Un análisis crítico del “ Informe científico – opinión consultiva sobre pasteras”. Parte 2
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- El 1 febrero, 2007
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El informe del GTE concluye la primera parte sosteniendo que “la industria de la celulosa se coloca entre las industrias con mayores niveles de contaminación”. Esto fue correcto históricamente pero no lo es en el presente [60]. Actualmente las plantas de celulosa Kraft que tienen incorporadas las BAT y cumplen con la normativa internacional más exigente, son de las industrias que tienen un menor efecto sobre el ambiente. De hecho, la experiencia científica y tecnológica internacional reciente tiende a ver las plantas de producción de celulosa como el núcleo incipiente de biorrefinerías, desde las cuales se obtendrá no solamente celulosa, sino también biocombustibles y productos farmacéuticos [61], reemplazando progresivamente a la petroquímica que está considerada como una industria mucho menos limpia. Actualmente, por ejemplo, estas plantas utilizan metanol generado en el proceso como biocombustible. Mas aún, existe una multitud de estudios recientes que muestran claramente la ventaja económica de largo plazo que significaría transformar estas industrias en cada vez más verdes (término que en química se emplea para describir procesos amigables con el ambiente), por lo que el mismo impulso del desarrollo tecnológico lleva a la mejora ambiental.
En Italia, como ya fue señalado, no se fabrica celulosa Kraft, -se la fabricó hasta 1979-, pero todavía se fabrica celulosa al sulfito –proceso en vías de desaparición en todo el mundo y abandonado totalmente en Finlandia[14]– en la Cartiera Burgo de Tolmezzo, inaugurada en 1932. Esta planta utiliza la mitad de agua que la que utilizará la planta de Botnia, pero produce 40 veces menos celulosa, con lo cual usa 20 veces mas agua por tonelada de pasta que la fábrica de Botnia, lo que ha generado problemas ambientales reportados en la prensa [62]. Blanquea usando hipoclorito de sodio, y hasta hace poco tiempo no tenía recuperación de químicos, sólo recientemente se ha instalado una planta de lignosulfonato. Vuelca sus efluentes, al río Tagliamento, tal cual lo hace aún hoy la planta de Puerto Piray en Argentina en el Paraná. El Tagliamento a la altura de Tolmezzo tiene cien veces menos caudal medio que el Río Uruguay (en el punto de mayor caudal, Pinzado, tiene 109 m3/s [63]). Llama la atención que no se haya citado este ejemplo, que sería el que en la península podría asimilarse más al tema en cuestión, pero obviamente con atraso respecto al desarrollo tecnológico actual.
En la parte 2 del informe del GTE hay toda una serie de afirmaciones infundadas en cuanto a la debilidad que presenta el de EcoMetrix. Reiteradamente sostiene el GTE que en dicho informe parece “no estar consideradas en general las bases de los normales procesos de Evaluaciòn de Impacto Ambiental (EIA)” cuando la metodología empleada es, ni más ni menos, que el conjunto de procedimientos y protocolos actualizados del Banco Mundial [64], internacionalmente aceptados y que son la base de las normativas nacionales del Uruguay.
Luego el informe deriva hacia la exposición de una aparente falencia del informe EcoMetrix consistente, según el GTE, en que no toma en cuenta la normativa de la Unión Europea referida a la Evaluación Ambiental Estratégica (EAE). Tal normativa se aplica a la “elaboración y adopción de planes y programas relacionados con el medio ambiente, con el objetivo de promover el desarrollo sostenible”[65]. Baste decir, al respecto, que el objetivo de todos los EIA presentados no era precisamente evaluar el plan de desarrollo sostenible de Uruguay, quien como país soberano adoptará el que más le convenga según sus decisiones soberanas, sino los impactos ambientales acumulativos de ambas plantas en la etapa de construcción y operación.
Por otro lado, cabe señalar que Uruguay viene desarrollando su plan forestal desde hace 35 años, antes de la existencia de esa normativa europea, basándose en leyes que contemplan un cuidadoso y detallado ordenamiento en función de la calidad de suelos, y tal ordenamiento está en continua revisión y actualización. [66] En cuanto a la utilización de agua en procesos industriales, Uruguay también cuenta con un completo y detallado marco legal que regula todos los procesos, garantizando el cumplimiento de la normativa nacional e internacional como para que en ninguna circunstancia se produzcan afectaciones desde Uruguay a Argentina por las plantas de celulosa, tal como parece ser la expresa preocupación del GTE. [67] Es importante señalar que estas conclusiones, a diferencia de las del GTE, están basadas en los modelos, ecuaciones y cifras que tuvieron que ser proporcionadas y evaluadas para lograr las autorizaciones del gobierno uruguayo y están públicamente disponibles, como ha sido mencionado reiteradamente.
Insiste el GTE en subrayar que las aparentes debilidades del informe EcoMetrix residen en que no considera la EAE, “si bien basa muchas de sus afirmaciones, en modo aproximativo, sobre directivas europeas (IPPC) y otras normas”.
Dejemos de lado lo del “modo aproximativo” originado probablemente en un error de traducción. Pero cuesta admitir que el GTE sugiera que las afirmaciones se basen de forma aproximada sobre las IPPC. Por el contrario, la médula del informe EcoMetrix está, justamente, en verificar el cumplimiento de toda la normativa vigente, inclusive la normativa interna de las propias empresas, y es por esa razón que el propio GTE se lamenta al principio de que este informe no tiene una“oportuna estructuración de la información”. Aportando precisión sobre este punto, el informe de EcoMetrix justamente enfatiza, con datos fácilmente verificables, que se va a cumplir con los requisitos más exigentes a nivel internacional (en particular, los capítulos A5.0, A8.0, A10.0 y A13.0 se dedican todos ellos a verificar el cumplimiento de las BAT por las empresas [29]). Esos expertos, designados por la Corporación Financiera Internacional, expresan taxativamente que estas plantas serán de las mejores existentes en el mundo.
El GTE continúa su texto diciendo que:
“Los datos relativos a la programaciòn industrial en general son insuficientes y en este sentido no se pueden sacar conclusiones generales que serían muy necesarias para el desarrollo de la zona. Por ejemplo, no hay noticias suficientes sobre la vida media de la pastera y sobre las estimaciones que puede haber al respecto en los impactos futuros (por ej. salud de la poblaciòn en tiempos largos)”
Este es otro de los comentarios que sugieren que el GTE no buscó la información pertinente, limitándose a denunciar las carencias que cree que existen. La vida media del proyecto para estudio fue fijada en 40 años, cuestión bien documentada. Y si no existe un efecto puntual ni acumulativo de los niveles de emisión estimados, mal puede sostenerse nada perjudicial respecto a la salud de la población en tiempos largos. De todas maneras cabe comentar también aquí que el GTE ignora, una vez más, la experiencia acumulada a nivel mundial. Los autores deberían por lo menos haber citado algún estudio del efecto, a largo plazo, sobre las poblaciones producido por plantas con tecnología similar, sin embargo se limitan a un planteo vago sin referencia ninguna. El hecho es que existe información epidemiológica sobre los efectos en la salud de los obreros en las fábricas de pasta de celulosa [68] quienes están lógicamente más expuestos que el resto de la población. Estos estudios están referidos a procesos tecnológicos antiguos y no existen estudios epidemiológicos que muestren afectación de la salud de la población contigua o de los obreros de las fábricas para aquellas que usan los procedimientos modernos, por lo cual la afirmación del GTE carece de base fáctica alguna.
