Vibraciones – 2º parte
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- El 1 enero, 2000
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Control y prevención
Los criterios fundamentales de prevención de los efectos causados por las vibraciones se basan fundamentalmente en la medición de las vibraciones transmitidas al cuerpo expuesto.
Para ello se utiliza un acelerómetro piezoeléctrico o vibrómetro. En la siguiente figura se muestra un esquema del mismo.
Consiste en un transductor que registra la onda vibratoria y suministra una salida eléctrica que es proporcional a la aceleración aplicada. Además puede establecer la intensidad de la vibración así como la frecuencia.
La medición de la vibración transmitida al cuerpo se lleva a cabo teniendo en cuenta el punto de contacto entre el elemento vibrante y el cuerpo (empuñadura, asiento o piso).
La normativa aplicable que establece los parámetros de comparación en nuestro país se encuentran establecidos en la Ley Nacional de Higiene y Seguridad en el Trabajo en el Capítulo 13, Ruidos y Vibraciones, Anexo V, Item 10- Vibraciones. Se establece como límite la aceleración longitudinal de la vibración en función de la frecuencia y el tiempo de exposición, de acuerdo a un gráfico de ejes. Las unidades de medida de los límites de exposición (aceleración longitudinal) se expresan en g, aceleración de la gravedad o m/s2).
Cuando no es posible medir con precisión la frecuencia de las vibraciones se considera como valor máximo 0,1 g para 8 horas de exposición y un máximo de 1 g para un minuto diario de exposición (g es la aceleración de la gravedad).
Este cuadro de ejes es igual al publicado por la norma ISO 2.631-1 de 1985. Esta norma trata esencialmente las vibraciones transmitidas al conjunto del cuerpo por la superficie de apoyo, que pueden ser los pies, en individuos que se encuentren de pie o la pelvis, para aquellos que estén sentados. Esta clase de vibraciones son las que se pueden encontrar, fundamentalmente, en vehículos, inmuebles y proximidades de máquinas en funcionamiento. Esta norma ISO se basa en otras normas internacionales (CEI 184, CEI 222, CEI 225 e ISO/ R 266) referentes a medidores y métodos de medición de vibraciones.
Para prevenir los efectos de la vibraciones en el cuerpo humano se pueden adoptar medidas de tipo organizativas y de tipo técnicas.
Las acciones organizativas tienen por objeto disminuir el tiempo diario de la exposición a las radiaciones. Dentro de este grupo se incluyen:
* Organización del trabajo
* Establecimiento de pausas en el trabajo
* Rotación de puestos
* Modificación de las secuencias de montaje
Las acciones técnicas tiene por objeto disminuir la intensidad de la vibración que se trasmite al cuerpo humano a través de:
Reducción de la vibración en la fuente: Normalmente, es el fabricante de las herramientas de un equipo el responsable de conseguir que la intensidad de la vibración sea tolerable, también es importante un diseño ergonómico de los asientos y empuñaduras. En algunas circunstancias, es posible modificar una máquina para reducir su nivel de vibración cambiando la posición de las masas móviles, modificando los puntos de anclaje o las uniones entre los elementos móviles.
Aislamiento de vibraciones: El uso de aislantes de vibraciones, tales elementos elásticos en los apoyos de las máquinas, masas de inercia, plataformas aisladas del suelo, mangos absorbentes de vibraciones en las empuñaduras de las herramientas, asientos montados sobre soportes elásticos, etc son acciones que, aunque no disminuyen la vibración original, impiden que pueda trasmitirse al cuerpo, con lo que se evita el riesgo de daños a la salud.
Utilizar equipos de protección personal: Si no es posible reducir la vibración trasmitida al cuerpo, o como medida de precaución suplementaria, se debe recurrir al uso de equipos de protección personal (guantes, cinturones, botas) que aíslen la transmisión de vibraciones. Al seleccionar estos equipos, hay que tener en cuenta su eficacia frente al riesgo, capacitar a los trabajadores en el uso correcto de los mismos y mantener un programa de mantenimiento y reemplazo.
Otras medidas de prevención es la realización de un control médico anual para conocer el estado de afectación de las personas expuestas a vibraciones y así poder actuar en los casos de mayor susceptibilidad.
A sí mismo se debe informar a los trabajadores, a través de las capacitaciones, los niveles de vibraciones a que están expuestos y las medidas de protección disponibles.
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