Recientes y anteriores absurdas campañas de ecologismo cavernario
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- El 9 septiembre, 2010
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Para evaluar la falta de seriedad y la carencia de sustentos científicos, de los muchos reclamos y “denuncias” de diversas vertientes del polifacético ecologismo cavernario, retrógrado e irracional, es muy interesante recordar algunos de esos innumerables casos.
– Oposición y entorpecimiento a los trabajos de interconexión NEA – NOA.
Una de las últimas “perlitas” de los ultras. So pretexto de “defensa de los bosques” frenaron la construcción de esta obra de imperiosa necesidad para mejorar el servicio eléctrico en el Norte Grande. Evidentemente, buscan pretextos para frenar el desarrollo socio económico, buscando “el paraíso” del siniestro “crecimiento cero”. Los problemas derivados de la falta del servicio eléctrico o de la baja calidad del mismo, no parecen preocuparle a esos curiosos “ambientalistas de la miseria crónica”. Esas demoras ya obligaron al Estado Nacional a comprar de urgencia costosos y muy contaminantes equipos móviles de generación, por un total de 55 MW, para evitar los apagones en el próximo verano. ¿¡Ecologistas…!?
– Oposición a la red de media tensión para interconectar la localidad de Andresito – Misiones.
En la misma tendencia del caso anterior, hace varios años pretendieron frenar la línea de interconexión, paralela a la Ruta 19, con el argumento de “interferir con las áreas protegidas”, llegando al dislate total de pretender exigir una línea subterránea, seis veces más costosa, para una obra claramente de fomento, que “no cerraba” económicamente ni en su más económica versión tradicional de línea aérea. Nada les importaron a los delirantes ultra ecologistas los problemas que generaron en la población de esa localidad y su entorno, al demorar una obra que necesitaban con urgencia.
– Exigencia de cambio de traza y de “eliminar el impacto visual” en la red eléctrica cercana a Aristóbulo Del Valle.
Similar a los casos precedentes, con la particularidad de haber encarecido la obra al cambiar la traza, y además exigir el pintado de verde, de los postes de la línea. Muy teatral todo, muy de “búsqueda de imagen” en forma vacua. Esos mismos “ecologistas” no se “dan por enterados” respecto a las terribles consecuencias de los venenos que se usan en los cultivos de tabaco en el entorno de esa localidad (Aristóbulo Del Valle), ni tampoco les molesto la “usinita” termoeléctrica –muy contaminante- instalada allí. ¡Lo que se dice, un doble rasero para medir las cosas!
– Ataques sistemáticos y “denuncias” a la Comisión Nacional de Energía Atómica y a todo el Sector Nuclear.
Con este tema se podría escribir un libro voluminoso. Desde una teatral “manifestación” de un barquito de Greenpeace frente a Atucha (que “no vió” las densas columnas de humo de varias centrales termoeléctricas frente a las que navegó), pasando por la campaña de muy mala fe tendiente a impedir la exportación del reactor a Australia, siguiendo por la denuncia –desestimada por La Justicia- de las falaces “aguas radioactivas” de Ezeiza, y recientemente la campaña de terrorismo mediático en contra de la Central CArEM a instalarse en Formosa. ¡Todo ello muy funcional a las petroleras anglosajonas, a las que las centrales nucleares les quitan mercado, al reemplazar eficientemente la quema de combustibles fósiles, y muy funcional a los dictados de Gran Bretaña, a la cual no le conviene una Argentina desarrollada y tecnificada!
– Declaración de “municipio libre de instalaciones nucleares” en Eldorado (3º ciudad de Misiones).
Es un absurdo tan grande, que si se lo tomara al pie de la letra, habría que cerrar toda instalación médica de tratamientos oncológicos con radiaciones. Conjunción de acciones entre activistas de mentes calenturientas irreflexivas, y concejales extremadamente ignorantes…o complacientes.
– Escándalo de “las yungas” en Jujuy.
