Los modelos del IPCC matan más osos que el cambio climático
- Creado por admin
- El 3 julio, 2009
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En los próximos días se reúnen en Copenhague el Grupo Especialista en Osos Polares. Es un grupo formado bajo los auspicios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN) y la Comisión de Supervivencia de las Especies, para discutir, redactar y preparar un informe para presentar en la próxima reunión del IPCC en diciembre próximo.
Lo que se discutirá no será si los osos polares están amenazados por el cambio climático porque ya saben que el mundo ha cambiado tantas de veces de clima y los osos ni se dieron por enterados. Tampoco analizarán los estudios sobre el aumento o disminución en las poblaciones de osos, porque ya los conocen de sobra. Los osos polares están aumentado su número como lo demuestran los estudios hechos por el gobierno de Canadá, Rusia, Noruega, y Estados Unidos –que tienen una buena cantidad de colonias de osos en sus tierras del Ártico- y de unos 9.000 osos que había hace unos 35 años hoy su número supera holgadamente los 25.000. Ni el calor ni el frío afectan demasiado a los osos. A lo largo de la historia de la tierra han pasado a través de varios cambios de clima, algunos de ellos muy bruscos, y otros mucho más calurosos que el actual, como el Período Cálido Romano o el Período Cálido Medieval, para no remontarnos demasiado en el pasado.
Lo que los afecta y reduce su número son los cazadores. Desde hace bastante tiempo la caza está prohibida o muy regulada, por lo tanto los osos polares aumentaron su población. Pero los modelos del clima, aplicados a las poblaciones de osos dicen que deberían estar muriendo como moscas. No lo están, para desazón y furia del Grupo Especialista en Osos Polares, el IPCC, Al Gore y la legión de ONGs ecologistas que ansían ver que los osos mueran a mansalva para gritar entonces: “Teníamos razón! El calentamiento global los mató!” Por ahora, sólo están muriendo en las proyecciones de los modelos climáticos, y no a manos de cazadores o agobiados por el calor.
En realidad, el informe del “Grupo Especialista en Osos Polares”, ya está redactado en borrador y la reunión es sólo para darle la forma sensacionalista y apocalíptica necesaria para impresionar a los políticos del mes de diciembre que viene. Por eso, cuando quizás el más importante científico experto en osos polares de todo el mundo, el Dr. Mitchell Taylor –que trabaja para los gobiernos de Canadá y de la comunidad Inuit desde hace 30 años vigilando y comprobando cómo los osos la están pasando– anunció que le gustaría participar y discutir el tema aportando su trabajo de las últimas 30 décadas, el presidente del Grupo, el Dr. Andy Derocher –ex discípulo de Taylor- le envió un email diciéndole que era “persona non grata” en el Grupo y que se abstuviera de concurrir. Tenía prohibido el acceso a las reuniones. ¿La razón? Según Andy Derocher no se trata de la experiencia, sabiduría y conocimientos del tema, que no están en discusión, sino “…la posición tomada por usted con respecto al calentamiento global es lo que ha provocado la oposición del resto del Grupo.”
Aclaremos, dijo el vasco… Evidentemente el Dr. Taylor sería un entrometido en las discusiones sobre cómo “embellecer” el informe para mostrar al mundo que los osos desaparecerán el año que viene, y como el informe no cambiará por más evidencias que Taylor (o cualquier otro) pueda presentar, el Dr. Taylor saldría a contar el asunto a la prensa y hasta se podría iniciar un escandalote que haría pasar vergüenza a los amigos del Grupo. No veo el temor de pasar vergüenza. Esa gente no la tuvo nunca.
Y así los señores del Grupo le darán visto bueno al informe apocalíptico con el que piensan llenar los titulares de los diarios del mundo, e impresionar a los políticos durante la Próxima COP de diciembre en Copenhague.
Copenhague, Copenhague… ¿qué tienes Copenhague que tantas reuniones sobre el clima has tenido (y vas a tener) donde tantos “calentones” se reúnen? La última reunión llevada cabo allí en abril pasado, tuvo por lo menos un aspecto sumamente positivo para algunos, aunque para las políticas del clima no pasó nada de nada. De acuerdo con el sindicato de prostitutas de Copenhague, sus afiliadas establecieron un récord de “ventas” y “servicios”. Cada vez que los calentones se reúnen allí, se produce un éxodo masivo de las afiliadas de otros países hacia las reuniones de los “calentones” porque saben que siempre hacen su agosto –aunque esta haya sido “un abril”.
De modo que, señora esposa de funcionario político, científico, o miembros de ONGs verdes, cuando su marido asista a una “reunión del clima”, infórmese de que clase de clima se trata, porque su marido quizás esté más interesado en otros climas que el de la Tierra. Porque hay “climas de camaradería”, “de alegría”, de “hostilidad”, de “pesimismo,” etc, etc. Cuando vea que el champagne comienza a correr (las fiestas del IPCC son famosas) abra el ojo y exija que usted esté presente en las deliberaciones. Yo se porque se lo digo.
