El Riachuelo mata en silencio
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- El 30 agosto, 2007
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Riachuelo significa río chico. Pero el Riachuelo que recorre 65 km de la Capital y el conurbano es un largo río de basura, chatarra y desperdicios tóxicos que configura un cuadro de desastre ecológico, con peligro para la salud de millones de personas.
UN PROBLEMA DE TODOS
El 15 % de la población argentina vive en la cuenca del río Matanza Riachuelo de la Provincia de Buenos Aires. Son casi 5 millones las personas en riesgo sanitario por la contaminación del aire, tierra y agua. En diez años serán 500 mil más.
UN POCO DE HISTORIA
Las promesas de descontaminación llegaron con la Primera Junta, que en 1811 se comprometió a limpiarlo, a un año de que se hubieran instalado las primeras curtiembres, mataderos y saladeros en el Riachuelo, que antes de cruzar el puente La Noria se llama río Matanza, precisamente en honor a esa actividad. No se cumplió. Desde entonces, hubo varios anuncios más en el mismo sentido e igualmente frustrados.
Once años después del anuncio de la Primera Junta, la sangre y los restos de los animales mezclados con el sebo daban un color y un olor que caracterizaban a toda la zona de influencia. Esa fue una de las razones para que, en 1822, se dictara el primer decreto que prohibía la instalación de ese tipo de industrias. No se cumplió.
Medio siglo pasó y la situación empeoró. En 1871, la Cámara de Diputados bonaerense se comprometió a canalizar y limpiar el Riachuelo. Y recordó la prohibición de instalar curtiembres y fábricas de jabón a orillas del río. Pese a que la contaminación fue señalada como una causa de la epidemia de fiebre amarilla en la ciudad, la ley no se cumplió. Cuatro años después se sancionó una norma que volvió a permitir la instalación de las industrias.
Al río se lo alimentaba, mientras tanto, con desperdicios de las 22 jurisdicciones que influyen en la cuenca. Era una vía de comercio, pero su geografía no ayudaba. Sólo en 1913 el Congreso destinó 1.500.000 pesos para obras de rectificación y ensanche del curso. Sin embargo, en 1982, ciento setenta y un años después, todavía no se había terminado la rectificación.
Los trabajos de saneamiento, desde ese momento, quedaron a cargo de la Ceamse, que había sido creada en 1980. Y, tras los sucesivos cambios de moneda, la inversión había trepado a los 21.000 millones de pesos, aportados en partes iguales por la Capital y por la provincia de Buenos Aires.
Once años más tarde, en la Secretaría de Recursos Naturales, encabezada por Alsogaray, la osadía fue más allá: “En 1000 días en las aguas del Riachuelo podremos bañarnos”, dijeron. Se creó un comité ejecutivo para el saneamiento de la cuenca y se adjudicó a un consorcio privado la elaboración de un Plan de Saneamiento Integral.
En 1995, los 1000 días habían pasado, pero la actividad continuaba: se creó el Comité Ejecutor del Plan y empezó a tramitarse un préstamo internacional. Dos años después, el BID aprobó el crédito por 250 millones de pesos/dólares. Los otros 250 millones tenían que ponerlos la Nación, la provincia de Buenos Aires y la Ciudad.
Después llegaron el corralito, la emergencia económica y el default. Los intereses punitorios por no usar el crédito de fomento superaron los 6.000.000 de dólares. Y US$ 150 millones de ese préstamo se redireccionaron al área de Desarrollo Social. Hoy el Comité de Cuenca funciona, pero realiza pocas obras. Se espera una definición del BID sobre el dinero restante, unos 50 millones de dólares, e intentan reformular otros 100 millones.
Cada día se vuelcan al río 368 mil metros cúbicos de aguas servidas,y más de 88 mil metros cúbicos de residuos industriales. Los basurales que tienen varios años de historia acumulan basura en cavas, que filtran hasta la segunda y tercera napa de agua subterránea. El río también se alimenta de la basura que depositan los habitantes de la cuenca y la que arrojan los basurales clandestinos.
