Seguridad Infantil: ¿ Responsabilidad de adultos?

¿Qué es un accidente?

Es un acontecimiento inesperado que ocurre repentinamente y que puede afectar nuestra vida, integridad o salud.

¿Cuál es su importancia para la salud?

Los accidentes son la primera causa de muerte entre los cinco y cuarenta y cinco años de edad. Se estima que por cada muerte accidental, hay más de quinientos accidentes no mortales, de los cuales, cien requieren hospitalización y tres ocasionan invalidez permanente.

¿Qué podemos hacer para evitarlos?

El error humano está presente en 90% de los accidentes, lo cual significa que nueve de cada 10 pueden evitarse. Cerca de la mitad de los accidentes suceden en el hogar; por ello, todos debemos estar pendientes y enseñar a los niños a conocer sus habilidades y limitaciones, y ayudarlos a reconocer los peligros a los que están expuestos para que aprendan a evitarlos.

Los accidentes en la vía pública y en lugares de recreación son aún más peligrosos. Es indispensable acostumbrar a los niños a cruzar la calle con cuidado y en las esquinas; a caminar por la vereda y a usar cinturón de seguridad cuando viajan en vehículos. También enseñarles a nadar desde temprana edad y habituarlos a jugar en parques o jardines, en lugar de en las calles.

La escuela es otro sitio donde los niños sufren accidentes. Es necesario que los maestros exijan a sus alumnos dejar libres los pasillos, subir o bajar las escaleras en forma correcta y utilizar con cuidado útiles con puntas, filosos o cortantes como plumas, lápices, compases y tijeras.

Es necesario desarrollar una cultura de la prevención, para que nuestros hijos sean capaces de evitar los accidentes. Podemos contribuir de manera relevante a esa cultura explicando a los niños los riesgos y dando ejemplo con el propio comportamiento. Los niños aprenden siguiendo el modelo de sus mayores. También podría implementarse minicursos de aprendizaje y lecciones sobre prevención de accidentes en todas las etapas educativas del niño.

Cuadro de accidentes		En el hogar
		En vía pública
		En lugares de recreación
		En la escuela

Prevención de accidentes en el hogar

La curiosidad del niño es interminable; no hay rincón de la casa al que no llegue ni objetos que estén totalmente fuera de su alcance. Por eso, es necesario vigilarlo constantemente, para evitar un que se produzca un accidente irreparable.

Más de la mitad de los accidentes ocurren en el hogar a causa de caídas por pisos resbalosos o mojados, objetos tirados, así como por falta de protección en escaleras, ventanas y azoteas. En nuestras manos está tomar medidas necesarias para evitarlos.

Las quemaduras suceden frecuentemente en casa. Para prevenirlas, es necesario: impedir que los niños permanezcan en la cocina; colocar los mangos de cacerolas y sartenes hacia adentro; evitar que jueguen con aparatos eléctricos y proteger los contactos y enchufes. Asimismo, nunca dejar encendidos sin vigilancia velas, veladoras, calentadores o la plancha.

Las intoxicaciones y envenenamientos causan diversas lesiones y aun la muerte. En los niños suceden casi siempre por ingerir medicamentos, alimentos en descomposición o sustancias tóxicas. Para evitarlos, debemos conservar fuera de su alcance medicinas, insecticidas, aguarrás, nafta, kerosene, ácido muriático y cualquier otro producto que pueda provocarles daño. De ser posible mantenga los mismos en armarios bajo llave.

Para prevenir que los menores de un año se ahoguen mientras duermen, es recomendable acostumbrarlos a dormir boca abajo, con la cara hacia a un lado, sin almohada, libres de cordones y sobre todo, bolsas plásticas, y nunca dejarlos solos mientras toman la mamadera.

Para evitar una posible asfixia no permita que los niños se metan a la boca o a la nariz objetos pequeños que se les puedan atorar; tampoco deben jugar con cuerdas o bolsas de plástico.

Es importante no dejar solos a los niños en la bañera, ya que aunque tenga poca agua, en unos cuantos minutos, pueden ahogarse.

Prevención de accidentes en vía pública y en lugares de recreación

En la vía pública existen muchos riesgos. Por ello, los niños deben aprender a cruzar las calles solamente en las esquinas, voltear para ambos lados y atravesar cuando no venga ningún vehículo o estén parados; así se evitan atropellamientos.

Es necesario acompañar y mostrar a los niños el camino más seguro para ir a la escuela, acostumbrarlos a caminar por la vereda, cruzar por las esquinas respetando las sendas peatonales y a jugar en parques o jardines, en lugar de en la calle.

Al utilizar servicio de transporte público es recomendable viajar sentado; si ello no es posible, sujétese fuertemente. No aborde camiones demasiado llenos, ni viaje en los estribos o en el exterior del vehículo; es preferible esperar al siguiente.

Siempre que los niños estén cerca del agua, ya sea en la playa, río, piscina e incluso en la bañera, es indispensable que los acompañe un adulto. Dejarlos solos puede tener consecuencias fatales, ya que en unos cuantos minutos se pueden ahogar. No confié en los flotadores y/o sistema de seguridad que le coloque a sus hijos.

Cuando maneje colóquese su cinturón de seguridad y vigile que se lo pongan los otros pasajeros. Acostumbre a los niños a viajar en el asiento trasero y a no jugar dentro del vehículo.

Cuando se necesario caminar por una carretera, hay que hacerlo fuera del borde de la misma y contra el flujo de los vehículos, para poder verlos cuando se acercan.

Enséñele a su hijo a no hablar con personas extrañas, ni ha acercarse a vehículos cuando se dirige a la escuela o a cualquier otra lado.

Prevención de accidentes en la escuela

Las reglas de seguridad se adquieren en el hogar y se refuerzan en la escuela. La primera es aprender a ser ordenados, poner las cosas en su lugar y dejar libres los pasillos; subir y bajar las escaleras con precaución y utilizar con cuidado útiles puntiagudos o filosos.

ü Los niños sufren accidentes frecuentemente en pasillos y escaleras. Evite que jueguen en ellos y cuide que los pupitres y otros muebles estén en buenas condiciones para que no se lastimen.

Los niños pueden lastimarse cuando se arrojan sustancias u objetos entre sí y cuando practican juegos bruscos o se pelean. Es recomendable evitar estas prácticas.

Es necesario planear junto con los niños, qué hacer antes, durante y después de un desastre. Determinar con anterioridad las actividades que a cada quien le corresponden. Realizar prácticas de evacuación rápida y ordenadamente para desalojar el aula y el edificio escolar, y elegir, con anticipación, un lugar fuera de peligro.

Pablo Pillarou
Tec Seguridad e Higiene en el Trabajo