Gran escandalete que paralizó temporariamente la traza de un gasoducto, pretextando que una zanja “destruiría las yungas” (selvas pedemontanas del NOA). Un disparate. Pero mientras, no les preocupó que otro gasoducto pase por la capital jujeña, con el riesgo potencial que significa. ¡Evidente que para Greenpeace pretextar la defensa del “tigre de las yungas” es una cosa, pero pensar en la seguridad de la gente, es otra cosa sin importancia, como tampoco les interesa evaluar las consecuencias del subdesarrollo!
– El “collar del tigre” que resultó ser el “collar de la vaca”.
Vinculado con el tema de “las yungas”, Greenpeace aseguró haber colocado a un tigre (en rigor un jaguar) un collar para seguimiento satelital. Después trascendió (ver informes de la época en FAEC) que contrataron a un lugareño para que pasee un vacuno, con el collar colocado, para añadir “credibilidad” a sus inasibles “denuncias”.
– Los sistemáticos escandaletes antimineros.
La “demonización” de la minería, llevada al paroxismo irracional que propugnan “los ultra verdes” parecería indicar que ellos no utilizan productos metálicos ni pétreos. La queja más usual es el uso de cianuro. No soy experto en química, pero de fuentes serias se puede leer que el cianuro se combina fácilmente con otras substancias, con lo cual desaparece su toxicidad al transformarse y degradarse. Por otra parte, las avellanas y otros frutos secos, poseen cianuro en pequeñas dosis, lo que les da su gustito tan sabroso…¡sin comentarios!
– Oposición previa campaña de terrorismo mediático, contra la red de media tensión en la Avenida Tomás Guido, de Posadas.
Hoy un tema olvidado, demoró largamente una obra imprescindible para mejorar el abastecimiento eléctrico a esta ciudad. Las “denuncias” fueron tan tremendistas como carentes de real sustento técnico y/o científico. Pero los mismos sofistas siguen teniendo “credibilidad pública” para muchos vecinos y comunicadores sociales, frágiles de memoria y poco duchos en la materia.
– Delirante oposición al traslado del edificio de la vieja estación (en desuso) de FFCC en Posadas.
En realidad buscaron entorpecer los trabajos de la hermosa costanera que le cambió literalmente la cara a esta ciudad capital. Hoy nadie parece recordar a esos activistas sembradores de resentimientos y adoradores del atraso crónico.
– Los “posibles terremotos” que “produciría” el Túnel del Urugua-Í.
Otro tema que –en otro contexto- sería jocoso. Cuando era posible que se construyera esa obra (que cuando esté lista triplicará la energía hidroeléctrica producida por Urugua-Í, a cero costo ambiental y bajo costo económico) algunos activistas recorrieron los aledaños, inculcando a los pobladores y humildes colonos, un irracional temor a los supuestos terremotos, que ocasionaría el túnel proyectada a gran profundidad, en una zona de basalto (piedra dura) consolidado, y de diámetro menor al de las tuneleras que se utilizaron debajo de grandes ciudades y a poca profundidad (o sea con riesgos muchos mayores), como Nueva York
– Desproporcionada campaña anti usina, respecto a la carbonífera de Río Turbio.
Dada la importancia geopolítica –al consolidar la presencia argentina en el sur de La Patagonia-, y su rol económico y energético (disminuyendo los consumos de los escasos petróleo y gas natural), no pueden sorprender los maliciosos esfuerzos de Greenpeace para desacreditar esa obra. ¡Siempre fiel a las petroleras anglosajonas y a los intereses del Imperio Británico, esa transnacional de la ecolatría!
– Campaña contra las hidroeléctricas del Río Santa Cruz.
Similar al caso anterior.
El listado no se agota aquí, dada la “creatividad” de Greenpeace, WWF – Vida Silvestre, y sus acólitos y súbditos locales de numerosas ONGs de diversos calibres, varias de ellas presuntos “sellos de goma”.
Por: Carlos A. Ortiz
Ex Docente – Investigador = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – F.I. UNaM
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía = UNLa – CNEA
Docente de Economía – EN10
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – ICM
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