Mentiras, burdas mentiras, estadísticas… y gráficos
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- El 20 abril, 2010
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Publicado en WattsUpWithThat.com
Me puse a pensar en cómo se presenta a la información de la temperatura. Usualmente se nos da un gráfico como el de la Fig. 1, que muestra los cambios en las temperaturas de los Estados Unidos durante los últimos 100 años.
Red Histórica del Clima (datos en USHCN) [Sí, está en Fahrenheit y no en Celsius, pero, qué quieren? Son temperaturas en los EEUU y además lo hago en solidaridad con nuestros valientes aliados, todos los demás nobles países que están bravamente luchando una desesperada batalla contra la conspiración mundial del sistema métrico decimal… Liberia y Myanmar.]
Caramba! Obviamente se trata de un cambio enorme y aterrador; mire la pendiente de esa línea de tendencia, esto tiene que ser algo que requiere una acción inmediata. Entonces, ¿qué es lo no me gusta de este gráfico?
Lo que está mal en este gráfico es que no hay en él nada que podamos comprarlo con nuestra existencia normal. Normalmente no llegamos tan lejos como pensar: “Bueno, ha cambiado como un grado Fahrenheit, digamos, medio grado centígrado; eso ni siquiera basta para sentir la diferencia.”
De modo que decidí buscar una manera de presentar exactamente la misma información de manera que tuviese más sentido; una manera de poder compararla con nuestra propia existencia de todos los días. La Fig. 2 es una manera de hacerlo. Muestra a las temperaturas de los EEUU, mes a mes, para cada años desde 1895. Sí, desde hace 115 años.
La información presentada de esta forma, nos recuerda que las variaciones de la temperatura durante un año es mucho más grande que ~1º Fahrenheit (o 0,56ºC). El año más re ciente, 2009, es… bueno… normal. ¿Hemos visto, por casua lidad, alguna terrible consecuencia de la diferencia en tempe raturas entre los años más fríos y más calientes, diferencia que son mucho más que el cambio promedio durante todo el siglo pasado? Si es así, por lo menos yo no recuerdo ninguna de esas calamidades, y yo tengo memoria de más de la mitad de esos años.
Fig. 2: Temperaturas de EEUU, mes a mes, 1895-2009. Cada línea representa el registro de un año diferente. La línea roja es la temperatura de 200. La fuente de la información es la misma de la Figura 1. [La foto es Vernon Falls, Parque Yosemite |
Para investigar más todavía, la Figura 3 más abajo, refleja los cambios promedio en la misma manera.
Figura 3: Temperaturas promedio decadales de EEUU por mes, 1900-2009. La línea roja es el promedio para la década 2000-2009. [La foto es Half Dome, Yosemite] |
La mayor parte de los meses del año hay cambios tan pequeños en los promedios decadales que las líneas no se pueden distinguir de las otras. El calentamiento, aquel que haya existido, ocurrió en la mayor parte en los meses de Noviembre, Diciembre, Enero y Febrero. Temperaturas ligeramente más cálidas en el invierno… de algún modo esto no me parece que sea algo para que perdamos el apetito.
El punto que quiero destacar es que los cambios de temperatura que estamos discutiendo (una subida global de poco más de medio grado Celsius en los últimos 115 años) han sido ridículamente pequeños. El cambio de medio grado no puede ser sentido o detectado por el cuerpo humano. Además, los cambios están ocurriendo durante el invierno, fuera de los trópicos en las partes más frías de la Tierra, y durante la noche. Quizás usted vea a este calentamiento, como se ha sido afirmado muchas veces, como un enorme problema que “vastamente eclipsa al del terrorismo” (The Guardian). Quizás usted piensa que es una preocupación urgente que es “el asunto definito rio de nuestra era,” (el Secretario de la ONU, Ban Ki-Moon).
