Propuesta para actuar con los residuos sólidos

Buscar una estrategia para los residuos sólidos tiene varios indicadores: los que se distraen con el plástico y el cartón, y los que procuran un tratamiento integral.

Las basuras domésticas tienen un aprovechamiento del 20% de elementos reciclables para el reúso, del que el ‘cirujeo’ aprovechará un poco más del 10 para beneficio de intermediarios con la posterior clasificación de los plásticos, papel-cartón, latas y vidrios.

Los intentos legislativos simplifican el problema con prohibiciones y multas. Tengamos en cuenta que el promedio de contenido de plástico en los residuos sólidos urbanos (RSU) es de aproximadamente del 8%. Todas las soluciones propuestas se olvidan del resto. El ítem principal de los RSU es la materia orgánica con el 50%, que al ser enterrada se convierte en una bomba de tiempo. En su transformación anaeróbica van a abundar las bacterias mesófilas, todas peligrosas con gran producción de metano (1 kg de basuras=0,45 m3 de metano).

La percolación que producen las lluvias ya han causado un daño irreparable al preciado recurso de las aguas subterráneas que tiene Mendoza.

A pesar de que los plásticos cubren la superficie de los basurales, y que debería haberse evitado con la cobertura inmediata de estos vertederos con responsabilidad de la vigilancia municipal, hoy no es el camino de “relleno sanitario”, ni aún en regla de arte.

El camino es el tratamiento integral de los RSU. Los sistemas ya están determinados, y los ejemplos también a la mano.

La Comunidad Europea ha dictado normas que los países que la constituyen transforman en legislación.

Así es que en España no se permite ni el enterramiento ni la quema de la materia orgánica, que debe ser transformada para aprovechamiento de la agricultura.

Observar a los pueblos europeos sería determinante para adoptar un plan de educación ciudadana con iniciación en los escolares, una legislación municipal acorde con la realidad, plantas de tratamiento higiénicas y modernas para la separación de los elementos reciclabes, y la materia orgánica para el compostaje, sin percolación, con superficies significativamente menores y acotadas.

De esta manera veríamos al plástico convertido, entre otras cosas, como postes para las viñas y a la materia orgánica como mejorador de suelos con aporte de nitrógeno-fósforo-potasio (NPK) para obtener producciones orgánicas.

Por: Pedro E. Carvajal
LE 4.476.825