Protección Auditiva Personal
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- El 1 enero, 2000
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Según los criterios de seguridad laboral, el uso de protección auditiva personal debe ser la última medida de seguridad a adoptar para la conservación la audición. Antes se deben agotar todas las medidas de control del ruido desde la fuente de generación o el medio a través de cambios ingenieriles, modificaciones del proceso o instalación de sistemas de absorción del ruidos que impidan la propagación del mismo a través de la colocación de elementos aislantes acústicos como paneles absorbentes, pantallas, etc.
En algunas oportunidades, cuando es posible disminuir el ruido a niveles no dañinos y dicha medida a implementar no se puede realizar en un corto lapso, se recomienda el uso provisorio de protección auditiva.
Muchas veces los medidas de control de ruido en la fuente y en el medio de propagación se vuelven no prácticas o sumamente costosas por lo que la única alternativa es la protección auditiva.
En el mercado existe gran variedad de tipos y modelos de protección auditiva. Básicamente se clasifican en:
Tapones o Insertores: se que colocan en el conducto auditivo externo.
Cobertores u Orejeras: encierran completamente el pabellón auditivo y la zona ósea que rodea la oreja.
A continuación se detallan algunos ejemplos de equipos que se encuentran en el mercado con las principales características. Esta últimas varían de acuerdo al fabricante pero encontramos básicamente:
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Puede ser de varios materiales. Los más comunes son de PVC. El diseño de tres bandas permiten que el tapón se adapte mejor al conducto auditivo. Generalmente vienen con una cajita para su conservación. Son reutilizables y el mantenimiento del mismo pasa por el lavado diario con agua tibia y jabón neutro. |
Generalmente son de un material que permita el auto ajuste de tapón al conducto auditivo. Son anatómicos dado que se adaptan al mismo. Generalmente son de espuma de poliuretano. Requieren ser enrollados para su colocación. Vienen acompañados de una bolsa. Son descartables por lo que no deben lavarse ni usarse más de una semana. |
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Son del mismo material que el anterior, por lo que son anatómicos, pero son reutilizables. Requieren ser lavados con agua tibia y jabón neutro. Si se los mantiene adecuadamente pueden durar semanas. |
Es un producto muy higiénico. Constan a diferencia de los anteriores con una banda plásticas que ejerce baja presión en los oídos. La estructura de la banda permite que cuando no se utiliza se pueda colocar en cualquier superficie, sin que los tampones entren en contacto con la misma, conservando la higiene del producto. Generalmente están acompañados por un repuesto de tapones. Es una protección intermedia entre un tapón y una orejera. También requiere ser lavado. |
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Orejera multiposiciones. Deben ser cómodos y livianos. Tienen como desventaja que en épocas de calor son poco confortables. Son de alta durabilidad y robustos. Deben ser mantenidos limpiando el equipo con un paño húmedo. |
Orejeras montables. La mayoría se adaptan a cualquier tipo de casco. Presentan las mismas características que las anteriores. |
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Dispenser de tapones descartables. Se utilizan para los visitantes. Son de muy bajo costo dado que su utilización es muy corta y se desechan. |
Los equipos anteriormente descriptos deben cumplir con una serie de requisitos:
Atenuación adecuada.
Confort.
Facilidad de colocación.
Bajo costo inicial.
Durabilidad (en el caso de equipos más costos).
Higiene.
La atenuación es uno de los principales requisitos anteriormente citados. Se define como la cantidad de sonido que el protector impide que llegue al oídos, se expresa en dB y varía en función de la frecuencia.
Para la medición o determinación de la atenuación de un protector auditivo se utilizan diferentes metodologías. En nuestro país se aplica la Norma IRAM 4060.
En general se cree que los protectores auditivos de copa u orejeras dan una mayor protección que los insertores. Esto es un error dado que la atenuación de los mismos va a depender de la buena calidad del elemento y su correcta utilización y no del modelo.
Colocados adecuadamente los tapones o los auriculares pueden reducir el ruido, de acuerdo a las características de los mismos, entre 15 a 30 dB. El uso simultáneo de ambos generalmente agrega 10 a 15 dB más de protección. El uso combinado es aplicable cuando el ruido supera los 105 dB.
Cuando en un ambiente ruidoso se implementa el uso de un determinado protector auditivo, hay que determinar cual es el nivel efectivo de ruido que el personal expuesto soporta utilizando los protectores. Para ello es necesario realizar una medición de ruido en bandas de octavas y contar con la atenuación del protector para cada una de las frecuencias medidas, proporcionada por el fabricante. La metodología de medición y cálculo de esta medición, en nuestro país, se encuentra explicada en la Norma IRAM 4079.
Supongamos que contamos con la medición de ruidos en las distintas frecuencias, el primer paso es corregir los niveles medidos los valores de compensación A. A los valores corregidos se les resta la atenuación del protector en cada una de las frecuencias y se obtiene el Nivel Efectivo Parcial para cada una. Finalmente se deben integrar los Niveles Efectivos Parciales a través de una fórmula logarítmica obteniendo el Nivel Efectivo. A modo de ejemplo se muestra el siguiente cálculo.
Esta metodología se debe aplicar a todas las fuentes sonoras y luego se debe calcular el Nivel Sonoro Continuo Equivalente, teniendo en cuenta los valores efectivos calculados para cada fuente.
Actualmente se está tratando de simplificar la tarea de selección y comparación de la protección auditiva en relación a la atenuación sonora. Esto consiste en clasificar al protector auditivo mediante un número, en lugar de una curva de atenuación. Este número es el Rango de Reducción Sonora (Noise Reduction Rating- NRR), entregado por el fabricante, lo que hace más sencillo el cálculo del Nivel Efectivo, dado que no es necesaria la medición de ruido por frecuencias. El sistema de cálculo es el siguiente:
Nivel Efectivo dB (A): Nivel sonoro dB(C)- NRR
Nivel Efectivo dB (A): Nivel sonoro dB(A) + 7 dB – NRR
Muchos estudios han demostrado que los trabajadores que usan protectores auditivos reciben la mitad o menos de la reducción de decibeles que les ofrecería en teoría el mismo debido, principalmente, porque no se utilizan continuamente o porque no se colocan adecuadamente.
De aquí surge la importancia de implementar un programa de conservación de la audición que pase fundamentalmente, por la selección del protector adecuado, la utilización continua del mismo y el entrenamiento del personal.
El protector ideal será aquel que tenga una buena atenuación y que garantice una total confortabilidad. Muchas veces los prevencionistas priorizan la atenuación sin tener en cuenta la comodidad de utilizar el equipo. Esto es un error, dado que un protector de muy buena atenuación en una mesa o en el bolsillo va a proteger menos que otro de menor atenuación, pero cómodo, correctamente colocado y utilizado durante todo el tiempo de exposición.
Además hay que tener en cuenta que estudios realizados han demostrado que si un protector es usado durante un 50 % del tiempo de exposición, su protección efectiva disminuye a sólo 3 dB (A). Es así que si una persona está expuesta a un nivel sonoro de 100 dB(A) de NSCE (Nivel Sonoro Continuo Equivalente), y usa un protector auditivo sólo el 50 % de exposición, el ruido que recibe es de 97 dB(A).
Surge entonces la necesidad de realizar un correcto entrenamiento al personal donde se fundamente la utilización continua de los equipos entregados, los procedimientos de mantenimiento y limpieza de los equipos y las formas de utilización y colocación correctas de los mismos.
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