Reducción, reuso, y reciclaje de computadoras
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- El 1 enero, 2000
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En las ultimas décadas, hemos observado un incremento en el uso y dependencia de las computadoras. Esto nos presenta una encrucijada a la hora de decidir qué hacemos con las unidades y periferales que por el pasar del tiempo se vuelven “obsoletas”. Se ha creado un nuevo tipo de desperdicio sólido — un nuevo tipo de desperdicio que debe ser manejado de una forma diferente, debido a la diversidad de materiales que en él se encuentran. De ahí nace el término “compubasura”: de un caso de mal manejo de desperdicios sólidos (que en algunas instancias se considera peligroso). Se denomina compubasura toda computadora, pieza de computadora, periferal o accesorio que ya no se usa, ya sea que esté almacenado o haya sido dispuesto por considerarse obsoleto.
La disposición de compubasura resulta un reto formidable debido a las características que este desperdicio posee. Tiene materiales que son reciclables y que pueden ser recuperados, a la vez que tiene materiales que son clasificados “obsoletos” por las agencias reguladoras. Si estos últimos fuesen dispuestos de forma inadecuada, podrían causar serios problemas ambientales, e inclusive podría amenazar la salud pública. Sin embargo, el aspecto más importante es que este recurso, si se maneja adecuadamente, podría extender la vida útil de estos artículos, logrando obtener unos recursos que de otra manera resultarían virtualmente imposibles de conseguir debido a su alto costo en el mercado.
Introducción
Aunque la problemática sobre cómo disponer del equipo de computadoras es una real desde finales de la década de los ochenta, no se ha logrado crear un proceso de reciclaje eficiente. Aún cuando la computadora sea reciclable, no existe el lugar donde pueda ser llevada, ni la infraestructura para disponer del equipo. Esto se refleja en el intento de la ICL, industria encargada de la manufactura de computadoras en Inglaterra, por ofrecer un producto que fuera efectivamente reciclable. ICL informó en 1993 que sus nuevas computadoras personales eran 95% reciclables, sin embargo, ni la industria ni el gobierno tenían la infraestructura preparada para procesar el equipo que ICL le llevaba para reciclar (Johnston, 1993). Luego de varios estudios realizados en países tales como Alemania y Francia, en los cuales se analizó la generación de este tipo de desperdicio, se vió la necesidad de crear programas para manejarlo. Entre los datos obtenidos, se determinó que en la antigua Alemania Occidental se generaban más de 800,000 toneladas anuales de compubasura y hoy continúa aumentando (Johnston, 1993). Según un estudio realizado por la Carnegie Mellon University, en 1995 solamente se descartaron 25 millones de computadoras y se proyecta que para el año 2001 se estarán descartando 150 millones de computadoras a nivel mundial. Según muchos consultores industriales, el 75% del desperdicio se encuentra almacenado en desvanes, sótanos y/o garajes.
Buscando una solución a este problema de disposición, ciertas organizaciones ambientalistas han creado una estructura de reciclaje que reduce los desperdicios en la fuente y permite que lo que no se pueda reducir se recicle. La efectividad de esta estructura de reciclaje es casi total según la compañía Summit’s Electronic Recycling.
Ellos reclaman que han logrado que solo la mitad del 1% de los materiales que procesan terminen en los rellenos sanitarios. Esta estructura de recuperación, reducción y reciclaje se compone de 4 partes:
* Reuso: Utiliza las partes o componentes de otros sistemas para mejorar el propio. Crea productos nuevos usando las partes que no se puedan usar según el diseño original; puede crear libretas, carpetas y joyería.
* Reducción: Considera alquilar o mejorar computadoras en vez de comprar nuevas. Comparte la computadora propia y compra sólo el equipo que necesita.
* Donación: Dona el equipo a un vecino, a escuelas, a caridades o a cualquier otra persona o entidad que necesite el mismo.
* Reciclaje (desmanufacturación): Luego de desmontar el equipo, el metal, el plástico y el vidrio se procesan para ser reusados. No descarta computadoras que no se puedan reparar o componentes que no se necesiten, sino que los lleva a los centros de acopio. Sin embargo, es la alternativa más cara.
Se pretende evitar que las computadoras, sus partes y periferales terminen yendo a los rellenos sanitarios o sigan ocupando espacio en los hogares o almacenes de sus dueños. En la actualidad, la entidad que cuenta con unidades de computadoras declaradas obsoletas sólo tienen una entre dos salidas: el relleno sanitario o la actualización (“upgrade”).
