Alerta por ola de calor
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- El 16 febrero, 2023
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En época estival es habitual que el Servicio Meteorológico Nacional alerte sobre las olas de calor. Es importante conocer que dichos fenómenos de origen natural, pueden tener un impacto sobre la salud de las personas. De acuerdo a la Nota técnica SMN 2018-50 (http://repositorio.smn.gob.ar/bitstream/handle/20.500.12160/772/Nota_Tecnica2018-50_SMN.pdf?sequence=4&isAllowed=y):
Las personas que presentan mayor vulnerabilidad frente a las olas de calor son los adultos mayores, los niños, los enfermos crónicos y las personas que trabajan en ambientes expuestos (D’Ippoliti y otros, 2010; McGregor y otros, 2015). Estudios realizados en Europa y Estados Unidos pusieron de manifiesto el incremento en las hospitalizaciones y en la mortalidad por todas las causas durante olas de calor, con incrementos en el riesgo relativo en enfermedades cardiovasculares, cerebrovasculares, respiratorias, enfermedad renal y fallo renal agudo (D’Ippoliti y otros, 2010; Smith y otros, 2014; McGeehin y otros, 2001). Aunque todos los individuos están potencialmente expuestos a la ola de calor, los niveles de riesgo pueden ser modificados por otros factores tales como vivir en grandes ciudades, condiciones socioeconómicas, género, comportamiento e incluso el consumo de fármacos (McGeehin y otros, 2001; McGregor y otros,2015).
El SMN define a la ola de calor al periodo de días en que “las temperaturas máximas y mínimas igualan o superan n, por lo menos durante 3 días consecutivos y en forma simultánea, el percentil 90, calculado a partir de los datos diarios durante los meses de octubre a marzo (semestre cálido en el hemisferio sur) del período 1961-2010”
El sistema de alertas tempranas del SMN clasifica la situación de riesgo en relación a las olas de calor en cuatro categorías.
Es importante que Ud. puede conocer la existencia de las alertas en la siguiente dirección, https://www.smn.gob.ar/sistema_alerta_temprana_ola_calor_y_salud
Por otra parte en la dirección, https://www.argentina.gob.ar/salud/desastres/cuidados-oladecalor, encontrará algunas recomendaciones generales para la salud, entre ellas es de destacar las siguientes:
- En lugares cerrados (casa, trabajo, otro):
- Hidratate, tomá agua con mayor frecuencia (aún cuando no sientas sed). Procurá siempre consumir agua segura.
- Evitá bebidas con cafeína o con azúcar en exceso, muy fría o muy calientes.
- Preferí consumir frutas y verduras y evitá las comidas abundantes.
- No realices actividad física intensa.
- Prestá atención a signos de alerta como: sed intensa y sequedad en la boca, temperatura mayor a 39º C, sudoración excesiva, sensación de calor sofocante, piel seca, agotamiento, mareos o desmayo, dolores de estómago, falta de apetito, náuseas o vómitos, dolores de cabeza, entre otros.
- En los bebés, es importante asegurarse de que la piel no se encuentre muy irritada por el sudor en el cuello, pecho, axilas, pliegues del codo y la zona del pañal.
- Ante la aparición de alguno/s de esto/s síntomas, acudí sin demora al hospital o centro de salud más cercano.
- Para el cuidado de tu salud en la vía pública:
- evitá la exposición directa al sol en los horarios de mayor temperatura (de 10 a 16 horas), en especial de los bebés y niños pequeños.
- Además, utilizá protección solar. Mantenete hidratado, consumí agua segura con mayor frecuencia (aun cuando no sientas sed).
Finalmente, es importante conocer que esta situación puede sumarse a las condiciones ambientales de su empresa, especialmente si existen en su establecimiento fuentes que aumenten el calor o la humedad. En el caso de la exposición a estrés térmico, el Decreto 351/79 establece una serie de acciones para evaluarlo, como así también de medidas a tomar. De acuerdo con el mencionado Decreto, el estrés térmico es “es la carga neta de calor a la que un trabajador puede estar expuesto como consecuencia de las contribuciones combinadas del gasto energético del trabajo, de los factores ambientales (es decir, la temperatura del aire, la humedad, el movimiento del aire y el intercambio del calor radiante) y de los requisitos de la ropa. Un estrés térmico medio o moderado puede causar malestar y puede afectar de forma adversa a la realización del trabajo y la seguridad, pero no es perjudicial para la salud. A medida que el estrés térmico se aproxima a los límites de tolerancia humana, aumenta el riesgo de los trastornos relacionados con el calor.”
