Tú, que envenenas nuestra casa y sin saberlo
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- El 27 octubre, 2005
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“Pensé que una maldición había caído en nuestra casa. Aquella alegría que teníamos y mantuvimos durante años, se fue apagando. Empecé a creer que me engañabas, que mantenías relaciones con alguien fuera de nuestro hogar, te comportabas de forma extraña, un tanto anormal. Te enfadabas conmigo, con los niños, contigo mismo y no sabias porque.
Y después, tuve que abandonar mi vida para dedicarme a cuidarte, para sacar la familia adelante, fregando y limpiando en casas ajenas. Tenia esperanza de que te recuperaras. Y decías que tu cuerpo ya no era tu cuerpo, que había cambiado tanto, que era como si te hubieran echado entre veinte o treinta años encima, como si ya te hubieran puesto fecha de caducidad. Y mientras dices esas cosas que no me gusta escuchar, veo que te vas apagando poco a poco, y no dejo de sufrir.
Sé que hace tiempo que no soy la misma, me tiemblan las manos y me olvido a menudo de cosas. El otro día fui al médico y dijo que tenia lo mismo que tu. Y siento que no puedo hacer nada, me duelen las manos, los brazos, todo el cuerpo, me falta la respiración, y me duele el estomago, y no me escapo de tener problemas hormonales. Dicen que también tengo problemas psíquicos de los que no tengo ni idea, tengo unas visiones, una especie de corrientes que no se ni como se llaman, pero médicamente definidas. Pero lo peor de todo no ha sido eso, mi mayor dolor ha sido conocer que nuestros hijos tienen lo mismo que nosotros, y me pregunto si es una maldición, o que Dios nos ha castigado por algo que hemos hecho…”
Este sería el relato de una familia que enferma, dándose esta situación más a menudo de lo que parece. El primer párrafo sucede en la mayoría de las ocasiones directamente al trabajador expuesto a agentes físicos, químicos y/o biológicos, cuyas condiciones de trabajo no son las adecuadas.
El segundo párrafo expresa, lo que ocurre en otras ocasiones, especialmente cuando el trabajador lleva la ropa de trabajo que ha sido expuesta a agentes físicos, químicos o biológicos al domicilio familiar. Al lavar la ropa de trabajo junto con la del resto de la familia, ésta se contamina, por lo que estamos exponiendo a nuestros seres queridos a una situación de riesgo higiénico de origen laboral.
Es necesario que en el abordaje de esta casuística, contemos con la colaboración de profesionales del ámbito de la psicología con conocimientos del ámbito laboral y de la prevención de riesgos laborales para averiguar cual es el origen y como solventar dicha problemática.
Es conocido que autores como Brodsky (1996) indican que los problemas que se observan en los trabajadores, deben contemplarse desde conceptualizaciones distintas a las que se necesitan normalmente en la práctica cotidiana. Así el DSM-IV (APA,1994) contempla una categoría denominada Problema laboral, resultando un enfoque reduccionista, es decir, debe estudiarse y ampliarse el conocimiento en este ámbito. Brodsky afirma que una gran parte de las alteraciones de conducta que se derivan del trabajo no responden a los criterios de las clasificaciones psicopatológicas vigentes.
Pero el origen de la problemática planteada puede deberse a la utilización de sustancias peligrosas en el propio trabajo. No debe olvidarse que el último episodio de renombre en España fue el Síndrome de Ardystil, y este riesgo no se cerró definitivamente con ese caso, ya que pueden encontrarse sustancias peligrosas en casi todos los lugares de trabajo, desde las explotaciones agropecuarias y las fabricas, pasando por colegios, hospitales y hasta en nuestro propio domicilio a través de productos de limpieza, de pintura, etc. En la actualidad, se estima que la producción mundial de productos químicos asciende a 400 millones de toneladas al año y existen aproximadamente 100.000 sustancias diferentes registradas para comercializar en la Unión Europea.
Durante el mes de octubre de 2003, se celebró la semana europea para la seguridad y salud en el trabajo que versó sobre las “sustancias peligrosas”. Según una investigación reciente realizada en la Unión Europea, señala que:
- – Un 22% de las personas que trabajan en la UE afirma haber estado expuesta a vapores tóxicos durante una cuarta parte o más de su tiempo de trabajo.
- – El 16% de los trabajadores debe manejar sustancias peligrosas como parte de su trabajo cotidiano (*)
La exposición a este tipo de sustancias puede perjudicar la salud de los trabajadores de forma y efectos diferentes, pudiendo ir desde irritaciones leves oculares y dermatológicas hasta transtornos pulmonares crónicos y cáncer.
