Alertan sobre la disminución de peces en el Paraná por Yaciretá
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- El 2 enero, 2006
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ITUZAINGÓ, CORRIENTES. Dos investigadores de esta localidad constataron que es notable la reducción del recurso íctico en el Paraná por los efectos de Yacyretá sobre las especies. Para el biólogo Norberto Oldani, investigador de Conicef y el Ceribe de Santa Fe, por la construcción de la represa se perdieron 500 kilómetros de áreas de reproducción, con lo que el repoblamiento de especies en el Paraná fue seriamente afectado.
Por su parte, el geólogo y licenciado en Ciencias Ambientales, Adolfo Fulket se abocó al análisis del Plan de Manejo Medioambiental presentado por la Eby (Entidad Binacional Yacyretá), en 1992. En el documento el investigador comprobó el incumplimiento, por parte de Yacyretá, de varios emprendimientos destinados a la conservación del recurso. Entre ellos el Centro de Piscicultura en Ituzaingó y estaciones en Ayolas y Garupá para la recría e investigación de especies nativas.
Sin embargo, en el análisis de la problemática surgen otras perspectivas. Entran en juego, también, pescadores, para quienes la actividad en el río es fuente de ingresos y la disminución de peces pone en riesgo su supervivencia. Y los acopiadores que desarrollan actividades predatorias en el Paraná sin tener en cuenta principios de conservación.
En este sentido, la necesidad de contar con una legislación que regule la actividad a nivel nacional es urgente. “Se hace necesaria una ley nacional para unificar la pesca y la protección de la fauna a lo largo de los dos mil kilómetros de río, sin importar las jurisdicciones provinciales, no se entiende cómo Entre Ríos tiene una política diferente a la de Santa Fe, Corrientes, Chaco y Misiones”, coinciden los especialistas en sendos informes.
Legislación
Norberto Oldani, consideró que “la provincia de Entre Ríos es la mayor depredadora de la fauna íctica, incluso más que los paraguayos. En las jurisdicciones de la provincia se pesca indiscriminadamente ya que existe una gran cantidad de personas que subsisten gracias a la actividad pesquera y que posteriormente venden los ejemplares a precio muy bajo a los acopiadores. A ellos habría que hacerles el primer reclamo porque lo que se hace en una punta del río repercute en la otra”, destacó durante una conferencia, brindada en el mes de abril en Paso de la Patria.
Por ejemplo, “un pescador puede sacar un Dorado y lo vende, a dos o tres pesos el kilo a los acopiadores, luego en el mercado, ese ejemplar vale cinco o seis pesos”. Asimismo, el investigador señaló que “Corrientes es la provincia que más ha hecho por la protección de la fauna íctica, aunque posee normas diferentes. Hasta Paso de la Patria se puede pescar indiscriminadamente, ya que está permitida la pesca comercial, y desde este punto hasta Posadas sólo está permitida la pesca deportiva”.
Por su parte, el delegado de Flora y Fauna de Ituzaingó, Armando Ortíz indicó que en varias oportunidades realizó controles sobre la ruta 12 de camiones que transportaban enormes cargas de pescados, con destino a Brasil provenientes de Entre Ríos y Santa Fe.
En Corrientes Capital está permitida la pesca comercial y a menudo puede observarse cómo los malloneros pescan indiscriminadamente frente a la delegación de Flora y Fauna, cuya oficina esta cerca del río. Sin embargo, esta delegación no tiene jurisdicción sobre la actividad que aguas arriba es un delito que puede significar hasta la incautación del rodado en que se llevan los ejemplares, si el control es en la ruta. _
En ese sentido, Oldani enfatizó que la pesca comercial puede desarrollarse siguiendo principios de conservación y no en forma indiscriminada. “Existen principios como no sacar los peces chicos ni aquellos que no se han reproducido al menos una vez”, precisó.