Los puntos siguientes del GTE en que expresan inquietud sobre el aspecto del desmantelamiento o reconversión de la planta, considerando un horizonte mínimo de 40 años, son banales y fuera de lugar, especialmente la preocupación sobre quien correrá con los costos. Decidir sobre ese tópico es responsabilidad de Uruguay y está contemplado también en la normativa uruguaya vigente en forma perfectamente clara. La DINAMA, aplicando el marco legal, ha requerido planes de abandono que debieron incluirse en los estudios de impacto ambiental.
Posteriormente el GTE desarrolla una pormenorizada descripción acerca de cuales son, según este grupo, los errores más grandes del informe EcoMetrix. Sería extenso copiar todo el párrafo, pues además de eso hace una descripción de lo que, a su juicio, debería ser un estudio de impacto ambiental. En forma resumida diremos que se reitera que el GTE ignora que el resultado de todos los modelos reconocidos y aplicados, algunos de ellos (como el hidrodinámico) de mayor detalle y por lo tanto de mejor calidad que el aceptado como modelo de referencia internacional, arrojan como resultado (cuando se aplican los procesos de control diseñados por los proyectos) que no existirá contaminación significativa.
Es importante señalar que el término “contaminación significativa” tiene un significado preciso y no es simplemente una opinión. Lo que expresa es que ciertamente toda industria, o actividad como el turismo, genera efluentes que son vertidos a los medios receptores, pero que en este caso la concentración de contaminantes es tal que su efecto no altera la calidad del ambiente, de acuerdo a los parámetros científicamente aceptados a nivel internacional y expresados en forma cuantitativa en los apéndices del informe.
No obstante, para no profundizar en todas las consideraciones erróneas realizadas por el GTE, se cita como único ejemplo un punto especialmente sensible referido y comentado en su informe:
“No es aceptable que en algunas partes el documento EcoMetrix se afirme que no habrá efectos de las pasteras con respecto a algunos contaminantes (por ejemplo dioxinas y furanos, página 4.38) sin justificar dicha afirmación. El mismo tono se encuentra en el informe Hatfield que afirma (tabla 1 pág. 4):“que la comparación de las plantas con BAT cumple con la letra y el espíritu de las BAT según cuanto lo define IPPC, USA y Australia”.”
Obviamente, lo que quieren decir es que no es aceptable para el GTE, pues los expertos de EcoMetrix y todo especialista que conoce del tema están bien informados sobre este punto en particular. Y debe tenerse en cuenta que estos científicos que firman los informes Hatfield y EcoMetrix, se juegan su prestigio internacional al sostener sus conclusiones. Pero más allá de consultores expertos en la temática, conviene citar el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes [69]. Los expertos que analizaron las BATs para dicho convenio dicen: “Cuando el nivel de sustitución de dióxido de cloro en el blanqueo tradicional supera el 85%, o si se utilizan métodos libres de cloro elemental o totalmente libres de cloro, las emisiones de 2, 3, 7, 8- TCDD y 2, 3, 7, 8-TCDF al agua resultan más bajas que el límite de cuantificación”. Siendo reiterativo, se destaca que aún usando hasta el 15% de cloro elemental igualmente los niveles de dibenzo-p-dioxinas y dibenzofuranos tetraclorados, que de esto se trata, no de cualquier dioxina ni furano, son indetectables con los mejores y más sensibles métodos de análisis. Y los límites de detección están muy por debajo de cualquier concentración que se haya empleado para demostrar toxicidad aún en animales de laboratorio. No existe ninguna publicación internacional en el área que afirme que se producen dioxinas o furanos policlorados en las condiciones que operan estas plantas.
En el mundo académico relacionado con esta materia, las opiniones son consistentes. En ese contexto se cita a un experto en las tecnologías de producción de pasta de celulosa y papel, reconocido a nivel mundial, el Dr. Adriaan van Heiningen, profesor de Ingeniería Química en la Universidad de Maine, quien declaró ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya que “… las plantas de Orión y CMB van a pertenecer a la clase de plantas de celulosa modernas en donde las dioxinas y furanos han sido eliminadas en sus efluentes”. Esta opinión, además, puede ser avalada por cualquier experto internacional reconocido en el área. Este aspecto ha sido expuesto, pública y reiteradamente, por expertos argentinos (ver, por ejemplo, la nota realizada con las opiniones del Presidente del INTI de la República Argentina, Enrique Martínez, y los Dres. Alberto Venica, María Cristina Area y Mario Féliz, publicado en el diario La República del 31 de Marzo de 2006, en la siguiente dirección en Internet http://www.larepublica.com.uy/lr3/?a=nota&n=206837&e=2006-03- 31). Concordantemente, los países que implementan las BATs consistentemente tienen emisiones de dioxinas muy por debajo de otros que no lo hacen. Mirando los respectivos informes de emisión de dioxinas [70] de Alemania (el país más industrializado de Europa), Finlandia (el de más cuidado del medio ambiente) y Argentina y Uruguay, tenemos las siguientes emisiones anuales de dioxinas: 935 gramos (Alemania), 32 gramos (Finlandia), 28 gramos (Uruguay) y 2110 gramos (Argentina). Mirando la emisión de dioxinas de Alemania, se ve que las emisiones provenientes de la industria de la madera son 2 g de los 935 anuales, es decir un 2 ‰ de las emisiones totales.
De acuerdo con la experiencia internacional previa, se realiza un control adicional para tener la seguridad absoluta de que no existe apartamiento de las condiciones fisicoquímicas, en las cuales se conoce con certeza que no se producen dioxinas o furanos. Se mide la concentración total de compuestos Halogenados Orgánicos Adsorbibles (AOX). Esta medición es relativamente fácil de hacer (el proceso de medición de dioxinas y furanos es complicado cuando se pretende identificar y medir la concentración de cada uno de los más de 200 isómeros posibles). Si la concentración de AOX se encuentra por debajo de 0.25 Kg/ADt de pasta fabricada se tiene un indicador fiable que no se han formado dioxinas y furanos tetraclorados. Estos parámetros están expresamente determinados y comprometidos por las empresas ante al gobierno uruguayo [30], requisito imprescindible para que se les concediera la autorización ambiental pertinente. Las pruebas de estos asertos, nuevamente, están en la documentación que el GTE omitió estudiar (ver las referencias ya citadas). En particular, la discusión sobre dioxinas está en el capítulo A9.2 del Apéndice A del informe EcoMetrix [29], y en las figuras A9.2-1, A9.2-2 y A9.2-3 donde se muestra que el factor de emisión de dioxinas en agua para estas plantas será de 6 x 10-8 g TEQ/ADt (equivalente tóxico por tonelada de celulosa secada al aire).
