Chile: Norma Técnica de identificación y evaluación de factores de riesgo de transtornos musculoesqueléticos relacionados al trabajo. Parte 2
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- El 15 marzo, 2013
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ANEXO I.- DIAGRAMA DE DECISIÓN
ANEXO III.- MÉTODOS DE EVALUACIÓN DISPONIBLES.
En la literatura técnica de Ergonomía están disponibles varios métodos y procedimientos para la evaluación de factores riesgo asociados al trabajo con movimientos repetitivos de la extremidad superior. Una lista no exhaustiva de ellos se presenta en la Tabla 1(adaptada de ISO 11228-3).
La mayoría son herramientas de detección simples, y habitualmente empíricas, que pueden ser utilizadas en un nivel inicial de identificación y evaluación (primer nivel).
Tabla 1. Resumen de métodos de evaluación disponibles para la evaluación de factores riesgo asociados al trabajo con movimientos repetitivos de la extremidad superior.
ANEXO IV.- FICHA DE DATOS GENERALES.
1.- INFORMACIÓN GENERAL.
A) DE LA ENTIDAD EMPLEADORA
B) DEL PUESTO DE TRABAJO ACTUAL.
ANEXO V.- ANTECEDENTES:
Los trastornos musculoesqueléticos se encuentran entre los problemas más importantes de salud en el trabajo, tanto en países desarrollados como en vías de desarrollo. En los países nórdicos, por ejemplo, se calcula que el costo asociado a este problema oscila entre el 2,7% y el 5,2% del Producto Nacional Bruto. Se cree que la proporción de las enfermedades musculoesquelética que se pueden atribuir al trabajo es de alrededor del 30%, por tanto, su prevención sería muy beneficiosa. En Estados Unidos, las pérdidas en la productividad de las empresas, relacionadas con enfermedades musculoesqueléticas, se estima en $ 1.200 billones de dólares al año, y los principales gastos son generados por las compensaciones a los trabajadores, los cuidados médicos y la discapacidad a corto y largo plazo.
Gran parte de los trastornos musculoesqueléticos producen molestias o dolor local y restricción de la movilidad que pueden obstaculizar el rendimiento normal en el trabajo o en otras tareas de la vida diaria. Un porcentaje importante de estos guardan relación con el trabajo, y muchas veces no es posible señalar un único factor causal, porque se considera que en la génesis de las enfermedades musculoesqueléticas inciden diversos factores, tanto por la sobrecarga mecánica resultantes de las formas de trabajo, como por la realización de ciertas actividades en tiempo libre o no laboral.
A diferencia de “las enfermedades profesionales específicas”, donde hay una relación directa causa-efecto entre el riesgo y la enfermedad, el Comité de Expertos de la Organización Mundial de la Salud (WHO 1985) describe que “las enfermedades musculoesqueléticas relacionadas con el trabajo” son de naturaleza multifactorial, siendo el ambiente de trabajo y la forma cómo se realizan las tareas, determinantes significativas en la aparición de estas enfermedades.
Los trastornos musculoesqueléticos de las extremidades superiores pueden ser definidos como alteraciones de la unidad músculo-tendínea, de los nervios periféricos y del sistema vascular, que son provocadas o agravadas por movimientos repetitivos y/o sobrecarga de las extremidades superiores. Sus principales características se resumen en siguiente Tabla.
Tabla 1: Principales Características de los trastornos musculoesqueléticos de extremidades superiores Unidades
En la literatura internacional se han utilizan muchos términos para describir e identificar el origen laboral de este tipo de problemas (ver tabla 2). Según algunos autores, el término “trastorno musculoesquelético relacionado con el trabajo” (WMSD) es el más apropiado, ya que sugiere o demuestra una causa profesional en la génesis de las enfermedades de este tipo y evita la confusión de introducir en el mismo término la causa presunta (“acumulativa” en el trastorno de trauma acumulativo (CTD) y “repetitivo” en lesiones por esfuerzo repetitivo (RSI)) y los efectos de ésta (“alteración” en CTD y “daño” en el RSI). Bajo este término, por lo tanto, se deberían agrupar las diversas situaciones patológicas que pueden afectar a las diferentes estructuras de las extremidades superiores, donde todos tienen en común una posible etiología laboral, como consecuencia de la repetición y otros factores, o traumas acumulativos.
