Misiones ante la crisis energética nacional

En el contexto actual lamentablemente cobran relevancia las fundamentadas opiniones vertidas por quien suscribe, desde mediados de la década del ’70, referentes a la temática energética provincial de Misiones, analizada como parte indisoluble del Sector Energético Nacional; en las que advertía sobre futuras crisis energéticas.

Varias veces hice mención a la crucial importancia de poseer en el territorio provincial las fuentes de generación que sean capaces de abastecer nuestro propio consumo; lo cual tiene relevancia por una sumatoria de factores significativos.

Geopolíticamente es muy importante poseer capacidad de autogeneración dentro de la propia provincia, mucho más si esa generación se basa en una fuente renovable, no contaminante y de bajo costo por KWh, como es la hidroelectricidad.

De ningún modo es lo mismo tener instaladas usinas termoeléctricas, pues Misiones ya padeció el calvario de depender del suministro de combustibles provistos desde San Lorenzo (Santa Fe), con todas sus secuelas de incertidumbres, vaivenes de los precios del petróleo, dependencia de las flotas de camiones cisterna, costos del flete que sumaban entre el 30 % al 35 % a los precios de los combustibles, altos niveles de polución, etc.

Respecto al Sistema Interconectado Nacional, Misiones es “punta de línea”, lo que vuelve técnicamente más vulnerable a la conexión, al carecerse de anillados o mallados de redes que provean conexiones alternativas –del SADI- ante cualquier contingencia.

Las repercusiones políticas y mediáticas de un corte de electricidad en Misiones –así abarque ciudades enteras, como recientemente sucedió con Eldorado, Iguazú, Montecarlo y aledaños- son siempre muchos menores que una pequeña falencia o baja de tensión en un barrio porteño o del Conurbano Bonaerense. Por ello lamentablemente es previsible ante un colapso del SADI que se opte por interrumpir la provisión de energía a las provincias política y económicamente marginales, como Misiones.

La seguridad en el suministro eléctrico será un poderoso imán para atraer inversiones industriales y de infraestructura turística; motivo por el cual es crucial contar con potencia instalada y capacidad de generación propias y suficientes.

Hace pocos meses se expresó que los problemas de abastecimiento eléctrico de Misiones estarían resueltos por una década, con la terminación de la estación transformadora de alta tensión que recibe el fluido desde Yacyretá y el resto del SADI.. Pero eso constituye un grave error de apreciación, dadas las serias carencias del SADI que la actual crisis eléctrica puso al desnudo. ¡Es como pretender tener la garantía financiera que pueda dar un concursado al borde de la quiebra!

Pero más allá de la crisis eléctrica nacional, esta provincia tiene características y potencialidades singulares, que requieren ser conocidas en profundidad y aprovechadas con criterio de grandeza, para que sirvan de imprescindible sustento para el desarrollo socio económico provincial.

Sin negar la innegable seriedad de la situación energética nacional y de sus repercusiones de corto plazo en Misiones, nuestra provincia posee sin ninguna duda los enormes recursos potenciales propios (en ríos interiores) como para que a partir del exiguo lapso de tres a cuatro años podamos suplir los eventuales “baches” del suministro eléctrico proveniente del SADI (Sistema Argentino de Interconexión) e incluso que podamos aliviar parcialmente los requerimientos del mismo. Esto último por el doble efecto de dejar de ser compradores de electricidad y revirtiéndose la situación a vendedores del vital fluido.

Todo ello más el enorme potencial de las grandes obras binacionales que sin duda deben ser construidas, por sus bajos costos por KWh, sus economías ambientales y para disminuir la dependencia argentina de los hidrocarburos.

Cuesta entender por que en Misiones no se han alzado aún múltiples voces de dirigentes, profesionales, intelectuales y personas interesadas en el bien común, para reflotar los múltiples proyectos de centrales hidroeléctricas, varias de ellas con los estudios técnicos terminados; cuya importancia la actual crisis energética argentina ha repotenciado significativamente.

Parecería que en el exiguo lapso histórico de tres décadas y media, la amnesia general se ha apoderado de las mentes pensantes de Misiones, y que incluso la propia Facultad de Ingeniería de la UNaM siga casi totalmente encerrada en la pequeñez de las Microcentrales Hidroeléctricas, dejando de lado no solo el conocimiento de los mega proyectos binacionales, sino también en general los proyectos de mediano y gran porte que pueden construirse en cursos de agua interiores de la Provincia.

