Nueva Central Térmica en Santa Fe – Coherencia Energética, Incoherencia Ecolátrica

En la localidad de Sauce Viejo, en las inmediaciones de la ciudad de Santa Fe, se trabaja en el montaje de una nueva usina termoeléctrica del tipo Ciclo Combinado (2 Turbogás más 1 Turbovapor), la cual tendrá una Potencia Instalada total de 410 MW.

Esa nueva usina estará integrada al SADI (Sistema Argentino De Interconexión), formando parte del conjunto de muy importantes inversiones en Sistemas de Generación (usinas) y Sistemas de Transmisión (líneas de Alta Tensión), concretadas en los últimos años.

Estas obras han sido imprescindibles no solo para solucionar la falta de inversiones genuinas en el Sistema Eléctrico de años precedentes, sino también para abastecer la creciente demanda que es consecuencia natural del muy fuerte crecimiento económico, que de proseguir una década, nos posicionará como nación desarrollada y una de las principales del grupo de los E 12 (Doce emergentes).

La Potencia Instalada del parque de generación pública en Argentina, pasó de 23.278 MW nominales en 2003 a 28.029 MW a fines de 2010 (y sigue creciendo). Eso refleja un aumento de 20,41 %. Pero el incremento real es mayor, pues en 2003 la Potencia Instalada real (disponible efectivamente) se estimaba en 18.500 MW, pues muchos de los equipos eran muy obsoletos, y varios de ellos directamente no operables (fuera de servicio); situación que se revirtió casi totalmente a la fecha, lo cual implica un aumento real del orden del 51 %.

Otro indicador significativo es el pico de la demanda (demanda máxima puntual de potencia) del SADI -Sistema Interconectado-, el cual pasó de 14.359 MW en 2003, a 21.403 MW en julio de 2011, reflejando un aumento del 49,06 %. Adicionalmente, la reserva del SADI hoy está operativa (los grupos electrógenos de reserva pueden funcionar), superándose estrecheces que llegaron a ser críticas entre 2006 y 2008.

Para dar una idea de la importancia de la nueva central santafesina –una más de las muchas que debieron construirse con mucha premura-, su Potencia Instalada duplica largamente la existente en todo Misiones, y su generación podría abastecer cómodamente todo el consumo actual misionero.

En el contexto estratégico – eléctrico actual, las prioridades pasan en primer lugar por disponer de crecientes cantidades de Potencia Instalada (usinas) y consecuentemente capacidad de generación, todo ello junto con el necesario crecimiento del Sistema de Transmisión (Líneas de Alta y Media Tensión); y en segundo lugar por reemplazar –en la mayor medida posible- a las usinas a gas y petróleo, por otras tecnologías de generación, confiables y razonablemente económicas.

Dentro de las sustituciones factibles, que reemplacen usinas movidas a petróleo y gas, debe entenderse que existen usinas de base (de funcionamiento constante y muy confiable) y las complementarias.

Como usinas de base, sustituyendo a las termoeléctricas a gas y petróleo, las únicas tecnologías disponibles son la hidroeléctrica y la nuclear. Como reemplazos adicionales al petróleo y al gas, caben sumar a las centrales termoeléctricas movidas con carbón o con biocombustibles (en este último caso, la limitante puede ser el precio, según los parámetros vigentes a cada momento considerado).

Como centrales complementarias (NO de base, por limitaciones técnicas intrínsecas a su operatoria y fuente – vientos siempre variables y nunca “acumulables”), la energía eólica tiene un papel a desempeñar, si bien sus costos son muy elevados, y solo puede “competir” en base a muy fuertes subsidios.

En síntesis, dentro de lo estratégico – energético, es correcta y es positiva la inversión en la nueva central térmica de Sauce Viejo (Santa Fe), con la ventaja que sus equipos admiten consumir gas o derivados del petróleo, dando un poco más de flexibilidad a su operatoria.

Otras inversiones que requieren más tiempo de ejecución, como las grandes hidroeléctricas y nucleares, proveerán en el mediano plazo no solo sustanciales ampliaciones del parque de generación eléctrica, sino también la sustitución parcial de la más cara y contaminante generación termoeléctrica.

Analizando el tema desde la óptica ambiental, se hace groseramente evidente la reiterada contradicción entre la prédica supuestamente “ambientalista” y el accionar efectivo de los sectores fundamentalistas del ecologismo.

En efecto, tal como sucedió antes en Goya (Corrientes) y Aristóbulo Del Valle (Misiones) –donde también existen unos pocos pero usualmente muy ruidosos militantes fanáticos del fundamentalismo ecológico-, los grupúsculos similares con sede en la ciudad de Santa Fe, mantienen un denso silencio, pareciendo no importarles los evidentes indicadores de polución ambiental que son directa consecuencia de toda usina termoeléctrica que quema hidrocarburos.

Esa actitud contrasta notablemente con los usuales escandaletes mediáticos que protagonizan, para oponerse encarnizada –e irracionalmente- a todas las usinas hidroeléctricas y nucleares. Eso no deja de ser un burdo contrasentido, pues es bien sabido que las tecnologías hidroeléctrica y nuclear son mucho menos contaminantes que la termoeléctrica convencional.

¡Y tampoco pidieron la sustitución de esta nueva usina, por las muy declamadas “tecnologías limpias” (otra falsedad grosera) solar y eólica, las que además de muy caras por KWh están llenas de limitaciones técnicas!

Parecería que esos curiosos teóricos del ultra ecologismo, predican falsas “soluciones” eólicas y solares para los demás; pero para ellos mismos se aseguran electricidad contaminante, pero de segura provisión, como es la termoeléctrica. Los hechos lo demuestran…

Por: C.P.N. Carlos A. Ortiz
Investigador de temas económicos y geopolíticos
Ex Investigador y Docente = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. = UNaM
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía = UNLa – CNEA
Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mboror

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