Tabla 2: Principales términos que se han utilizados para describir los trastornos musculoesqueléticos de extremidades superiores.
A.V.1.- ANTECEDENTES HISTÓRICOS
A inicios de la década de los 80 del siglo XX, en Australia se presentó un fenómeno ocupacional que se conoció con el nombre de Repetition Strain Injury o Lesiones por Sobreesfuerzo Repetido de la Extremidad Superior. En el año 1985, se reportaron más de 2.000 casos en el Estado de Victoria. En ese mismo año, el 34% de los operadores de las compañías de teléfono también presentaron este problema. Este fenómeno, no sólo se asoció exclusivamente con los digitadores, también afectó a procesadores de alimentos, secretarias, trabajadores bancarios, músicos, empacadores, trabajadores textiles y a la gran mayoría de actividades que implicaba el uso de la extremidad superior en forma repetida, sostenida y monótona.
En la última década del siglo XX, en Estados Unidos se popularizó el término “Cumulative Trauma Disorders”, para denominar las lesiones musculoesqueléticas relacionadas al trabajo sin existir un evento traumático. Se estimó que entre el 15% y el 20% de los estadounidenses tenían riesgo de presentar una lesión en el aparato locomotor por actividad repetida, y se pronosticaba que el 50% de la fuerza laboral para el año 2000 tendrían el riesgo de presentar una de éstas
enfermedades.
En Chile, se introdujo el concepto de Síndrome de Uso Excesivo de la Extremidad Superior (SUEDES), imitando la experiencia extranjera asociada a la introducción de computadores en las empresas.
Se consideraba que los digitadores presentaban un conjunto de síntomas que afectaban principalmente a la extremidad superior, destacando entre ellos el dolor. Este síntoma, era vagamente definido y no existía una clara correlación con estructuras anatómicas, vías neurológicas o patrones fisiológicos clásicos, respondiendo vagamente a tratamientos específicos. Sin embargo, este fenómeno no sólo se presentó en digitadores, también estuvo presente en secretarías, manipuladores de alimentos, músicos, trabajadores textiles, empaquetadores, hecho semejante a la experiencia Australiana.
Más tarde, principalmente en las mutualidades, dado el aumento de la frecuencia de consultas de trabajadores con estos síntomas, se aplicó el nombre de Enfermedad Disfuncional Ocupacional (EDO), para definir los vagos síntomas musculoesqueléticos provocados por el trabajo, donde no existía un antecedente traumático directo.
Con el transcurso del tiempo, comenzaron a aparecer otros grupos de enfermedades que provocaban incapacidad dolorosa de la extremidad superior como las tendovaginosis estenosante, tenosinovitis de los flexores y extensores, el síndrome de vibración brazo-mano, tenosinovitis bicipital o manguito de los rotadores y bursitis deltoídea en el hombro, epicondilitis, epitrocleítis y algunos atrapamientos nerviosos. Según varios autores, el origen de estas patologías sería laboral, sólo si existe una historia ocupacional compatible en el análisis de puesto de trabajo.
Es por lo anterior que se ha comenzado a popularizar el término de Disfunción Dolorosa de la Extremidad Superior (DDES), para denominar el conjunto de enfermedades que se caracterizan por provocar una incapacidad dolorosa de la extremidad superior que pueden o no estar relacionadas al trabajo, cuya calificación como laboral requiere conocimiento y experiencia.
Hoy, en Chile, la calificación de enfermedad laboral la realizan los médicos de los administradores del seguro ley 16.744, para lo cual son necesarios todos los datos posibles sobre las condición de salud del trabajador como del las condiciones laborales en las que se encuentra trabajando.
A.V.2.- EVIDENCIA EPIDEMIOLÓGICA.