La actualización es el proceso mediante el cual el propietario de una computadora cambia algunas de sus partes por piezas nuevas de mayor capacidad o velocidad que las piezas originales. Las mejoras a una computadora cuestan entre $1,200 y $1,500 dólares por unidad (Currid, 1992), lo cual no permite que sea costo efectivo mejorarlas. Una unidad nueva PC puede costar alrededor de $1,775 (Trinidad, 1997). Sin embargo, bajo esta nueva estructura de reciclaje se proveen otras opciones. Como primera opción, se pueden donar las computadoras “obsoletas” a escuelas o individuos que no las pueden costear. Esta alternativa se haría más atractiva mediante la creación de nuevos proyectos de ley que popongan excenciones contributivas a los donantes de equipo (García 1997). La segunda opción es usarlas en la misma industria o comercio en tareas para las cuales sí estén cualificadas (Currid, 1992). Estas dos opciones no buscan sino utilizar la sofisticada fase del reciclaje de equipo cuando se agotan las otras alternativas.
Las computadoras son instrumentos que se deben manejar de forma diferente a otros materiales que se van a reciclar. Esto debido a su composición interna que consiste de varios tipos de materiales, a su vez reciclables individualmente (Gosch, 1992). En la mayoría de las computadoras existen los siguientes materiales en proporciones similares a las siguientes:
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Acero y metales no ferrosos 40% a 70%
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Cables y alambres 1.5% a 6%
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Tubos de despliegue Hasta 6%
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Materiales termoplásticos Hasta 20%
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Mezclas de plásticos 1.5% a 6%
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Materiales especiales (baterías, entre otros.) 0.3% a 0.5%
Entre los componentes para los cuales se está pidiendo regulación en su método de disposición se encuentran los circuitos impresos (“Printed Circuit Board”). Si se recuperan los metales de los circuitos sin indicaciones adicionales, estos podrían disponerse en los vertederos sin aplicarse regulaciones de desperdicios peligrosos.
Algunas de las de las sustancias peligrosas que podrían estar contaminando nuestras aguas subterráneas silenciosamente son el plomo y el PCB; el plomo se encuentran en los cristales de los monitores y el PCB en algunas piezas eléctricas. Debido a la presencia de estas sustancias muchas compañías desmanufacturan el monitor y envían el cristal a hornos (“Smelters”) para su disposición final segura. Por eso, entre otras razones, se debe proceder a crear programas especializados para la disposición de equipo en forma segura para la salud y el ambiente. La reglamentación ambiental ha comenzado a estar consciente de ello, aunque todavía queda trabajo por hacer.
En 1994 entró en vigor la primera ley que obliga y regula la disposición y el manejo de la basura electrónica, la cual fue creada en Alemania. Esta legislación dió origen al documento “Directiva para la reducción, minimización y reciclaje de materiales usados en equipo electrónico y eléctrico” (Gosch, 1992). Aún cuando en los Estados Unidos no se ha legislado como en Alemania, se han creado regulaciones a nivel estatal que sin estar enfocadas a reciclar el equipo en su totalidad, comienzan a dar énfasis al reciclaje de baterías de cadmio y níquel (Taff, 1992). En medio de esta regulación general, la alternativa de manejo aquí propuesta podría ser un buen punto de partida.
Después de todos estos cambios, la industria ha comenzado a cooperar en este esfuerzo mediante el uso de material reciclado en la manufactura de productos nuevos. Entre las primeras compañías que han seguido esta tendencia se encuentran IBM y Hewlett Packard, las cuales empezaron a manufacturar sus modelos de computadoras y periferales con 25% de plástico reciclado (Moore, K. 1995). El proyecto de reciclaje de Hewlett Packard a demostrado que su tipo de programa puede traer economías a las industrias y, a la par, mantener una alta calidad en el producto. Se estima que la compañía utilizará en las fases iniciales 5% de plástico reciclado (Moore, K, 1995), porcentaje que aumentará en la medida que el público se involucre más en el programa. Es, sin embargo, interesante señalar la falta de cualquier tipo de dato numérico concreto tanto respecto al aspecto negativo como al positivo de este tipo de iniciativa en Puerto Rico, obviando la compubasura como el problema serio de manejo que evidentemente es.
Luego otras compañías tales como AT&T, Digital, y UNISYS crearon sus propios programas de recuperación. El problema de estos programas es su aplicación a los consumidores, ya que el envolvimiento del manufacturero termina con la venta del equipo. En la actualidad el programa de la compañía Digital es uno de los mejores.