Por otra parte, son bien conocidos los inventarios de dioxinas y furanos en varios países del mundo con industria pastera desarrollada [70], y ya nadie discute que el impacto de las emisiones de dioxinas de la industria celulósica tanto hacia el agua como hacia el aire, se encuentran por debajo de los límites de detección. Además es ampliamente conocido que el mayor porcentaje de emisiones de dioxinas y furanos ocurre en los procesos de combustión no controlados, tanto naturales como de origen humano. En particular, Uruguay posee un inventario detallado de la producción de dioxinas y furanos en el territorio nacional disponible públicamente en el sitio Web de la DINAMA [70,19].
Dice el GTE que:
“No habiendo considerado la incertidumbre de los datos adquiridos, la comparación con las best available technologies (BAT) hecha por el informe EcoMetrix es poco confiable y adquiere un tono puramente especulativo.”
Si ésta es la opinión que tiene el GTE sobre el informe EcoMetrix, ¿cómo se debería entonces calificar el texto del propio GTE, que tiene como título Informe Científico? En su informe científico de referencia no hay datos cuantitativos verificables de ningún tipo, que sí se pueden encontrar en los apéndices correspondientes del informe EcoMetrix y en los informes de impacto ambiental requeridos por el Gobierno uruguayo para otorgar las autorizaciones correspondientes. La comparación con las BAT hecha en el informe EcoMetrix y posteriormente verificadas por los expertos de la consultora Hatfield (que dieron por buenas las respuestas) se hace en la forma que corresponde, cualitativamente cuando las BAT lo son y cuantitativamente cuando las BAT así lo indican. Ya se indicó más arriba todos los capítulos del informe en los cuales se comparan la emisiones de las plantas con las BAT, pero siendo reiterativo es pertinente señalar específicamente que en el capítulo A4 se hace la estimación de la emisión acumulada de ambas plantas (Tablas A4-1 a A4-3) y en el capítulo A5 se hace la comparación de cada una de estas emisiones con las BAT (Tablas A5-1 y A5-2), la comparación de estas plantas con otras que usan las BAT en Brasil (Tablas A5-3 y A5-4) y luego (Tablas A5-5 a A5-8) se compara con las plantas de las mismas compañías en Finlandia y España. El informe del GTE en cambio carece de cualquier comparación o discusión alternativa sustentada en datos verificables y está basado en las opiniones de sus redactores.
Posteriormente, una vez más el GTE abunda en detalles sobre los supuestos errores de EcoMetrix y el proceso en general. Esta vez apuntan a la selección de sitios de muestreo, cuando ellos mismos declaran que no tienen información de base ni visitaron el sitio. Se fundan en consideraciones obtenidas de manuales de monitoreos y registros, estimando que ésto los habilita para señalar errores. Sin embargo, en eso Uruguay tiene amplia experiencia de décadas de control de calidad de aguas, incluyendo el monitoreo conjunto del río Uruguay bajo la jurisdicción de la CARU, [53] llevada a cabo periódicamente por delegaciones de ambos países. Esto ocurría hasta hace poco tiempo cuando Argentina rechaza seguir con los controles debido al conflicto existente. Estos controles están siendo ahora realizados unilateralmente por Uruguay de acuerdo al Protocolo de Control de las áreas de influencia de las plantas celulósicas, oportunamente acordado con la República Argentina, pero serán obviamente reanudados en conjunto cuando el conflicto se resuelva.
Asimismo, el permiso de la DINAMA exige una serie de monitoreos que están claramente especificados y que deben desarrollarse entre uno y dos años antes de la puesta en marcha de la fábrica según el caso, incluyendo el monitoreo de biomarcadores como miel, plantas del género Tillandsia, y la fauna bentónica y sésil, puntos éstos en que el Prof. Conti tiene amplia experiencia. Nuevamente, todos estos puntos están discutidos in extenso en los EIA, los reportes de la DINAMA y el reporte EcoMetrix, aunque el GTE lo ignora.
Sigue diciendo el informe GTE:
“No se entiende por qué un proyecto de enorme importancia a nivel mundial, no haya construido preliminarmente una industria piloto en escala reducida para hacer la verificación de los impactos en pleno funcionamiento obteniendo así datos reales de impacto. El enorme esfuerzo económico que se está haciendo justificaría este tipo de estrategia, en el interés de la salud y la calidad de vida de las poblaciones involucradas, además del interés estrictamente comercial de la empresa.”
En primer lugar no se entiende ni se explicita el concepto por el cual se afirma que este proyecto es de tanta importancia a nivel mundial. Se han construido y se están construyendo o proyectando otras plantas tanto o más grandes que la planta Orión de Botnia (como son los casos de Aracruz en la Barra do Riacho, Espirito Santo, Brasil, 2,5 millones de toneladas anuales, las líneas de tamaño similar en Hainan, China, las de Veracel, Mucuri y Três Lagoas también en Brasil, la de Nueva Aldea en Chile y la de Tamar Valley en Australia). [71]
En segundo lugar los propios expertos del GTE son contradictorios porque al iniciar su informe le asignan particularidades únicas y especiales a estas plantas debido a su tamaño, pero ahora dicen que hubiera bastado con instalar una planta piloto (por definición, muchísimo más chica) para conocer cual sería su nivel de emisiones. Esta práctica es totalmente ajena a la experiencia acumulada de las autoridades ambientales que en el mundo controlan plantas de celulosa, no tiene antecedentes, y por tanto meramente especulativa. Máxime tratándose de una empresa que tiene cinco plantas reales (no piloto), funcionando sin ningún tipo de problemas, desde hace por lo menos dos décadas, en Finlandia. Es decir, en el país definido como el primero en el ranking mundial de cuidado ambiental y uno de los primeros en calidad de vida. En definitiva, resulta difícil concebir una planta piloto más adecuada que esas cinco que ya están operando. Más aún, como señalamos antes, el propio informe EcoMetrix hace la comparación entre estas plantas y aquellas que ya están funcionando en Brasil, Finlandia y España, encontrando en todos los casos conclusiones favorables. Esta sugerencia del GTE es repetida nuevamente más adelante en el texto, vinculándola además con la salud de los operarios en un “trabajo riesgoso”, pero no será comentada, considerando suficiente esta explicación.
Inmediatamente de este comentario del GTE, y sin transición alguna, pasa a un ejemplo:
“Es opinión del GTE que, por ejemplo, a propósito de contaminantes atmosféricos que no tienen impacto sobre los cuerpos hídricos, es necesario subrayar que un normal constituyente de la atmósfera (y no contaminante) como el anhídrido carbónico ha ya determinado la acidificación de los océanos; creando daños ecológicos irreparables en los corales y otras especies biológicas que se ven dañadas en sus estructuras de carbonato de calcio. Variaciones mínimas, de solamente 20 partes por millón, han creado daños enormes en los océanos. Se subraya que esto es debido a variaciones de concentración muy pequeñas (de solamente ~ 320 a ~340 ppm en pocos años). Por lo tanto cuanto afirmado por el informe Hatfield carece de sentido científico y demuestra que el impacto sobre los sistemas biológicos no ha sido considerado8 “
Pese a que es frecuente atribuir eventos catastróficos asociados al aumento del dióxido de carbono, la opinión del GTE, citando la revista Nature resulta llamativa. En primer lugar, los niveles de CO2 atmosférico han variado constantemente a lo largo del tiempo. Los corales se forman muy lentamente durante largos períodos, acumulándose sobre la misma colonia a lo largo de milenios mientras el sustrato en el que se apoya se va hundiendo. De ser cierto lo que sostiene, los corales (y cuanto otro organismo que tenga como sostén carbonato de calcio) se habrían estado extinguiendo desde mucho tiempo antes.