Durante su alocución en Paso de la Patria, el especialista señaló al auditorio: “hoy no saben qué es lo que está pasando. Les comento, simplemente, se está explotando mal el recurso. Esto es, están sacando más de lo que el recurso puede producir y es por ello que la pesca cae y con ella toda la economía relacionada a la actividad”, se lamentó.
Otras especies
Oldani, remarcó también que de continuar este proceso de despoblamiento de las especies propias del río Paraná, otros ejemplares podrían invadir a las nativas. “Estamos preocupados por las especies propias del Paraná, que son las que quedan para nuestra conservación, pero tenemos que saber que si estas especies decaen, el sistema puede colapsar y ser reemplazado por otras, tales como la Carpa o la Tilapia”, alertó el investigador.
“Y acá hay oportunidad para que ello ocurra. La Tilapia -estoy seguro- la crían en el Paraguay, con cualquier desborde, por más que haya algún sistema de protección, esas especies pueden ir al río y se produce un desastre ecológico”, indicó. Oldani, agregó que también hay emprendimientos de cría en Corrientes y Misiones. “El Dorado o el Surubí pueden ver ocupado su espacio por otras especies y la que termina perdiendo, indefectiblemente cae”, advirtió.
La reproducción en el río
En la década del 70, el río tenía un comportamiento regulado, con un período de bajante más o menos en agosto. En septiembre u octubre comenzaba a crecer y lo hacía hasta marzo o abril, señaló Oldani durante la conferencia en Paso de la Patria. El período de reproducción de los peces era, entonces, desde septiembre hasta enero. Con el río creciendo, subían, desarrollaban las gónadas y entraban al valle a alimentarse. Especialmente los Surubí, Dorados y Sábalos, que son especies propias del lugar.
En el período de reproducción, la magnitud de la migración tiene que ver con la cantidad de días que crece el río. “Si crece tres días, migrarán 20 o 30 kilómetros. Si crece 60 , serán 60 días los que los peces migrarán”, ejemplificó. Sin embargo, desde la construcción de Yacyretá estos ciclos naturales han cambiado debido a la modificación en las bajantes del río. “El período reproductivo que se extendía hasta Abril, ahora llega hasta Marzo. Significa que se perdió un mes de reproducción”, alertó.
En los Informes hay de todo
El investigador, subrayó además que en los informes presentados por la Entidad Binacional Yacyretá hay errores de medición. “Hay errores muy grandes, del orden de 200 mil peces en los relevamientos de Yacyretá”.
“Otro ejemplo visto en los informes -continuó- es presentar gráfico al revés. Entonces la curva indica que la biodiversidad aumenta, de estos errores, hay cantidades en los informes, y muchos están avalados Unne (Universidad Nacional del Nordeste), por ejemplo”.
Como se reproducen los peces
Cuando los peces se reproducen en el cauce- los huevos descienden por dicho río hasta un Área de Refugio. La misma cantidad de kilómetros que migran los reproductores, es la cantidad de kilómetros que derivan las larvas para llegar al Área de Refugio.
“Estos peces, nativos del Paraná, migran aguas arriba para poner los huevos. Esos huevos deben regresar al lugar desde donde salió el reproductor. Esto se llama Período Crítico y dura unos cuatro días”, especificó.
“Cuando se extraen peces demás, ellos modifican su estrategia. Al sacar más peces, se elimina la competencia posibilitándose que crezcan más rápido. Crecen algo más en largo y en peso. Esto puede llevarnos a confundir porque en este caso estamos sacando peces más chicos a los cuales no les damos la posibilidad de que se reproduzcan una vez”.
“Con Itaipú se perdieron 200 kilómetros de áreas de reproducción, y con Yacyretá, otros 500. Como consecuencia, perdimos el 50 por ciento de áreas de reproducción. Por eso, hoy algunas especies escasean, como el Surubí”, resaltó Oldani.
Plan de manejo
También, Adolfo Fulket se interesó por el impacto de la represa de Yacyretá sobre el recurso íctico del río Paraná. Por ello realizó un estudio del Plan de Manejo Medioambiental (PMMA) de la entidad, presentado en 1992. Allí el investigador constató el incumplimiento de medidas para la conservación de las especies nativas del Paraná, comprometidas en el documento.
