Suelos contaminados. Generalidades
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- El 1 enero, 2000
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Actualmente, la contaminación de los suelos se encuentra cada vez más en el punto de mira de la gestión medioambiental, debido principalmente al riesgo que un suelo contaminado puede suponer para la salud humana y para el correcto funcionamiento de los ecosistemas. Pero a pesar de los problemas que puede ocasionar esta contaminación, el hombre sigue abusando del suelo; utilizándolo de manera continua e indiscriminada en muchas ocasiones, dando lugar a que las propiedades naturales del suelo se vean negativamente afectadas.
Las áreas industriales tienen riesgo de degradación de suelos |
Cuando un suelo ha sido continuamente utilizado, se deteriora, se degrada, y deja de poseer y aportar sus cualidades iniciales. Podemos decir que un suelo está contaminado, cuando las características físicas, químicas o biológicas originales han sido alteradas de manera negativa, debido a la presencia de componentes de carácter peligroso o dañino para el ecosistema. Entonces, la productividad que el suelo tenía se pierde total o parcialmente.
Las propiedades naturales del suelo le permiten autoregenerarse en ciertas condiciones no muy extremas, pero al someterse a actividades industriales, agrarias, etc. de gran incidencia sobre el suelo, sus propiedades quedan anuladas y pierde la capacidad de autogeneración.
Esta contaminación tiene riesgos para la salud humana y lleva consigo consecuencias medioambientales de diversa consideración, produciendo desastres ecológicos como contaminación de aguas, terrenos, etc
Campos contaminados. |
Es importante señalar que el suelo tiene una estrecha relación con las aguas subterráneas, las cuales son muy utilizadas actualmente para abastecimiento humano. Esto hace reseñar, que debido a esta relación, es muy importante que nos tomemos el problema de la contaminación de este medio, con el mismo interés que nos tomamos la contaminación del aire o el agua.
En la mayoría de las ocasiones, la contaminación es producida de una manera artificial por la actividad humana, pero también puede ser ocasionada de una forma natural, aunque esta no sea la más común.
Las actividades potencialmente contaminantes de suelos son muy variadas; acumulación de residuos sólidos o líquidos en balsas más o menos preparadas sobre el terreno, emisiones a la atmósfera, escombreras ilegales, usos fitosanitarios desmedidos o incontrolados, etc.
Entre los agentes contaminantes que proceden de la actividad humana, podemos encontrar, por ejemplo, los metales pesados. Estos tienen una doble vertiente; en dosis pequeñas resultan beneficiosos, porque actúan como nutrientes, pero si se abusa de ellos son perjudiciales para el suelo. Los metales pesados suelen formar parte de los fertilizantes, pero mayoritariamente de la minería, refinerías, procesos de combustión e incineración, etc.
Los riegos excesivos afectan negativamente. |
En zonas agrícolas es posible el efecto producido por la sodificación o la salinización, ambas causadas por el mal uso del agua de riego. La sodificación es la acumulación de sodio, que afecta de una manera muy directa a los cultivos, porque el exceso de sodio hace que las arcillas se dispersen y la materia orgánica se solubilice. Por otra parte la salinización es una acumulación de sales que influye en el crecimiento de los cultivos.
Las técnicas de descontaminación que nos pueden devolver un suelo en perfecto estado existentes actualmente son cinco, basadas en los siguientes métodos:
- Extracción
- Tratamiento químico
- Tratamiento electroquímico
- Tratamiento térmico
- Tratamiento biológico.
Estos métodos se pueden aplicar in situ, on situ o ex situ. Las técnicas de descontaminación dan más o menos resultado dependiendo de cómo se aplique el tratamiento.
Cuando un tratamiento está llevado a cabo in situ, lo que se hace, es poner en contacto la masa del suelo con los agentes limpiadores. Este proceso es difícil de llevar a cabo.
Si el tratamiento se hace on situ, se excava el suelo y los agentes limpiadores se tratan con ese terreno, y por último si se trabaja ex situ lo que se hace es retirar y transportar el terreno a tratar hasta las plantas depuradoras. Este sistema de trabajo es caro por lo que supone tener que excavar, transportar, tratar, y una vez tratado devolver y recubrir el terreno vaciado. Aunque como hemos dicho es caro, este proceso es el más rápido.
Los procesos de descontaminación son caros, pero si tenemos en cuenta que el suelo es un medio natural que nos proporciona múltiples beneficios, y que necesita miles de años para formarse, tendríamos que pensar que todo lo que hagamos por el beneficio del suelo es poco. Por lo tanto sería conveniente establecer una serie de factores, en virtud de los cuales, se vayan descontaminando los suelos. Es decir, la peligrosidad de la contaminación dependerá de efectos como puede ser el poder tamponador o lo vulnerable que sea el suelo ante la contaminación, etc.
Uno de los factores a evaluar con más importancia es la extensión de la contaminación, así como la naturaleza y la medida en que los contaminantes estén concentrados. Es muy importante la naturaleza de éstos porque dependiendo del peligro que aporten al suelo, este se contaminará más o menos rápido, y con mayor o menor profundidad.
En resumen, cabe decir que la gestión por el mantenimiento de los suelos en su estado original, impidiendo su contaminación por usos excesivos y abusivos y limpiando y descontaminando aquellos emplazamientos ya deteriorados debe tomarse como una rama más de la conservación del medio ambiente, quizás menos llamativa a los ojos de la opinión pública, pero igual de importante que cualquier otro tipo de actuación.
Redacción Ambientum
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