De todas maneras, analicemos el texto del GTE. Allí, Conti et al afirman que hay daño actual debido a la acidificación por el CO2. Sin embargo, en los trabajos por ellos citados se dice que:“Surface ocean pH is already 0.1 unit lower than preindustrial values.” Y con los modelos que aplican (que implican una cantidad de suposiciones) predicen que: “By the end of the century, it will become another 0.3-0.4 units lower under the IS92a scenario, which translates to a 100-150% increase in [H+].” Es decir, en el mejor de los casos, son predicciones no verificables, con una previsión de escenarios a largo plazo en el 2100 y 2300. Lo que no se menciona es que el agua de los océanos es ligeramente básica, en el entorno de pH 8.
De todas maneras cabe una puntualización. La actividad forestal, base necesaria para la producción de la matera prima a utilizar en la obtención de pulpa de celulosa, integra las actividades definidas como sumidero de CO2 ( véase http://unfccc.int/resource/docs/natc/urunc1.pdf ).
La capacidad de secuestro de C en la forestación es del orden de 5 – 7 ton C/ha/año en la madera y de 1 – 2 ton C/ha/año en el suelo destinado a esa actividad (véase http://www.inia.org.uy/online/site/117652I1.php ). En la actualidad Uruguay tiene una superficie efectivamente forestada de unas 560.000 ha, lo que implica un secuestro mínimo de 3,3 millones de toneladas en cada año. Pero además se debe tener muy en cuenta que la industria de producción de celulosa genera energía eléctrica utilizando recursos renovables, actuando en este caso como mecanismo de reducción de emisiones por sustitución de combustibles fósiles. La capacidad de generación es superavitaria volcando el excedente a la red de distribución.
Entonces, a todas luces resulta extremadamente audaz que mencionando ese ejemplo, y en función de ello, el GTE sostenga que el informe Hatfield “carece de sentido científico y demuestra que el impacto sobre los sistemas biológicos no ha sido considerado”. Curiosa conclusión, cuandoen el apéndice D el informe EcoMetrix se incluyen ítems como los siguientes: D3.4 Comunidad ictícola y hábitat de los peces, D3.5 Comunidad de invertebrados acuáticos, D3.6 Contaminantes de la biota acuática, D6.0 Efectos potenciales en el ambiente acuático, D7.1.1 Tendencias en la utilización de bioensayos, D7.3.3 Invertebrados bénticos, D7.3.4 Salud de los peces, D7.3.5 Utilidad de los peces, etc. Todo esto es una respuesta a las preguntas de la consultora Hatfield y fue avalado a posteriori por sus expertos. Por lo tanto no es válida la conclusión del GTE que “demuestra que el impacto sobre los sistemas biológicos no ha sido considerado”.
En el texto de GTE, una vez más, se desarrolla toda una serie de consideraciones teóricas para justificar el por qué y cuánto se han equivocado los informes Hatfield y EcoMetrix. No considera para nada, de nuevo, toda la experiencia internacional. Y también ignora todo lo relativo a los planes de controles propios de la empresa, legalmente definidos y exigidos, así como los laboratorios y planes de control, seguimiento y monitoreo de calidad de agua en el área de influencia (incluyendo marcadores biológicos) llevados adelante en laboratorios especialmente construidos por la DINAMA y el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU) en Fray Bentos. [72] En resumen, asumen que la contaminación existirá porque soslayan toda referencia al marco científico, tecnológico, legal y administrativo que ha sido construido precisamente para asegurar la sustentabilidad ambiental de este tipo de industrias.
Al culminar todo el párrafo que se ha resumido en la explicación anterior, sigue una consideración en el texto del GTE que vale la pena destacar:
“En el informe EcoMetrix hay poca claridad sobre el proceso de blanqueo llamado impropiamente ECF – light. El informe no objeta y no presenta datos claros sobre la posible contaminación derivante del uso del dióxido de cloro en las plantas. La afirmación que se originarán bajos niveles de Halógenos Orgánicos Absorbibles (AOX) resulta no ser adecuada ya que no es clara la cantidad de dióxido de cloro que será utilizada. El dióxido de cloro, como indicado por el IPPC (2001), tiene que ser posiblemente remplazado por ozono o peróxido de hidrógeno a presión. La reducción tendría que ser a niveles inferiores de 10 kg de dióxido de cloro por tonelada de celulosa. Sobre este tema no hay datos en el informe EcoMetrix ”
Sin embargo, en el capítulo A9, durante 32 páginas, el informe de EcoMetrix se refiere a las“Cuestiones relativas al proceso de blanqueo” y, en particular, en A9.2 y A9.3 describe las diferencias entre ECF, ECF-light y TCF. Este es otro ejemplo de lo importante que hubiera sido que el GTE hubiera leído el informe que analizan, ya que en la página 2.28 del informe EcoMetrix se expresa claramente: “Se espera que la secuencia propuesta por Botnia-Orion utilice aproximadamente 8 Kg/ADt mientras que la secuencia de ENCE-EMB empleará menos de 10 Kg/ADt de dióxido de cloro”. Es decir, que el informe expresa exactamente lo que el GTE dice que no dice. Asimismo, en el informe está perfectamente definida la etapa de deslignificación previa y se da el detalle de las secuencias de blanqueo, información más que suficiente para que un experto en la materia valore el punto.
Nuevamente a título ilustrativo y esquemáticamente, la planta Orión tiene un diseño de proceso en el cual divide la aplicación de dióxido de cloro en el proceso de blanqueo en dos etapas en lugar de una sola, intercalando otras etapas donde usan peróxido de hidrógeno y oxígeno. De esta forma la suma total del dióxido de cloro utilizado por tonelada de celulosa es menor que en el proceso de ECF tradicional, por eso se le llama, correctamente, ECF light, en oposición a lo que opina infundadamente el GTE.
“El hecho que el eucaliptus haya sido utilizado en Australia y en España por la empresa ENCE (que ha sido condenada por la justicia por daños ambientales) no justifica el uso en Sudamérica. Como como ya se ha dicho en el inciso 1.1, los productos del tratamiento del eucaliptus son diferentes y más peligrosos respecto a los utilizados en Europa que usan, en general, álamos, abedules y abetos.”
