Riesgos y buenas prácticas en el uso del Cianuro
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- El 28 junio, 2013
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El cianuro es un anión inorgánico constituido por un átomo de nitrógeno y otro de carbono, cuya fórmula es CN-. Estos átomos están unidos mediante un enlace triple, lo que le confiere una alta estabilidad al grupo.
El cianuro puede encontrarse en diversas formas.
Conforma sales de alta solubilidad en agua, como ser el cianuro de sodio o potasio, y tiene un alto poder complejante con los metales, formando compuestos de coordinación.
Los compuestos orgánicos que poseen el grupo CN- son denominados nitrilos. El ácido cianhídrico o cianuro de hidrogeno es un gas a temperatura ambiente, y puede formarse por la mezcla de sales de cianuro y ácidos inorgánicos. Este gas puede ser letal para el hombre: una concentración en aire de 546 partículas por millón (ppm) es capaz de causar la muerte de una persona en menos de 10 minutos.
Por este motivo, los baños de cianuro siempre deben mantenerse en medio alcalino.
Debe recordarse que la formación de cianuro de hidrogeno produjo la muerte de siete personas (cuatro ocupantes y tres rescatistas) en un episodio ocurrido en la ciudad de Avellaneda (provincia de Buenos Aires), en el año 1993. La formación del gas letal ocurrió en el sistema cloacal, donde se registraron dos vuelcos clandestinos incompatibles en forma simultánea. Por un lado, se descargó cianuro alcalino. Y en otro punto, ácido sulfúrico. Al mezclarse ambos elementos, se generó el cianuro de hidrogeno, que evolucionó a partir del alcantarillado de una vivienda.
Usos del cianuro
El cianuro es obtenido industrialmente a partir de la reacción de gas metano con amoníaco. La producción anual se sitúa unas 1,5 millones de toneladas. El cianuro en solución ha adquirido una amplia aplicación en la industria metalúrgica en general, incluyendo la extracción minera, debido a su gran capacidad de formación de compuestos estables de alta solubilidad y bajas constantes de disociación.
En galvanoplastia (electrodeposición de metales sobre superficies, como el cromado, niquelado, zincado, etc.), estas características evitan la precipitación de metales de los baños de trabajo, además de mantener concentraciones bajas de metales no complejados en solución, lo cual es muy importante.
Es utilizado, también, en industrias del papel, caucho, pinturas, látex y plásticos. El nitroprusiato de sodio (un complejo cianurado) tiene aplicaciones farmacológicas.
El ferricianuro de potasio, en tanto, se usa en la industria alimenticia para eliminación de metales pesados. Y el cianuro de hidrogeno es un veneno que se emplea para tareas de fumigación en barcos y locales.
En la extracción aurífera, el cianuro ha reemplazado al mercurio, de características contaminantes y alta persistencia en el ambiente. No obstante, la fabricación de plásticos constituye -por lejos- el uso más difundido del cianuro, a fin de obtener poliuretano y poliacrilato.
Efectos del cianuro
Sus efectos agudos sobre la salud humana pueden ser muy graves (incluida la muerte), y en algunos casos tener una persistencia crónica. Puede ingresar al organismo por ingesta (bebidas, alimentos o contaminación cruzada) o por vía aérea (fundamentalmente, como cianuro de hidrogeno).
El cianuro de hidrogeno se halla en muy bajas proporciones en forma natural en el aire. Se cree que la tierra primitiva contenía una gran cantidad de este gas.
Se encuentra en la naturaleza, inclusive en bajas concentraciones de alimentos, tales como almendras, carozos y semillas de frutas (duraznos, manzanas, peras, entre otras); además de brotes, porotos, soya, espinaca, vástagos de bambú y raíces de mandioca (las cuales son una fuente importante de alimentación en países tropicales).
Un riesgo importante a tener en cuenta se vincula con la generación de cianuro de hidrogeno en los incendios que involucran materiales plásticos, constituyendo uno de los gases más peligrosos de su combustión, junto con el monóxido de carbono.
Materiales tales como las poliacrilamidas o el poliuretano representan ejemplos de tales materiales poliméricos. En general, la combustión de material orgánico puede generar pequeñas cantidades de cianuros (combustión de hidrocarburos, escapes de automóviles, cigarrillos, etc.).
Según la Agencia para las Sustancias Toxicas y el Registro de Enfermedades de Estados Unidos (ATSDR), la inhalación de humo de tabaco constituye la fuente de exposición al cianuro más común para la población general.
Manejo del cianuro
El cianuro correctamente gestionado permite su uso en forma segura, evitando los riesgos de exposición de personas y contaminación del ambiente.
De todos modos, la problemática puede ser muy diferente de acuerdo con el tipo de industria que lo utilice y procese. En aquellos casos en los cuales se generen efluentes o residuos líquidos, los mismos deberán ser tratados para impedir la afectación del ambiente y las personas.
