Acerca de la explotaciòn mediática de fenómenos naturales destructivos
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- El 4 marzo, 2009
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Sr Director: con el reciente aluviòn de Tartagal (Salta), fenómeno que la gente del noroeste argentino llama comunmente “Volcàn de barro”, se observa como siempre un manejo efectista de la opinión pùblica y de responsabilidad profesional deplorable por parte de cierto periodismo sensacionalista.
Es una pena de que en el tratamiento de la información, que efectivamente es funciòn del periodismo, se hagan preguntas con “respuesta sugerida” a pobladores angustiados, pero no se haya consultado tambièn a profesionales especializados en el tema, especialmente los geòlogos-geomorfòlogos de la Universidad de Salta y se prefiera hacer “diagnòsticos de causas ” basados en “suposiciones convenientes” y testimonios astutamente “orientados” para lograr determinado resultado en el subconciente colectivo. Naturalmente, los hechos suelen ser comentados por alguna pareja periodística, integrada por algùn caballero distinguido, de elegante aspecto y dicciòn , acompañado por alguna periodista buenamoza y bien “producida”, experta en lenguaje gestual, que pone cara de “entendida” mientras lo acompaña con mohines del tipo ….“estro era archisabido”… “ parece mentira que no se dieran cuenta”….o …”se lo habíamos dicho pero no nos hicieron caso”….
Me abstengo de opinar acerca de los comentarios provenientes de personajes polìticos que, fieles a su trayectoria, aprovechan la desgracia ajena para llevar agua a su molino (hay elecciones en octubre).
Tambièn duele que los profesionales de la Geología, raramente salgan a aclarar las confusiones de conceptos que la gente normal entiende como puede o directamente tomando por buenas las versiones de tanto charlatán que pulula en los medios. Hay una importantísima excepcion , la del Dr Alonso (Geólogo) de La Universidad de Salta, que me parece podría serles útil a Uds y por eso se las hago llegar aparte, como corresponde.
Vale la pena explicar sin academicismos en que consiste este fenómeno, ya que demasiados legos quieren opinar sobre èl y especialmente sobre sus causas.
- 1 – Los “Aluviones” o “Volcanes de barro”, nombre que se le da en las àreas rurales del Noroeste, son el ejemplo mas frecuente del grupo de fenómenos de “Remociòn en masa”..
- 2 – No se los debe confundir con las habituales “Crecientes” de rìos de montaña, que suceden varias veces al año, cada vez que llueve con intensidad.
- 3 – Para que se produzca un “Volcàn de barro” se deben reunir varias condiciones, entre las cuales se destacan una topografia mas o menos abrupta y una gran acumulación de detritos: trozos de roca, arena y, especialmente, con una alta proporciòn de arcilla plàstica intersticial.
- 4 – Estos detritos “secos” admiten un fuerte “àngulo de reposo” cercano y hasta superior a los 40º. Ver gràfico siguiente (Vista en perfil transversal).
- 5 – Sin embargo, cuando el material està hùmedo (lluvias lentas prolongadas y no ocasionales chaparrones) ese àngulo de reposo disminuye mucho, debido a que las arcillas, sobre todo si son de tipo plàstico, actúan como una especie de lubricante y el conjunto pierde resistencia, comenzando gran parte del material acumulado (grisado) a deslizarse cuesta abajo. Ver gràfico siguiente (Vista en perfil transversal):
- 6 – El material afectado se comporta como una masa semisòlida que, como es lògico, se desplaza cuesta abajo siguiendo la ley de gravedad (aùn no derogada por los polìticos y algunos “ambientalistas” argentinos, aunque parece que esa fuera su intenciòn), generalmente con gran violencia y en lìneas generales siguiendo los cauces de los rìos.
- 7 – El problema es que una creciente comùn consiste en agua turbia con algunos sedimentos, pero al menos se comporta como un lìquido espeso y sigue la traza del cauce, mientras que el volcàn de barro se comporta como una masa semisòlida, de comportamiento poco previsible y mas parecida a una topadora que a una creciente comùn. En general: si el rìo hace una curva, la creciente normal “dobla”, mientras que el Volcàn de barro sigue de largo y “se traga” la curva, saliendo de la pista de carrera. Ver gràfico siguiente, donde la lìnea roja representa la trayectoria de la creciente normal, mientras que la masa gris corresponde al aluviòn (o “Volcàn”). Si en vez de una curva se trata de una estrechura el aluviòn tiende a endicarse y desparramarse fuera del cauce.
- 8 – En estos casos, las defensas tipo escollera de poco o nada sirven para controlar el aluviòn.Ver gráfico siguiente. (Vista en planta)
- 9 – Obviamente la zona del punteado violeta en el gràfico, es una zona de alto riesgo geològico y no debe permitirse su urbanización, lo cual no siempre es posible evitar y en ese caso, efectivamente, la responsabilidad pasa a ser de las autoridades que toleraron esa anomalìa.
Ante la lógica pregunta de ¿Cómo prevenirlos?, lamentablemente, por sus mismas características físicas, el “volcán de barro” no es fácil de contener con obras públicas (que según la prensa, en el caso Tartagal existían, pero no funcionaron).