Sin discutir si resulta una referencia pertinente o no el hecho que Ence (en particular teniendo en cuenta la reciente declaración pública del gobierno argentino, que sin mediar EIA alguno declaró aceptable su instalación a 47 Km de su capital Buenos Aires) fue condenada y pasando por alto que Ence no tiene operaciones en Australia, de todas maneras ese hecho nada tiene que ver con que use o no eucaliptos como materia prima. Por cierto, no es únicamente en Australia y España que se usa el eucalipto (Francia, Portugal, Brasil, Chile, Sudáfrica, Uruguay y Argentina que lo obtienen de bosques en sus países, también (sólo por citar algunos ejemplos) Suecia, Finlandia, Japón, y Estados Unidos que lo importan [57], e incluso Italia para otros procesos celulósicos). La opinión que los productos del tratamiento de eucaliptos son más peligrosos corre por cuenta exclusiva del GTE, pues tampoco fundamenta en qué se basa para sostener esta afirmación. Por el contrario, el eucalipto es una de las maderas de mayor rendimiento celulósico, por lo tanto de menor cantidad de productos no fibrosos, obteniéndose como subproducto metanol que es un biocombustible de excelente calidad. Brasil es el mayor productor mundial, con 11 millones de toneladas anuales producidas en 2006 (véase http://www.bracepa.org.br).
“La política de forestación de Uruguay en los últimos 20 años probablemente no es la mejor desde el punto de vista de la defensa del medio ambiente.”
El uso del vocablo “probablemente”, cuando no se aduce no ya una prueba sino ni siquiera una razón para esa afirmación, sugiere que éste es un documento destinado a apoyar una postura preconcebida.
El GTE sigue argumentando en el texto algunas consideraciones generales sobre el tema de la biodiversidad con definiciones de manual. Y conviene destacar aquí que Uruguay, y en particular las empresas del sector celulósico, ostenta uno de los porcentajes más altos del mundo de bosques de eucalipto certificados por el FSC, autoridad mundial indiscutida en la gestión sustentable de los bosques, reconocida por las ONGs más importantes, como Greenpeace, WWF y Friends of Earth. Es decir, contrariamente a lo que dice el GTE, es muy probable que el desarrollo forestal uruguayo sea correcto en cuanto a sustentabilidad y desarrollo. [73]
El GTE después se pregunta:
“El GTE señala que lo importante es la biodiversidad presente, en el momento actual, es decir antes de la construcción de las obras. ¿Hubo alguna evaluación de la biodiversidad antes de hacer el proyecto de forestación con eucaliptos en los años ‘80?” (en este caso se refiere a obra como la forestación)
Pues bien, la respuesta es que sí, como podrían haberlo comprobado los expertos si hubieran consultado las fuentes apropiadas. Antes de que existiera en el Uruguay el marco legal que exige la presentación de un estudio de impacto ambiental para obtener la autorización ambiental previa, las empresas forestales que respondían a casas matrices extranjeras hacían su propio estudio de impacto de acuerdo a las directivas internacionales. Es así que, efectivamente y para responder la pregunta planteada, sí se hicieron monitoreos de la fauna y flora previos a la forestación y se han seguido haciendo periódicamente hasta este momento en que ninguna de las fábricas está funcionando. De esta forma se tiene registros del aumento de la diversidad en todas las áreas que están involucradas en los proyectos de forestación y que deben dejarse libres como circulación, protección de incendios y protección de cuencas. Por si esto no fuera suficiente, se informa que el bosque nativo de Uruguay ha crecido en el orden de 10.000 ha cada año desde la expansión forestal en los últimos 15 años. Es decir, la expansión de la forestación para producción de pulpa se ha hecho concomitantemente con la expansión de superficie forestada con especies nativas, no a costa de ellas. [74]
Por otra parte, el eucalipto, está integrado al ecosistema uruguayo desde hace más de 150 años, [75] y se ha implantado en ambientes altamente alterados por más de cuatro siglos de presencia europea, tanto en sus prácticas culturales como fundamentalmente grandes herbívoros domésticos, cereales y pasturas que han alterado definitivamente el ecosistema. Asimismo, distintas investigaciones han comprobado la existencia del eucalipto en zonas cercanas a Uruguay, con lo cual, más que una especie exótica se trata de una especie extinguida. [76]
Obviamente no es cierto que este sea un punto débil en el informe EcoMetrix al no profundizar en este tema, dado que este informe lo que hizo fue contestar las preguntas del informe Hatfield, que no se preguntó lo que no era necesario preguntar porque estaba suficientemente laudado ni era objeto de controversia. Pero aún así en el informe Hatfield se menciona fenómenos similares registrados en experiencias en Brasil, aunque tampoco considera la experiencia uruguaya. Pero el tema de los bosques de eucaliptos no es el tema en discusión, entre otras cosas porque la superficie plantada en Uruguay es menor al 4%.[77]
CONCLUSIONES
Habría sido preferible para este EP terminar este informe mostrando discrepancias técnicas, para confrontar entre técnicos, pero la verdad es que la falta de rigor científico del GTE, aún cuando el título sea justamente Informe Científico, es importante.
- Cuando se acepta realizar un informe técnico por parte de profesionales, se lo debe hacer presentando argumentos que podrán servir para los intereses de una u otra parte, pero nunca se debe abandonar el rigor científico. De hecho las vinculaciones de profesionales del GTE, en el ámbito de una ONG ambientalista presidida por el Arq. Pérez Esquivel, notoriamente vinculado a los activistas ambientales de Colón, explican esta situación.
- ¿Cómo puede argumentar el GTE que no ha podido visitar el área del conflicto y que sólo se están basando en dos informes anteriores de otras tantas consultorías, cuando en realidad existen además de las mencionados: EIA realizados por el emprendedor (BOTNIA) ampliado y rectificado varias veces a pedido de la DINAMA, el EIAr (resumen), y un estudio de IFC, (Banco Mundial) dividido en el estudio preliminar y el definitivo, que a su vez tuvieron procesos de auditoría, siendo todos estos informes públicos y estando disponibles por Internet?
- ¿Cómo es posible que se excusen diciendo que no tienen experiencia en la obtención de pasta de eucalipto cuando es central al tema? ¿Por qué no se excusaron de participar, dado que no tienen experiencia en la situación que se está analizando?
- ¿Cómo es posible confundir la fabricación de pasta de celulosa con la fabricación de papel, al nivel supuestamente manifestado en un Grupo Técnico de Expertos de Alto Nivel, como se define a sí mismo? Nótese que ésto no es un error trivial (como otros de los que el documento está plagado) sino que la confusión se muestra en una página entera del documento.
- Hubiera sido deseable que el GTE hubiese analizado las inquietudes planteadas inicialmente por los habitantes de Gualeguaychú: las emisiones de dióxido de azufre (SO2), derivados oxigenados del nitrógeno (NOx), monóxido de carbono (CO), mercaptanos, dimetilmercaptanos, material particulado, etc, y la dinámica del río Uruguay, temas sobre los cuales este EP está dispuesto a desarrollar las discusiones que sean necesarias, con total disposición anímica de atender esas demandas de información. Pero no porque la información no exista o no esté públicamente disponible, sino basándose en los documentos existentes y disponibles también para el GTE.
- Una mínima ética científica debería haber llevado a los responsables de este estudio a consultar a las partes, ya sean las autoridades ambientales de Uruguay que autorizaron el proyecto, las empresas o las consultoras, previo a hacer afirmaciones del tenor de las que efectuaron, o incluso plantearles sus opiniones y pedir que se las refutaran si ello fuera posible. Notoriamente no lo hicieron, dado que si lo hubieran hecho no podrían haber ignorado sistemáticamente la información que justifica todo lo que el GTE opina que no está disponible. Eso resulta en una falta absoluta de ética científica, más allá de la notoria ignorancia del tema estudiado.