La primera gran revisión crítica de la literatura, realizada en 1997 por NIOSH, concluyó que existe una fuerte evidencia causal del efecto combinado de los movimientos repetitivos, la fuerza, posturas inadecuadas, vibraciones o sobreesfuerzo para los trastornos que afectan segmentos corporales de extremidades superiores, aunque esta misma evidencia es más débil para cada factor causal en forma individual.
También fue reconocido que los factores individuales (ej. Antecedentes médicos previos) pueden influenciar la exposición laboral, e incluso que estos trastornos también pueden ser causados por factores no laborales, no obstante, esto no altera significativamente la asociación con los factores laborales. Por otra parte, también se revisó la contribución de los factores psicosociales, y aunque la evidencia no fue totalmente consistente, se concluyó que éstos pueden incidir en el desarrollo de los TMERT. En Tabla 3, se presenta resumen de esta evidencia según parte del cuerpo afectada y el nivel para cada factor.
Tabla 3: Evidencia para Relación Causal entre Factores Físicos de Trabajo y Desórdenes Musculoesqueléticos
Los cuadros de dolor crónico relacionados al trabajo, han generado un importante debate médico- legal. En Europa y Norte América, se están realizando grandes esfuerzos para desarrollar métodos de evaluación y mejorar los diagnósticos y tratamientos, para así disminuir su impacto social, económico y productivo.
La revisión de estudios de investigación en que se asocia el trabajo a enfermedades musculoesquelética, se encontró evidencia satisfactoria con relación al trabajo, en tendinitis de hombro, mano y muñeca, síndrome del túnel del carpo y síndrome de tensión cervical; Sin embargo, la evidencia fue contradictoria en el caso de epicondilitis lateral y radiculopatía cervical.( Grieco y cols)
Por otra parte, el Comité de Desórdenes Musculoesqueléticos de la Comisión Internacional de Salud Ocupacional, el NIOSH y la Agencia Europea para la Salud y Seguridad en el Trabajo entre otras, finalmente han llamado la atención sobre la evidencia epidemiológica que asocia el desarrollo de trastornos musculoesqueléticos en general, y trastornos del miembro superior en particular, con la exposición a factores psicosociales. En estudios mundiales, se evidencia de cómo los TMERT están ocupando los primeros lugares de frecuencia en las patologías de origen ocupacional, relacionados con altos índices de ausentismo laboral y altos costos en la atención secundaria y terciaria.
Tabla 4: Fracciones atribuibles % (FA) para factores de riesgo ocupacional psicosocial en la ocurrencia de trastornos de miembros superiores.
A.V.3.- ERGONOMÍA.
La ergonomía surge como disciplina para el estudio de la interacción del ser humano con su entorno. El entorno puede ser definido de muchas maneras, dependiendo de las acciones que realice la persona en una situación de trabajo. El conocimiento de Ergonomía deriva de diversas ramas del conocimiento humano que ayudan a entender la interacción de la persona con su medio. Esto ha permitido generar metodologías de evaluación y control de los riesgos que buscan adaptar y mejorar las condiciones laborales para proteger la salud, mejorar la eficiencia del sistema persona- tarea y, consecuentemente, lograr una mejor calidad de vida.
Desde este punto de vista, la ergonomía se ocupa de todas las dimensiones derivadas de esa interacción, como lo son la dimensión física (fisiología, biomecánica y espacios de trabajo), psicosociales, organizacionales y mentales, preocupándose de que las exigencias o demandas de las tareas estén acorde con las capacidades de las personas.
Para lograr identificar y evaluar los riesgos que pueden presentar las distintas tareas laborales que realiza el trabajador y a su vez relacionarlos con los posibles efecto que estos tienen sobre su salud, es necesario tener conocimiento integrado de ambos aspectos y realizar un análisis sistemático para la obtención de los resultados; en este caso de la relación entre los riesgos en el trabajo y la patología que pueda presentar la persona.
