Eficiencia Energética y Energías Renovables. Sustentabilidad en las construcciones: El caso de la UCSF. Parte 1
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- El 6 julio, 2015
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El carácter innovador de la presente propuesta radica en que el objeto de estudio es la misma Universidad con el propósito de que los resultados obtenidos sirvan de herramienta para la implementación de futuras mejoras, las que podrán enmarcarse en la Responsabilidad Social que la Institución tiene con la comunidad en la que se desempeña, convirtiéndose en la primera Universidad en la Provincia de Santa Fe en contar con un estudio de su edificación e instalaciones
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Todas las actividades económicas requieren de energía para su funcionamiento, lo cual en nuestro país implica el uso de energías convencionales para abastecer esta demanda, en un contexto de crisis energética e impactos ambientales negativos asociados a su producción.
Históricamente, se ha comprobado que los cambios en el consumo energético han estado asociados a modificaciones importantes en los modos culturales y sociales y que el paso de una sociedad primitiva a la civilización contemporánea ha ido acompañado de transformaciones en las condiciones de habitabilidad de la Tierra, cuya transcendencia futura aún no ha sido evaluada.
Una diferencia fundamental entre los países desarrollados y no desarrollados está en el consumo de energía eléctrica por habitante y año, muy superior en los primeros que en los segundos. Incluso entre los países europeos puede advertirse una clara correlación entre los consumos de electricidad y los niveles de desarrollo de cada uno de ellos.
También son diferentes los niveles de consumos energéticos en general por habitante, los cuales son altos en las sociedades opulentas y bajos en las poco desarrolladas, aunque la tendencia actual es la disminución de estas diferencias, desacelerando en los países desarrollados y aumentando los no desarrollados. Otro factor importante es la naturaleza de la energía primaria consumida que, dependiendo del tipo de país, se utiliza más uno u otro tipo.
Otro modo de interpretar estos hechos es a través de la intensidad energética, o consumo de energía por unidad de producto, los que se reparten muy desigualmente entre los diferentes grupos de países y, sin embargo, sigue creciendo en los países en desarrollo.
Si bien lo ideal sería que estos últimos puedan incrementar su producción energética para lograr satisfacer las necesidades básicas de su población, no es posible que todos los habitantes alcancen un consumo equivalente al de los habitantes de países desarrollados dado el impacto que esto supondría sobre los sistemas naturales y recursos que serían necesarios para poder sostener en el tiempo este consumo.
Por esto es sumamente necesario comenzar a explorar la opción del uso eficiente y racional de la energía mediante la implementación de Políticas Públicas de Eficiencia Energética, a fin de lograr que el consumo de la misma se torne más equilibrado entre las diferentes regiones del mundo, con el objetivo de que toda la población alcance los niveles básicos de consumo sin que éste se torne insostenible en el tiempo.
Actualmente, tanto en nuestro país como a nivel mundial, se da una fuerte dependencia de la energía provista por los combustibles fósiles. Esta fuente de energía además de ser no renovable, es generadora de impactos ambientales negativos, tales como emisiones de gases de efecto invernadero, lluvia ácida y sustancias contaminantes. Otro aspecto no menos importante es que actualmente la obtención de estos combustibles representa una alta proporción de los fondos destinados a importaciones, lo que incide sobre la balanza comercial y los costos energéticos.
Según el Balance de Energía Nacional (BEN), al sector residencial, comercial y público le corresponde alrededor del 31% del consumo energético. En este sentido, surge como desafío el incorporar aspectos de sustentabilidad al uso de energía en estos sectores, con el objeto de mitigar los impactos ambientales negativos asociados.
Para dar respuesta a estos requerimientos, se propone que las construcciones tengan un diseño sustentable en relación con la conservación de la energía, reduciendo su transferencia desde el exterior de la construcción al interior y viceversa, ya sea en los casos en que se dispongan de sistemas pasivos de aprovechamiento del potencial energético procedente de fuentes naturales y/o de los sistemas activos, que implican el aprovechamiento de energías renovables mediante dispositivos diseñados para tal fin, ajenos a la construcción propiamente dicha.
La razón de ser de la incorporación de aspectos de sustentabilidad en la construcción de ciudades y edificios son alcanzar una mejor integración al medioambiente en el cual se encuentran, de manera tal de lograr construcciones confortables desde el punto de vista térmico, que minimicen la necesidad de calefacción en invierno y de refrigeración en verano, mediante el uso eficiente de la energía y el aprovechamiento de los recursos disponibles en el lugar, lo cual implica un menor consumo de energías convencionales y, por consiguiente, menores impactos ambientales negativos asociados a la producción de la misma.
Relación entre el uso eficiente de la energía con el Desarrollo Sustentable y con la Responsabilidad Social.
El concepto de Desarrollo Sustentable aparece por primera vez en el documento “Estrategia para la Conservación del Mundo”, conocido también como Informe Brundtland, en 1987. Existen varias concepciones de este concepto pero la definición mas ajustada es la establecida por la Comisión Mundial de Medio Ambiente y Desarrollo, en el documento mencionado precedentemente, que define que es aquel desarrollo “que satisface las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer sus propias necesidades”.Analizando esta definición se puede apreciar que, la crisis de la naturaleza y de la justicia intergeneracional ha sido un elemento constitutivo de la misma mientras que la crisis de justicia entre el hemisferio norte y el sur y la crisis intrageneracional solo lo han sido en menor medida.
