Represas – Importancia estratégica y fundamentaciones técnicas

Una apretada serie de ideas y muchas afirmaciones tajantes, fueron expresadas por el empresario misionero Rodolfo A. Torres, y difundidas por el matutino El Territorio de Posadas el 30/03/2012.

Más allá de su posición de empresario, sería interesante conocer si opinó munido de algún respaldo técnico específico, o si –eventualmente- es autodidacta en la cuestión energética, lo cual parece poco probable, por las complejidades de la misma y por algunos gruesos furcios cometidos. Y eso no es un tema menor, pues dada su conocida relevancia como empresario, el común de la gente y sus colegas podrían dar por válidas todas sus afirmaciones, varias de las cuales son al menos opinables, y algunas francamente fuera de contexto y/o carentes de la debida fundamentación.

Desde ya parecen de mínima muy osadas su afirmaciones que “…Yacyretá nos deja (a los misioneros) un sabor amargo”, y que “hasta ahora no trajo absolutamente nada más que la muy linda costanera de Posadas”.

Por una parte, cabe diferenciar en forma total aquella Argentina en franco retroceso involutivo, que estuvo a un tris de fraccionarse en media docena de republiquetas bananeras en la crisis de 2001/2002; de la Argentina en fuerte desarrollo desde 2003 en adelante. Lo que es lo mismo que decir que una cosa –desastrosa- fue aquella Argentina cooptada por el neoliberalismo a ultranza –la ortodoxia económica-, endeudada y en caída libre, y otra es la Argentina con altas tasas de crecimiento, con clara reindustrialización, con fuertes inversiones en tecnología, con notables mejoras sociales (índices de desempleo, escolaridad, etc.), que más allá de aciertos y errores, es claramente heterodoxa, lo cual causa el “espanto” de los sectores más retrógrados y los constantes mensajes lúgubres provenientes de los sectores financiero – especulador y similares.

Recordemos que aquella Argentina del caos, del remate del Estado y de la desesperanza institucionalizada, comprendió el cuarto de siglo entre 1976 a 2001, o sea que incluye al abúlico gobierno delarruista, que tan buenos calificativos le merece al citado articulista.

En aquella Argentina del caos, Yacyretá –como tantas otras acciones del Estado bobo y subordinado al centralismo portuario, y este a los intereses financieros transnacionales- sin duda fue algo irritativo, concebido sin tener en cuenta las necesidades del NEA, y en particular de Misiones y Corrientes. Pero cabe señalar que la dirigencia misionera (en su amplio concepto del tema) estuvo ausente casi sin solución de continuidad, dejando hacer y no aportando propuestas ni ideas ni justas quejas…y el empresariado no fue la excepción.

En ese contexto –de ineludible consideración objetiva- Yacyretá fue irritativa, pero no caben dudas que hubo cambios significativos.

Y esa afirmación tajante respecto a que “no trajo nada excepto la Costanera”, revela muy fuerte animadversión, o significaría un grado de ignorancia que no cabe atribuírsele al conocido empresario. El 65 % de la energía eléctrica que hoy consume Misiones se produce en Yacyretá, a lo cual cabe sumar otro 22 % de nuestra Urugua-Í. Si no estuvieran estas obras, estaríamos minados de ciclos combinados, turbinas de gas y similares, verdaderas devoradoras de diesel oil, que en su momento debía traerse en camiones desde San Lorenzo –Santa Fe-, con todos los costos económicos y ambientales subsecuentes…¿olvida eso el irritado empresario?

El empresario califica de “criminal” (SIC) que según él solo el 5 % de la energía generada por Yacyretá sea consumida en Misiones y Corrientes. Omite considerar que los cuadros de serias desinversiones (o faltantes de inversiones) en líneas de Alta, Media y Baja Tensión y los sistemas asociados (transformadores y demás), han sido muy acentuados tanto por parte de EMSA (Misiones) como de DPEC (Corrientes), en ambos casos por largas gestiones –de varias décadas- bastante discutibles.

Y eso de quejarse porque la energía que no consumimos en Corrientes y Misiones, vaya a fortalecer el resto del SADI (Sistema Argentino de Interconexión), es abonar un disparate repetido por sectores fundamentalistas de la ecología, y es tan inconsistente como “quejarse” que un alto porcentaje ¿el 90 %? de la yerba mate y el té que producen estas dos provincias, vayan a consumirse en el resto del país…¡absurdo!