Es por esto que la ergonomía debe aportar a la medicina datos específicos y objetivos sobre los factores a los que está expuesto en trabajador en su vida laboral, para así lograr obtener resultados sobre la relación “factores de riesgo – enfermedad” con el mínimo de subjetividad.
A.V.4.- PUESTO DE TRABAJO.
Para un mejor entendimiento y aplicación de las metodologías usadas actualmente para valorar el riesgo al que está expuesta la persona en su ambiente laboral, es necesario definir el puesto de trabajo, lugar donde se genera la interacción persona-entorno y donde se ejecutan la/las tarea/s.
En la Norma ISO 6385 se define espacio de trabajo como “el volumen asignado a una o varias personas, así como los medios de trabajo que actúan conjuntamente con él (o ellos) en el sistema de trabajo para cumplir la tarea”. Suponiendo que un trabajador desarrolle una tarea concreta en un lugar determinado, durante un período relativamente largo, podemos hablar de Puesto de Trabajo (en su sentido físico).
El buen diseño de un Puesto de Trabajo debe garantizar la asignación correcta de espacio y la disposición armónica de los medios de trabajo, de forma que la persona no tenga que esforzarse con movimientos inútiles o desproporcionados, para lo cual se deben tener en cuenta tres aspectos básicos: posturas, movimientos, visibilidad.
Para el desarrollo o para la adaptación de los puestos de trabajo, es muy importante el conocimiento entregado por la disciplina de la Antropometría. Los sistemas antropométricos se relacionan principalmente con la estructura, composición y constitución corporal y con las dimensiones del cuerpo humano en relación con las dimensiones del lugar de trabajo, las máquinas, el entorno industrial y la ropa.
Las variables antropométricas tienen componentes tanto genéticos como medioambientales y pueden utilizarse para definir la variabilidad individual o de la población; son principalmente medidas lineales como la altura o la distancia con relación al punto de referencia, con el sujeto sentado o de pie en una postura tipificada; anchuras, como las distancias entre puntos de referencia bilaterales; longitudes, como la distancia entre dos puntos de referencia distintos; medidas curvas o arcos, como la distancia sobre la superficie del cuerpo entre dos puntos de referencia y, perímetros, como medidas de curvas cerradas alrededor de superficies corporales, generalmente referidas en al menos un punto de referencia o a una altura definida.
Considerando este conocimiento, es posible realizar una adecuada evaluación dimensional de los puestos de trabajo, para luego obtener las propuestas de mejoras para la adaptación a la población usuaria.
ANEXO VI.- CONTROL DE LOS FACTORES DE RIESGO
Las medidas de control propuestas a continuación, son una Norma básica para la elaboración de un programa de mejoramiento y control de riesgo, que permiten orientar a la generación de los cambios en el diseño o rediseño de los puestos de trabajo, así como en la organización de éstos.
Se identifican principalmente dos tipos de medidas:
Las que pretenden eliminar el factor de riesgo, que generalmente implican cambios o modificaciones mayores del diseño del puesto de trabajo, relacionado con equipos, maquinarias, herramientas, entre otras.
Las que minimizan los riesgo y están orientadas a disminuir la exposición de los trabajadores a éstos, tales como organización del trabajo, capacitaciones a los trabajadores, uso de elementosde protección personal, entre otras.
Estas medidas no son excluyentes sino complementarias entre sí, y su implementación dependerá de la situación particular de cada organización y de los recursos disponibles.
Se sugiere que la implementación de estas medidas sea realizada bajo un modelo de ergonomía participativa, que involucre a los trabajadores y la empresa desde la identificación de los riesgos hasta la implementación de las medidas de control y su seguimiento.
A.VI.1.- PROPUESTA DE MEDIDAS ORGANIZACIONALES Y PSICOSOCIALES:
Las medidas organizacionales y psicosociales están orientadas, por un lado, a facilitar y potenciar el desempeño de la actividad, respetando los ritmos y capacidades de los trabajadores. Por otro, buscan fomentar una relación equilibrada de trabajo – descanso, permitiendo cambiar el foco de atención, alternar patrones de movimientos, facilitar tiempos y espacios para el descanso y esparcimiento, cuando corresponda, durante la jornada laboral.