Plan de reciclaje de computadoras para Puerto Rico
Como ya se mencionó en el capítulo 2 de esta investigación, la estructura del plan de reciclaje que proponemos para Puerto Rico es uno que rompe con las estructuras tradicionales para reciclar otros materiales.
El plan consiste de las siguientes etapas:
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Reducción: Considere alquilar o mejorar su computadora en vez de comprar una nueva. Puede compartir su computadora. Compre sólo lo que necesite.
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Donación: Puede donar su equipo a un vecino, a escuelas, a caridades o a cualquier otra persona o entidad que considere necesite su equipo.
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Reuso: Use partes o componentes de otros sistemas para mejorar el suyo. Utilice su computadora “obsoleta” en funciones para las cuales sí esté cualificada. Produzca artículos nuevos usando las partes que no sirvan ya para la labor para la cual inicialmente se compró el producto. Puede usar esas piezas “inservibles” para crear libretas, carpetas y joyería, por ejemplo; la imaginación es el límite.
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Reciclaje (desmanufacturación): Es la alternativa más cara. Luego de desmontarla, metal, plástico y vidrio son procesados para reusarse. No descarte computadoras que no se puedan reparar o componentes que no se necesiten: llévelos a los centros de acopio.
El plan que se propone es uno en el cual se utilizan 2 estrategias principales para manejar la compubasura. Estas son reciclaje y reducción en la fuente, que a su vez se sub-dividen para dar así mayor cantidad de herramientas para el manejo de este tipo de desperdicio. La reducción en la fuentes se sub-divide en 2 estrategias, las cuales son donación y reuso. Estas estrategias están enfocadas a la reducción de la compubasura en su punto de origen, proponiendo una serie de conceptos enfocados hacia prolongar la vida útil de estos equipos. La efectividad del plan en el área de reuso está sustentada por la implementación de 2 conceptos, los cuales son los planes de redistribución y mejoramiento (“upgrades”) de unidades, procesos explicados más adelante. La segunda estrategia es la implementación de unos planes de reciclaje enfocados
básicamente hacia el proceso de desmanufacturación.
Este proceso provee materia prima necesaria para los programas de mejoramiento (estrategia de reducción) y permite que algunas partes de éstas que no se pueden usar para dichos programas sean usadas como materia prima para otras industrias, como la manufactura de joyería, carpetas, etc. Además, este proceso de desmanufacturación genera materiales para otras industrias de reciclaje (como plásticos y metales).
Este es un esquema que difiere del tradicional en que tiene los conceptos básicos de reducción, reuso y reciclaje pero no los pone en un esquema circular, sino que el reuso es transformado en una estrategia de reducción. Esta diferencia se debe a lo peculiar del desperdicio que estamos trabajando, único debido a sus características y a la variedad de materiales que lo componen.
Meta del plan de reciclaje de compubasura
La meta principal que se ha delineado para este programa de reciclaje de compubasura es la siguiente:
“Crear una alternativa para manejar eficientemente la compubasura que se genera a nivel Isla para así proteger la salud y el medio ambiente” .
Para alcanzar esta meta confío en el proceso presentado en la introducción de este capítulo. Debemos recordar que la compubasura es un recurso que en la actualidad no se está utilizando a su máxima capacidad y si se desarrollan estos planes de una forma eficiente, lograremos reducir el volumen de compubasura que se almacena o dispone y aumentaremos el número de unidades con un tiempo de vida útil más prolongado.
Objetivos del plan de reciclaje de compubasura
En el proceso de crear este plan he establecido una serie de objetivos que considero posibles y deseables para ser alcanzados en diferentes etapas de la implementación del mismo. Estos objetivos son:
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Reducir la generación de compubasura en un 35% en un período no mayor de cinco (5) años después de haber iniciado operaciones
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Crear programas de educación a la comunidad seis (6) meses después de haber iniciado el programa o Establecer planes de reducción en la fuente en todos los generadores para el inicio del segundo (2) año de operaciones
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Programas para reasignar computadoras dentro de una misma compañía u oficina
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Programas de mejoras a equipos cuando esta alternativa sea la más costo-efectiva
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Para el final del primer (1) año, tener en operación la infraestructura para el cobro del cargo por
disposición a ser pagado al momento de adquirir una unidad y/o periferales -
Reducir la cantidad de compubasura que llega a los vertederos en un 80% para el quinto (5) año de operación.