En primer lugar, el informe señala los impactos potencias de la presa sobre la fauna íctica. Allí se indica que “la inundación de un tramo del río y tributarios, afectará la población de peces, sitios de desove y cría . Por consiguiente la disminución de la pesca comercial y de subsistencia”.
En el mismo documento proponen mitigar los efectos negativos mediante el uso de la transferencia de peces, la investigación ambiental, el repoblamiento de especies, la generación de áeas de compensación de desove, entre otros. Además, se explicitaba que la Piscicultura de Repoblamiento consistía en actuar sobre la ictiocenosis, sembrando masivamente en el embalse formado, juveniles de las especies más afectadas.
Esta acción requería de la construcción progresiva de infraestructura y la capacitación del personal especializado.
“Es muy poco lo que Yacyretá ha hecho en este campo, hasta el presente. Pese a que hoy, está operando el Sistema de Transferencia de Peces, el cual permite mitigar mínimamente (de las principales especies del Paraná , solamente se transfieren seis peces de cada mil) los efectos ambientales negativos, este mecanismo de protección solamente es complementario al de la Piscicultura de Repoblamiento”, denunció en un informe Fulket.
Asimismo, Oldani coincidió con la postura del investigador y en un artículo publicado por el diario “Paraná”, el 5 de noviembre de 2000, aseguró que “cuando la Entidad Binacional reconoce una eficiencia de sus elevadores de un siete por ciento (el valor real está muy por debajo), resulta igualmente insuficiente para los requerimientos de conservación de las especies. Tampoco cumplen con el objetivo de promover la biodiversidad del embalse”
“La improvisación y falta de criterios del pasado llevaron a Yacyretá a instalar los elevadores que en 1963 ya habían sido declarados universalmente obsoletos”, recordó.
Infraestructura
De esta manera, la Entidad Binacional propuso desarrollar Estaciones de Piscicultura en Ayolas (Paraguay) y en Garupá (Misiones). Además de un Centro de Alevinaje en la Isla Yacyretá . También desarrollaría un Centro de Reproducción en la Villita de Ayolas, para el que contaba con un predio de cinco hectáreas. El proyecto para Garupá contemplaba que el emprendimiento actúe como una Estación Hidrobiológica y de Piscicultura. Mientras que el emplazamiento en Ituzaingó fue proyectado porque Yacyretá posee laboratorios ya construidos. Además, por la ubicación de la localidad, aguas abajo de la presa, se podrían obtener fácilmente, muestras de peces.
De este modo, Ituzaingó se podría ocupar del manejo de los reproductores y de la inducción de la maduración gonadal y reproducción artificial, según figura en los proyectos de la entidad.
Por esta razón se había propuesto en Ituzaingó un área cercana al lugar de emplazamiento de los laboratorios, para ser destinada a la cría de peces de las distintas especies. Estas requerían de Sistemas semi-intensivos en estanques de tierra.
Al área elegida, había que agregarle la construcción de dos piletas de hormigón. La ubicación de estas y estanques estaba condicionada a la provisión de 10 metros cúbicos por hora de agua cruda que debía ser provista por la Planta Potabilizadora. (En mayo de 1995, se hizo un concurso de precios para concretar la construcción de lo indicado, pero hasta la fecha, nada de ello se ha concretado)
En Garupá Yacyretá dispone de un amplio terreno que le permitiría construir una estación Hidrobiológica y de Piscicultura que se iba a usar para desarrollar las distintas tecnologías para la cría de peces. También se iba a especializar en la obtención de muestras de peces del embalse.
De este modo, en Garupá se haría la incubación de los huevos, la cría de las larvas y se las alimentaria. Ademá, se iban hacer ensayos de adaptación de juveniles a las distintas condiciones de cría; se controlaría las enfermedades de los peces en general y se iba hacer cría de ellos en jaulas flotantes. Se propuso a Garupá porque estaban dadas las condiciones necesarias como para cubrir los requerimientos de la cría de las distintas especies.