Asimismo, promueven métodos de detección precoz de sintomatología de los TMERT, evitando su agudización y cronicidad, como también promueve estrategias para optimizar la capacidad de trabajo de la persona.
Es importante decir que, desde el punto de vista organizacional, uno de los factores más perjudiciales es el trabajo que tiene modalidad de remuneración a trato y que incentiva al trabajador a sobre exigirse para lograr una mayor remuneración. Estos sistemas de trabajo favorecen la aparición de accidentes y de TMERT.
A continuación se proponen alternativas de intervención:
- Considerar las tareas livianas donde las acciones de fuerza sean mínimas y el trabajador pueda regular el ritmo de su trabajo, posibilitando la rotación con otros puestos de trabajo.
- Fomentar el reporte precoz de sintomatología por parte de los trabajadores y aplicar una encuesta de percepción de síntomas y molestias (se propone cuestionario Nórdico, anexo), Instrumento que permitirá detectar los puestos de trabajo con posibles factores de riesgo que puedan condicionar TMERT.
- Promover el registro de trabajadores con molestias musculoesqueléticas, consignar trabajador, puesto de trabajo, frecuencia , medidas de tratamiento y medidas de control.
Criterios para disminuir la exposición de los trabajadores a la combinación de factores de riesgo:
- Realizar rotaciones entre puestos de trabajo que demanden diferentes patrones de movimiento en la ejecución de la tarea.
- Promover competencias polifuncionales en los trabajadores.
- Revisar sistema de compensaciones de modo que la alternancia en los puestos de trabajo no implique una disminución en las remuneraciones.
- Realizar pausas 1 o periodos de recuperación durante el trabajo que permitan que el trabajador deje de hacer la tarea habitual (sin contabilizar la pausa de colación), ya sea deteniendo las acciones, implementando relevos, o realizando una tarea diferente considerando las exigencias físicas y mentales.
- Los tiempos de pausa o los cambios de actividad deben ser realizados antes que el trabajador perciba molestias físicas, cansancio físico o mental. En el momento que le trabajador percibe el disconfort es porque existen signos de fatiga y cansancio lo cual toma más tiempo en revertir que si no están presentes.
Cuando se tome la decisión de aumentar la productividad deben tomarse algunas medidas, tales como: - Informar a los trabajadores del cambio organizativo ante la necesidad de aumentar la producción.
- Reorganizar las pausas y utilizar personal de relevo.
Capacitar a los trabajadores en:
- Importancia del reporte temprano de sintomatología musculoesquelética a supervisor, prevencionista de riesgos o encargado de la empresa.
- Medidas de control de riesgo implementadas: qué medidas y su objetivo.
- Valoración de las pausas y rotaciones.
Otras medidas organizativas y psicosociales son:
- Fomentar reinserción progresiva en trabajadores que se reincorporen al trabajo post lesión, y trabajadores nuevos.
- Favorecer lugares e instancias que permitan convivencia de los trabajadores a fin de crear ambientes de trabajo amigables.
- Favorecer instancias de participación de los trabajadores en la toma de decisiones de la empresa.
- Elaborar fichas de procedimientos de trabajo claras con descripción de funciones y tareas para cada puesto de trabajo. Informar a los trabajadores los procedimientos en forma periódica y cada vez que se modifiquen.
- informar a los trabajadores de los procedimientos en forma periódica y cada vez que se modifiquen.
- Evitar conflictos de órdenes cuando haya cambio en las modalidades de producción.
- Mantener una planificación de acuerdo a la legislación laboral vigente, tendientes a evitar acumulación consecutiva de horas extras.
- Limitar la acumulación de turnos de noche y de día consecutivos. Privilegiar la importancia del descanso después de turnos para recuperar la capacidad física y mental desgastada.
- Prevenir el consumo de alcohol y otros estupefacientes en los trabajadores y fomentar hábitos de vida saludable.
