en bajas proporciones. El arsénico puede existir en formas inorgánicas y orgánicas.
Las formas más comunes en las aguas naturales son las especies inorgánicas pentavalentes y trivalentes, dependiendo la prevalencia entre ellas del pH y del potencial de óxido-reducción del medio.
En el agua superficial (ríos, lagos, arroyos) los valores de arsénico son relativamente bajos, aunque pueden variar dependiendo del tipo de recarga (superficial y subterránea), la litología de la cuenca, el drenaje de zonas mineralizadas, el clima, la actividad minera y los vertidos urbanos o industriales.
Efectos sobre la salud
La ingestión prolongada de agua con tenores elevados de arsénico produce severos daños en el organismo humano. El riesgo potencial estimado por ingesta de agua subterránea en algunas localidades estudiadas del país supera el valor aceptado de riesgo individual máximo por exposición a sustancias carcinogenéticas en agua de bebida (10-5). Estudios llevados a cabo en otros países, han concluido, por ejemplo, que para los consumos habituales diarios de un litro por día de agua con 10 microgramos por litro de arsénico el riesgo de contraer algún tipo de cáncer es del 3 por 1000.
Los trastornos característicos que resultan de la exposición crónica a la ingesta de arsénico son: engrosamiento de palmas y plantas (queratodermia), aumento de la pigmentación de la piel y aparición de cáncer cutáneo. Además, es bastante frecuente el cáncer de pulmón y de laringe.
También puede dañar al sistema nervioso, con manifestaciones que comienzan con hormigueo y entumecimiento de plantas y palmas y se continúan con una neuritis diseminada y dolorosa de las extremidades superiores e inferiores. Los síntomas digestivos más comunes son náuseas y vómitos, dolores abdominales de tipo cólico, diarreas leves y lesiones degenerativas del hígado como cirrosis o carcinoma hepático.
También puede producir trastornos circulatorios, un alto riesgo de cáncer y afecciones genotóxicas.
Los pobladores más perjudicadas por el HACRE habitan, por lo general, en países con bajos niveles de ingresos. En oriente (India, China, Bangladesh) la población afectada se estima en más de 100 millones de personas; en América Latina se estima que la población en riesgo supera los 14 millones, con elevada incidencia en la Argentina. Otros países afectados de la región son Chile, El Salvador, México, Nicaragua y Perú. En el sudoeste de los Estados Unidos de América existen algunas áreas afectadas.
En nuestro país, habitan en áreas con aguas arsenicales unos 2.500.000 habitantes; donde un 43% de los departamentos afectados tienen más del 30% de su población con necesidades básicas insatisfechas.
En la llanura pampeana
Vastos sectores de la llanura chaco-pampeana presentan acuíferos con elevados tenores de flúor y arsénico, por lo que sus aguas no son potables. En ella se encuentra la formación Pampeano, portadora de uno de los acuíferos de mayor importancia, que involucra a varias de las provincias argentinas económicamente más activas y que concentran el mayor porcentaje de la población. La zona de este acuífero aporta alrededor del 60% del Producto Bruto (PBI) de Argentina, proveyendo de agua potable a millones de personas y de agua para riego agrícola, para ganadería e industrias.
En esta región, la mayoría de los estudios han indicado que el origen del arsénico en el agua subterránea (y también del fluor y otros elementos, como el vanadio, uranio o boro) responde a la presencia de ceniza y vidrio volcánico en los sedimentos loéssicos que conforman el suelo. El arsénico y sus asociados se presentan en el subsuelo en forma muy heterogénea, con desigual distribución tanto vertical com horizontal; no puede establecerse una tendencia regional en la distribución de estos elementos en los acuíferos sino más bien su presencia respondería a fenómenos de carácter local. Las variaciones hidroquímicas espaciales (areales y verticales), podrían relacionarse, en principio, al modo de transporte y depositación de la ceniza volcánica, al tipo, composición química y edad de la erupción así como también a la dinámica del agua subterránea y las condiciones climáticas de cada sector. Juegan también un papel fundamental los aspectos geomorfológicos y topográficos locales.
A pesar de la extensión del problema, y salvo en casos puntuales o muy localizados, estos acuíferos no tienen la suficiente investigación (especialmente interdisciplinaria) que nos permita disponer de un conocimiento hidrogeológico detallado y sectorizado en lo que concierne a su hidrodinámica, procesos y fenómenos de recarga, procesos geoquímicos que se llevan a cabo en el mismo, y otros.
