Efluentes líquidos de establecimientos de salud: Estado actual y propuesta de gestión: 04- Efluentes líquidos generados en establecimientos de salud y Tratamiento de líquidos residuales
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- El 23 diciembre, 2009
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6. Efluentes líquidos generados en establecimientos de salud
6.1.Informes, reuniones y documentos realizados.
En el año 1978 el Instituto de Ingeniería Sanitaria de la República Argentina, realizó un informe referido a los efluentes líquidos generados en establecimientos de salud. Dicho informe, anterior a las legislaciones vigentes de residuos peligrosos y patogénicos (circunstancia que debe destacarse), tiene por objeto plantear los problemas de contaminación del medio, entre los que se encuentran las descargas de los líquidos cloacales de los hospitales y de algunos establecimientos que trabajan con elementos que se consideran como infectocontagiosos para el ser humano. (16)
A continuación se mencionan algunas observaciones realizadas en dicho informe:
- Se debería establecer para los hospitales la obligatoriedad de tratar sus líquidos residuales antes de su vertido.
- Debe considerarse siempre la posibilidad de que se desarrolle en el futuro un brote o epidemia íntimamente vinculado con algún germen proveniente de estos líquidos, cuyos derrames o disposición no son los adecuados.
- Se expresa la insuficiencia manifiesta de las instalaciones de servicios cloacales en la mayoría de nuestras poblaciones. En esas aguas pueden estar presentes los líquidos cloacales de los hospitales; de diversos centros asistenciales; de laboratorios de elaboración de vacunas humanas o de aplicación animal; de análisis dedicados al diagnóstico de determinadas enfermedades (algunos con cría de animales para su incubación) y de diagnóstico anátomopatológico, etc. cuyos líquidos residuales y algunos desechos se arrojan a las cloacas, sin tratamiento previo alguno.
- Resulta difícil determinar fehacientemente la autoridad que autoriza las descargas, sin tratamiento previo de desinfección, en las redes cloacales (por ejemplo, en la Capital Federal) especialmente las de los hospitales, centros asistenciales, etc.
- También en la Capital Federal se observan descargas cloacales, con toda seguridad con líquidos cloacales de hospitales. En especial en épocas de lluvias se incrementan estas descargas, aunque más diluidas pero no por eso menos críticas o peligrosas. Se han volcado también líquidos cloacales, sin tratamiento alguno, al Riachuelo, agravándose al mismo tiempo la contaminación del mismo. Asimismo, en la Capital Federal, aparecen periódicamente descargas cloacales gravemente contaminadas con efluentes de toda clase.
Asimismo en dicho informe se propone, considerando la complejidad del tema y situación económica, la reglamentación provisoria y una definitiva, en las que se dispusiera:
a) Reglamentación provisoria: que en todo nuevo hospital que se construya, amplíe o refaccione, se exija una instalación de tratamiento y de desinfección de sus aguas cloacales y residuales, antes de su descarga en las redes cloacales.
b) Reglamentación definitiva: prohibir desde la fecha (a establecer) las descargas en las redes cloacales que sirven a la población, de los líquidos cloacales y aguas residuales de hospitales y de establecimientos que puedan originar materiales infectocontagiosos para la salud humana, provenientes de laboratorios de preparación de vacunas humanas o animales, laboratorios de análisis dedicados al diagnóstico de determinadas enfermedades (algunos con crías de animales para su inoculación), de diagnóstico anátomopatológico, cuyos residuos se arrojan a la cloaca, si no son previamente tratados y desinfectados.
En el mes de Julio de 2000 (ahora sí con legislación de residuos peligrosos y patogénicos vigente) varios organismos nacionales, provinciales y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, se reunieron con objeto de discutir y considerar la posibilidad de establecer una normativa para los efluentes líquidos generados en establecimientos de salud ante la falta de legislación en dicha materia.
En la actualidad, según lo manifestado a los autores por algunos profesionales de la ex – Dirección de Hábitat Físico de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, no existiría inconveniente probado teóricamente como para desechar en la red cloacal a los efluentes líquidos generados en establecimientos de salud, aunque resulta necesario realizar en la República Argentina un estudio respecto a los efluentes que se vierten a los cuerpos de agua, a partir de los cuales se extrae la misma para su potabilización.