Yo no. Lo siento, pero para mí la pobreza, la injusticia, los prejuicios raciales, los regímenes totalitarios y su flagrante corrupción; las guerras recurrentes, la escasez de agua potable, la tortura, las enfermedades sin control, la falta de educación, la prostitución infantil, y una enorme cantidad de otros problemas “eclipsan vastamente” la posibilidad de que uno o dos grados de aumento de la temperatura, sucediendo de noche, en invierno, y fuera de los trópicos, puedan causar algún problema espantoso de aquí a 50 años.
Finalmente, los registros del USHCN no están ajustados correctamente para el Efecto de Isla Urbana de Calor (UHIE). UHIE es el calentamiento de los termómetros que registran la temperatura y que ocurre cuando el área alrededor de la estación que la registra se desarrolla una urbanización. El aumento de los edificios, caminos, pavimentos, el corte de árboles tienden a aumentar la temperatura que se registra. Varios autores (por ej.: McKitrick, Spencer, Jones) han demostrado que el UHIE muy posiblemente toma cuenta de algo así como la mitad del aumento de la temperatura registrada durante la segunda mitad del Siglo 20. De manera que el ligero aumento de la temperatura mostrado más arriba es probablemente más del doble del que en realidad ha ocurrido.
¿Mis conclusiones? Circulen, señores, circulen, no hay nada para ver aquí…
[Actualización: Steven Goddard me hace notar que el USHCN incluye un ajuste por UHIE en sus datos. El ajuste está detallado aquí. Yo no estoy de acuerdo con el ajuste porque, entre otras cosas, ellos afirman que el UHIE reduce la temperatura máxima de las ciudades! Esto va en contra de mi experiencia personal y en contra de muchos estudios que encuentran que es más caliente en las ciudades durante el día como en la noche. Pero ellos hacen el ajuste de todos modos.]
NOTA DE FAEC: Los “expertos” del USHCN nos están tomando por estúpidos. El estudio al que Willis Eschenbach apunta en su link (un PDF de 1,5 MB) tiene su “abstracto” diciendo cosas increíbles. Willis es misericordioso y no les aplica la pena del garrote. Lo haremos nosotros que somos los “malos de la película”. Un extracto del Abs tracto de los “expertos” Thomas Karl, Henry Díaz, y George Kukla. El estudio es de 1988. Algo viejito ya…
Urbanization: Its Detection and Effects in the United States Climate Record Fantástico! Gracias a este “estudio” comprobamos la razón por la que todo el mundo estaba equivocado en la impresión de que en el centro de las ciudades hace mucho más calor que en las afueras. En el USHCN juran por sus madres que en pleno campo, a 30 kilómetros de una ciudad de 100.000 habitantes, apenas si hay 0,1ºC más que en la plaza principal. Y, por supuesto, antes de enviarles los datos a sus amigos James Hansen y Phil Jones, les ajustaban las temperaturas de los registros siguiendo una tablita muy, pero muy conveniente: No debe resultar sorprendente que la mitad del Siglo 20 en adelante mostrara un calentamiento tipo “palo de hockey”.
Captura de pantalla a la misma hora de dos estaciones. Fijarse también que la máxima del año 2010 para Córdoba ha sido de 37.4ºC -lejos de la temperatura máxima de enero de 2009 de 39.5ºC, y más lejos aún del récord de 46-5ºC de enero 15, 1955. Sorpresa! En el campo no sólo hace 1.3ºC menos que en la ciudad (entre estas estaciones casi siempre hay 2ºC, lo que también es sospechoso) sino que en la ciudad la mínima muestra una diferencia de 1ºC con la del campo. Según Karl, Díaz, y Kukla, las mínimas de las ciudades son más afectadas que las máximas (son más altas), por lo tanto si la diferencia en las máximas es de 1.3ºC la diferencia con las mínimas debería ser de bastante más que 1,3ºC. Pero es de 1.0ºC. La teoría salida del USCHN no parece funcionar. Por: Eduardo Ferreyra |
Fuente: Mitos y Fraudes
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