Proceso de reciclaje de computadoras propuesto para Puerto Rico
El proceso de reciclaje se iniciará con la transportación de los desperdicios desde el lugar de generación hasta las facilidades del programa de reciclaje. En estas facilidades, llegará al área de recibo del equipo y se verificará el número de serie para corroborar si se ha pagado el cargo por reciclaje de la unidad que se esta recibiendo. Luego de recibir el equipo y la verificación, éste se transporta al área de clasificación y evaluación. En esta área un técnico evaluará el equipo para decidir el proceso de reciclaje al cual será sujeto. El técnico evaluará el equipo utilizando los siguientes criterios para decidir si la computadora será reusada o desmanufacturada:
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Si el procesador es uno para el cual existen programas
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Si está arreglado y es compatible con programas que se estén usando en el momento con tan sólo cambiar una o dos piezas
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Si la computadora tiene daños físicos que la hacen obsoleta
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Si tiene más utilidad en piezas para otras computadoras o como unidad íntegra
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Necesidad de unidades en este momento
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Método con el que se obtendría mayor ganancia
Si la computadora no tuviese arreglo, pasaría al proceso de desmanufacturación, obteniéndose los siguientes materiales:
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Materiales reciclables
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Materiales no reciclables
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Metales preciosos
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Desperdicios sólidos peligrosos
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Piezas para reparar otras computadoras
El material reciclable se clasifica, empaca y vende a compañías que los reciclen. Los materiales no reciclables se descartan de la forma más ambientalmente segura. No se puede recalcar demasiado que sólo el 1% del material recibido no será reciclado. Obviamente, esto dependerá de la efectividad con que se aplique el sistema propuesto en este trabajo. Otro factor que se debe tener en perspectiva al iniciar un proyecto de esta categoría es el solicitar un número de generador de desperdicios sólidos peligrosos a la EPA.
Este número es necesario debido a que los cristales de los monitores que no sean reusados y se envíen al proceso de desmanufacturación sean dispuestos como desperdicio peligroso; esto, regulado por R.C.R.A. En esta regulación, las empresas que generen desperdicios sólidos peligrosos deben estar identificados por un número que solicitan a EPA. Por esta razón, el proyecto tendrá que contratar los servicios de una compañía autorizada para el manejo, transporte y almacenamiento de los desperdicios sólidos. Esta compañía se encargara de disponer de los cristales de los monitores de una forma aceptada por la reglamentación federal y local.
La otra ruta se determina cuando la computadora puede ser utilizada tal y como se entrega o con añadir o sustituir de algunos de sus componentes. Se pueden conseguir los componentes mediante las computadoras que pasan por el proceso de desmanufacturación y sus piezas puede ser transplantadas a otras unidades para prolongarle la vida útil. Esta política de usar piezas usadas se basa en que las piezas de computadora si no se dañan en los primeros 180 días de uso. Esto abarata los costos y precios a los cuales se podría vender este equipo al público o a organizaciones que así lo requieran.
Proceso de reducción y reuso de computadoras
El plan de reducción en la fuente se basa en la aplicación de las siguientes estrategias en combinación —estrategias complementarias una de otra para lograr una mayor efectividad y, por lo tanto, tienen que ser aplicadas simultáneamente.
Las estrategias a utilizarse son:
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Proceso de reasignación de equipo que se clasifica obsoleto en un área o departamento a otro para el cual el equipo aún sea útil
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Hacer planes de mejoramiento (“upgrades”) para computadoras siempre y cuando esta opción sea más costo efectiva que la adquisición de unidades nuevas
Reasignación de equipo
Esta estrategia consiste en reasignar equipo considerado obsoleto a un departamento u oficina donde este equipo sea útil. Este proceso se haría mediante la creación de una oficina u oficial encargado de evaluar los equipos clasificados obsoletos por el departamento u oficina de origen. Este oficial evaluará las razones por las cuales este equipo fue clasificado como obsoleto. Luego, se procederá a clasificarlo. Este mismo oficial tendrá una lista de peticiones para equipo, la cual analizará para determinar si una de las unidades a la mano puede cubrir las necesidades de alguien en la lista de espera. Este tipo de estrategia creará una serie de ahorros a las industrias u oficinas que las implementen que se reflejarán en los siguientes renglones:
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Reducción en el número de unidades nuevas que se tienen que adquirir
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Aumenta el tiempo de vida útil de las unidades, maximizando así su rendimiento
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Evita que se pierda tiempo de trabajo en situaciones en la cual se necesite una unidad; adquirir una nueva unidad toma demasiado tiempo, afectando el ritmo de trabajo
Para motivar la implementación de estas estrategias en el sector privado se podría crear una serie de incentivos contributivos para las instituciones que apliquen estas estrategias. Este incentivo se daría mediante un proceso en donde la industria u oficina presenta un plan de reasignación a mediano y a largo plazo donde se presente:
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Número de unidades en la compañía
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Tipo de trabajo para el cual la compañía utiliza las computadoras
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Nombre del oficial u oficiales encargados de la aplicación del plan
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Criterios utilizados para clasificar una computadora obsoleta
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Descripción del plan y sus expectativas a corto y mediano plazo
Este sistema de reasignación de equipo reduce el número de equipo descartado, aumentándole la vida útil a éstos. Esta organización permitirá además que el flujo de computadoras que vayan a ser recicladas se mantenga en un nivel manejable.