Este manejo adecuado es especialmente crítico en aquellos establecimientos que se encuentran radicados dentro de poblaciones o ciudades donde las descargas pueden efectuarse a conductos públicos, mezclándose con otros líquidos de posibles características incompatibles. En estos casos, el cumplimiento estricto de las regulaciones de vuelco constituye una necesidad que deben acatar ineludiblemente las empresas.
El cianuro se degrada en forma natural, o bien pueden aplicarse procedimientos de eliminación química (oxidación, precipitación) o biológica. Industrialmente, para disminuir la concentración de cianuros en líquidos residuales, estos pueden ser tratados con peróxido de hidrogeno, hipoclorito o cloro gaseoso, obteniéndose así nitrógeno, amonio, carbonatos y bicarbonatos en solución, según las condiciones de reacción.
En la industria minera, los efluentes derivados del uso del cianuro en el proceso de cianuración para la extracción de oro, plata y otros procesos hidrometalúrgicos, suelen contener altas cantidades de cianuro libre y compuestos complejos. Dichos efluentes son debidamente tratados para neutralizar los efectos negativos del cianuro al ambiente. La transformación química del cianuro permite obtener sustancias completamente inocuas y su proceso es irreversible.
Uno de los procesos de transformación del cianuro y el cual constituye un método ampliamente extendido, se conoce como proceso INCO, el cual se lleva a cabo bajo estrictas condiciones de seguridad y permite convertir el mismo en CO2 o anhídrido carbónico y amonio. Otra de las tecnologías actuales para eliminar el Cianuro es el uso del Ozono, que se basa en el poder oxidante de este producto y que es generado a partir de Oxígeno Puro. El éxito de estos procesos ha demostrado que las soluciones con cianuro pueden tratarse y descargarse al medio ambiente sin peligro y de manera continua El “ICMI” (International Cyanide Management Code ) o “Código Internacional para el Manejo del Cianuro” ha elaborado un protocolo de seguridad aplicable para la Fabricación, el Transporte y el Uso ambiente y las personas.
Este manejo adecuado es especialmente crítico en aquellos establecimientos que se encuentran radicados dentro de poblaciones o ciudades donde las descargas pueden efectuarse a conductos públicos, mezclándose con otros líquidos de posibles características incompatibles. En estos casos, el cumplimiento estricto de las regulaciones de vuelco constituye una necesidad que deben acatar ineludiblemente las empresas.
El cianuro se degrada en forma natural, o bien pueden aplicarse procedimientos de eliminación química (oxidación, precipitación) o biológica. Industrialmente, para disminuir la concentración de cianuros en líquidos residuales, estos pueden ser tratados con peróxido de hidrogeno, hipoclorito o cloro gaseoso, obteniéndose así nitrógeno, amonio, carbonatos y bicarbonatos en solución, según las condiciones de reacción.
En la industria minera, los efluentes derivados del uso del cianuro en el proceso de cianuración para la extracción de oro, plata y otros procesos hidrometalúrgicos, suelen contener altas cantidades de cianuro libre y compuestos complejos. Dichos efluentes son debidamente tratados para neutralizar los efectos negativos del cianuro al ambiente. La transformación química del cianuro permite obtener sustancias completamente inocuas y su proceso es irreversible.
Uno de los procesos de transformación del cianuro y el cual constituye un método ampliamente extendido, se conoce como proceso INCO, el cual se lleva a cabo bajo estrictas condiciones de seguridad y permite convertir el mismo en CO2 o anhídrido carbónico y amonio. Otra de las tecnologías actuales para eliminar el Cianuro es el uso del Ozono, que se basa en el poder oxidante de este producto y que es generado a partir de Oxígeno Puro. El éxito de estos procesos ha demostrado que las soluciones con cianuro pueden tratarse y descargarse al medio ambiente sin peligro y de manera continua El “ICMI” (International Cyanide Management Code ) o “Código Internacional para el Manejo del Cianuro” ha elaborado un protocolo de seguridad aplicable para la Fabricación, el Transporte y el Uso del Cianuro en la Producción de Oro . Este código es un programa voluntario de la industria para compañías mineras de oro bajo el amparo del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (UNEP) y el Consejo Internacional de Metales y el Medio Ambiente (ICME).
El objetivo del Código es garantizar un manejo responsable del cianuro utilizado en la minería del oro en función de la protección de la salud humana y en la minimización de impactos ambientales. Las compañías mineras de oro, los fabricantes de cianuro y los transportistas de cianuro que adhieren al Código sufren una auditoría de sus operaciones cada tres años, obteniendo un certificado cuando sus operaciones cumplen con los requisitos del mismo.
Por último, es importante señalar que el cianuro se emplea en miles de industrias, que su interacción con el ambiente está ampliamente estudiado y que su manejo responsable está claramente documentado.
Por: Alejandro Eiroa
Fuente: Revista Futuro Sustentable
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