Ahora hablemos en serio
Fuente: Pág. web del Woods Hole Oceanographic Institution |
El Dr. Mitchell Taylor ha estado investigando sobre el estado y manejo de los osos polares en Canadá y el todo el Círculo Polar Ártico durante 30 años, como académico universitario y como empleado del gobierno de Canadá y del gobierno autónomo Inuit del norte de Canadá. Desde 2006 ha estado provocando titulares en los diarios con su insistencia sobre que el número de osos polares está en franco aumento, y que no están amenazados en lo más mínimo por algún cambio climático que a uno se le pueda ocurrir.
Pero, ¿quién es el Dr. Mitchell para discutir sobre osos polares con el ganador de un Oscar? O peor todavía, un Premio Nobel en “alarmas mediáticas.” Si Al Gore dice que los osos polares se ahogan porque el hielo se derrite, él debe saber por qué lo dice, no? Si hasta mostró una foto que repartió por todo el mundo, y los diarios se cansaron de publicarla –sin pagarle un centavo a su autora, dicho sea de paso- mostrando cómo dos pobres ositos estaban a punto de ahogarse una vez que el hielo sobre el que estaban parados se derritiese. Esta es la foto, ¿se acuerda, no? Si hasta la hemos publicado en este sitio dando cuenta del fraude de Al Gore.
La autora de la foto es la Dra. Amanda Byrd, de la Universidad de Alaska, en Fairbanks, quien explica:
“Tiene que comprender que los osos no están en ningún peligro. Era, si usted quiere, su lugar de juego durante 15 minutos.¿Sabe lo que quiero decir? Esta es una foto perfecta para el cambio climático, en acierto modo, porque uno tiene la impresión de que están en el medio del océano y están por morir con una Coca-Cola en la mano. Pero ellos nos estaba lejos de la costa, y era posible para ellos alcanzarla nadando.”
Sobre todo sabiendo, como los sabe el Dr. Mitchell, que los osos han sido vistos nadando más de 400 kilómetros. El Dr. Mitchell a demostrado todas las veces que se le ha requerido, que de las 19 colonias de osos que él controla 17 están estables o creciendo. De la otras dos su número se redujo modestamente por causas locales. Están localizadas en la Bahía Hudson, cerca de la población de Churchill, donde los osos habían descubierto que era más fácil procurarse su alimento en el basural de la ciudad que cazar focas o narvales. Como la existencia de los osos ponía en peligro la vida de los niños y otras personas de la zona, las autoridades cercaron con un alambrado olímpico al basural para impedir el acceso de los animales.
Pero cuando los osos no pudieron ingresar al basural, descubrieron que había una gran cantidad de almuerzos caminado por las calles y trataron de calmar el apetito. El asunto terminó a los balazos y los osos sacaron la peor parte. Los ecologistas pusieron el grito en el cielo (mejor dicho en los diarios y los noticieros de la TV) diciendo que el hombre es el intruso y que los osos hacen muy bien en comerse a la gente. Los osos son amorosos y la gente es muy mala. Por lo menos es lo que se enseña a los chicos en las escuelas.
Por eso el Dr. Taylor es odiado en los círculos verdes por hablar claro y alto acerca de la mentira del peligro del calentamiento global para los osos. ¿Cómo se atreve a decir tal herejía? Si hasta la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, donde los jueces parecen científicos con cientos de años de experiencia en el clima y el estudio de osos polares, ha dictaminado que deben ser incluidos en la lista de amenazados por la extinción?
Porque, como las proyecciones de los modelos computados dicen que los osos ya están haciendo las valijas para el más allá, hay que creer o reventar. Los modelos del clima matan más osos que la realidad, por eso, como la realidad no se ajusta con lo que los modelos dicen entonces cambiemos la realidad. Que es lo que los modelos del clima y los calentones adictos al champagne y a las chicas de Copenhague han estado haciendo desde hace muchos, muchos años.
El hecho grave es que al Dr. Taylor se la negado el ingreso a las deliberaciones del Grupo porque “su visión que va en contra del cambio climático inducido por el hombre no ayuda para nada.” Que haber firmado la Declaración de Manhattan, junto a otros 500 científicos de que la causa del cambio climático no es el CO2 sino que tiene un origen natural, tale como la radiación del sol y el cambio de las corrientes oceánicas, era “inconsistente con la posición tomada por el Grupo Especialista en Osos Polares.” Y el gran vagón de Copenhague sigue rodando alegremente con su intención de demostrar que los osos se extinguen –a pesar de que las temperaturas a medio verano del Ártico indican que todavía están por debajo de cero grado, un evento que hace 50 años que no ocurría. ¿Los osos? La están pasando bomba.
Ya es demasiado evidente de la industria del calentamiento, del cambio climático, de los bonos de carbono, de las triquiñuelas y los impuestos a los combustibles, ha entrado en pánico. La realidad se les ha caído encima como un oso polar sobre un canario. Y la desesperación de ver que la resistencia a todas las medidas que proponen crece cada vez con mayor fuerza y velocidad, ven que ya no pueden tener esperanzas de que la próxima CP de diciembre en Copenhague tenga ni una pizca de éxito, aunque seguro que se divertirán mucho –como siempre. Entonces están “poniendo toda la carne sobre el asador,” gastando los últimos cartuchos que les quedan, enviando una catarata de noticias aterradoras sobre el futuro de la humanidad por el calentamiento global. Qué lástima que ahora el problema es el enfriamiento global.
Por: Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC
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