¿O será que esa “amnesia” solo desaparece cuando una idea deja de ser “políticamente incorrecta”, dependiendo su “corrección” o “incorrección” de avatares políticos muchas veces huérfanos no solo de sustento técnico, sino también –mucho más grave- de un claro sentido de grandeza nacional?

Debe recordarse que en los años ’60 y ’70 la Provincia de Misiones, por intermedio de la Dirección General de Construcciones Eléctricas, contrató los estudios de los proyectos hidroeléctricos llamados Piray Guazú 1, 2 y 3; Piray Miní 1 y 5; Saltito 3; la Cooperativa de Luz y Fuerza de Libertador General San Martín Ltda..(con sede en Puerto Rico) encargó el anteproyecto del Garuhapé; mientras que la CELO (Oberá) avanzó con el proyecto de Arroyo Del Medio; y la CE de Monte Carlo Limitada encargó estudios de proyectos hidroeléctricos en el Paranay y el Tarumá.

La DGCE fue posteriormente transformada en EDEMSE, para finalmente fusionarse con EMSA (Electricidad de Misiones S.A.), por lo que todos los antecedentes técnicos, muestras de suelo, etc. de los proyectos hidroeléctricos fueron transferidos a propiedad de EMSA.

Efectuada una consulta escrita formal a EMSA, por vía telefónica se me informó que todos esos antecedentes no existen actualmente , por lo que cabe suponer que literalmente los papeles hayan sido devorados por las ratas y cucarachas en el viejo taller (junto a la Usina Sulzer) donde se encontraban por última vez en la DGCE.

Dichos proyectos costaron en su momento sumas importantes, por lo que su inexplicable pérdida afecta al patrimonio provincial. Al respecto es ilustrativo recordar que por largos años el tema hidroeléctrico fue “opinión políticamente incorrecta” en Misiones, a partir de la campaña tendenciosa y falaz que desembocó en el vergonzoso plebiscito de 1996, en el que se engañó sistemáticamente al pueblo votante con una campaña maliciosa y plagada de errores y falacias.

Sin embargo todos o casi todos esos estudios bien pueden recuperarse si se requiriese copia a las consultoras que los realizaron. ¿Por qué no se toma esa iniciativa? Tal vez por desconocimiento de los actuales conductores del Sector Eléctrico en Misiones.

Adicionalmente existe un reciente estudio cuya concreción permitirá triplicar la producción de Urugua-Í, mediante una interesante obra compuesta básicamente por un túnel, que puede terminarse en menos de cuatro años.

Es interesante señalar que al ocurrir el reciente gran apagón en Eldorado (3º ciudad de Misiones) aparentemente nadie pensó que está rodeada por los ríos Piray Guazú y Piray Miní, los mismos que poseen varios proyectos totalmente estudiados, de los que uno solo de ellos construido y funcionando hubiese solucionado el lamentable percance del servicio eléctrico.

Por otra parte, en este momento se están impulsando en varias provincias diversas ampliaciones o nuevas usinas de mediana y baja potencia, las que sumarán 1.400 MW al SADI –además de las dos mega centrales térmicas de Campana y San Nicolás, y de la nuclear Atucha 2-, como forma de paliar la crisis; siendo varios de esos proyectos termoeléctricos, por lo que al aumentar el consumo agravarán la crisis de faltante de gas natural de nuestro país.

En Misiones, los proyectos ya existentes –todo ellos hidroeléctricos (energía limpia, renovable y que lógicamente no afectará nuestras escasas reservas de hidrocarburos)- suman 254 MW, con una capacidad media de generación de 831GWh año.

Y el potencial total de nuestros cursos de agua interiores se estima entre 720 MW a 1.500 MW.

Misiones atesora un enorme potencial hidroeléctrico –el oro blanco energético- pero semejante riqueza parece oculta por las brumas del desconocimiento, de la vocinglería hueca del ecologismo fundamentalista (que ahora se calla, pues es lógico que sus “soluciones” eólicas y solares son meras quimeras inconsistentes), y postergada por las marchas y contramarchas que resultan de la inexistencia de un Proyecto de Desarrollo Provincial de largo plazo, con carácter de Política de Estado.

¡Menos mal que los sectores ultraecologistas no lograron hacer aprobar en Misiones una absurda e incoherente ley antirrepresas, copia del engendro fogoneado en la anterior administración de Busti en Entre Ríos, que tuvo el “logro” de impedir -hasta ahora- la tan necesaria construcción de Paraná Medio!

Por: Carlos Andrés Ortiz,
Ex Docente – Investigador
Facultad de Ciencias Económicas, U.Na.M,
Especialista en Gestión de Producción y Ambiente
Cursante de la Maestría en Gestión de la Energía