Este desastre ecológico lleva 200 años sin solución, y no sólo es un problema de los pobres.
Nadie que viva en la cuenca o cerca de ella queda exento de sus consecuencias que pueden conducir a la muerte.
Los especialistas indican que los efectos del Riachuelo alcanzan hasta la zona sur del Gran Buenos Aires enBerazategui y la localidad de Moreno al oeste de la provincia.
Cáncer, cianosis, retraso mental, alteraciones neurológicas, abortos espontáneos, hepatitis, pérdida del olfato, dengue, leptospirosis y hantavirus son algunos de los efectos y enfermedades que se contraen en la zonapor la confluencia de químicos, hidrocarburos, aguas servidas y gases tóxicos.
¿CÓMO SE MIDE LA CONTAMINACIÓN?
Un indicador que se utiliza es la cantidad de oxígeno disuelto en el agua. Sin su presencia, sólo pueden vivir unas bacterias llamadas anaeróbicas, que precisamente, se desarrollan sin necesidad de oxígeno. En un río limpio los valores están entre los 8 y los 12 miligramos por litro. Y menos de 5 es considerado intolerable. En la desembocadura del Riachuelo se registran valores cero.
Para medir la cantidad de aguas servidas de origen doméstico o industrial, se toma la cantidad de oxígeno que se consume para oxidar la materia orgánica en las aguas. El valor normal se ubica debajo de los 3 miligramos por litro. En el Riachuelo se detectaron valores de 26,2.
“No es exagerado pensar que estamos frente a un riesgo de catástrofe ambiental de inimaginables consecuencias. Es el peor desastre ecológico del país”
NI INOLORA, NI INSABORA, NI INSÍPIDA
Lo que menos tiene el Riachuelo es agua. La sustancia viscosa y negra de su cauce es un compuesto de líquidos industriales y aguas servidas.
La capacidad natural del río de autodepurarse se ve superada por la cantidad de vertidos.
El Riachuelo tiene concentraciones de mercurio, zinc, plomo y cromo 50 veces superiores a los niveles máximos permitidos.
El río nunca se dejó de contaminar desde el siglo XIX hasta la fecha y es uno de los cursos más afectados del mundo.
Hay en la cuenca cerca de 100 basurales, un polo petroquímico con casi 50 empresas, y 88 embarcaciones abandonadas o hundidas.
En sus límites comienza el relleno sanitario de la CEAMSE de donde emanan los gases de la putrefacción del suelo.
La contaminación se filtra por las cloacas, las napas subterráneas y el aire
Según la asociación Vecinos de La Boca, el 25 % de la contaminación son vuelcos industriales y el 75 % restante es producto de aguas servidas por el incremento de villas miseria en la ribera del río.
La diferencia entre los desechos domiciliaros y los industriales es que los primeros son biodegradables mientras que los otros se acumulan y no se degradan. Ya no hay vida. No existen especies vegetales y animales en el Riachuelo. De esta forma se deteriora todo el sistema ecológico”.
COMPROMISOS QUE HACEN AGUA
De acuerdo a un informe del ETOSS, Aguas Argentinas no realizó inversiones por mil millones de dólares.
Por ello, 800 mil personas hoy no tienen agua potable y más de 1 millón están sin cloacas en Buenos Aires.
El mismo informe señaló que Aguas Argentinas, amparada en la ley de emergencia económica número 25.561, frenó el plan de saneamiento integral que la obligaba a construir cuatro plantas depuradoras.
De acuerdo al Comité Ejecutor, de las 3076 empresas que hay en la cuenca, sólo 65 son responsables del 80 % de la contaminación industrial.
Sin embargo, hay quienes sugieren que existe un pacto de confidencialidad que otorga anonimato a los responsables del desastre.
Nunca se puso en práctica la política de vertido cero que implicaría el cierre de todas las bocas contaminantes para que las aguas comiencen a autodepurarse en forma natural.
