Más expertos del Ártico en problemas

Todavía recordamos la payasada casi trágica que protagonizó un tal Lewis Pugh, que en Septiembre pasado (2008) anunció que llegaría hasta el Polo Norte en un kayak para plantar allí las banderas de todos los países del mundo, en un simbólico intento de llamar la atención sobre el derretimiento de los hielos del Ártico. Nadie le avisó que en 2008 el hielo no se había derretido como en 2007 y, por el contario, estaba creciendo a un ritmo nunca visto anteriormente. A los pocos días, el 5 de septiembre el aventurero tuvo que ser rescatado por un rompehielos ruso –que también se quedó atascado en el hielo un par de días.

El Príncipe habla sobre ciencia climática sin caer en cuenta que la imagen de su amada Diosa Gaia a sus espaldas se asombra de la cantidad de tonterías que puede decir en tan pocas palabras.

Esta vez se trata de un pequeño grupo de aficionados –un fotógrafo, una mujer exploradora, y el jefe y encargado de evaluaciones de una organización llamada Catlin Arctic Survey, de la Gran Bretaña. Esta expedición está financiada y apoyada (moralmente?) por su Graciosa y Ridícula Majestad Charles Windsor, Príncipe de Gales y la organización de su papá, el WWF, o World Wide Fraud. Todo dicho.

Pero esta organización presenta en su sitio web una página con la imagen del Ártico cubierta de hielo en un 50% menos de lo que realmente lo está en esta época. Sin dudas lo hacen para dar la impresión de que el hielo se está realmente derritiendo de manera feroz, y la expedición que ellos financian tan generosamente servirá para convencer a la gente y a los políticos para que suban los impuestos a los combustibles, a los productos manufacturados con energía eléctrica convencional, a los alimentos producidos mediante el uso de gasoil o gasolinas, tan “contaminantes” ellas… en fin, a hacernos a todos la vida bastante más difícil de lo que ya nos la han hecho.

Los círculos con la “i” son los puntos de reabastecimiento planeados. El inicio de la expedición es el punto inferior izquierdo de los 5 puntos alineados. Fuente: Catlin Arctic Survey

Y compárese con la extensión del hielo el 28 de febrero pasado, cuando se inició la expedición:

Los comentarios sobran

La intención de estos improvisados aventureros era la de llegar caminando, arrastrando un trineo cada uno, durante 1000 kilómetros, hasta el Polo Norte geográfico e ir midiendo con un radar portátil el espesor del hielo a lo largo de su proyectado “paseo.” Con la información obtenida, los científicos podrían componer esos modelos tipo PlayStation® como los que usan párale clima y demostrar que el Polo Norte está condenado a quedarse si hielo no más allá de 2012.

Como era de esperar, nadie parece haberles dicho que el hielo del Ártico estaba de regreso a sus niveles normales de 1980 y que a fines de febrero hace mucho, pero mucho, muchísimo frío en esas regiones. El plan original era que llegarían al Polo Norte en 100 días, antes de que se hubiese derretido todo el hielo –o tendrían que volver nadando- lo que significa recorrer: 1000 km /100 días = 10 km por día. Claro! Si en un par de horas lo hace cualquiera jugando al golf, como no lo harían ellos cantando y silbando en 10 horas, a un kilómetro por día.

Como no me cansaré de repetir: “La realidad tiene la fea costumbre de arruinar las teorías más hermosas,” después de 16 días de viaje habían recorrido: 16 kilómetros –algo más de 10 cuadras por día. Las estadísticas de la página web que informa del “avance” de los bravos expedicionarios:

Un rápido cálculo indica que a 1.53 km/día les llevará llegar al Polo Norte unos DOS AÑOS MÁS. Dice la CNN, no digamos alborozada, sino más bien con precaución, presintiendo lo que se viene: un rescate al estilo del que le costó la vida al descubridor del Polo Sur, Roal Amundsen en julio de 1928, al intentar rescatar a otro aficionado, el Italiano Humberto Nobile, caído con su dirigible en el Ártico. Esperemos que el rescate no le cueste la vida a ningún rescatista. Dice la CNN:

Un miembro de la expedición se asienta sobre esquíes dentro del Círculo Ártico

(CNN) Podría ser la prueba final de la resistencia humana: Tres exploradores británicos están arriesgando sus vidas en temperaturas bajo cero para medir el derretimiento de la cubierta de hielo del Ártico.

El equipo está en un viaje de tres meses y 621 millas (1000 km) a su destino final en el Polo Norte. A lo largo de su camino, tomarán mediciones precisas para determinar exactamente cuán rápidamente está desapareciendo la cubierta de hielo.

“Es extremadamente difícil vivir allí afuera. Es muy, muy fácil recibir heridas por congelamiento en segundos,” dijo Martin Hartley, el fotógrafo del equipo y cineasta, via teléfono satelital.

El equipo estuvo soportando con bravura temperaturas de hasta -40ºC (-40ºF) pasando las noches durmiendo en carpas y sus días forzando su paso a través del cambiante y desolado paisaje polar.

Como ven, esta noticia y la intención de la expedición está comprendida en la avalancha de información catastrófica sobre el calentamiento global. Ya han decidido que el hielo del Ártico desaparecerá, y si lo desean con mucha fe, así será. El problema es que la naturaleza y la cruel realidad no colaboran para nada con ese sueño.

Voy a hacer más breve a la historia: el mal tiempo impedía llevarles suministros vía aérea, y el último día, después de haber esperado tres días por el reaprovisionamiento, lo pasaron racionando la comida. Los últimos mensajes enviados hablaban de lo poco felices que estaban:

• Esperando por el reabastecimiento durante tres días, el equipo está ansioso de seguir marchando una vez abastecido. El reabastecimiento ha sido retrasado por el mal tiempo. 2:34 AM Mar 17th
• Martin Hartley le decía a su mamá por teléfono: “Todo lo que quiero para mi cumpleaños es un Twin Otter”. El Twin Otter es un avión tipo STOL usado para llevarles provisiones… o rescatarlos.
• Hartley tiene una ampolla abierta y sangrante en su pie que debe tratar cada cuatro horas, a 40ºC bajo cero. Ese pie lo necesita para caminar 984 kilómetros más por el hielo, arrastrando un trineo con unos 100 kilos de peso.

¿Quién les mandaría meterse en esa aventura? La expedición cuesta $4.5 millones de euros. ¿Cuánto será el sueldo de los muchachos para que arriesguen la vida de esa manera? ¿O lo harán gratis para “salvar al planeta”? Esperamos que nada malo les ocurra y que den por terminada de una vez esta tontería, ya que podrían haberla hecho como otros aventureros hicieron el mismo viaje año pasado –que no querían salvar al planeta sino sólo divertirse- en una Toyota Hilux 2.8, y en unos pocos días fueron y volvieron. Pero, claro. Usaron combustibles fósiles y eso es muy, pero muy poco ecológico y nada, pero nada políticamente correcto en el Mundo Verde.

Entre los verdes, si no se sufre, no vale. Los héroes que salvan planetas son duros y sufridos. El frío y la muerte no les arredran. Se enfrentan con los balleneros, se toman a palos con la policía, hacen piquetes para impedir el paso de materiales radioactivos, tratan de embestir barcos que los transportan y enviarlos a pique… A la gente le gustan los héores. La gente se emociona y dona $5. En estos días las Indulgencias Plenarias salen barato y a 5$ el pecado ecológico perdonado resulta una bagatela.Bah, me voy a tomar sol a la piscina, el día está fantástico.

Por: Eduardo Ferrayra
Presidente de FAEC

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