6.2.Efluentes líquidos generados en centros de diálisis
De acuerdo al documento publicado por la Confederación de Asociaciones de Diálisis “… el flujo de líquido, que se origina mientras el paciente se dializa, el cual se vierte al sistema colector cloacal, no representa en sí mismo un efluente peligroso, que debe ser tratado”. Asimismo, se documenta que “los efluentes líquidos que se originan a continuación del tratamiento y dado la necesidad de reutilizar nuevamente la máquina de diálisis, para todo paciente y en particular para los que se encuentran en aislamiento, también contienen los agentes germicidas, que inactivan todo posible agente patógeno que pudiera quedar en algún punto del circuito. Además se expresa “… los efluentes líquidos, que se originan del proceso de limpieza y desinfección de las máquinas de diálisis, no requieren ser tratados, dado que como consecuencia de la reutilización de las mismas, se utilizan compuestos germicidas, que inactivan todo posible agente patógeno. Dichos efluentes y por la presencia de tales compuestos, deberán cumplimentar ciertos requisitos, para no ser considerados, residuos peligrosos”. Por último se destaca que “… no existen, a la fecha, evidencias epidemiológicas, de que los líquidos procedentes de los tratamientos de diálisis, hayan causado enfermedad alguna, existiendo consideraciones, llámense estéticas, emocionales o de otra naturaleza, las que se imponen al real riesgo de transmisión de enfermedades”. (17)
7.Tratamiento de líquidos residuales
En el año 1995, el Banco Mundial realizó un informe sobre la situación ambiental argentina considerando, entre otros temas, la contaminación de las aguas por descargas domésticas e industriales. En dicho informe se observa que la contaminación de las aguas de superficie parece ser en gran medida un reflejo de lo inadecuado de la infraestructura de tratamiento y recolección de aguas servidas. Respecto al tratamiento y eliminación de dichas aguas, sólo unas pocas ciudades importantes tienen plantas de tratamiento de aguas servidas, mientras que otras liberan sus aguas negras sin tratar en los cuerpos de agua locales. En general, lo deseable del tratamiento de las aguas negras depende del cuerpo receptor y del uso del río abajo. En la mayoría de las localidades del interior, la descarga de aguas negras sin tratar lleva a situaciones inaceptables que no dejan ninguna duda acerca de la necesidad del tratamiento de las mismas. (18)
Las aguas residuales urbanas producen alteraciones en los cursos de agua debido a los diversos productos que contienen. Los contaminantes presentes en el agua residual pueden eliminarse por métodos físicos, químicos y biológicos.
En el caso de la Provincia de Buenos Aires, las aguas del Río de la Plata en el Área Metropolitana son las depositarias finales de las aguas residuales, tratadas o no, provenientes del área urbana y de los establecimientos industriales que vierten sustancias contaminadas en los cauces de los afluentes directos e indirectos del Río de la Plata. En virtud de los caudales, los ríos Reconquista y Matanza-Riachuelo constituyen la fuente principal de contaminación.
Asimismo, el Río de la Plata abastece a las dos principales plantas de tratamiento y potabilización de la empresa Aguas Argentinas S. A.: la planta San Martín en Palermo y la planta General Belgrano en Bernal. El resto de los usuarios está abastecido por agua de perforaciones provenientes de napas subterráneas cuya confiabilidad está directamente relacionada con su profundidad y confinamiento.
A partir del 1 de mayo de 1993 la empresa Aguas Argentinas S.A. administra en concesión el servicio de agua y cloaca de la Ciudad de Buenos Aires y 17 partidos del Gran Buenos Aires (Tigre, San Fernando, San Martín, San Isidro, Vicente López, Morón, Hurlingham, Ituzaingó, La Matanza, Ezeiza, Tres de Febrero, Esteban Echeverría, Almirante Brown, Lomas de Zamora, Lanús, Avellaneda y Quilmes).
El área de concesión es de 1.830 km con un área urbana de 1.070 km donde habitan aproximadamente 10.000.000 de personas.
Uno de los compromisos contraídos por dicha empresa, al hacerse cargo de la concesión, es depurar los efluentes cloacales antes de ser devueltos a la naturaleza.
Actualmente, los líquidos cloacales llegan hasta dos plantas depuradoras (Planta Depuradora Sudoeste y Planta Depuradora Norte) que los procesan y vuelcan el agua depurada a los ríos Riachuelo y Reconquista que desembocan en el Río de la Plata.