¿Porqué no funcionaron?. Supongamos el caso de un malecón común, muy eficaz para desviar el curso de las crecientes normales. Ver gráfico siguiente (En Perfil esquemático).
El “volcán” se encuentra con el obstáculo y se limita a rellenarlo (“Etapa 1”). El resto de la masa barrosa en avance lo sobrepasa (“Etapa 2”) y continúa su avance hasta que encuentra el nuevo obstáculo, en este caso el pueblo afectado (“Etapa 3”), lo sepulta y continúa mientras aún haya barro aluvional disponible y/o energía suficiente.
Lamentablemente, donde sucedió una vez , volverá a suceder , pero es impredecible el “Cuando” (aunque los síntomas suelen ser visibles en el terreno para el ojo de un geólogo entrenado).
En el caso Tartagal, la opinión pùblica atribuye a los desmontes para agricultura las causas del desastre. Làstima para dicha teorìa que, como lo demuestra la siguiente imágen satelital, la zona desmontada y cultivada es “aguas abajo de la ciudad” mientras que el aluviòn se originò en la zona montañosa al Oeste de la ciudad (o sea “aguas arriba”) y donde la cubierta vegetal se mantuvo intacta en los últimos 12 años.
Las dos imágenes comparadas siguientes fueron publicadas por la Voz del Interior (Córdoba) el Domingo 22 de febrero de 2009, sección “Sociedad”.
Mala suerte para los difamadores de siempre, pero ya se sabe: una mentira repetida se transforma en “verdad”, al revès de lo que dice la fàbula del pastor mentiroso. No deberìa extrañarnos: en Gualeguaychù la reciente “contaminación” por algas, atribuida a la planta de Botnia, viaja “corriente arriba”, demostràndonos que la ley de gravedad no tiene validez en el cauce del Rìo Uruguay. Raro…¿ No?…..
Hay muchos casos similares en otras provincias.
Tampoco tienen que ver las pequeñas “explosiones” usadas para prospección geofisica del petròleo, pero es comprensible que la gente conmocionada por el suceso, busque culpables en las explicaciones mas insòlitas … o mas “cómodas”. Después de todo lo único importante es lo que la gente tiene ganas de creer y el aplausòmetro es quien decide.
Por último: las petroleras no desmontan, sino que hacen picadas para prospección geofísica y que si bien suelen acentuar pequeñas erosiones locales (lo mismo que caulquier camino), sirven también como una defensa obligatoria contra el fuego, exigida a cualquier explotación agrícola o silvopastoril (no hay mal que por bien no venga).
Tambièn quiero destacar que, una buena cobertura boscosa no significa “defensa infalible” contra estos fenómenos. En Catamarca hay numerosos ejemplos de àreas intocadas como en los faldeos occidentales de la Sierra de Ancasti-Departamento Paclìn) visible desde la ruta 38 , al sur de Pomàn en Quebrada La Florida (Faldeo Oeste dela Sierra de Ambato), Chumbicha-Trampasacha en 1962 (Faldeo Este de la misma sierra). Todo ellos son casos donde el bosque original (IN-TAC-TO), con miles de quebrachos y molles gigantes, fue arrancado de raìz y poco pudo hacer para evitar un fenómeno absolutamente natural. Por suerte, salvo Chumbicha (milagrosamente el aluvión se dividió en dos, como una “Y”, dejando el pueblo al medio), se trataba de àreas sin poblaciones cercanas aguas abajo.
En Punta de Balasto (1973) el volcán de barro sepulto el pueblo (aún pueden verse los techos de algunas de las casas) por suerte sin víctimas y la población tuvo que ser desplazada unos 2 Km al norte, fuera del área peligrosa.
En la localidad de Villavil, al Oeste de Hualfin, si bien es un caso diferente pero bastante comparable en sus efectos y donde nunca existiò cobertura arbórea alguna, existe un altìsimo riesgo de avalancha masiva y de la consiguiente tragedia. Los pobladores han sido advertidos al respecto por el Servicio Geològico Argentino desde hace años…., pero es difícil convencer a la gente asentada allì desde hace siglos, acerca de la necesidad de desplazar el pueblo a un lugar mas seguro. ¡ Ojalà la buen suerte continùe por mucho tiempo todavía !.
Por lo tanto es conveniente avanzar en la delimitaciòn de las àreas de alto riesgo geològico para evitar o limitar su urbanización….. pero esto es Argentina !.
En conclusión: cierto periodismo sensacionalista gusta demasiado de ir al lugar de los hechos con “explicaciones fàciles preconcebidas y convenientes” y en poco ètica actitud, busca enardecer a los pobladores, lógicamente conmocionados y al pùblico en general, en el sentido mas conveniente a su negocio de divulgación (¿ realmente el “rating” paga tanto en popularidad?) : en vez de informar objetivamente y/o consultar palabras autorizadas, sigue “la fàcil” con tal de aparecer en destacada primera lìnea.
De las chicanas politiqueras, prefiero no opinar, porque esa gente es incorregible.
Atentamente.
Por: Dr E.H.Peralta (Geòlogo)
DNI 775695
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