Por otro lado, debemos resaltar la enorme cantidad de poblaciones que necesariamente se tienen que abastecer de agua potable con perforaciones, por lo que la calidad del agua se convierte en una de sus principales limitantes. Otro factor que es importante destacar es la deficiencia que existe en las construcciones de las perforaciones, fundamentalmente las rurales, ya que muchas veces se llevan a cabo sin ningún criterio hidrogeológico, con falta de conocimiento y nula participación y control de los organismos de gestión, lo que además tiene la consecuencia que no se aporta información importante que pueda alimentar las bases de datos oficiales y llegar a conocimiento de la sociedad.
Estudios en ejecución
En 2007, a través de una resolución conjunta entre el Ministerio de Salud y la Secretaría de Agricultura de la Nación (hoy Ministerio), se modificó la norma nacional (el Código Alimentario Argentino) que establecía como valor máximo de arsénico permitido en el agua potable 50 microgramos por litro (10μg/l), fijándolo en 10 μg/l, en consonancia con la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS). La norma dio un plazo máximo de cinco años para su cumplimiento en aquellas regiones del país con suelos de alto contenido de arsénico.
En este marco normativo, y mediando un paréntesis en su aplicación, la Secretaría de Políticas, Regulación y Relaciones Sanitarias del Ministerio de Salud y la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación (SSRH) impulsan conjuntamente el desarrollo de estudios y evaluaciones epidemiológicas por provincias, que contribuyan a establecer las bases necesarias para sustentar la gestión de riesgos para la salud asociados a la presencia de arsénico en el agua destinada al consumo humano distribuida por red pública, con un enfoque integrador e interinstitucional, intersectorial y multidisciplinario.
Debe señalarse finalmente la perspectiva alentadora que surge de una tarea nacional que podría dar frutos importantes en los años venideros. Se trata de un estudio hidrogeológico-hidrogeoquímico orientado a determinar con mayor precisión y rigor científico el comportamiento del arsénico en el suelo y en el agua, a partir del cual podría orientarse la ejecución de acciones específicas. Al respecto, está comenzando a desarrollarse el Proyecto de Investigación (1) “Comportamiento y evolución espacio-temporal del arsénico en aguas subterráneas de la República Argentina”, de tres años de duración, financiado por la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica del Ministerio de Ciencia y Tecnología, cofinanciado por la SSRH y el Consejo Hídrico Federal (COHIFE). Las investigaciones del mismo se realizan a través de la Universidad Nacional de la Pampa y la Universidad Nacional del Centro de la provincia de Buenos Aires (Instituto de Hidrología de Llanuras), como Entidades Beneficiarias, y la colaboración de prestigiosos investigadores nacionales pertenecientes a otras universidades e instituciones, y reconocidos especialistas del exterior.
El proyecto integra el Plan Nacional Federal de Aguas Subterráneas del COHIFESSRH, el cual se está desarrollando desde el 2009 abarcando temáticas nacionales y regionales del recurso, y afianzando el conocimiento para una mejor gestión integrada del mismo.
Los objetivos del Proyecto son: mejorar el conocimiento regional y local de los mecanismos que controlan la incorporación y el comportamiento del arsénico en el suelo y en el agua, proponer pautas de gestión para la explotación del agua subterránea a partir del conocimiento de la movilidad del arsénico, y obtener -en base a estudios hidrogeológicos- herramientas que sean útiles para la exploración y explotación de acuíferos con posibilidades de menores cantidades de arsénico.
Además, el proyecto pretende obtener una base de datos hidrogeológicos e hidroquímicos de las provincias involucradas y la redacción de manuales técnicos de procedimientos para estudios específicos a escala regional y local, abarcando el área de estudio a la llanura chaco-pampeana y la región noroeste, incluyendo especialmente a La Pampa, Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Chaco, Formosa y Salta, e incluye un sistema de capacitación acorde a las necesidades de los organismos de gestión provinciales. La parte experimental se realiza en dos áreas pilotos, una en la provincia de Buenos Aires y otra en La Pampa. Para ello se han instrumentado sectores representativos ejecutándoseespecialmente perforaciones de estudio, ensayos hidráulicos y muestreos específicos de sedimentos y agua.
Por: Jorge Néstor Santa Cruz
Fuente: Hydria
VER ARCHIVO DE ARTÍCULO
0 comentarios on El arsénico en las aguas subterráneas y los desafíos para la gestión hídrica y sanitaria