Planes de mejoramientos (“Upgrades”)
Según esta propuesta, toda unidad clasificada obsoleta pasará por un análisis costo/beneficio para determinar si es más factible el efectuar un mejoramiento que comprar una unidad nueva. En la actualidad, las piezas que con más facilidad se vuelven “obsoletas”, logrando que una computadora se considere a su vez obsoleta son las siguientes:
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CPU (“Central Procesing Unit”)
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Cantidad de memoria
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“Motherboard”
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Un análisis costo efectivo para determinar la viabilidad de este proceso debe incluir las consideraciones mencionadas adelante:
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Uso de la unidad
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Quién la utiliza
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Si la mejora se hará en la compañía o en un taller especializado
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Costo de mejorarla vs adquisición de una unidad nueva
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Si se mejora, cuánto tiempo útil se le añade a la unidad
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Estos puntos deben ser evaluados cuidadosamente, considerando que en muchas ocasiones la opción de mejorar resulta ser en la mayoría de los casos más costosa que la adquisición de una nueva unidad. En caso de que esto ocurra, la unidad pasará por un proceso de análisis para ser reasignada a otra área de la compañía para la cual todavía sea útil.
Conclusiones
Las conclusiones de nuestra investigación son las siguientes:
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El manejo de la compubasura en Puerto Rico es un problema real que podría contribuir a la crisis del manejo de los desperdicios sólidos en Puerto Rico.
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La falta de atención al problema se debe a la carencia de conocimientos sobre este particular por parte de las agencias reguladoras estatales y federales.
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El problema del manejo de la compubasura en Puerto Rico requiere atención inmediata debido a las proyecciones de generación de compubasura para la Isla en el futuro inmediato.
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El manejo de la compubasura es uno sumamente complejo debido a los numerosos materiales que se usan en la manufactura de estos productos.
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En base a la información obtenida, se puede decir que algunos de los materiales con los cuales se
manufacturan las computadoras son clasificados desperdicio peligroso y, por tal razón, se deben manejar de acuerdo a las regulaciones que rigen la disposición de estos materiales. -
En base a los datos obtenidos por esta investigación, se determina que el reciclaje de compubasura en conjunto con otros planes de reducción en la fuente hacen que esto sea una alternativa viable para el manejo de la compubasura.
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Esta investigación señala que un beneficio que se puede derivar al establecer un programa de reciclaje de compubasura es el donar unidades o vender éstas a precios módicos a personas de escasos recursos económicos que de otra forma no tendrían acceso a esta tecnología.
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Nuestro estudio señala que existe una falta de data estadística sobre la generación de compubasura en nuestra Isla. Ninguna agencia a hecho estudios para generar los datos básicos que permitirían determinar el índice de generación en Puerto Rico.
* Bibliografía
1. Action 21, Environment Canada (1995). “Compugarbage- Is New Kind of Technological Waste”.
Vancouver, Canada.
2. Action 21, Environment Canada (1996). “Toxics in compugarbage”. Vancouver , Canada.
3. Currid, C. (1992). “Its Time to Retire the Robin Hood Strategy of Upgrading PC.”
Infoworld. Vol 14, octubre 15, 62.
4. Garcia, Pepo. (1997). “Plan para promover el uso de las computadoras El Nuevo Día (San Juan,
Puerto Rico) 12 de abril”.
5. García, Pepo. (1997). “Deducción por donar computadoras” El Nuevo Día (San Juan, Puerto Rico) 11 de abril.
6. Gosch, J. (1992). “Will EC Follows Germany Lead on Computer Recycling?”. Electronics.
65(6), 11
por Omar Muñiz Díaz
Fuente: Biblioteca Virtual en Salud y Ambiente (BVSA)
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