Los Profetas del Subdesarrollo
- Creado por admin
- El 3 diciembre, 2010
- 0
El subdesarrollo no es un estadio previo al desarrollo, es el estadio opuesto, y eso es mucho más que una simple diferencia semántica o una exquisitez estética de la escritura. Entender esa diferencia es el primer paso para comprender como juegan ciertas sutiles ecuaciones del poder mundial.
En forma engañosamente simplista, cuando no cándidamente descolgada de la realidad, habitualmente se presenta al subdesarrollo como la etapa previa al desarrollo, por lo que siguiendo dentro de esa errónea lógica, de persistirse en el cumplimiento de determinadas “líneas de acciones prudentes” enmarcadas dentro de “la lógica de la economía clásica”, el mero transcurrir del tiempo debería llevar “naturalmente” a esa “etapa posterior y superadora” que –en esa concepción falazmente teórica- sería el estadio del desarrollo.
Esa visión de la realidad es falsa, y omite considerar los múltiples factores económicos, sociales, culturales, políticos, e incluso geopolíticos, que llevan a perpetuar en forma patológicamente crónica las condiciones que cristalizan esas estructuras para mantener y retroalimentar el subdesarrollo estructural.
La realidad muestra claramente –si se la mira en profundidad y sin las perniciosas telarañas de los pensamientos preconcebidos y los esquemas mentales rígidos y distorsionantes- que el subdesarrollo es consecuencia de la existencia de estructuraciones rígidas que operan como factores inamovibles que retroalimentan el cuadro general de estancamiento.
El subdesarrollo opera perpetuándose a sí mismo y siendo muy reacio a aceptar todo cambio –por mínimo y elementar que pueda parecer-, si el poder establecido (el establishment) considerara que implícita o explícitamente esos cambios podrían alterar el statu quo, el “estado de las cosas” perniciosamente rígido y refractario a las modificaciones más allá de los meros formulismos intrascendentes.
Graficando dicho concepto, Marcelo Diamand acuñó el concepto de “las tenazas del subdesarrollo”, señalando a los factores que actúan para impedir las transformaciones socio económicas que a su vez –de ir concretándose- abren el camino hacia el desarrollo socio económico.
Se puede establecer un paralelismo entre la extrema apatía y chatura del subdesarrollo, con la paz extrema…de los cementerios; ¡en los cuales reina la quietud extrema de la muerte!
El concepto de cambio y de transformación de estructuras culturales aquí referido no es el signado por la violencia, muchas veces bañado en sangre y anárquicamente caótico, al estilo de la Revolución Francesa –paradigma de las revoluciones si lo hay-, que al final termina desquiciando todo, hartando a la gente y muchas veces fagocitándose a sus propios instigadores. E incluso esa violencia como metodología pseudo revolucionaria, en muchos casos es instigada por quienes la utilizan como excusa para impedir las transformaciones y el progreso, tal como sucedió en La Argentina del medio siglo largo anterior.
Los cambios que provocan los rompimientos de las estructuras anquilosadas son de características pacíficas pero firmes, que crean las condiciones y muchas veces provocan transformaciones que alteran positivamente –siempre con algunos costos o con sectores afectados así sea parcialmente-, pero buscando el bien común y la obtención de realidades superadoras que muchas veces no son entendidas o cuesta dimensionarlas a priori en toda su magnitud.
A veces los visionarios son resistidos por simple ignorancia, o por prejuicios instalados con sutil perfidia por determinados intereses mezquinos, que lucran aún a costa del atraso o del perjuicio generalizado.
En ese contexto, el desarrollo socio económico es el cuadro diametralmente opuesto al subdesarrollo. Es el estadio cultural, social, económico y geopolítico que por su propia dinámica auto induce y genera nuevas y constantes transformaciones, las cuales mejoran el contexto y la situación general del país o región respectiva. ¡Es como la vida misma, que constantemente vuelve a florecer y se perpetúa y evoluciona siempre!