Por otra parte, la sumatoria de obras, como los nuevos puentes de cuatro manos sobre la Ruta 12 (que formarán parte de la autovía en construcción), las extensiones de las redes cloacales y la planta de tratamiento junto al Mártires, nuevos barrios, nuevos tramos de obras viales e incluso ferroviarias, son cosas concretas, entre otras. ¡Y es muy claro –aunque se olvide- que no se obtuvo más por la inacción de décadas de toda la dirigencia misionera, obnubilada por el sibilino mensaje de “no a las represas”, cuando no ocupada de sus quehaceres y desentendida de los Grandes Intereses Provinciales!

Dado que alaba la gestión de Martínez Raymonda en la EBY, cabe señalar que ese político pertenece al riñón del ultra conservadurismo de Argentina, y solo un poco de memoria histórica nos recuerda cuanto atraso y cuantas oportunidades perdidas son consecuencias que Argentina debió pagar por los usualmente retrógrados gobiernos de ese tipo. ¡Muy lejos del “que se rompa pero que no se doble” de Yrigoyen, y muy afín con amorfas posturas de las últimas décadas, del centenario partido político!

Por otra parte, es trascendental para Misiones y todo el NEA, que la EBY sea manejada desde Posadas, saliéndose del cerrado centralismo portuario, siempre insensible a las necesidades y justos derechos del interior, sobre todo de las provincias alejadas del “club” de la Pampa Húmeda. Más aún ahora, cuando sin duda la capital misionera será necesariamente el eje en el que pivotarán las grandes hidroeléctricas binacionales a construirse (Garabí – Panambí – Corpus). ¿No lo advierte el empresario – político?

Otro párrafo muy poco feliz es aquel en el que afirma “finalmente –luego de 30 años- están encarando los trabajos necesarios para subir la cota al nivel que corresponde…” ¿No se enteró que desde mediados del año pasado Yacyretá está funcionando a plena capacidad? ¿Desconoce que dentro de esos 30 años, estuvo precisamente todo el nefasto período de desmanejos de los neoliberales, incluyendo al “proceso”, al alfonsinato, al menemato y al delarruato? ¿Acaso no sabe que históricamente los liberales han sido muy “afines” a la generación en base a hidrocarburos (petróleo y gas), entorpeciendo las hidroeléctricas y las nucleares?

Menciona como al pasar la gestión del bueno de Miguel Fonseca, que seguramente no pudo hacer más, en el marco de desbarranque político, social, económico e institucional en el que debió cumplir sus funciones. Y como sea, en esos años la obra principal y las “complementarias” no auguraban una pronta finalización, acorde a la anomia general.

Menciona algunas ideas interesantes, como la mayor participación de empresas locales. El caso es como implementarlas, con responsabilidades para ello de todas las partes, incluidos los empresarios locales, que seguramente deberían constituir UTEs u otras figuras, para ganar envergadura y ser más competitivos. No es solo exigir, hay que crear y evolucionar. Esto es todo un tema aparte.

El opinante parece desconocer la enorme relevancia de Garabí y Panambí, para mejorar el servicio en el este misionero, necesitado de fuertes inyecciones de potencia in situ, por motivos técnicos de tensión, voltaje y otros, hoy muy comprometidos.

Y evidentemente no se detuvo a analizar que en tan solo dos décadas el crecimiento esperable de la demanda eléctrica de Misiones, será similar al total de la parte argentina de la generación de Garabí.

Por último, alentar posturas ultra provincialistas, que rozan descabellados planteos de “soberanía” provincial (¿acaso somos un Estado soberano?), solo aportarán al caos conceptual y los retrasos indefinidos de estas importantes obras, en las que tienen que ver dos provincias, un estado del Brasil, y las dos países con sus Estados Nacionales lógicamente involucrados.

¿Es acaso lógico, que Misiones se oponga a la positiva integración energética del MERCOSUR?

Tanto la ausencia de definiciones del gobierno misionero, como posturas anti represas a ultranza sin lógica ni visión de estadistas por parte de sectores políticos minoritarios, no están a la altura que las circunstancias históricas excepcionalmente favorables al desarrollo estructural exigen.

Mientras tanto, parece no entenderse la necesidad de contar con un ente de excelencia técnica en el orden provincial –una Secretaría o Ministerio de Energía- de forma tal de contar con una fuente propia y fidedigna de informes y evaluaciones en tan estratégica temática, crucial para nuestro desarrollo; lo cual significa salir del subdesarrollo estructural que caracteriza a todo el NEA.

Por: C.P.N. Carlos A. Ortiz
Investigador de temas económicos y geopolíticos
Ex Investigador y Docente = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. = UNaM
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía = UNLa – CNEA
Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mboror

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