A.VI.2.- PROPUESTA DE MEDIDAS DE CONTROL RELACIONADAS CON FACTORES AMBIENTALES.
A continuación se proponen medidas de control de factores de riesgos de naturaleza ambiental que podrían actuar como agravantes de los TMERT, como frío y vibraciones.
A.VI.2.1.-FRÍO
- Si la condición de frío no puede ser modificada por las características de la tarea, se recomienda el uso de equipos de trabajo como guantes y vestimenta apropiada. Esta vestimenta no debe disminuir las capacidades sensitivas táctiles del/la trabajador/a en las tareas que requieran el uso de mano en tareas de precisión.
- Alternar las tareas de exposición al frío con otras tareas que no presenten este factor de riesgo u otro como movimientos repetitivos o fuerza con precisión.
- Evitar los cambios de temperatura bruscos en los cambios de actividad.
- Si el frío es ineludible, debe evitarse las tareas con manejo frecuente de herramientas vibratorias o de impacto cuyo uso deba realizarse con las manos.
A .VI.2.2.- VIBRACIONES.
- Las vibraciones son un factor de riesgo ambiental y su generación se debe al uso de maquinarias y herramientas por lo que su control se desarrolla en la propuesta de medidas de control para herramientas y equipos de la presente Norma Técnica. (Ver punto 8.3.-)
A.VI.3.- PROPUESTA DE MEDIDAS DE CONTROL PARA EL USO DE HERRAMIENTAS VIBRATORIAS.
El diseño de un programa de mejoramiento para disminuir la exposición a vibración como generador de alteraciones musculoesqueléticas, debe considerar una serie de factores que se enumeran a continuación.
A.VI.3.1.- TÉCNICAS ALTERNATIVAS DE PRODUCCIÓN.
- Modificación de los procesos, orientada a evitar el uso de herramientas vibratorias.
- Verificar la necesidad real del uso de herramientas de vibración o reemplazarlas por herramientas diseñadas para evitar este factor de riesgo importante.
- Desarrollo de técnicas alternativas de producción que eliminen o reduzcan la exposición a vibraciones, por ejemplo en lugar de remaches usar técnicas de soldadura o pegado.
- Automatización de la tarea o uso de maquinaria a control remoto.
A.VI.3.2.- ELECCIÓN DE LA HERRAMIENTA ADECUADA PARA CADA TAREA
- Se debe seleccionar una herramienta que sea eficiente para la ejecución de la tarea y que al mismo tiempo genere los menores niveles de vibración posible.
A.VI.3.3.- ELECCIÓN CORRECTA DE ACCESORIOS
- Elegir los accesorios específicos y adecuados para cada herramienta y tarea.
- Las herramientas de corte, perforación o pulido deben tener los accesorios como cuchillas, brocas y discos en correcto estado de tal forma de disminuir el impacto sobre las extremidades.
Accesorios gastados o sin afilar aumentan la exposición a vibraciones.
A.VI.3.4.- REDUCCIÓN DE LAS VIBRACIONES EN MAQUINARIAS YA EXISTENTES.
- Implementar medidas de ingeniería en las herramientas, tales como:
- Atenuación de la transmisión de las vibraciones al cuerpo por interposición de materiales aislantes como resortes metálicos, soportes de caucho, corcho, etc.
- Mangos de herramientas antivibratorios con sistemas de resortes entre el mango y el cuerpo de la herramienta. Estos deben ser elegidos cuidadosamente ya que son altamente dependientes de la frecuencia.
A.VI.3.5.- REVISIÓN Y MANTENIMIENTO PREVENTIVO DE LA MAQUINARIA
- Vigilancia del estado de las maquinarias y herramientas (giros de ejes, ataque de los engranajes, etc).
- Contar con un programa regular de revisión y mantenimiento de las herramientas para evitar que su envejecimiento vaya produciendo altos valores de aceleración vibratoria sobreniveles de riesgo.