Otra trampa conceptual, que suele ser utilizada por los manipuladores de la opinión pública e inoculada con fines distorsivos a estudiantes e intelectuales que en esos esquemas pueden caer en las teorizaciones descolgadas de la realidad; es confundir el mero crecimiento con el desarrollo.
Por ejemplo, aquella falaz “Argentina próspera” del Centenario, sin duda crecía –mientras las condiciones geopolíticas mundiales se lo permitieron-, produciendo crecientes cantidades de materias primas alimentarias. Pero no se desarrollaba pues se negó a sí misma crear y avanzar en otros sectores muy importantes de la actividad económica, como la Industria, la Tecnología (de creación propia), la Minería, y los Servicios.
En otros términos, la miopía de las minorías gobernantes durante el medio siglo transcurrido desde el mitrismo (1862) hasta el comienzo del Yrigoyenismo (1916), hizo perder valiosas oportunidades históricas para transformarnos en una economía diversificada, poderosa y autosuficiente, que ocupara plenamente nuestras vastedades geográficas. Ello sin perjuicio de respetar a figuras destacadas de ese período, como Carlos Pellegrini y Julio Argentino Roca; el primero por su prolija y muy fecunda presidencia de solo dos años; y el segundo por haber tomado posesión efectiva no solo de las vastedades patagónicas, del su pampeano, el Comahue y el extremo sur de Cuyo, sino también el Gran Chaco Argentino y el entonces Territorio Nacional de Misiones.
Pero los frutos de ese encorsetado crecimiento económico, sistemáticamente se les negaron a las grandes mayorías populares, mayorías que recién cobraron protagonismo desde las transformaciones políticas profundas comenzadas con fuerza entre 1943 y 1945.
Por cierto que los argentinos que por profundas confusiones conceptuales, o por abiertas complicidades con intereses ajenos, apoyaron y prohijaron esquemas político – económicos mediocres y constrictores del desarrollo, siempre operaron manipulados por o directamente al servicio de los intereses de las potencias dominantes de turno y/o de grupos económicos extranjeros.
De hecho, tampoco faltaron los practicantes del “patriotismo formal”, esos “patrioteros de bandera”, que entonando el Himno Nacional y con la Enseña Patria como marco, apoyaron esquemas socio económicos perversos y destructivos, como el neoliberalismo impuesto tanto por la fuerza de los mercados como por el filo de las bayonetas.
Moviendo los hilos siempre están los intereses foráneos con sus socios minoritarios vernáculos, lucrando con las migajas que para las estructuras librecambistas mercachifles portuarias y sus socios menores del vasto interior, se benefician como minorías privilegiadas dentro del contexto de subdesarrollo crónico y la consecuente miseria y marginación generalizadas al grueso de la población.
Particularmente perverso es en todo ese esquema de subordinación nacional institucionalizada, el accionar de los que crean y refuerzan constantemente las condiciones de colonización cultural, instalando además del espíritu derrotista (no hay pueblo conquistado hasta que no se lo somete culturalmente), las gruesas confusiones conceptuales, y la tilinguería de adherir a esquemas político económicos que terminan perjudicando a las grandes mayorías de la población, la cual inicialmente muchas veces aplaudió y apoyó –terriblemente confundida- las drásticas aplicaciones de medidas que conculcaron no solo su bienestar, sino que las transformaron en parias dentro de la propia Patria, enajenada al saqueo frenético de los intereses mezquinos de siempre; los mismos que desde 1810 vienen realizando el trabajo de zapa para impedirnos concretar el destino de Grandeza Nacional que los argentinos nos debemos a nosotros mismos, y a nuestros hermanos de América Latina.
Por: C.P.N. Carlos Andrés Ortiz
Investigador de temas económicos y geopolíticos
Ex Investigador y Docente = Facultad de Ciencias Económicas = UNaM
Especialista en Gestión de la Producción y Ambiente – Fac. de Ing. = UNaM
Tesista de la Maestría en Gestión de la Energía = UNLa – CNEA
Docente de Economía – Esc. Normal 10 – Nivel Terciario
Docente de la Diplomatura en Geopolítica – Inst. Combate de Mbororé
0 comentarios on Los Profetas del Subdesarrollo