- El Banco Mundial abrió un período para la discusión pública del tema. Hubiera sido muy valioso que estos profesionales participaran a los efectos de aclarar sus dudas.
- Asimismo, muestra que los autores desconocen las BAT de la Comunidad Europea, y tienen nula experiencia en la industria y nulo conocimiento de la ciencia y tecnología de la obtención de pulpa de celulosa, lo cual hace absolutamente temerario la redacción de un informe sobre el tema.
En suma, estamos frente a una declaración política, con fines de aportar sustento seudocientífico a fortiori de una posición activista, contraria a la industria celulósica, asumida a priori sin bases técnicas o científicas reales, preparada por expertos en campos diversos a los de la temática tratada, sin experiencia en la misma, con profunda ignorancia de los aspectos científicos y tecnológicos de la industria celulósica moderna quienes, además, han ignorado la profusa documentación existente cometiendo errores inexcusables en una intervención en un tema tan sensible como el presente y ciertamente sin contribuir en nada a “obtener el objetivo común de un desarrollo posible para ambos pueblos en respeto del medio ambiente”.
Referencias
[1] Ver por ejemplo la nota publicada en el Semanario Análisis de la Actualidad, versión digital, el 19/12/2005, que se encuentra disponible en la dirección en internet, http://www.analisisdigital.com.ar/noticias.php?ed=1&di=0&no=28300.
[2] Un artículo objetivo sobre el desarrollo del conflicto se encuentra en Wikipedia,
http://es.wikipedia.org/wiki/Conflicto_entre_Argentina_y_Uruguay_por_plantas_de_celulosa.
[3] (a) Michael Stone-Moloy, Mediando Conflictos Ambientales – Un Manual Práctico, University of Florida, Levin College of Law, Gainesville,FL, USA, Marzo 2001 (b) Roy J. Lewicki, Stephen E. Weiss, David Lewin, Models of Conflict, Negotiation and Third Party Intervention: A Review and Synthesis, Journal of Organizational Behavior, Vol. 13, No. 3, Special Issue: Conflict and Negotiation in Organizations: Historical and Contemporary Perspectives (May, 1992), pp. 209-252. (c) P J Carnevale, and D G Pruitt, Negotiation and Mediation, Annual Review of Psychology Vol. 43: 531-582 (1992) (d)
[4] Por ejemplo:Alterinfos 15/2/2006 (http://www.alterinfos.org/spip.php?article272),Semanario Análisis de la Actualidad 15/8/2005 (http://www.analisisdigital.com.ar/ noticias.php?ed=1&di=0&no=21690), SERPAJ 12/6/2006
(http://www.serpajamericalatina.org/8.01._adolfo/8.01.01.13._papeleras.htm), La Voz de Galicia 16/06/2005
(http://www.lavozdegalicia.es/ed_pontevedra/noticia.jsp?CAT=112&TEXTO=3820378), Cronista Digital, 03/04/2006
(http://www.cronistadigital.com.ar/articulo.asp?art_date=200643&art_index=150716517&x_ref=crondigopinion) La Capital,
18/12/2055 (http://www.lacapital.com.ar/2005/12/18/general/noticia_255817.shtml) y multitud de otros medios desde el año 2005.
[5] SERPAJ-AL, http://www.serpajamericalatina.org/1.2.02._organizacion_interna.htm
[6] http://www.wessex.ac.uk/conferences/2006/planet06/index.html
[7] http://www.environmentscienceacademy.com/inglese/soci.htm
[8] http://www.environmentscienceacademy.com/inglese/start.htm
[9] http://www.mre.gov.br/portugues/noticiario/internacional/ selecao_detalhe.asp?ID_RESENHA=286135&Imprime=on
[10] Ver por ejemplo CX36 Radio Centenario, entrevista a Prez Esquivel, en
http://www.radio36.com.uy/entrevistas/2006/12/191206_esquivel.html o en http://www.redes.org.uy/print.php?sid=257
[11] Ver por ejemplo, Radio Máxima 1/1/2007 http://www.maximaonline.com.ar/nota.php?inot=2701
[12] http://w3.uniroma1.it/spes/facultyconti.htm
[13] De acuerdo a las publicaciones registradas a sus respectivos nombres en el Thomsom ISI Web of Science (WoS),
[14] FAO, estadísticas forestales, http://faostat.fao.org/DesktopDefault.aspx?PageID=381&lang=es
[15] Ver, por ejemplo, InfoBAE (http://www.infobae.com/notas/nota.php?Idx=253425&IdxSeccion=100799),Radio10 (http://www.infobae.com/notas/nota.php?Idx=253425&IdxSeccion=100799, enlace de audio a la derecha, Dr. Ma. Cristina Area), Las Siete Mentiras Anticapitales (http://www.ambienteydesarrollo.com.ar/es/detalle.php?id=5), Dr. Ma. Cristina Area (http://www.ambienteydesarrollo.com.ar/es/detalle.php?id=19 , Lic. Luis Anastasía
(http://www.bitacora.com.uy/noticia_547_1.html , http://www.uruguaypiensa.org.uy/noticia_235_1.html
(http://www.zonaforestal.com.ar/default.asp?CodigoArea=3 ,
(http://www.zonaforestal.com.ar/article_view.asp?CodigoArticulo=2 ) Dr. Mario Féliz
(http://www.bitacora.com.uy/noticia_527_1.html , http://uruguay.indymedia.org/uploads/2006/10/la_sulf_rica.pdf
(http://www.e-misionesonline.com.ar/paginas/opinion.php?id=2390 ,
(http://www.uruguayinforme.com/news/17032006/17032006_mario_feliz.htm ), Ing. Agr. José E. Crotto
(http://www.argentinaforestal.com/noticia.php?id=2040 )
[16] Grupo de Ambiente y Desarrollo, http://www.ambienteydesarrollo.com.ar/es/index.php?velo=256
[17] La versión en pdf del Informe Conti puede bajarse desde la siguiente dirección web,
http://www.radio36.com.uy/imagenes/2006/12/19/INFORME%20GTE%20-%20Prof.%20M.E.%20Conti.pdf
[18] El informe de los docentes de la Facultad de Ciencias de la UDELAR puede bajarse de la dirección
http://www.fcien.edu.uy/informe.html
[19] Dirección Web de la DINAMA, http://www.dinama.gub.uy/
[20] Véase la actualización de la información sobre la concesión de los permisos ambientales a ambas empresas en http://www.dinama.gub.uy/modules.php?op=modload&name=dinama&file=actualizacion_inf_celulosa_26-4-06 .
[21] Ambos EIA están disponibles en formato CD solicitándolos a la Dinama, los resúmenes están disponibles en línea.
[22] Estudio de Impacto Ambiental Resumen de Botnia,
http://www.dinama.gub.uy/modules.php?op=modload&name=Downloads&file=index&req=getit&lid=127 .
[23] Estudio de Impacto Ambiental Resumen de Ence,
http://www.dinama.gub.uy/modules.php?op=modload&name=Downloads&file=index&req=getit&lid=50 .