A.VI.3.6.- ADQUISICIÓN DE MAQUINARIAS Y HERRAMIENTAS
- Siempre que se adquiera una maquinaria o una herramienta es importante solicitar información acerca de la vibración generada por la misma ya que en algunas ocasiones los fabricantes proporcionan los valores de aceleración vibratoria de éstas. En este sentido se debe buscar aquella que presente los valores más bajos posible y que sea eficiente para la tarea en la cual será utilizada.
A.VI.3.7.- ENTRENAMIENTO Y TÉCNICAS DE TRABAJO
- Los trabajadores que usarán las herramientas que producen vibración deben ser entrenados en el uso correcto y seguro de las mismas. Asimismo debe ser entrenado para seleccionar correctamente los accesorios como cuchillas, brocas y discos de esmerilado y pulido.
- Instruir al trabajador sobre los factores de riesgo generados por la herramienta vibrante para posibilitar su correcto uso y prevención.
A.VI.4.- PROPUESTA DE MEDIDAS DE CONTROL PARA EL USO DE HERRAMIENTAS Y EQUIPOS.
A.VI.4.1.- DISEÑO ADECUADO DE LUGARES Y ESTACIONES DE TRABAJO.
- El diseño debe considerar la antropometría estática y dinámica como la disposición correcta de las estaciones de trabajo, como mesas o plataformas ajustables verticalmente, de modo que el operador no necesite adoptar posturas de trabajo forzadas de sus hombros, manos y muñecas mientras usa herramientas.
- Proteger a los trabajadores de la exposición a humedad y frío.
A.VI.4.2.- EVITAR EXPOSICIONES PROLONGADAS:
- Planificar el trabajo de manera de evitar exposiciones prolongadas, estableciendo períodos libres de exposición a vibraciones que permitan la recuperación fisiológica de manos, brazos y hombros.
- En caso de que las herramienta vibratorias no puedan ser reemplazadas, se debe evitar concentrar toda la exposición a vibraciones en un sólo período del día, distribuyendo la misma exposición en varios períodos durante la jornada.
- Establecer pausas de trabajo y/o alternancia con otras actividades que no involucren exposición a vibraciones.
- Interrumpir la exposición durante 10 minutos, cada una hora de exposición continua.
A.VI.4.3.- ELECCIÓN DE LA HERRAMIENTA ADECUADA PARA CADA TAREA
- La herramienta debe seleccionarse considerando el uso para el cual fue diseñada y no otro.
- Seleccionar herramientas con diseño ergonómico de tal forma que su peso, forma y dimensiones se adapten específicamente al trabajo.
A.VI.4.4.- EQUIPO DE PROTECCIÓN PERSONAL
- Junto con las medidas de control, se deben usar equipos de protección personal, como guantes, que permitan en condiciones de bajas temperaturas conservar el calor en las manos, dado el factor agravante que posee el frío sobre los efectos provocados por la exposición a vibraciones. Las manos deben mantenerse protegidas, seca y temperadas. Se deben seleccionar, por ejemplo, guantes que entreguen las características señaladas anteriormente y que no sean un impedimento al momento de trabajar o bien que coloque en riesgo al trabajador que los debe utilizar.
ANEXO VII.- EVALUACIÓN DEL USO DE FUERZA
La evaluación del requerimiento de fuerza puede ser determinado por la escala CR-10 (Category Scale for the Rating of Perceived Exertion) que usa la percepción de la persona para valorar en nivel de fuerza utilizado en determinada acción. Es una Escala Visual Análoga que mediante la indicación de colores se puede relacionar la fuerza y el porcentaje de esta que se está usando en determinado momento.
TABLA 5: Escala de Borg y Equivalentes con la Contracción Máxima Voluntaria (CMV)
El criterio usado para definir la existencia del uso de fuerzo debe considerar que el nivel 3 de la tabla anterior (Moderado) significa una percepción positiva por parte del trabajador para el uso de fuerza en la acción técnica. Cualquier nivel igual o superior a este, debe ser considerado como presencia de fuerza para la aplicación de la lista de chequeo propuesta en la Norma.
Fuente: Ministerio de Salud-Gobierno de Chile
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