Vermicultura
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- El 1 enero, 2000
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A pesar de no encontrarse muy desarrollado en el tratamiento de residuos sólidos con carga orgánica: agrícolas, industriales, forestales, etc., la vermicultura es un proceso de compostaje de materia orgánica que obtiene un producto, el vermicompost, de una gran calidad desde el punto de vista de la agricultura.
El aprovechamiento de una población de lombrices en el tratamiento de la materia orgánica contenida en los residuos parte de las funciones metabólica, mecánica y biótica que ejerce la citada población sobre el suelo en el proceso de descomposición natural de la materia orgánica.
El metabolismo de las lombrices en el suelo es el contrario al que realizan las plantas; liberan elementos químicos básicos muy importantes para la agricultura como N, P, K, Cu, Ca, Mg, etc. durante la degradación de materia orgánica presente en el suelo.
En condiciones naturales, la presencia de un mantillo de restos vegetales, hojas, cortezas, etc., es un almacén de materia orgánica degradable para esta fauna. En condiciones artificiales una instalación de compostaje, el aporte de materia orgánica procede de algún tipo de residuo.
Gusano rojo de California
La función mecánica que realizan las lombrices sobre el suelo es doble y comparable a la operación de volteo de materia orgánica en una instalación de fermentación. En un suelo natural, la lombriz aporta oxígeno a las primeras capas del suelo; 20 a 30 centímetros de profundidad aproximadamente, a través de todos los túneles excavados en el terreno, además de incorporar abono, mezclando sus excrementos con la tierra movida durante esas excavaciones.
La función biótica que desempeñan sobre el suelo gracias a su aporte de materia orgánica y oxígeno, se manifiesta en el incremento muy significativo de la flora microbiana propia del suelo. Esto enriquece enormemente las cualidades del suelo frente a las necesidades de aporte de materiales para los vegetales.
Estas técnicas son empleadas más con el objetivo de producir compost de alta calidad que con el de tratar residuos sólidos con fracción orgánica. Además se obtiene carne de lombriz, empleada en alimentación y en elaboración de harinas carnicas para consumo animal.
El ejemplar más empleado en la vermicultura es la Lombriz Roja Californiana, Eisenia foetida, que destaca por su voracidad y capacidad de admisión de multitud de desechos que contengan materia orgánica.
Vive en cautiverio sin tender a fugarse y, además, es altamente reproductiva, siendo capaz de duplicar su población cada dos meses, o sea, que 1.000.000 de lombrices al cabo de un año se convierten en 12.000.000 y en dos años en 144.000.000, habiendo transformado en ese periodo 240.000 toneladas de residuos orgánicos en 150.000 toneladas de abono.
En condiciones naturales, la lombriz habita en los primeros 50 centímetros del suelo, en un medio normalmente estable, por lo que es susceptible a la presencia de luz, cambios climáticos, de temperatura, humedad y acidez del medio. Aproximadamente, existen en una proporción de 500 a 2.000 kg./Ha de tierra agrícola. Son seres saprófagos, que se nutren de materia orgánica en descomposición mezclada con la tierra, principalmente hojas secas, raíces muertas, descomposición de animales y, en general, materia orgánica aportada al suelo.
El residuo capaz de ser tratado es muy variado, pero debe cumplir dos requisitos principales; poseer la cantidad mínima de materia orgánica para que la población de lombrices se desarrolle y multiplique y, presentar una maduración estable, ya que no soportan las altas temperaturas alcanzadas en los procesos de fermentación.
Entre los residuos admisibles destacan la materia orgánica procedente de procesos de fermentación de RSU, fangos de depuradoras, estiércol de explotaciones agrarias, residuos vegetales procedentes de explotaciones agrícolas, desperdicios de mataderos, frutas no aptos para el consumo humano, etc.
La explotación industrial de este sistema debe partir del concepto básico de que se trabaja con seres vivos que requieren de unas determinadas exigencias en su hábitat, lo cual determinará la eficacia y rendimiento económico del sistema, por ejemplo, la humedad deberá mantenerse en torno al 75% y la temperatura no deberá superar los 32º C. La cría industrial de lombrices en el tratamiento de residuos se realiza comúnmente disponiendo los residuos “mezclados” con la oportuna población de lombrices en pequeñas pilas de longitud y anchura variables, con una altura aproximada de 30 ó 40 cm. Posteriormente, se añaden entre 20 y 30 Kg de alimento por lecho en capas de 5-10 cm. cada 10-15 días.
Ensayos agríocolas con vermicompost
Para mantener las condiciones de humedad y temperatura de la pila puede cubrirse con algún tipo de geomembrana o tejido poroso. Termina el proceso al cabo de tres o cuatro meses, cuando la materia orgánica ha sido ya degradada.
Para la separación de las lombrices del vermicompost se vierte nuevo residuo orgánico sobre la geomembrana que cubre las pilas, la lombriz, atraída por la nueva materia orgánica, abandona por sí sola el lecho de vermicompost. Al cabo de pocos días, la gran mayoría de lombrices se encuentran degradando el nuevo residuo y puede separase el vermicompost obtenido. Otra forma de realizarlo es depositando los residuos sobre mallas de 2-4 mm. Los desechos de las lombrices caerán por la criba y el residuo, junto con la población de lombrices, permanecerá encima.
El producto final obtenido es de color negruzco, granulado, homogéneo, contiene un elevado porcentaje de ácidos húmicos y fúlvicos, es rico en N, P, K, Cu, Fe, Zn, enzimas y microorganismos, así como otros elementos, posee una elevada carga microbiana que protege la raíz de bacterias y nematodos, tiene pH neutro, produce hormonas que estimulan el crecimiento y las funciones vitales de las plantas además de restaurar el equilibrio de los nutrientes entre el suelo y la planta, protege al suelo de la erosión, mejora las características físico-químicas y estructura del suelo, aumenta su retención hídrica, regula el incremento y la actividad de los nitritos del suelo, aumenta la capacidad de absorción calorífica del suelo, neutraliza la presencia de contaminantes, aumenta la resistencia a las heladas. En cualquier caso, las características del producto vermicompost obtenido dependerán, además de las condiciones de ejecución del proceso, del tipo y calidad del residuo original, que puede ser el resultado de la combinación de distintos residuos: lodos, estiércol, etc.
La vermicultura es un sistema que todavía no se encuentra muy difundido y, en muchos casos, se desarrolla de modo experimental. El vermicompost obtenido es un producto, normalmente, de alta calidad, si lo comparamos con el compost obtenido a partir de RSU a través de medios tradicionales, aunque con precios muy superiores.
Redacción Ambientum
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