La Planta Depuradora Sudoeste está ubicada en la localidad de Aldo Bonzi, partido de La Matanza, Provincia de Buenos Aires y su función es el tratamiento de los efluentes cloacales provenientes de la zona servida del partido, para poder verterlos ya tratados, en el cauce del Río Matanza, teniendo actualmente una capacidad de tratamiento para una población equivalente a 650.000 habitantes.
Las etapas del proceso del tratamiento son:
- Pretratamiento y elevación: rejas finas y gruesas y bombas de elevación de velocidad fija y variable).
- Sedimentación primaria: por decantación se separan los sólidos sedimentables (arena, tierra, hilachas, etc.) y por flotación se extraen las grasas.
- Lechos percoladores o lechos biológicos: los rociadores distribuyen el líquido sobre un manto de piedras (percoladores primarios) y de plástico (percoladores secundarios). Los microorganismos que se desarrollan en ambos mantos degradan la materia orgánica disuelta en los líquidos.
- Clarificadores: decantan las materias en suspensión que el líquido trae de los percoladores.
- Cloración: a fin de destruir cualquier germen patógeno que pudiera existir.
Tanto los residuos (lodos) que se extraen de los sedimentadores como de los clarificadores no reciben tratamiento en la planta y son bombeados a Lisandro de la Torre y Francisco Bilbao, en la zona de Mataderos, donde se descarga a un ramal de la Tercera Cloaca Máxima.
La Planta Depuradora Norte, está ubicada en San Fernando, Provincia de Buenos y su función es el tratamiento de los líquidos residuales provenientes de los partidos de Tigre, San Fernando y San Isidro para minimizar los efectos de su vertido al Río Reconquista; una de las cuencas hídricas más importantes del Gran Buenos Aires. Actualmente, dicha planta tiene una capacidad para tratar los efluentes de 300.000 habitantes, pasando en una segunda etapa a 700.000 habitantes.
El proceso de tratamiento de líquido comienza a través de rejas de 50 mm de paso, bombas de elevación y posteriormente, rejas de 20 mm. Los residuos retenidos en las rejas gruesas se envían directamente a contenedores y los de rejas finas pasan previamente por un compactador.
La siguiente etapa es el desarenado y desengrasado. Los sólidos pesados que decantan son enviados por medio de bombeo a un hidrociclón y luego a un clasificador de arena a paletas. Las arenas libres de agua en exceso, son enviadas a contenedores para su disposición. Los flotantes se recogen por medio del barredor de superficie y son enviados a un concentrador de grasa. Los flotantes concentrados son tratados con cal hidratada y luego dispuestos en contenedores. Este proceso se lleva a cabo en canales (dos para cada módulo), provistos de barredores de fondo y superficie y turbinas de insuflación de aire para optimizar la separación de los flotantes y las arenas.
El tratamiento continúa con una etapa de sedimentación y luego un tratamiento secundario por lodos activados cuyo proceso de tratamiento está compuesto por tres etapas: la concentración de los lodos separados en el tratamiento de líquido, la estabilización y la deshidratación.
Programa de Bioseguridad, Seguridad en Instituciones de Salud y Gestión Ambiental Fundación Bioquímica Argentina
Lic. María Constanza Munitis
Licenciada en Biología (Orientación Ecología)-Facultad de Ciencias Naturales y Museo-UNLP (Con Especialización en Gestión Ambiental) Responsable del Área Gestión Ambiental del Programa de Bioseguridad, Seguridad en Instituciones de Salud y Gestión Ambiental de la Fundación Bioquímica Argentina
Dr. Horacio Alejandro Micucci
Licenciado en Ciencias Bioquímicas (Orientación Bioquímica Clínica)-Facultad de Ciencias Exactas- UNLP Farmacéutico y Licenciado en Ciencias Farmacéuticas- Facultad de Ciencias Exactas- UNLP Químico – Facultad de Ciencias Exactas- UNLP Director del Programa de Bioseguridad, Seguridad en Instituciones de Salud y Gestión Ambiental de la Fundación Bioquímica Argentina. Integrante de la UNIDAD DE ESTUDIOS DE CHLAMYDIAS Y OTRAS INFECCIONES DEL TRACTO GENITAL de la Cátedra de Microbiología de la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la Universidad de Buenos Aires, (UBACYT B078).
Fuente: Acta Bioquímica Clínica Latinoamericana –Volumen XXXVI- Nº 1
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