Sin embargo estos sitios, no sirven para la producción masiva de juveniles para siembra y/o engorde. Por ello se propuso un sitio de unas 15 a 20 hectáreas de superficie en la zona próxima a la toma de agua para riego en el Paraje Naranjito. También se hablaba de ubicar un Centro de Alevinaje de la Isla Yacyretá .“Hasta hoy, Yacyretá no ha avanzado con todo lo que se ha descrito, produciendo un daño ambiental que deber ser reparado a la mayor brevedad posible”, concluye el especialista.
Pescadores sin representación
En Ituzaingó los pescadores mantienen silencio respecto a la depredación en el Paraná. Aunque, hablan de los problemas que siempre han tenido para organizarse y nunca han solucionado pues no existe una entidad que represente a los muchísimos pescadores que desarrollan la actividad en la zona, nadie reclama por sus derechos en tiempos de veda y los prestadores de servicios trabajan por su cuenta. Asimismo, los pescadores que cumplen la tarea de guía también están desamparados y nadie atina a convocarlos.
Sin embargo, la mayoría coincide en que hay depredación y los acopiadores hacen sus negocios a pesar de estar prohibido, porque sólo está habilitada la pesca deportiva. Poseen un común denominador, en nombrar a Yacyretá como la causante de la disminución en forma significativa del recurso, no sólo por el atajo del río sino por los manejos de los niveles de agua que provocan que los peces bajen a las profundidades o migren a lugares más profundos.
Con nostalgia algunos recuerdan tiempos cuando a simple vista se observaba en los atardeceres, el paso de los cardúmenes de Dorados que golpeaban las agua provocando un sonido inconfundible, lejos quedaron aquellos tiempos, dice Raúl. “Yacyretá nos prometió que cambiaríamos la pesca por un polo de desarrollo, que todavía estamos esperando, de repente todos se fueron y sólo quedaron algunos”, agrega Raúl.
Falta decisión política
Armando Ortíz, delegado de flora y fauna de Ituzaingó, consideró que la decisión tiene que tomarse a nivel nacional y trasformar, Flora y Fauna en un organismo nacional con competencia en toda la jurisdicción que linda con el río y en cada provincia debería haber una delegación. Este organismo nacional con una ley unificada para todas las provincias tendría mas presencia y sus decisiones serían homogéneas.
Para Ortíz es necesario que todo el personal tenga un seguro, tipo ART o como tiene la Prefectura Naval Argentina y un sueldo acorde ya que en delegaciones como ésta se trabaja a destajo, dijo Ortíz. “Tenemos una enorme cantidad de río para controlar en una zona muy crítica que va desde Itá Ibaté hasta la represa de Yacyretá , para ello contamos sólo con una lancha tipo Pacú con motor de 40 HP, gracias a la comisión que se creo tras un convenio que firmo la municipalidad con la provincia, y de la venta de licencia nos queda el 50 por ciento.
Se debe analizar una ley nacional de pesca que establezca los mecanismo de control, conservación, protección como la creación de un organismo de contralor, que funcione gracias a un impuesto que se debería aplicar sobre la actividad, de lo contrario el esfuerzo individual no solucionará el problema de fondo, el río es uno solo y los peces no reconocen fronteras ni provincias, mientras que el recurso es de todos y nadie tiene el derecho de arrebatar a futuras generaciones.
Ituzaingó analiza demanda
El intendente Octavio Valdés reconoció que está evaluando junto a un grupo de colaboradores presentar una demanda a la Eby por el impacto ambiental referido a la fauna Ictica. Dijo, “es muy difícil, pero se busca la forma para que Yacyretá repare el daño que causa y que perjudica al municipio, que por otra parte nunca recibió un beneficio de la entidad al punto que jamás la EBY construyó la estación de Piscicultura que estaba prevista en su proyecto y que debería funcionar el Ituzaingó”.
Fuente: Territorio Digital
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