Antonio Brailovsky ex defensor del pueblo de la Ciudad de Buenos Aires:
Hasta ahora con respecto al Riachuelo no se ha hecho nada. La última actuación eficaz para limpiar el Riachuelo con resultados reales y una actitud seria fue la que se tomó en 1871durante la presidencia de Sarmiento, momento en que efectivamente se limpió el Riachuelo y se logró erradicar las industrias contaminantes.
4000 DÍAS NO ES NADA
Hasta el momento ninguno de los 22 organismos con injerencia en la cuenca se encargó del problema, alegando falta de poder de policía, entre otras cosas.
El 3 de enero de 1993, María Julia Alsogaray hizo célebre su promesa de que en 1.000 días los ciudadanos podrían disfrutar de la costa del río, tomar mate e incluso, nadar en sus aguas. Obviamente el saneamiento es un proceso que llevaría por lo menos dos décadas. De los más de 37 millones que utilizó la gestión de Alsogaray, sólo el 5% fue destinado a obras, que consistieron casi exclusivamente en la remoción de cascos hundidos.
En 1995 se creó el Comité Ejecutor Matanza-Riachuelo para el saneamiento del río. El Comité Ejecutor recibió un préstamo del BID de 250 millones de dólares para cumplir su objetivo.
Pero por un acuerdo con el Estado Argentino U$S 150 millones fueron reasignados para pagar planes sociales durante la presidencia de Eduardo Duhalde. De los fondos restantes, el Comité sólo recibió 7 millones: 6 millones se utilizaron en consultorías y 1 millón en obras de drenaje.
Además, el Estado argentino debió pagar 6 millones de intereses punitorios por no utilizar el dinero. En enero de 2004 transcurrieron 4.000 días de la promesa de María Julia Alsogaray. Y las aguas del Riachuelo están peor que nunca.
SIN BUENOS AIRES
El aire es un medio de contaminación aún más directo que el agua.
El polo petroquímico es el punto más sensible por donde entra el 80% de los productos químicos que llegan al país.
Allí, cerca de 20 empresas manipulan sustancias tóxicas.
En un año hubo 481 denuncias efectuadas mayormente por los vecinos de la zona aunque ninguna tuvo condena.
Dr. Enzo Baccaro Subsecretario de salud de la Municipalidad de Avellaneda:
Yo digo que respirar contamina. En mi caso, tengo mis ojos con una conjuntivitis crónica. Estuve vagando por distintos hospitales hasta que se me ocurrió determinar si tenía tolueno en sangre.
Tengo tolueno en la sangre, y sí provoca conjuntivitis crónica. ¿Qué otros síntomas me puede estar provocando? Lo desconozco.
Son comunes en Dock Sud las enfermedades respiratorias, neurológicas y dermatológicas que se contraen. Y los niños son las principales víctimas. En esa zona, el municipio detectó que un 50 por ciento de los chicos de 7 a 11 años tienen plomo en la sangre, mayormente en un barrio conocido como Villa Inflamable. Esta fue la conclusión de JICA, la Agencia de Cooperación Internacional del Japón en Argentina que estudió a los niños de la zona.
Las empresas dicen que no contaminan más allá de los límites estipulados, pero los estudios de JICA, demostraron que en la zona hay niños con niveles de cromo y plomo hasta 5 veces superiores a los valores considerados normales.
VERDADES DE UN SISTEMA INSALUBRE
Las víctimas de este paradigma argentino de la corrupción mueren en silencio. Los efectos en la salud se manifiestan en incontables formas, y los profesionales no están preparados para discriminar cuándo un infarto, un aborto espontáneo, o una leucemia, tienen su origen en el drama del Matanza Riachuelo. La infraestructura de los hospitales también es deficiente. No hay unidades toxicológicas en toda la cuenca a pesar de que en la zona muere el doble de niños que en el resto de la Provincia de Buenos Aires. La bomba ambiental que mata silenciosamente está dejando de tener fronteras, como si el Riachuelo hubiera comenzado a devolver al hombre parte del daño que ha sufrido durante los últimos 200 años.
Por: Cinthia González
Prof. de Educación Física
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