Según Gilberto Gallopín (2003), para lograr un Desarrollo Sustentable lo que debe sostenerse es el proceso de mejoramiento de la condición humana, proceso que no necesariamente requiere del crecimiento indefinido del consumo de energía y materiales. Para que un sistema socioecológico sea sostenible necesita de los siguientes atributos:
- Disponibilidad de recursos.
- Adaptabilidad y flexibilidad.
- Homeóstasis general.
- Capacidad de respuesta.
Según la concepción de desarrollo sustentable alineada con el autor precitado, “el desarrollo local y regional es un proceso eminentemente endógeno que procura aprovechar sus potencialidades propias, naturales, humanas, institucionales y organizacionales, para transformar los sistemas productivos locales con el propósito de mejorar la calidad de vida de la población. Por eso es que demanda, desde el punto de vista de la organización social, proyectos de desarrollo basados en consensos que interpreten a todos los actores territoriales, para compartir una visión común sobre las áreas estratégicas que habría que impulsar” (Maestría en Energías para el Desarrollo de la U. N. R., 2010).
Por otra parte, en el año 1997 se crea la Iniciativa de Reporte Global (GRI),institución independiente que surge de un proyecto conjunto entre el PNUMA y la organización CERES (Coalition for Enviromentally Responsible Economies), concebida con el fin de aumentar la calidad de la elaboración de las memorias de sostenibilidad de las organizaciones, a fin de que éstas sirvan de orientación y respaldo para la gestión responsable de su desempeño e impactos económicos, ambientales y sociales. Como resultado, se desarrolla el primer estándar mundial de lineamientos para la elaboración de memorias de sostenibilidad para las organizaciones que desean evaluar su desempeño económico, ambiental y social, en el marco de su Responsabilidad Social Empresaria.
Dentro de los lineamientos propuestos por la GRI para el desarrollo de memorias de sosteniblidad, se deben tener en cuenta los aspectos medioambientales de las organizaciones, siendo uno de ellos los temas relacionados con la energía, tales como:
- Consumo de energía.
- Ahorro de energía por medio de medidas de eficiencia energética.
- Iniciativas para proporcionar productos y servicios eficientes en el consumo de energía o basados energías renovables y las reducciones en el consumo de energía como resultado de estas iniciativas.
También en este sentido se pueden mencionar los 10 principios del Pacto Global de Naciones Unidades respecto a la Responsabilidad Social de las Organizaciones, 3 de los cuales se refieren al desempeño ambiental de las mismas:
- Principio Nº 7. Las empresas deberán apoyar el enfoque preventivo frente a los retos medioambientales
- Principio Nº 8. Las empresas deben fomentar las iniciativas que promuevan una mayor responsabilidad ambiental
- Principio Nº 9. Las empresas deben favorecer el desarrollo y la difusión de las tecnologías respetuosas con el medio ambiente.
En este sentido, se plantea como problema de investigación la búsqueda de respuestas a interrogantes referidos al consumo de energía en la Universidad Católica de Santa Fe (sede Santa Fe) desde el punto de vista de la eficiencia energética del aulario del establecimiento y, en función de esto, qué incidencia tendría la incorporación de energías renovables y propuestas de mejora de la eficiencia energética en la mitigación del impacto ambiental asociado con el consumo precitado.
Se considera que, a través de los resultados obtenidos por medio de este Trabajo de Investigación, la UCSF contará con una herramienta que contribuirá a incrementar su compromiso con el cuidado del ambiente y de los recursos naturales, y fortalecerá su capacidad de dar respuesta a los nuevos desafíos que se presentan en la actualidad respecto a la protección de la naturaleza como fuente de recursos y desarrollo para la vida humana, considerada por San Juan Pablo II quien se ocupó de este tema en su primer encíclica, donde advirtió que el ser humano parece «no percibir otros significados de su ambiente natural, sino solamente aquellos que sirven a los fines de un uso inmediato y consumo” siendo ésto uno de los “graves problemas contemporáneos”.
En su momento Benedicto XVI renovó la invitación a «eliminar las causas estructurales de las disfunciones de la economía mundial y corregir los modelos de crecimiento que parecen incapaces de garantizar el respeto del medio ambiente». Recordó que el mundo no puede ser analizado sólo aislando uno de sus aspectos, porque «el libro de la naturaleza es uno e indivisible», e incluye el ambiente, la vida, la sexualidad, la familia, las relaciones sociales, etc. Por consiguiente, «la degradación de la naturaleza está estrechamente unida a la cultura que modela la convivencia humana ». El Papa Benedicto nos propuso reconocer que el ambiente natural está lleno de heridas producidas por nuestro comportamiento irresponsable fundado en la idea de que la libertad humana no tiene límites.
En su Carta Encíclica “LAUDATO SI´ ”, del Santo Padre FRANCISCO, sobre el cuidado de la casa común, no dice “El desafío urgente de proteger nuestra casa común incluye la preocupación de unir a toda la familia humana en la búsqueda de un desarrollo sostenible e integral, pues sabemos que las cosas pueden cambiar. El Creador no nos abandona, nunca hizo marcha atrás en su proyecto de amor, no se arrepiente de habernos creado. La humanidad aún posee la capacidad de colaborar para construir nuestra casa común. Deseo reconocer, alentar y dar las gracias a todos los que, en los más variados sectores de la actividad humana, están trabajando para garantizar la protección de la casa que compartimos. Merecen una gratitud especial quienes luchan con vigor para resolver las consecuencias dramáticas de la degradación ambiental en las vidas de los más pobres del mundo.
Por: Lic. Juan C. Doldán, Ing. Laura Berros, Arq. Mirta Faccioli
Colaboradores: Maira Paulin, Gaston Michea
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