Sustitución de los CFC por HCFC y HFC para un menor impacto medioambiental

En 1974, dos destacados científicos, Rowland y Molina, propusieron la teoría de que la capa de ozono que protege a nuestro planeta de los rayos ultravioletas provenientes de la energía solar, estaba siendo afectada por gases emanados desde la tierra.

Fue en la década de los 80 cuando investigaciones de otras instituciones científicas, y expediciones a los lugares más afectados, confirmaron la hipótesis. Al fenómeno generado por estos descubrimientos se le denominó Ciencia del Ozono o Ciencia Atmosférica.

Una de estas sustancias emanadas desde la tierra y una de las mas contaminantes son los los Clorofluorocarbonos CFC, debido a su gran estabilidad alcanzan los niveles altos de la atmósfera reaccionando con el ozono estratosférico, el cuál se encuentra a más de 10 km sobre la superficie de la tierra. Ello origina que una mayor cantidad de rayos ultravioleta penetren en la atmósfera, afectando algunos sistemas biológicos.

Los CFC son compuestos estables, no tóxicos ni inflamables. Estas cualidades los han hecho muy atractivos para su uso industrial. Estos compuestos CFC presentan numerosas aplicaciones tales como refrigerantes, agentes impulsores para espumas, disolventes para paneles de circuitos eléctricos y propelentes de aerosoles, entre otros. Desafortunadamente, también son los principales causantes del deterioro de la capa de ozono y, por ello, es necesario limitar y eliminar su fabricación y su uso

Aire acondicionado en automóvil.

Las multinacionales químicas, que en primer término son las causantes de la crísis del ozono, promueven la idea de que en la actualidad sólo sus productos, los Hidroclorofluorcarbonos HCFC y los Hidrofluorcarbonos HFC, son una alternativa viable y disponible.

Pero los HCFC y los HFC son perjudiciales para el medio ambiente. Los HCFC continúan destruyendo la capa de ozono, aunque algo menos que los CFC, y tanto los HCFC como los HFC son gases invernadero potentes. Debido a que los HCFC destruyen el ozono, sólo son considerados “compuestos de transición” lo que significa que tendrán que ser remplazados a su vez por compuestos más aceptables desde el punto de vista ambiental. Así se requerirían dos pasos para lo que puede hacerse en uno solo, utilizando alternativas más seguras para el medio ambiente. Lo mismo puede decirse respecto a los HFCs, que por su elevado potencial de calentamiento global han sido incluidos en el Protocolo de Kioto. El absurdo “paso intermedio” a través de los HCFC´s o HFC´s doblará los costes de los nuevos equipos, de los cambios en las líneas de producción y del entrenamiento de personal. Los imperativos medioambientales nos dictan que debemos dejar de usar sustancias destructoras del ozono inmediatamente y tan rápido como sea factible tecnológicamente. Debemos cambiar las sustancias destructoras del ozono por tecnologías que no contribuyan al cambio climático y al calentamiento global.

Las actuales fechas de eliminación de los CFC, HCFC y bromuro de metilo son inadecuadas para la protección del ozono. Necesitamos un calendario de eliminación de emergencia para estas sustancias. Tal calendario es factible, pues existen tecnologías medioambientalmente seguras asequibles para la mayoría de sus aplicaciones.

Más aún, el Protocolo de Montreal tiene la responsabilidad moral de controlar el uso extensivo de los HFCs, en especial del HFC-134.A, los cuales son medioambientalmente insostenibles. Los HCFC y los HFC han sido esenciales para la retirada progresiva de CFC en los países desarrollados. Los análisis de uso en el mercado indican que los CFC están siendo reemplazados por productos fluoroquímicos alternativos en cantidades mucho menores.

Los HCFC y los HFC se están usando en una proporción de sólo 20 a 25% del consumo de CFC anterior. El uso de estos sistemas herméticos, de prácticas de reparación optimizadas, de reducción de emisiones y sustitutos a los productos sin fluorocarburos en todos los sectores han eliminado, en gran parte, en los países desarrollados el consumo.