[24] Informe de la Corporación Financiera del Banco
Mundialhttp://www.ifc.org/ifcext/lac.nsf/AttachmentsByTitle/Uruguay_PulpMills_SP_Part1/$FILE/CIS_SP_part1.pdf
[25] Informe de la Consultora Hatfield (impacto acumulativo)
http://www.ifc.org/ifcext/lac.nsf/AttachmentsByTitle/Uruguay_ExpertsReport_Oct06_Spanish/$FILE/
Uruguay_ExpertsReport_Oct06_Spanis h.pdf
[26] Evaluación de la Dinama del Informe de Impacto Acumulativo de la Consultora Hatfield,
http://www.dinama.gub.uy/descargas/primeras_consideraciones_hatfield.pdf ,
http://www.dinama.gub.uy/descargas/anexo1.pdf, http://www.dinama.gub.uy/descargas/anexo2.pdf .
[27] Informe EcoMetrix, http://www.ifc.org/ifcext/lac.nsf/Content/Uruguay_Pulp_Mills_CIS_Final
[28] Mercer International Group, Zellstoff Stendal, http://www.zellstoff-stendal.de/
Véase una descripción periodística de la visita a esta planta en
http://espectador.com/nota.php?idNota=67549
[29] En particular, véase el Apéndice A del Informe EcoMetrix, disponible en
http://www.ifc.org/ifcext/lac.nsf/AttachmentsByTitle/
Uruguay_CIS_AnnexA_Oct2006_sp/$FILE/Uruguay_CIS_AnnexA_Oct2006_sp.pdf
[30] Calidad del agua,
http://www.ifc.org/ifcext/lac.nsf/AttachmentsByTitle/
Uruguay_CIS_AnnexD_Oct2006_sp/$FILE/Uruguay_CIS_AnnexD_Oct2006_sp.pdf
[31] Calidad del aire,
http://www.ifc.org/ifcext/lac.nsf/AttachmentsByTitle/
Uruguay_CIS_AnnexC_Oct2006_sp/$FILE/Uruguay_CIS_AnnexC_Oct2006_sp.pdf
[32] G. Thompson, J. Swain, M. Kay, C.F. Forster, The treatment of pulp and paper mill effluent: a review, Bioresource Technology 77 (2001) 275-286
[33] K. M. Lindsay, D. W. Smith, Factors Influencing Pulp Mill Effluent Treatment in Alberta, Journal of Environmental Management 44 (1995) 11-27; J. D. McClelland, J. K. Horowitz, The Cost of Water Pollution Regulation in the Pulp and Paper Industry, Land Economics 75 (1999) 220-232.
[34] Un análisis de costos de capital relacionado con las plantas de producción de celulosa puede verse en http://www.tappsa.co.za/archive/APPW2002/Title/Pulp_and_paper_facilities/pulp_and_paper_facilities.html
[35] M. Mansfield, V. Böhmer, THE USE OF COMPUTER SIMULATION TO FIND EFFLUENT TREATMENT AND RECIRCULATION SOLUTIONS FOR SAPPI PULP AND PAPER MILLS, Affrican Pulp and Paper Week, Durban, 8-11/11/2002.
[36] Botnia Euca: Preliminary agreements discusses, Botnia Echo Magazine, 1-2006,
http://www.botnia.com/default.asp?path=1;66;79;80;1099;1280
[37] Ver, por ejemplo, http://www.tekes.fi/eng/news/uutis_tiedot.asp?id=2429&paluu= o
http://www.norway.org.uk/policy/news/nordicforestry.htm
[38] G. A. Smook, Handbook for Pulp and Paper Technologists, 3rd Ed. (véase la tabla de contenidos por ejemplo acá http://www.tappi.org/oldtappi/content/pdf/bookstore/0202smook.pdf ); G. A. Smook, Handbook of Pulp & Paper Terminology: A Guide to Industrial and Technological Usage, Second Edition, Angus Wilde Pub. 2001; J. P. Casey, Pulp and Paper (Vol 3, also Vols 2 & 1), Wiley-Intersciende 1981; J. Roberts, Chemistry of Paper, RSC, London, 1996; J. A. Clark, Pulp Technology and Treatment for Paper, M. Freeman Pub, San Francisco, 1985;
[39] Véanse las referencias históricas en http://www.museodellacarta.com/index2.html
[40] Véase por ejemplo http://freyer.fr.funpic.de/handpaper/index2.php?c=26&lang=en
[41] Como ejemplo, véase este artículo de la e-magazine de Credit Suisse http://emagazine.creditsuisse. com
/app/article/index.cfm?fuseaction=OpenArticle&aoid=125827&coid=3512&lang=EN
[42] Ver por ejemplo http://atlas.nrcan.gc.ca/site/english/maps/freshwater/consumption/industrial/1
[43] Ver http://www.abs.gov.au/AUSSTATS/[email protected]/
mediareleasesbyCatalogue/CF764A3639384FDCCA257233007975B7?OpenDocument
[44] Global water consumption, http://www.alhekma.com/challenge2020/global%20water%20consumption.htm
[45] Datos tomados para Australia de http://www.deh.gov.au/soe/2006/publications/drs/indicator/334/index.html
[46] Véase los capítulos 4, 6 y 8 del EIA de Botnia en http://www.botnia.com/es/default.asp?path=284,292,598,639
[47] Integrated Pollution Prevention and Control (IPPC) Reference Document on Best Available Technologies (BREF) in Pulp and Paper Industry, European Commission, EIPPCB, Diciembre 2001, IPPC-BAT; Integrated Pollution Prevention and Control (IPPC) Reference Document on the General Principles of Monitoring, Organismo Europeo de Control Integrado de la Polución, Instituto de Estudios Tecnológicos Prospectivos, Julio 2003, http://eippcb.jrc.es
[48] Resource Planning and Development Commission (RPDC), “Development of new environmental emission limit guidelines for any new bleached eucalypt kraft pulp mill in Tasmania”, Informe final, Agosto de 2004,
http://www.rpdc.tas.gov.au/BEKM/pages/bekm_final_report.htm
[49] Por ejemplo, http://www.eldebate.com.ar/modules.php?name=Reviews&rop=showcontent&id=298
[50] [http://english.forestindustries.fi/figures/figures.html?lang=en&pic=kuormit2
[51] Ver http://www.qfic.qc.ca/imports/_uploaded/environment_performance.pdf
[52] G. Amendola, D. Barna, R. Blosser, L. LaFleur, A. McBride, Occurrence and Fate of PCDDs and PCDFs in Five Bleached Kraft Pulp and Paper Mills, Chemosphere 18 (1989) 1181-1188; D. W. Kuehl, B.C. Butterworth, W.M. Devita, C.P. Sauer, Environmental contamination by polychlorinated dibenzo-p-dioxins and dibenzofurans associated with pulp and paper mill discharge, Biological Mass Spectrometry 14 (2005) 443-447.
[53] Sitio de la Comisión Administradora del Río Uruguay, http://www.caru.org.uy/
[54] Véase el capítulo 5 del EIA de Botnia donde se describen en detalle las características del ambiente receptor. El Río Uruguay tiene un caudal promedio de 6.231 m3/s (promedio en 20 años) frente a 800 m3/s del Elba. El caudal mínimo histórico fue de 500 m3/s.