El mencionado Decreto establece una serie de medidas para restringir la tensión térmica:
“El control de los signos y síntomas de los trabajadores estresados por el calor es una buena práctica de la higiene industrial, especialmente cuando la ropa de trabajo puede disminuir la eliminación del calor significativamente. Con fines de vigilancia, cuando un prototipo de trabajadores excede los límites, es un índice de la necesidad de controlar las exposiciones. Sobre una base individual, los límites representan el tiempo de cese de una exposición hasta que la recuperación es completa.
La tensión térmica excesiva puede estar marcada por una o más de las medidas siguientes, debiendo suspenderse la exposición individual a ésta cuando ocurra alguna de las situaciones que se indican:
- Mantenimiento (durante varios minutos) del pulso cardíaco por encima de 180 pulsaciones por minuto, restada la edad en años del individuo (180 – edad) para personas con una valoración normal de la función cardíaca, o
- La temperatura corporal interna sea superior a los 38,5ºC (101,3ºF) para el personal seleccionado médicamente y aclimatado o superior a los 38ºC (100,4ºF) para los trabajadores no seleccionados y sin aclimatar, o
- La recuperación del pulso cardíaco en un minuto después de un trabajo con esfuerzo máximo es superior a las 110 pulsaciones por minuto, o
- Hay síntomas de fatiga fuerte y repentina, náuseas, vértigo o mareos.
- Un individuo puede estar en mayor riesgo si:
- Mantiene una sudoración profusa durante horas, o
- La pérdida de peso en una jornada laboral es superior al 1,5% del peso corporal, o
- La excreción urinaria de sodio en 24 horas es inferior a 50 mmoles.
Si un trabajador parece estar desorientado o confuso, o sufre una irritabilidad inexplicable, malestar o síntomas parecidos al de la gripe, debe ser retirado a un lugar de descanso fresco con circulación rápida de aire y permanecer en observaciones por personal cualificado. Puede ser necesario una atención inmediata de emergencia. Si la sudoración se interrumpe y la piel se vuelve caliente y seca, es esencial una atención de emergencia inmediata, seguida de la hospitalización.”
Además de ello, el mismo Decreto, menciona algunas pautas para gestionar el estrés térmico:
- Controles Generales
- Dar instrucciones verbales y escritas exactas, programas de adiestramiento frecuentes y demás información acerca del estrés térmico y la tensión térmica.
- Fomentar beber pequeños volúmenes (aproximadamente un vaso) de agua fría, paladeándola, cada 20 minutos.
- Permitir la autolimitación de las exposiciones y fomentar la observación, con la participación del trabajador, de la detección de los signos y síntomas de la tensión térmica en los demás.
- Aconsejar y controlar a aquellos trabajadores que estén con medicación que pueda afectar a la normalidad cardiovascular, a la tensión sanguínea, a la regulación de la temperatura corporal, a las funciones renal o de las glándulas sudoríparas, y a aquellos que abusen o estén recuperándose del abuso del alcohol o de otras intoxicaciones.
- Fomentar estilos de vida sana, peso corporal ideal y el equilibrio de los electrolitos.
- Modificar las expectativas para aquellos que vuelven al trabajo después de no haber estado expuestos al calor, y fomentar el consumo de alimentos salados (con la aprobación del médico en caso de estar con una dieta restringida en sal).
- Considerar previamente la selección médica para identificar a los que sean susceptibles al daño sistémico por el calor.
- Controles de trabajo específicos
- Considerar entre otros, los controles de ingeniería que reducen el gasto energético, proporcionan la circulación general del aire, reducen los procesos de calor y de liberación del vapor de agua y apantallan las fuentes de calor radiante.
- Considerar los controles administrativos que den tiempos de exposición aceptables, permitir la recuperación suficiente y limitar la tensión fisiológica.
- Considerar la protección personal que está demostrado que es eficaz para las prácticas del trabajo y las condiciones de ubicación.
- No desatender NUNCA los signos o síntomas de las alteraciones relacionadas con el calor.
Finalmente, es recomendable consultar a su médico laboral, para que este pueda evaluar las situaciones concretas de los trabajadores de su establecimiento, en conocimiento, que las recomendaciones presentes en el presente informe surgidas de la legislación actual y de otras fuentes de información oficiales, establecen límites en los que se supone que la mayoría de los trabajadores no están afectados, sin embargo un pequeño número puede verse afectado en condiciones por debajo de estos.
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