El objeto de esa semana fue la “reducción de los riesgos para la salud que plantea el uso de sustancias peligrosas”, es decir poner fin a la utilización de sustancias peligrosas, o si ello es imposible, sustituir la sustancia de que se trate por otra menos peligrosa. Siendo la clave para minimizar el riesgo la evaluación del mismo y la utilización segura según las instrucciones que deben contener.
Se debe tener en cuenta, que las organizaciones también pueden verse afectadas por una perdida de productividad, y ser entes potenciales de verse envueltos en acciones judiciales y procedimientos por daños y perjuicios incoados por sus empleados. En estos últimos años existe un número de demandas importantes contra organizaciones públicas y privadas por la utilización de plaguicidas en espacios cerrados, afectando a sus propios trabajadores y a usuarios de sus servicios.
Asimismo, uno de los grandes problemas de la práctica son esas pequeñas empresas y micropimes donde la dinámica diaria hace que apenas se tenga en consideración esta temática.
Aparecen, como en cualquier problemática de nuestra sociedad, asociaciones de afectados como ADQUIRA (Associació d’afectades per productes químics i radiacions ambientals), que brindan apoyo a través de profesionales y voluntarios a nivel jurídico, social, psicológico, etc.
Desde la perspectiva de la psicología del trabajo y de las organizaciones, y como técnicos superiores en prevención de riesgos laborales debemos conocer el origen causante de dicha enfermedad. Por ello los profesionales de la psicología debemos abrirnos a otros ámbitos para enriquecer nuestra labor como profesionales independientes.
El profesional cuya actividad se centra en el ámbito del trabajo y las organizaciones debe estar formado y tener experiencia en psicología del trabajo y de las organizaciones, psicología de la seguridad, psicoergonomia, psicología de la salud, psicología clínica, etc.,
debiendo integrar todas ellas, lo que le permitirá realizar un diagnostico e intervención sistémica e integradora. Por lo que su actuación parte de una perspectiva preventiva, acompañada de la promoción de la salud, llegando a la parte terapéutica en caso necesario.
Debe tenerse en cuenta lo precedente para la futura formación del psicólogo que trabaja en este campo, ya que deberá considerarse una formación integral que incluirá psicología clínica, psicología del trabajo y de las organizaciones, jurídica, de la seguridad, desde una perspectiva de salud y de orientación preventiva, así como su práctica profesional. No olvidando que debe ampliarse y expansionarse a todos los ámbitos de la vida cotidiana.
El motivo de este artículo es la consideración de ciertos aspectos a tener en cuenta:
- La apertura de un campo de especialización en un continuo avance, y teniendo en cuenta la transversalidad e integración con otras disciplinas.
- Ante determinados síntomas que pudieran presentar las personas que vienen a consulta, además de descartar organicidad, debe conocerse en qué trabaja, que sustancias o productos utiliza o está expuesta, etc.
- Nuestra labor no es la de higienistas industriales de la empresa. Pero si podemos intervenir en la misma debemos conocer los procesos, las tareas que realiza y en qué condiciones, a qué productos o sustancias está expuesto, que manifestaciones y
consecuencias tienen en las personas, etc. - La ley de prevención de riesgos laborales apoya el rol y ética del psicólogo en el mundo de la empresa, al establecer claramente objetivos de salud bio-psico-sociales, conllevando abandonar un espacio que en muchos momentos, debido a la
ambigüedad de rol, ha podido ser de manipulación. - En la actualidad los riesgos de origen psicosocial en las empresas presentan una demanda en potencia que no se debe desaprovechar.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA
AGENCIA EUROPEA PARA LA SEGURIDAD Y LA SALUD EN EL TRABAJO (2003) Sustancias peligrosas. Mucho cuidado. Tríptico.
FERNÁNDEZ-MONTALVO, Javier y GARRIDO LANDÍVAR, Emilio (1999): Psicopatología laboral. Transtornos derivados del trabajo. Universidad Pública de Navarra.
(*) Tercera Encuesta Europea sobre condiciones de trabajo 2000. Fundación Europea para la Mejora de las Condiciones de Vida y de Trabajo. Dublín.
Por: López Barón, Francisco
Director de BARÓN & PARTNERS Consulting.
Profesor de Ergonomía y Psicosociología Aplicada.
Técnico Superior en Prevención de Riesgos Laborales en
Seguridad, Higiene, Ergonomia y Psicosociologia Aplicada.
Psicólogo.
[email protected]
www.baron-partners.com
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