[55] Invitación abierta a visitor la planta de Botnia en Joutseno, Finlandia,
http://www.botnia.com/es/default.asp?path=284;292;439;440;1093;1357
[56] Río Vuoksi, descarga del Lago Saimaa http://www.koulut.imatra.fi/yhtlukio/suomi/vuoksi/river_vuoksi_sivu2.htm
[57] www.ence.es
http://www.portucelsoporcel.com/
http://www.afocel.com/English/ForetCultiveeEucalyptus.htm
http://www.sodra.com/visasida.asp?idnr=alsNfBB3DepKaZzgm5StbXWNZEGG3j7RWPGVJBREHN47mOBMQhr
25NJJ8HhJ&size=1024 http://www.k-f-l.co.uk/our_people.htm ver Wisaforest
[58] A. F. A. Wallis, R. H. Wearne, Analysis of resin in eucalyptus woods and pulps, Appita J. 52 (1999) 295-299.
[59] L. Meuller, Ch. Blom, L. Holtinger, N. Fujiwara, ECF bleaching of Softwood and Eucalyptus Pulps – a Comparative Study, http://www.celuloseonline.com.br/imagembank/Docs/DocBank/dc/dc100.pdf, Fig. 15; J. A. Zender, T. R. Stuthridge, A. G. Langdon, A. L. Wilkins, K. L. Mackie, P. N. McFarlane, Removal and transformation of resin acids during secondary treatment at a New Zealand bleached kraft pulp and paper mill, Forest Industry Wastwaters 4 pp 105-121.
[60] K. R. Munkittrick, M. R. Servos, J. H. Carey, G. J. Van der Kraak, Environmental impacts of pulp and paper wastewater: evidence for a reduction in environmental effects at north American pulp mills since 1992. Water Sci. Technol. 35 (1997) 329-338.
[61] http://w3.upm-
kymmene.com/upm/internet/cms/upmcms.nsf/$all/4A9389B692E06AA7C125721800387D90?Open&qm=menu,5,1,0
[62] Ver http://www.regione.fvg.it/asp/comunicati/reposit/consiglio/2002/200202024006585.htm y
http://www.globalasp. it/altofriuli/tolmezzo/edicola.nsf/7414151d4820206fc1256afb003b5253/
cc601a242005aa95c1256d9c002d2caf?OpenDocument
[63] Ver http://www.eawag.ch/research_e/lim/Tagliamento/Tagliamento/page2.html
[64] International Bank for Reconstruction and Development; Environment Dept. Environmental assessment sourcebook – vol. I (World Bank technical paper; nº 139) 1991. Policies, procedures, and cross-sectorial issues. ISBN 0-8213-1843-8. International Bank for Reconstruction and Development; Environment Dept. Environmental assessment sourcebook – vol. II (World Bank technical paper; nº 140) 1991. Sectorial guidelines. ISBN 0-8213-1844-6
[65] http://eur-lex.europa.eu/LexUriServ/LexUriServ.do?uri=CELEX:51996PC0511:ES:HTML
[66] A. Durán, Política forestal y uso del suelo, http://www.retema.hc.edu.uy/Boletin/Politicas.pdf
[67] Ver Constitución de la República Oriental del Uruguay, Código de Aguas Decreto-Ley 14.859, Decreto 253/79: Normas para prevenir la contaminación ambiental mediante el control de las aguas.
[68] N. E. Astrand, S. O. Isacsson, Back pain, back abnormalities, and competing medical, psychological, and social factors as predictors of sick leave, early retirement, unemployment, labour turnover and mortality: a 22 year follow up of male employees in a Swedish pulp and paper company, Br. J. Ind. Med. 45 (1988) 387-395; E. Schwartz, A proportionate mortality ratio analysis of pulp and paper mill workers in New Hampshire, Br. J. Ind. Med. 45 (1988) 234-238;
K. Toren, S. Hagberg, H. Westberg, Health effects of working in pulp and paper mills: exposure, obstructive airways diseases, hypersensitivity reactions, and cardiovascular diseases, Am. J. Ind. Med. 29 (1996) 111-122; P. R. Band, N. D. Le, R. Fang, W. J. Threlfall, G. Astrakianakis, J. T. L. Anderson, A. Keefe, D. Krewski, Cohort Mortality Study of Pulp and Paper Mill Workers in British Columbia, Canada, Am. J. Epidemiology 146 (1997) 186-194; T imo Kauppinen, Kay Teschke, Anja Savela, Manolis Kogevinas, Paolo Boffetta, International data base of expore measurements in the pulp, paper and paper product industries, International Archives of Occupational and Environmental Health 70 (1997) 119-127.
[69] http://www.pops.int/documents/convtext/convtext_sp.pdf
[70] Argentina (http://www2.medioambiente.gov.ar/sustancias_quimicas/inventario_dioxinas_furanos/default.htm),
Uruguay (http://www.nip.gub.uy/area.php),
Finlandia (http://www.environment.fi/download.asp?contentid=13512&lan=en),
Dinamarca (http://www2.dmu.dk/Pub/FR602.pdf),
Europa (http://www.ingentaconnect.com/content/els/00456535/2004/00000054/00000009/art00251),
Nueva Zelandia (http://www.mfe.govt.nz/publications/hazardous/dioxin-emissions-inventory-mar00.pdf),
US (http://www.epa.gov/NCEA/pdfs/dioxin/dioxin.pdf),
General (http://www.noharm.org/details.cfm?type=document&id=1249)
[71] Villalonga, J.C. et al., Presente y Futuro de la Industria de la Celulosa en la Región, Greenpeace, 2006, p. 21.
[72] http://www.dinama.gub.uy/descargas/resoluciones/RM342_2003.pdf
http://www.dinama.gub.uy/descargas/resoluciones/RM63_2005.pdf
[73] http://www.fscinfo. org/english/resfme.asp?client=&Certifier=&Category=+%28all%29+&client
+ID=&Country=Uruguay&continent=&species=&tenure=&Ord erBy=%5BCLIENT+NAME%5D
[74] http://www.spf.com.uy/index.asp?p=desarrollo&s=medioambiente
[75] Brussa, C.A., Eucalyptus, Editorial Hemisferio Sur, Montevideo, 1994.
[76] Moreno, FP, Explorations in Patagonia, The Geographical Journal 1899. Frenguelli, J., Restos del género “Eucalyptus” en el Mioceno del Neuquén, Notas del Museo, Universidad Nacional de Eva Perón, (La Plata), Argentina, 1953 Gandolfo, M., Gonzalez, C., Zamaloa, M., Cuneo, N., Wilf, P. Eucalyptus (Myrtaceae) macrofossils from the early Eocene of Patagonia, Argentina. Botany Conference 2006.
[77] Martino D.L., Bennadji, Z., Fossatti, A., Pagliano, D., Van Hoff, E., La forestación con eucaliptos en Uruguay: su impacto sobre los recursos naturales y el ambiente. Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria, La Estanzuela, Uruguay, 1997.
Por: Ing. Quím. Walter Isabella
Dr. Mario R. Féliz
Dr. Oscar N. Ventura
Lic. Luis Anastasía
Ing. Ind. Agustín Viale
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