La substitución de CFC ha reducido las contribuciones al calentamiento global. La selección de fluorocarburos alternativos se basa en normas de seguridad: baja toxicidad e inflamabilidad, estándares de rendimiento en costo, e impacto ambiental de largo plazo. Uno de los factores considerados fue reducir la duración en la atmósfera de los productos alternativos y su correspondiente impacto en el cambio climático. Además, la alta eficiencia energética reduce el uso de energía, lo cual a su vez reduce las emisiones de dóxido de carbono, el mayor contribuyente al cambio climático.

A largo plazo se espera que los fluorocarburos contribuyan menos del 3% del total de emisiones de gases de efecto invernadero. Este pequeño impacto potencial en el cambio climático está significativamente compensado por los atributos de seguridad, eficiencia, y bajo costo de los fluorocarburos en aplicaciones tales como refrigeración, aire acondicionado y aislamiento de espuma energéticamente eficiente.

Los sistemas de aire acondicionado presentan un papel importante en el impacto del calentamiento global, éste relacionado con el refrigerante usado y su régimen de fuga. Además, las emisiones de dióxido de carbono provenientes del consumo de energía durante el funcionamiento del sistema están relacionados con la eficiencia del sistema

Esquema instalación acondicionamiento de aire.

y la fuente de energía. Ambos componentes deben incluirse en las evaluaciones medioambientales del ciclo de vida.

Por ejemplo, un sistema de aire acondicionado de EE.UU. de alta eficiencia que usa HFC-410.A tiene un impacto menor en el ciclo de vida que un sistema de propano. En un sistema existente, el propano podría tener un impacto menor, pero se requerirían muchas modificaciones al sistema para solucionar problemas de inflamabilidad. El mayor costo requerido podría aplicarse al sistema de HFC-410.A, aumentando su eficiencia y reduciendo las emisiones de dióxido de carbono en aproximadamente 2000 kilogramos durante su ciclo de vida. Para sistemas de costo equivalente, el sistema de HFC-410A tiene un menor impacto en el ciclo de vida. Ambas opciones de costo comparable tienen una eficiencia energética mejorada en comparación con el sistema de HCFC-22 existente, de un 7% y 2% en el caso de sistemas de HFC-410.A y de propano, respectivamente.

Los materiales de aislamiento de espuma con proceso de insuflado de HCFC y HFC de alta eficiencia energética se instalan como aislamiento en hogares y edificios, así como en refrigeradoras y congeladores. Las ventajas sobre los productos sin fluorocarburos alternativos incluyen que se obtiene hasta 15% más de valor de aislamiento al usar espuma con agentes de insuflado de HCFC o HFC. Se logra evitar emisiones excesivas de dióxido de carbono anualmente en el ciclo de vida de 50 años en muchas aplicaciones.

Emisiones atmosféricas contaminantes.

El impacto de los HCFC en la capa de ozono es menor actualmente que lo pronosticado en 1994. Según la Evaluación científica de reducción de la capa de ozono: Resumen Ejecutivo de 1988, “Él régimen de disminución del ozono estratosférico en latitudes medias se ha reducido; por lo tanto, los pronósticos de pérdida de ozono hechos en la Evaluación de 1994 son mayores que lo que realmente ocurrió”.

La reducción del ozono es menor que la pronosticada cuando se aceptaron las medidas de control actuales del Protocolo de Montreal. Más aún, una mayor restricción del uso de HCFC aumentaría el uso continuado de CFC, que causaría una reducción mayor del ozono. Según la Evaluación Científica, una producción adicional de 20 a 40 mil toneladas de CFC durante 10 a 20 años, aumentaría la reducción de ozono entre 1 y 4%.

Los HCFC tienen un potencial significativamente menor de reducción del ozono y los HFC no tienen potencial alguno de reducción del ozono, y ambos tienen un menor potencial de calentamiento global que los CFC. Los HCFC y los HFC mantienen el mismo alto nivel de seguridad de uso que los CFC con un impacto medioambiental significativamente menor. Por lo tanto, los países desarrollados y en vías de desarrollo tienen el derecho de seleccionar compuestos que desempeñen un papel beneficioso para la sociedad en la protección del medio ambiente.

Redacción Ambientum